Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Nuestro Huésped Sea Usted

Mιrᥲ, ᥲhί ᥱsᥲ ᥴhιᥴᥲ tᥲᥒ ᥱxtrᥲᥒᥲ
Es dιstrᥲίdᥲ ᥴómo vᥱs
No ᥱs dᥱ ᥒᥙᥱstrᥲ soᥴιᥱdᥲd
Eᥒ ᥣᥲs ᥒᥙbᥱs sιᥱmρrᥱ ᥱstᥲ́
No hᥲყ dᥙdᥲ qᥙᥱ ᥙᥒᥲ ᥴhιᥴᥲ rᥲrᥲ ᥱs

Después de que Quackity cerrará la puerta del baño, se acercó a la bañera, observando la cálida agua dentro de aquella tina de fina cerámica blanca con bordes de oro. Se impresionó bastante.

Para bañarse en el valle de híbridos, él debía llenar varias cubetas de madera, vaciar algunas en un gran caldero el cual ponía sobre brazas para calentarla, y finalmente vaciar todo en una tina de madera, y bañarse con un jabón que vendía una anciana que vivía lejos de todas las casas.

Pero la vida en el castillo parecía ser mucho más sencilla.

El chico prácticamente saltó dentro de la bañera, dejando que el agua limpiará su cuerpo. Toda esa agua tibia con jabones, esencias y burbujas le hacían bien a su piel.

Era como si él no se hubiera bañado en dos semanas... Oh, esperen, él no se había bañado en dos semanas.

Quackity decidió ignorar su dudosa higiene y se centró en disfrutar de aquel baño que le estaba dejando la piel limpia y suave al tacto.

Cuando finalmente terminó de bañarse, se secó y regresó al cuarto, notando que Alexby y Fargan no volvían aún. Se encogió en hombros y avanzó a la cama para apreciar mejor la ropa que le dieron las doncellas.

La ropa consistía en una camisa blanca, lisa, con tres botones arriba y mangas obispo. Un chaleco de color azul claro, con patrones amarillos casi dorados y botones. Un pantalón negro, y pudo ver en el piso un par de botas negras que llegaban hasta por debajo de sus rodillas.

Sonrió al ver aquellas prendas tan elegantes y empezó a vestirse rápidamente. Se colocó la camisa, el pantalón, el chaleco y finalmente las botas, todo le quedaba a la perfección.

Sí, sin duda alguna él podría acostumbrarse a la vida de la nobleza.

Como Alexby le había ordenado estarse quieto, solo se dedicó a ver la habitación entera mientras se acomodaba el gorro sobre la cabeza.

El cuarto era el doble de grande del que tenía él en el valle, con una cama matrimonial, un tocador, y un gran armario de madera, a un lado tenía una ventana muy alta por la que Fargan había salido. Además tenía una pintura en la pared junto a la cama, era una hermosa puesta de Sol en el mar.

Oh, el mar. Sin duda alguna el mar era una obsesión enorme para Quackity, su madre nunca pudo llevarlo, así que él siempre tuvo ganas de conocer el mar y navegar en él. Tal vez pueda convencer al príncipe de viajar por el mar con él. ¿Al príncipe le gustarán las aventuras?

Mientras Quackity pensaba, se apoyó contra el retrato, sin notar como este se movía hacia atrás por su peso. Cuando finalmente se dio cuenta, fue muy tarde, que Quackity cayó dentro de un pasadizo detrás de la pintura.

Si él pudiera gritar, lo habría hecho.

Aquel pasadizo era un gran tobogán de madera que impulsaba a Quackity hacia abajo con gran velocidad. Ni siquiera supo cuanto tiempo estuvo bajando. Pero su caída no duró mucho.

Al final de todo ese recorrido, Quackity atravesó una puerta parecida a las puertas para perro y aterrizó encima de un montón de paja.

"Pinche castillo, todo pendejo" Pensó Quackity mientras se levantaba y quitaba la paja de la ropa.

— ¡Así no son los pasos, Juan!—

Aquel grito le llamó la atención a Quackity, miró hacía todos lados, pero no vio a nadie cerca.

— ¡Pero dijiste derecha!—

Esa era otra voz, ambos parecían estar discutiendo. Quackity empezó a dar pequeños pasos para dirigirse hacia esas voces.

— ¡Es que tú también te pasas, man! Hasta yo que soy virolo sé cuál es mi derecha—

Oh, una tercera voz se había unido a la discusión.

— ¿Y no te has puesto a pensar que MI derecha es diferente a TU derecha?—

— No mames Juan, eso no tiene sentido, estamos viendo para el mismo lado—

Quackity se asomó por la esquina de la pared, y vio a tres personas discutir.

Una chica bajita, un chico un poco más alto con lentes, y finalmente había otro chico, mucho más alto que los otros dos, también con lentes.

— ¡Suficiente!— La chica gritó— Peleando no llegamos a nada, tenemos poco tiempo para acabar de ensayar nosotros. No es posible que los meseros tengan todo el show preparado y nosotros tres no podamos hacer algo bien—

— Oigan— Habló el más alto y señaló hacia Quackity— Ahí hay un chismoso—

Quackity se sorprendió y quiso correr, pero sus pies lo traicionaron y se tropezó, cayendo de rodillas en el suelo.

— ¿Estás bien?— Preguntó la chica, acercándose a él.

Quackity Asintió un poco y se puso de pie.

— No te he visto aquí antes, ¿Eres uno de los invitados al festival?— Preguntó el chico bajito de lentes, a lo que Quackity en respuesta solo hizo un movimiento de manos.

— ¿Más o menos?— Preguntó el más alto y Quackity asintió— ¿No sabes hablar?—

— Mariana— Ari lo regañó mientras le veía con el ceño fruncido, luego miro a Quackity— ¿Eres mudo?—

Quackity asintió y Ari sonrió de pronto.

— Espera aquí— La chica asintió y caminó hasta una de las mesas más alejadas de dónde estaban, y regresó con un par de hojas de papel y un lápiz— ¿Sabes escribir?—

Oh... ¡Oh!

Dios, pero si es un grandísimo idiota. ¡Él sabe escribir! Literalmente él es uno de los pocos híbridos que sabe leer y escribir, ¡Y jamás se le ocurrió la escritura como método de comunicación!

Quackity asintió varias veces y Ari le entregó los papeles.

— ¿Cómo te llamas?— Preguntó la chica.

Quackity se apoyó sobre un barril y comenzó a escribir rápidamente, luego les mostró la hoja.

"¡Hola! Me llamo Alex, pero pueden decirme Quackity :)"

— ¡Quackity, mucho gusto!— La chica sonrió— Yo me llamo Ari, soy la doncella encargada de las cocinas y limpieza—

— Yo soy su esposo, Juan— El chico bajito de lentes habló— Soy el cuidador de los caballos—

— Y soy Mariana— El muchacho más alto dijo— El chef en jefe del castillo—

— Un momento— Ari habló— Eres el chico mudo del que habló Akira. Eres un invitado especial del príncipe, ¿No es así?—

Quackity asintió.

— ¿Y cómo llegaste aquí?— Preguntó Juan— Estamos en la zona más solitaria del castillo—

Quackity volvió a escribir y les mostró el papel.

"Caí por un tobogán oculto tras una pintura y caí en un montón de paja"

— Juro que los pasadizos son un peligro para las personas— Comentó Ari.

— ¿Quieres que te llevemos de vuelta al interior?— Preguntó Mariana, Quackity asintió en respuesta.

— Síguenos, conocemos muy bien este castillo, más o menos... Cómo el 60%— Comentó Juan mientras empezaba a caminar.

Mientras caminaban, Quackity escribió en otra de las hojas y se la entregó a Ari.

"¿Qué es lo que estaban haciendo?"

— Oh, bueno, nosotros tres estábamos ensayando para el show de apertura del festival de Karmaland— Respondió Ari, y ante la mirada confusa de Quackity, ella soltó una pequeña risa— Cada que empieza el festival de verano, el personal del castillo eligen a algunas personas para hacer un show en el comedor antes de la cena para darle la bienvenida a los invitados—

— Y este año nos tocó a nosotros, man— El chef Mariana habló con emoción— Me impresiona que nos hayan elegido a nosotros, tomando en cuenta lo que pasó el año pasado—

— Pobre Illojuan— Dijo el chico bajo de gafas— Terminó con las dos piernas rotas—

— Que descanse en paz— Dijeron los tres al mismo tiempo.

Quackity decidió no preguntar.

Pero aun así, esos tres eran un trío muy divertido, decían comentarios ocurrentes y tenían un comportamiento gracioso que, de no ser porque perdió la voz, Quackity estaría riéndose a carcajadas con ellos.

Tal parece que ya encontró a sus primeros amigos humanos.

— Juro que soy el único con neuronas funcionales— Comentó Alexby en voz baja mientras avanzaba por los pasillos del gran castillo.

Miraba hacia todos lados para evitar chocar contra algún trabajador del castillo. Lo último que él quería era causar un escándalo por si repentina aparición en el castillo.

Una nutria aparecida de la nada suele causar un susto en las personas.

Alexby terminó por llegar a unas escaleras, las cuales descendían hasta un descanso, de frente había un tramo de escaleras que subían a otro pasillo, y hacia la derecha del descanso, había otras escaleras que bajaban aún más.

Si la memoria de Alexby no fallaba, ellos subieron por ahí cuando llegaron al castillo. Así que supuso que las escaleras la frente llevaría a más habitaciones, así que comenzó a andar por ahí.

Cuando cruzó al pasillo del frente, siguió avanzando rápidamente por los pasillos, tratando de encontrar la recámara del príncipe.

Alexby siguió recorriendo hasta que se encontró con una habitación abierta. Él se asomó dentro y antes de que alguien pudiera verlo, ingresó al cuarto.

Tenía que investigar un poco para descubrir si era la habitación correcta.

Empezó viendo el tamaño, ese cuarto era considerablemente más grande que la de Quackity. La cama era más grande y tenía más detalles. Aunque lo que lo terminó de convencer fue un pedestal sobre el tocador, en el cual había una corona negra con rubíes incrustados.

— Bingo, la habitación del príncipe— Alexby se dijo a sí mismo y empezó a desenredarse el collar del cuerpo. Ahora debía buscar un sitio donde ocultar correctamente el collar para que pareciera que solo había caído.

Se arrastró hasta el tocador de la habitación y metió el collar ahí debajo, dejando un trozo de la cadena a simple vista para que lo encontraran rápido.

Una vez que tuvo el trabajo realizado, salió corriendo de la habitación y volvió a correr por los pasillos.

¡Y nadie lo vio! Ja, sin duda él es el amo del sigilo.

Pero entonces chocó contra la pierna de alguien.

— ¡Mira Willy! Una nutria—

Sintió que alguien lo levantaba del piso, estaba por defenderse, pero al ver quién lo cargaba se detuvo y miró con los ojos muy abiertos a Frank.

— ¿Cómo ha llegado una nutria aquí?— Preguntó Willy.

Pero Alexby no prestó atención, ya que solo se centraba en Frank, quien también le veía con ternura.

"Sigue tan guapo como la última vez que lo vi" Pensó Alexby.

— Mira que bonita nutria es— Frank comentó y acercó a la nutria a su rostro para acariciar la cabeza de Alexby con su propia cabeza— Me la voy a quedar—

Alexby asintió un momento, cautivado por Frank.

— Quédate con la nutria, pero si es macho tienes que castrarlo— Dijo Willy.

Y eso bastó para romper la ilusión. Alexby recordó que tenía que llegar con Quackity y se zafó de las manos de Frank para saltar al suelo y empezar a correr.

— ¡No, vuelve!— Frank gritó— ¡Willy, lo asustaste! Ya hasta le tenía nombre. Iba a llamarse Titanicus—

Alexby ignoró las palabras de los humanos y corrió hasta llegar a la habitación de Quackity.

No vio al mudo, pero el baño también estaba vacío.

— ¿Y ahora dónde se metió?— Susurró para sí mismo y soltó un bufido de frustración.

— Debo encontrar a ese mudo tonto antes de...— Alexby gruñó y dio media vuelta, pero se detuvo al ver al príncipe, de pie en la puerta y observándolo.

Aunque la expresión del príncipe no era para nada lo que esperaba de un humano que veía y oía a una nutria hablar. Se veía más bien algo impresionado, pero tranquilo.

— Oh, ¿Tú también lo estás buscando?— Preguntó Luzu con simpleza, se le fue acercando y se agachó a recogerlo.

Bien, Alexby estaba oficialmente confundido.

— Luces algo confundido, amiguito— Luzu comentó.

— ¿Sí?— Comentó Alexby.

— Todos los animales se confunden siempre— Luzu dijo, dejando a Alexby sobre la cama.

— ¿Exactamente qué está pasando?— Preguntó Alexby.

— Bueno, lo que pasa es que en mi bautizo, mis padres mandaron a llamar a tres hadas madrinas para que vinieran a otorgarme dones mágicos— Luzu empezó a explicar— La primera me dio un corazón noble y amable. La segunda me dio una voz que encanta a los animales, pero lo considero una maldición, cada vez que canto, decenas de aves vienen a mí. Y finalmente, el tercer hada me dio el don de entender a los animales, no es con animales en general, solo con animales que son considerados mascotas, puedo entender a los caballos, siempre estoy charlando con Manolo y... Bueno, tú eres mascota del chico del río, supongo por eso te logré entender—

Alexby solo se quedó en silencio.

— Que cliché— Comentó Alexby en voz baja

— Ya lo sé— Comentó Luzu con un toque de ironía en su voz— Soy el típico príncipe encantado que es amable, tiene una voz de ángel y entiende a sus animales mascota—

Alexby ya no pudo responder, esto debido a varias risas que venían desde fuera, por el corredor.

Pocos segundos después, vieron a Quackity entrar en la habitación acompañado por Ari, Juan y Mariana, quienes se sorprendieron al ver a Luzu ahí.

— ¡Ahí estás!— Luzu se levantó y caminó hacia Quackity— Quería preguntarte algo...—

Quackity no le dejo responder, ya que le puso en la cara aquel papel en dónde escribió su nombre. Luzu tomó la hoja y leyó.

— Oh... Quackity— Dijo Luzu, levantando la vista— Es un lindo nombre—

La cara de Quackity se convirtió automáticamente en un jitomate por lo rojo que se puso al oír el comentario de Luzu. Los tres trabajadores notaron eso y al percibir la tensión en el ambiente decidieron retroceder.

— Nosotros nos despedimos— Dijo Juan empezando a salir por la puerta.

— Ahí nos vidrios— Comentó Mariana al salir.

— No se olviden del show— Ari dijo y salió por la puerta.

Luzu entonces cayó en cuenta de lo que dijo y empezó a sonrojarse levemente. Sin saber que hacer solo que quedó callado.

Así que ambos estaban en silencio, parados el uno frente al otro y sin saber qué decir.

Alexby solo los estaba viendo.

— Yo... Ehh— Luzu se aclaró un poco la garganta y miró a Quackity nuevamente— Quería saber si te gustaría un recorrido para el castillo. La apertura del festival es en dos horas así que tenemos un poco de tiempo libre para hacer algo—

Quackity de inmediato asintió enérgicamente.

— Y como ahora sé que sabes escribir, te conseguiré una libreta, tengo algunas en mi habitación— Luzu mencionó empezando a caminar hacia la puerta— Vuelvo en un instante—

En cuanto Luzu se fue, Quackity volvió a dar pequeños saltos de emoción, por toda la habitación. Mientras él hacia eso, Fargan entró volando a la habitación.

— Volé un rato, me comí un ratón y una señora me regaló una flor por quitarle esa plaga de encima— Comentó el búho— ¿De qué me perdí?—

— Quackity consiguió su primer cita con el príncipe— Alexby comentó, eso hizo que Quackity detuviera sus saltos de emoción— Y parece que él no se dio cuenta de que puede ser una cita—

Quackity corrió hacia las hojas de papel arrumbadas en el tocador y escribió algo pequeño, conciso, y sobre todo, relajado en el papel.

"NO MAMEN, NO SÉ COMO COMPORTARME EN UNA CITA"

— Pffft, eso es pan comido, Quackity. Tan sencillo como robarle un dulce a un bebé— Comentó Fargan— Lo único que debes hacer es esto—

Quackity se agachó junto a la cama, observando fijamente a su amigo búho.

— Ya que no puedes hablar, todas tus acciones deben ser no verbales. Primero, tienes que sonreír— Fargan comentó y Quackity sonrió exageradamente, enseñando los dientes— Pero así no, hijo mío, que pareces psicópata—

Quackity cambio su sonrisa a una más relajada y Fargan parecía complacido.

— Perfecto. Ahora en segundo lugar, tienes que pestañear para presumir esos ojitos tuyos, en tercer lugar, juega un poco con tu cabello, ¿Ya sabes? Pásate un mechón de pelo por detrás de tu oreja mientras le sonríes y lo ves— Fargan instruyó mientras hacía cada acción que decía— Y por último, y más importante, tienes que estar sereno, el príncipe no te besara si luces desesperado por ello. Tienes que estar tranquilo, dejar que las cosas fluyan. Para que esto funcione, él debe querer besarte tanto como tú quieres besarlo a él—

Quackity asintió lentamente, analizando bien cada consejo dicho por el búho, mientras Alexby estaba con la boca abierta.

— Esos... Esos son muy buenos consejos— Comentó Alexby— Eso fue algo increíblemente inteligente de tu parte, Fargan—

— Siempre he dicho que el amor es como un pedo, si lo fuerzas terminará siendo mierda— Dijo el búho.

— Y la inteligencia se fue— Dijo Alexby frunciendo el ceño.

— ¡Aquí tienes!—

Los tres miraron a la puerta, observando a Luzu entrar a la habitación con una libreta en sus manos. Era un cuaderno de pasta semi dura, de color verde brillante.

— Así podrás comunicarte conmigo— Luzu sonrió un poco mientras le entregaba el cuaderno a Quackity, quien sonrió y pestañeo un par de veces.

Luego escribió algo en la primera página.

"Gracias :]"

— Por nada— Respondió Luzu. Quackity lo vio y notó entonces que ahora él llevaba el collar puesto, así que discretamente giró el cuaderno hacia Alexby.

La nutria en su lugar le guiñó un ojo.

— Bueno, vamos, tenemos cosas que ver antes de la cena— Luzu indicó señalando a la puerta— Podemos volver por tus mascotas para la hora de la cena—

Ambos empezaron a salir por la puerta. Quackity dio media vuelta con rapidez y alzó un pulgar en dirección a sus amigos mientras salía.

Bueno, la verdad aquí es... Luzu es un pésimo guía de turistas.

Quackity esperaba saber un poco de historia sobre el castillo y aquel gran reino, pero Luzu solo decía cosas del estilo:

"Este retrato es de mi abuelo, él está muerto", "Esa armadura de allá es falsa", "Ese tesoro lo robó mi padre de otra tierra. Cosa de monarquías, supongo", "ese otro retrato es de mi bisabuela, por algún motivo ella sigue viva".

Así que realmente solo caminaban por varios pasillos, pero al menos eso abrió el apetito de Quackity.

Ambos dieron vuelta hacia un gran pasillo, y Quackity observó dos puertas. No pensó mucho en ellas, pero Luzu se detuvo ahí fuera.

— Este es el mejor lugar del castillo, es mi sitio favorito— Comentó Luzu abriendo ambas puertas.

Quackity entonces abrió mucho los ojos al ver una enorme biblioteca al otro lado de las puertas. Las estanterías llegaban al techo.

Era todo tan maravilloso.

— Impresionante, ¿No?— Comentó Luzu— Vamos, entra, este sitio es genial—

Quackity dio varios pasos para observar la biblioteca, no mentira, por un momento él se olvidó de Luzu y todo fue gracias a la enorme cantidad de conocimiento e historias en esas estanterías.

— ¿Te gusta leer?— Preguntó Luzu mientras avanzaba por la biblioteca, seguido por Quackity, quien empezó a escribir en la libreta.

"Sí, pero en casa no tenía muchos libros"

— Bueno, pues aquí tienes mucho para leer— Luzu explicó— Libros de historia, geografía, ficción, cuentos de hadas, relatos de terror, filosofía, romance—

Luzu dio media vuelta, quedando cara a cara con Quackity, ambos se vieron y el ex híbrido sonrió suavemente y se llevó un mechón de cabello tras la oreja. Luzu se puso nervioso y desvío la vista.

— Oh, y aquí tenemos un gran mapa, es muy interesante— Dijo Luzu abruptamente, caminando hacia una pared de la biblioteca.

En ella, Quackity pudo observar un gran mapa, con diversas divisiones mostrando diferentes reinos y un gran mar que rodeaba la porción de tierra que rodeaba la que se alcanzaba a estar dibujada.

— El reino más grande ahí, es Karmaland, dónde estamos ahora mismo— Mencionó Luzu— El que está por allí más hacia el este, es Tortillaland, tuvimos problemas con ese reino hace años. Luego hacia el norte está el reino Venture, muy frío y cubierto de nieve todo el año—

Quackity asintió, nunca antes había visto un mapa así, todos lo que ha visto antes eran pequeños mapas del tesoro que él dibujaba cuando jugaba a los piratas.

— Hacia el sur hay más reinos, pero están muy alejados— Luzu continuo explicando, ahora señalando hacia el noroeste donde había pequeños puntos— Ese es el archipiélago de Lavender, son casi 80 islas inexploradas, se llaman así porque mi abuela, la antigua reina Lavender, las descubrió, solo pudo explorar tres de ellas, el resto siguen sin ser exploradas—

Quackity abrió bastante los ojos. Eso quería él, grandes aventuras explorando lo desconocido.

— Las tres islas de aquí, completamente alejadas de todo, son las islas de Mauki, islas tropicales, muy hermosas debo decir— Luzu siguió explicando, pero algo más llamó la atención de Quackity.

El más bajo levantó el brazo derecho y señalo hacia la parte superior izquierda del mapa, en esa esquina resaltaba una porción de tierra que destacaba al estar pintada más oscura que el resto del mapa

— Oh... Sí— Luzu habló— Ese es el sitio más misterioso de todo el continente— Comentó.

Bien, ahora Quackity estaba interesado.

— Ni siquiera tiene nombre oficial, a ese sitio, se le conoce como DSMP— Luzu dijo, con una voz muy seria. Todo eso aumenta a la curiosidad del chico pato... Del antiguo chico pato.

— Nadie ha explorado esas tierras, todas las expediciones que han sido enviadas allí han perdido en el mar y nunca han vuelto— Luzu siguió explicando— Pero, hace cuarenta años, una embarcación llegó al puerto de Karmaland, solo tenían a un sobreviviente. El pobre hombre estaba traumatizado, dijo que estando en DSMP vio a criaturas horribles, los monstruos más sanguinarios habitan ahí, pero lo peor de allí, era el custodio—

Luzu empezó a caminar a una estantería, empezando a subir por una escalera y sacó un gran libro. Bajo nuevamente y abrió el libro.

— Es una gran criatura descrita como una larga serpiente con brazos, de un tamaño tan largo como una carretera— Luzu empezó a pasar páginas— De un color verde intenso, el marinero lo llamaba El Sin Cara—

Luzu continuaba pasando por varias páginas, Quackity apenas alcanzaba a ver pequeños dibujos.

— La leyenda dice que la descripción del monstruo era tan aterradora, que aquellos que lo escucharon de primera mano, sufrieron pesadillas que los mataban en las noches— Luzu finalmente se detuvo— Así que todos aquí lo llaman simplemente...—

Luzu abrió bien el libro, mostrando el dibujo.

— Dream—

Quackity tragó saliva, ciertamente esa cosa era intimidante. Era ajusto como Luzu la describió. Era verde, con el cuerpo largo, como una serpiente, pero con dos largos brazos que terminaban en manos con filosas garras, y al último tenía una cabeza, pero en vez de cara, llevaba una espeluznante máscara con una tétrica cara feliz pintada en ella.

Entonces Luzu cerró el libro fuertemente y asustó a Quackity.

— Mierda— Comentó Luzu mirando por la ventana— Ya vamos tarde, la cena de bienvenida empieza pronto, tenemos que correr—

Luzu tomó a Quackity de la mano y empezó a correr, jalando al más bajo detrás de él. Quackity por supuesto que estaba encantado de como el príncipe tomaba su mano.

Ambos corrieron por todo el castillo, que con el anochecer adquiría una atmósfera totalmente diferente a la que tiene durante el día.

— Y no te preocupes por tus mascotas, Manolo los llevará al comedor también— Luzu le explicó cuando bajaron la velocidad al acercarse al gran comedor.

Cuando el príncipe abrió una de las puertas del comedor, Quackity se asomó y pudo ver a varias personas ya sentadas a la mesa.

— Borja, ahí estás— El rey comentó— Pasa—

Luzu asintió y abrió más la puerta, dejando entrar también a Quackity. El chico empezó a andar tímidamente por el comedor, siguiendo a Luzu.

— ¿Quién es él?— Preguntó el rey.

— Padre, él es Quackity, un amigo que acabo de hacer, es mi invitado— Luzu comentó al pasar junto a la silla de su padre.

— ¿Un amigo?— Preguntó el rey, bastante impresionado— Pues siempre es un placer conocer a los amigos de mi hijo, bienvenido al reino, Quackity

Quackity sonrió nerviosamente e hizo una pequeña reverencia, ¿Así se saludaba a la realeza, no?

Luzu siguió su camino por la mesa, Quackity observó como había más personas ahí, un chico que vestía una túnica morada y un sombrero puntiagudo, a la izquierda del que parecía brujo, había otros dos chicos, uno de cabello rubio casi blanco y uno con el cabello negro con curiosas mechas de color verde.

Tras eso había un asiento que Luzu dejo vacío para luego sentarse en la que estaba al lado, Quackity tomó entonces la silla siguiente a la de Luzu y se sentó ahí.

— Buenas noches, querido—

Esa voz hizo que el ánimo de Luzu cambiará a uno menos relajado.

— No digas querido, es más, no me hables en lo absoluto— Comentó Luzu sin querer mirarlo.

— Te haces el difícil, me gusta— Auron sonrió y tomo la silla a la derecha de Luzu.

— Ese lugar está ocupado— Dijo el príncipe. Auron puso sus ojos en blanco y caminó hasta el lugar vacío junto a Quackity— Ese lugar también está ocupado—

— ¿Qué? ¿Y por quién?—

En ese momento, Manolo, Alexby y Fargan entraron por la puerta del comedor. Manolo corrió hasta Luzu, quien le ayudo a subir a su silla. Por su parte, Alexby corrió y escaló la silla y Fargan aterrizó en la misma silla que él.

— Borja...—

— Ya hablamos de esto, padre, los animales son mascotas y las mascotas son parte de la familia, por ende, pueden sentarse a la mesa— Comentó Luzu— Manolo y...—

El príncipe giró su cabeza hacia Quackity, quien captó y escribió rápidamente en el cuaderno.

— Y Alexby y Fargan son mascotas, así que pueden comer con nosotros— Luzu terminó de hablar y el rey decidió callar.

Quackity sonrió ante eso, entonces Luzu volteó nuevamente para hablarle.

— Una presentación rápida— Comentó Luzu— El que está más cerca a mi padre, es Vegetta, el brujo más poderoso del reino, consejero real y el gran héroe de Karmaland. Luego está Willy, es el jefe de tropas del reino, pero mi papá cree que él es el bufón. A su lado está Frank, mi caballero personal, es un poco presumido—

Después Luzu miró hacia el otro lado.

— El siguiente es Auron, príncipe de Tortillaland, es un imbécil, no le hagas caso nunca— Indicó Luzu— A su lado está Mangel, es su caballero personal, vivió un tiempo aquí. Luego está Lolito, es esposo de Mangel y mi acompañante, siempre que yo salgo algún sitio lejano, Lolito va conmigo. Y por último, bueno, a Akira ya la conoces, ella es la gran encargada de hacer que todo en este castillo se mueva cómo debe de ser—

Quackity escuchó todo con atención, mirando a cada persona. ¿Acaso él podría llegar a tener un lugar oficial en la mesa algún día?

— ¿Esto cuánto tiempo más va a llevar?— Preguntó Frank— Ya tengo hambre y el pianista lleva tocando las mismas 6 notas durante 40 minutos—

— ¡Oí eso!— Gritó Juan que estaba tocando el piano al otro lado del comedor.

— Paciencia Frank— Dijo Vegetta— Después del show del año pasado es obvio que ellos quieran tener un show bien preparado—

— Pobre Illojuan— Dijo Willy— Tuvieron que hacerle un trasplante doble de riñón—

— Que en paz descanse— Dijo Lolito.

— Pero Illojuan sigue vivo— Dijo Willy.

Tras esa corta plática, la puerta que conectaba con las cocinas se abrió, saliendo de ahí Mariana, con su uniforme de chef.

— ¡Al fin!— Gritó Frank.

Mariana sonrió y caminó hasta detenerse frente a la mesa. Él le dirigió una mirada a Juan y este levantó su pulgar.

El Mariana se aclaró un poco la garganta y empezó a hablar.

— Bonjour a todo el mundo— El chef comentó al pararse frente a la mesa— Es con profundo orgullo y gran placer, que le damos la bienvenida esta noche—

— Y ahora, los invitamos a relajarse— Mariana siguió hablando mientras Juan tronaba sus dedos y los colocaba sobre las teclas del piano— Póngase cómodos, mientras el comedor representa dignamente...—

Juan tocó varias teclas del piano para montar una dulce y suave melodía.

— Su cena—

Nuestro huésped sea usted, venga el servicio a probar— Mariana inicio a cantar mientras el piano lo acompañaba— Una servilleta así, chérie, yo hago lo demás

Soupe du jour les hors d'oeuvres. Nuestra vida es atender— El chef continuo hablando mientras hacía "un truco de magia", sacando un ramo de rosas de su gorro y lo lanzó a la mesa, cayendo bastante bien sobre un florero— Pruebe usted que maravilla, ¿No me cree? Pregunte a la vajilla

En ese momento, las puertas de la cocina se abrieron de par en par, de ahí salieron varios meseros empujando carritos llenos de bandejas y vajilla fina. Los meseros empezaron a rodear la mesa, dejando platos, cubiertos y copas frente a cada invitado, incluso los animales.

A cantar, a bailar, esta es Karmaland no olvidar. La comida aquí es primero, ya se ve— El chef continuó cantando mientras los meseros continuaban sus tareas, coreando al chef en jefe— Consulte su menú, escoja su ambigú. Y pida usted, nuestro huésped sea usted

El chef tomó el brazo de un mesero y se lo llevó hacia el piano. Juan sonrió y se levantó, relevando su puesto con el mesero quien empezó a tocar el piano, y Juan caminó hasta la mesa.

Pruebe usted el suflé, y los postres enflambé— Juan empezó a cantar, acercándose lo suficiente a la mesa para tomar una de las velas de los candelabros, luego procedió a colocarlo sobre un pastel, el cual se prendió en un fuego que se extinguió rápidamente, liberando así una ráfaga de olores dulces que provenían del postre ante la mirada emocionada de Quackity— Preparados y servidos con el toque de un gourmet

La inquietud a olvidar, el banquete va a empezar— Juan siguió con su canto mientras avanzaba a lo largo de la mesa, encendiendo más postres— No hay tristeza ni protesta cuando aquí se hace la fiesta

Habrá trucos sin par— Mariana cantó sacando varios pañuelos de colores del interior de su saco.

Y mil bromas que contar— Juan se le unió, parándose a un lado de Mariana.

Todo está en su punto, lo puede apostar— Ambos cantaron juntos abrazándose por los costados

Y vamos a brindar, nada le va a costar. Y pida usted— Juan cantó mirando a los invitados.

Si hay tensión, comer bien es solución— Mariana sonrió y cantó al rodear la mesa.

Pida usted, nuestro huésped, sea usted

Nadie se resigna, a esta vida tan indigna— Mariana cantó mientras miraba al gran ventanal detrás de la mesa, dramatizando el momento— Del sirviente que no tiene a quién servir

Sombras que rondamos el castillo— Juan siguió el ejemplo de su amigo, dramatizando su canto y acciones, pero terminó por sonreír— Todo aquí dormía, ustedes trajeron la alegría

Él es, bello es como una bendición— Dentro de las cocinas, Ari estaba cantando mientras hacía malabares con varias botellas de vino, mientras los demás cocineros y meseros se movían de un lado a otro por la cocina— Hay buen vino a la mesa, puesta con gran distinción

La chica empezó a lanzar las botellas, las cuales fueron atrapadas por los meseros que salieron rápidamente por las puertas.

A los postres, el té que con gusto serviré— Ari siguió cantando, tomando una gran canasta con fresas, las cuales fue colocando en la punta de varios pastelillos colocados en un pedestal, que también eras tomados por meseras— Las meseras van marchando, mientras yo voy tarareando

Al servir, silbaré. ¡Ay por Dios! Ya me manché— Ari cantó y se escandalizó al ver una mancha en la falda de su impecable vestido rosa— A limpiar que todo reluciente esté—

Alguien le entregó un pequeño trapo y lo uso para limpiarse y luego la ayudaron a subir a una mesa con ruedas, sentándose ahí. Al estar sentada un mesero le entrego un frasco de cerámica con terrones de azúcar y una cuchara, tras eso otro mesero empezó a empujar el carrito hacia el comedor.

Hay un quehacer atroz. ¿Es un terrón o dos?— Al pasar por la mesa, Ari empezó a lanzar terrones de azúcar hacia arriba que caían atinadamente en las tazas de té de los invitados— Y pida usted, ¡Pida usted!—

Nuestro huésped sea usted, pida y se le atenderá. Hace años que ninguno viene aquí, ¡Nadie vendrá!— El resto del equipo de cocina empezó a cantar mientras cada plato era servido en la mesa, cientos de comida estaba ahora mismo en la mesa. Las personas a la mesa sonreían y Quackity no pudo evitar bailar en su lugar, moviendo sus hombros— Darle comodidad es nuestra finalidad. Y si hay velas alumbrando seguiremos cocinando

Plato a plato vendrán hasta que no pueda más— La atención volvió a los tres cantantes principales que se agarraron por los brazos y empezaron a bailar un pequeño can-can que cada vez aumentaba la velocidad y terminaron por soltarse para dar una vuelta— Cantaremos para que repose usted

Disfrute el gran festín, desde el principio al fin— Los tres cantantes tomaron una copa de la mesa cada uno y unos meseros los llenaron con vino— Y pida usted, pida usted

Los tres volvieron a correr hasta quedar alejados un poco de la mesa. Todo el comedor era un festival de música, canto y baile, con meseros bailando al rededor de la mesa para entretener a todos.

¡Nuestro huésped sea usted!— Ari, Juan y Mariana terminaron la canción, alzando sus copas en alto ante la mirada de todos los asistentes, dando por terminado su show.

En cuanto la música se detuvo, Quackity se puso de pie para aplaudir, cosa que fue seguida por cada uno de los que estaban sentados. Incluso Alexby aplaudía con sus patas y Fargan intentaba hacer todo lo posible para hacerlo con sus alas.

— ¡La cena está servida!—

Continuará...

.

.

.

.

.

¿Qué onda, bandita? Vengo aquí a decir dos cositas, primero vengo a dejar mi bonito Twitter, para que me vayan a seguir.

Normalmente público pura pendejada ahí, pero también anuncio cada vez que actualizo aquí, y también subiré adelantos de los capítulos, compartiré cosas exclusivas que no se estarán del todo escritas en el fic.

Si gustan hacer fanarts o algo por el estilo pueden subirlo y etiquetarme, y así yo lo comparto para que la gente vea su bonito arte.

Ahora, lo segundo es esto de aquí.

Así es, hay playlist oficial de este fanfic, ahí encontrarán todas las canciones usadas en la historia. Tanto las cantadas como las que pongo al inicio de todos los capítulos.

En caso de que no encuentren la playlist en Spotify, dejaré el link en el fijado de mi Twitter.

Nos leemos luego.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro