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El Gran Vegetta

Erᥲ ᥙᥒ doᥒ ᥒᥲdιᥱ, ᥴᥱro, ᥴᥱro
Ahorᥲ ᥱs ᥙᥒ hᥱ́roᥱ vᥱrdᥲdᥱro
Éᥣ ᥒᥙᥒᥴᥲ hᥲ dᥲdo ᥙᥒ ρᥲso ᥲtrᥲ́s
Dᥱ ᥴᥱro ᥲ hᥱ́roᥱ sιᥒ dᥱmorᥲr
Ahorᥲ ᥱs ᥙᥒ hᥱ́roᥱ ᥱᥒ ᥙᥒ trιs trᥲs

— Comida, mi más grande amor— Frank comentó llevándose a la boca un trozo de carne— Cuánta delicia servida magistralmente frente a mí, puré de papa, puré de berenjena, lomo de cerdo con salsa de mango, pan de ajo recién horneado, lasaña con queso gratinado, fondue de tres quesos, pastelillos de moras, crema de papa y tocino...—

— Frank, ¿Quieres callarte?— Comentó Willy— Parece que estás a punto de tener un orgasmo—

— ¿Cómo no quieres que me vaya exprese tan bien de esta comida? Es la mejor comida de todo el continente— Comentó el caballero llevándose la cuchara a su boca.

— Dios, son unos subnormales— Vegetta susurró mientras soportaba la discusión de Willy y Frank.

A varios asientos de distancia, Quackity disfrutaba de la comida. Todo era tan nuevo, había tanta comida que él no había visto antes, y a su lado, Fargan y Alexby también comían con bastante ánimo.

Quackity se llevó a la boca una gran porción de ensalada de frutos rojos cuando Luzu le acercó una pequeña bandeja.

— Este es uno de mis platos favoritos— Comentó Luzu. Quackity observó aquella preparación, eran ligeras rebanadas de papa con trozos de lo que parecía ser manzana intercalada con carne deshebrada, una carne curiosa de un color rosado claro, y en la punta había diversas almendras y avellanas, todo cubierto de una salsa de miel.

Quackity ladeó la cabeza en clara confusión.

— Es un mil hojas de papa, manzana y confit de carne de pato— Explicó Luzu.

Claro que al oír lo último, Quackity abrió los ojos bastante por miedo e impresión.

— ¿Ocurre algo?— Preguntó Luzu.

Quackity se apresuró a volver a escribir en su libreta y mostrárselo a Luzu.

"Yo no como pato"

— Oh, disculpa— Luzu volvió a colocar la bandeja lejos— Es que vi a Fargan y Alexby comerlo y creí que a ti también te gustaría—

En ese preciso momento, Quackity volteó la vista para ver a Alexby y a Fargan comer aquel platillo. Los dos animales le miraron con culpa en los ojos y Quackity solo les vio con desaprobación.

Quackity decidió ignorar aquella traición por parte de sus mejores amigos y volvió a escribir algo en la libreta para enseñársela a Luzu.

"No estoy acostumbrado a comer comida así de elegante"

— Los banquetes reales son algo pretenciosos— Respondió Luzu con una muy leve sonrisa en los labios— Estoy seguro de que todas las cenas del festival serán así. Yo por eso prefiero comer fuera, en los puestos de comida del pueblo—

Quackity escuchó eso con atención, ahora sentía curiosidad por ver el pueblo con sus propios ojos. Quería saber cómo sería el pueblo donde vivía aquel príncipe.

La cena continuó con normalidad, la música del piano era buena compañía y Quackity se dio el lujo de darse un festín por primera vez en su vida.

Para cuándo la gran cena terminó, Quackity sentía que su barriga estaba a punto de explotar el chaleco que llevaba puesto. Alexby estaba tirado en el asiento de la silla y Fargan no podría volar por más que él quisiera.

— Quackity, ¿Te acompaño a tu habitación?— Preguntó Luzu una vez que él terminó de limpiarse la boca.

Quackity asintió y con lentitud se puso de pie, cargando a Alexby dejando que Fargan subiera hasta su hombro.

Empezaron a caminar por los pasillos en un cómodo silencio hasta llegar a la habitación donde Quackity dormía.

— Uhm, Quackity— Luzu habló una vez que ambos se detuvieron en la puerta— Yo quería preguntarte algo. Ya qué el festival está oficialmente inaugurado, quería saber si te gustaría acompañarme a ver la feria del pueblo mañana—

Quackity abrió bastante los ojos, ¿Era esa una invitación a otra cita?

En respuesta, Quackity asintió suavemente.

— ¡Perfecto!— Luzu dijo y luego se calmó— Paso por ti mañana temprano—

Quackity se apresuró a subir a Alexby a su hombro libre para poder escribir en la libreta.

"Estaré esperando por ti. Buenas noches, Luzu"

Luzu sonrió leyendo aquello y se quedó callado unos segundos.

— Descansa Quackity— El príncipe dijo y empezó a caminar, alejándose de la habitación del menor.

Quackity se quedó estático unos segundos fuera de la puerta, abrazando su libreta y lentamente fue entrando a la habitación.

— Nuestro Quackity ya tiene su segunda cita con el príncipe— Comentó Fargan dando un salto para planear y caer en la cama.

— Debo admitir que el plan está avanzando mucho mejor de lo que pensaba— Alexby dijo mientras bajaba del hombro de Quackity para saltar a la cama y estirarse— Oh mira, Quackity, te dejaron un pijama—

Alexby y Fargan dirigieron su vista a Quackity cuando esté no respondió y lo vieron sentado frente al tocador, sin el gorro y pasándose un cepillo por el cabello. El chico tenía un gesto sereno, feliz y tranquilo en su rostro, con un muy ligero sonrojo cubriendo sus mejillas.

— Sí que está enamorado— Comentó Fargan en voz baja.

Quackity se puso de pie y caminó a la cama, tomando el pijama para luego dirigirse al baño.

— Hace mucho que no lo veo sonreír así— Fargan dijo, con una mirada nostálgica— Al menos no desde... Desde que su madre murió—

Alexby miró a Fargan con algo de tristeza.

— Pero lo veo feliz— Comentó Alexby— Y si toda esta odisea sirve para que nuestro pato sea feliz, que así sea. No descansaremos hasta que Quackity consiga ese beso—

Segundos después de esas palabras, Quackity salió del baño, con el pijama puesto y su ropa doblada. El chico se tiró en la cama y sonrió cómodamente.

Alexby y Fargan estaban por salir de la cama, pero Quackity los atrapó entre sus brazos y se acostó, abrazando al par de animales.

— Buenas noches a ti también— Comentó Alexby.

Los tres pronto cerraron los ojos y cayeron dormidos profundamente.

Se fueron a dormir con la promesa de toda una aventura por venir al día siguiente.

A la mañana siguiente, Quackity abrió sus ojos en cuanto la luz del Sol se filtró por la gran ventana en su habitación, el chico sonrió y se sentó sobre la cama, estiró sus brazos y se levantó.

El aura del día se sentía tan suave y cálida, se acercó a la ventana y observó el exterior. Tan soleado, con brisa, el ambiente sumamente brillante. Todo era tan bello.

— Quackity—

Al oír la mención de su nombre, él se asomó hacia abajo, viendo a Luzu, quien le ofrecía una enorme sonrisa.

— Yo lo sabía, sabía que eras tú el indicado— Dijo Luzu— Sabía que tú el amor era lo que yo estuve esperando todo este tiempo—

Quackity abrió bastante los ojos, pero poco a poco una gran sonrisa se hizo presente en su rostro.

— Quackity, cada que te veo mi corazón tiene ganas de cantar— Luzu mencionó mientras se acercaba a la pared y tomaba las enredaderas que estaban en la pared del castillo, y se sostuvo fuerte.

Yo sabía que existías aún sin mirarte, y esperaba conocerte para preguntarte— Luzu empezó a cantar mientras usaba las enredaderas para empezar a escalar la pared— Si soñabas conmigo igual que yo. La respuesta me la dio tu corazón

Quackity sonrió con ternura al oírlo cantar tan dulcemente sobre su hermoso encuentro. El chico miró con ilusión a su amado y abrió la boca.

Yo sabía que serías así sin mirarte, y cantaba las canciones que siempre escuchaste— Quackity cantó de vuelta mientras observaba que Luzu subía cada vez y se encontraba aún más cerca a cada segundo— Yo te llevo conmigo en mi ilusión y te doy para siempre mi amor

Luzu finalmente escaló hasta la ventana, apoyando sus manos sobre el alféizar de la ventana. Observando a Quackity a los ojos.

Vamos a cantar que algunas veces hace bien— Ambos cantaron juntos mientras se veían cara a cara.

Y nos podemos conocer— Quackity cantó mientras volvía a sonreír.

Conocer— Luzu acompañó la voz de Quackity mientras se sentaba sobre el marco de la ventana.

Mejor— Volvieron a cantar juntos sin dejar de mirarse a los ojos— Vamos a cantar que tengo ganas de saber

Como es estar un poco
más...— Quackity tomó las manos de Luzu, Luzu tomó las suyas.

Un poco más...— Luzu se impulsó hacia enfrente, cayendo de pie dentro de la habitación— Los dos

Vamos a cantar que algunas veces hace bien— Aún tomados de las manos caminaron hasta el centro de la habitación. Luzu llevo una de sus manos a la cintura de Quackity, y Quackity llevo una mano al hombro de Luzu.

Y nos podemos conocer—

— Conocer—

— Mejor—

Ambos chicos comenzaron a bailar lentamente por la habitación. Quackity y Luzu se movían por la habitación en un vals lento a través los muebles que esquivaban hábilmente.

Vamos a cantar que tengo ganas de saber— Ambos volvieron a cantar mientras se movían por el cuarto hasta detenerse frente a los pies de la cama.

Como es estar un poco
más...— Quackity cantó mientras apoyaba ambas manos sobre los hombros de Luzu.

Un poco más...— Luzu cantó llevando sus dos manos a la cintura de Quackity.

Los dos

Ambos terminaron de cantar, Quackity apoyó sus manos cuidadosamente sobre los hombros de Luzu, las manos del príncipe bajaron a la cintura de Quackity y empezó a inclinarlo lentamente.

Ambos empezaron a acercar sus rostros lentamente, Quackity cerró los ojos y preparó sus labios para ya por fin besar a su amado.

— Quackity...—

Quackity solamente siguió acercándose a Luzu.

— Quackity... ¡Quackity!—

Quackity abrió los ojos al sentir un golpe sobre la cara y miró a Alexby sobre su pecho.

— Tienes el sueño pesado— Comentó la nutria.

¿Acaso todo eso fue un sueño?

Quackity hizo un puchero, se cubrió el rostro con la cobija y se hizo bolita en la cama. ¡Quería volver al sueño! ¡Devuélvanlo al sueño!

— Deja de portarte como un niño, el príncipe estará aquí en cualquier momento— Comentó Alexby.

Eso hizo eco en Quackity, se descubrió la cara y sonrió.

— Solo así hace caso el cabrón— Mencionó Fargan al ver cómo Quackity salía de la cama y corría al baño de la habitación.

Minutos después, Quackity salió del baño, con su ropa del día anterior puesta, con el rostro húmedo y el gorro puesto sobre su cabeza.

— ¿Recuerdas los consejos de Fargan?— Preguntó Alexby y Quackity asintió.

Entonces se escucharon unos golpes en la puerta.

— Debe ser él— Comentó Fargan— Quackity recuerda, debes estar calmado y dejar que las cosas fluyan. Inhala, exhala y diviértete—

Quackity inhaló y exhaló, puso una sonrisa en sus labios y caminó hacia la puerta para abrirla, viendo a Luzu del otro lado.

— Buenos días Quackity— Luzu saludó, Quackity se dio cuenta de que el príncipe estaba usando su corona— ¿Estás listo?—

Quackity asintió, solamente volvió a entrar para tomar la libreta y el cuaderno, y pronto ambos empezaron a caminar por el pasillo.

— ¿Sabes, Quackity?— Luzu empezó a hablar— Apenas te conozco hace un día y ya me caes muy bien, eres agradable, algo en ti me interesa—

Quackity sintió que su corazón se aceleraba al oír las palabras de Luzu, sonrió tontamente y siguió caminando. Lo que ninguno de ellos notó fue que alguien les escuchaba.

Por la esquina de un pasillo, la cabeza de Ari se asomó, la chica sonreía como el gato de Cheshire ante lo que había escuchado.

Ari soltó una risita y corrió por los pasillos del castillo hasta llegar al retrato de la bisabuela de Luzu, entró por él y bajo rápidamente por el pasadizo secreto, saliendo cautelosamente en la cocina. La muchacha empezó a avanzar, pasando junto a los cocineros y se acercó al rincón donde Mariana estaba leyendo el menú del día.

— Mariana, oye tengo algo que decirte— Comentó Ari.

— ahora no Ari, la cocina es un arte delicado que necesita mi máxima atención para su preparación— Comentó el chef, sin siquiera mirarla.

— Es un chisme— Dijo Ari.

— Tienes toda mi atención, chula— Comentó el más alto viéndola.

— Pues escuché al príncipe Luzu decir que está interesado en Quackity— La chica dijo y el chico abrió la boca en sorpresa.

— Pero, o sea— Mariana se inclinó más sobre la mesa para poder hablar mejor— ¿Interesado de interés y cariño o interesado de "Ah sí, me caso contigo porque quiero heredar una propiedad libre de impuestos en una zona de alta sociedad?"—

— Es un obvio interés de más que amistad— Ari mencionó— El príncipe se ve genuinamente feliz... Pero ni una sola palabra de esto a nadie más, ¿Entendiste?—

— Mi boca es una tumba— El chef asintió.

1 minuto después.

— Y entonces tu esposa me dijo que el príncipe anda interesado en el Quackity— Comentó Mariana dejando una bandeja de comida sobre una vieja mesa de madera.

— No mames, ¿Cómo así?— Preguntó Juan mientras cepillaba a uno de los caballos.

— Pues ella escuchó al príncipe decir eso— Dijo Mariana empezando a retirarse— Pero oye, no andes de chismoso diciendo esto—

— Lo prometo, nada de chismes— comentó Juan alzando su mano izquierda.

3 minutos después.

— Pues resulta que el Mariana me dijo que Ari le dijo que ella escuchó al príncipe decir que le gusta Quackity— Dijo Juan.

— Espera, me perdí— Akira comentó— ¿Quién es Quackity?—

— Quackity es el chico mudo que el príncipe llevó a la cena de anoche— Comentó el cuidador de caballos— Al parecer se gustan—

— No me lo creo— Akira mencionó y sonrió un poco.

— Sí, pero sé discreta, no hay que hacer que esto sea un chisme— Juan advirtió.

— Tienes mi palabra Juan, no diré nada a nadie— Akira prometió.

3 minutos después.

— Los empleados me dijeron que al príncipe le gusta el muchacho mudo— Comentó Akira.

— No me digas— Lolito dijo al oír aquello— Ya decía yo que era muy raro que él invitará a alguien desconocido a la cena—

— Lo sé, al parecer el chico se llama Quackity— Akira dijo— Pero hay que mantener esto en secreto—

— De mi boca no saldrá ni una palabra— Lolito mencionó.

5 minutos después.

— Eh, hijos de puta— Lolito habló después de abrir un par de puertas, entrando a una salita de descanso dónde estaban Frank, Willy, Vegetta y Mangel— Adivinen de que me acabo de enterar—

— El festival es demasiado grande para recorrerlo en un solo día, pero tenemos el resto de la semana para hacerlo— Luzu mencionó al momento en que él y Quackity avanzaban hacia la gran puerta de entrada del castillo.

Quackity asintió suavemente ante las palabras de Luzu.

En cuanto salieron por las puertas del castillo, Quackity observó que las puertas de la gran muralla de roca estaban abiertas y había personas del reino entrando y saliendo libremente.

A ambos lados del camino había armaduras en exposición, con personas admirándolas.

Quackity no pensó mucho en ello y Luzu tampoco parecía interesado en explicar lo que hacían ahí, así que siguieron caminando.

Durante el corto viaje para salir del terreno del castillo, todas las personas con las que se cruzaban hacían una reverencia para saludar a Luzu. Y Quackity iba a su lado, inflando el pecho con honor, sintiéndose la princesa que acompañaba a Luzu...

¿Se acaba de referir a sí mismo como princesa?

Cuando finalmente salieron del castillo, Quackity pudo apreciar que había una gran variedad de caros y puestos de distintas cosas a lo largo de los terrenos, y un camino de tierra que guiaba directamente a una gran fuente ubicada en el medio de la plaza.

— ¿Impresionado?— Preguntó Luzu y Quackity asintió en respuesta.

Quackity observó a los niños riendo y jugando en los puestos donde lanzaban dardos contra globos o tirando aros a botellas.

Se veía divertido todo.

— Oye Quackity, quiero conocer un poco más de ti— Luzu le llamó la atención y Quackity miró hacia arriba para verlo— ¿De dónde eres? Y también, ¿Cómo llegaste al río en dónde te encontré?—

Quackity entonces empezó sentir un pequeño pánico invadir su cuerpo, él no había pensado en eso, ¿Qué debía responder? No podía decirle que venía de una comunidad de híbridos, Quackity no sabía que tipo de reacción tienen en el reino acerca de híbridos, tenía que inventar algo.

— ¿Quackity?— Luzu preguntó al verlo tan nervioso— ¿Estás bien?—

"¡Piensa algo rápido, pinche niño vato!" Quackity pensó.

Una idea llegó a su cerebro y comenzó a escribir lentamente en su libreta mientras terminaba de crear una mentira lo suficiente convincente.

Una vez que terminó la escritura levantó su cuaderno. Tenía una excusa sumamente perfecta.

"No lo sé"

— ¿Cómo que no lo sabes?— Preguntó el de ojos rojos.

"No lo recuerdo, solo recuerdo que vengo de un pueblo más allá de la barrera de raíces en el bosque. Y recuerdo que me caí al río y me golpeé en la cabeza"

— Oh... Vaya, ¿Perdiste la memoria de tu hogar?— Preguntó Luzu y Quackity asintió.

Entonces algo llamó la atención de Quackity y eso sería suficiente para cambiar el tema rápidamente.

"¿Quién es él?"

Quackity enseñó el cuaderno y señaló hacia el frente. A unos 6 metros de ellos estaba un hombre muy viejo, calvo y con una abundante barba blanca, el anciano estaba junto a varias personas, charlando algo que parecía muy importante y las demás personas lo veían con suma atención.

— Él es Merlon, es lo que llamamos, el anciano del pueblo— Luzu dijo mientras Quackity seguía mirando al anciano— Es súper longevo, es casi tan viejo como el reino, ha visto a todos los gobernantes ir y venir. Él también es la persona más sabia de todo Karmaland—

Quackity miró con impresión al hombre, ahora tenía la duda de que tan viejo es el reino. Tal vez sé dé un paseo por la biblioteca para saber la historia de Karmaland más tarde.

— Joven príncipe, buen día— Merlon habló, asustando a Quackity. ¿Cómo se les acercó tan rápido?

— Buenos días, Merlon— Luzu saludó con un pequeño movimiento de cabeza— Él es mi amigo, Quackity—

Quackity hizo el mismo movimiento de cabeza que Luzu y enseñó su libreta en la hoja del "Mucho gusto, soy mudo".

— Un gusto, joven Quackity— Merlon le saludó también— Espero que estén disfrutando del festival—

— Claro que sí Merlon— Luzu respondió— Oh, ahora que estás aquí, quería preguntarte algo. Verás, Quackity viene de un pueblo que está más allá de la barrera de raíces en el bosque, pero él está algo aturdido porque sufrió un accidente y no recuerda mucho, ¿Sabrás a qué pueblo se refiere?—

Quackity en ese momento abrió bastante los ojos y trato de sonreír, pero solo terminó mostrando una mueca. Merlon miró a Quackity y levantó una ceja, el chico solo miraba de un lado a otro porque el anciano lo veía fijamente. Parecía que lo veía directamente hacia el alma, como si estuviera analizando cada rincón de él, incluso aquellas partes que ya no existían en su cuerpo. Él no podría saberlo, ¿Verdad?

— Debo decir que más allá de la barrera se encuentran muchos pueblos, la mayoría están fuera de los alcances del reino así que tienen su propio sistema de gobierno— Marlon respondió, dejando de ver por fin el alma de Quackity— Son demasiados pueblos para contar, así que de no tener más información me temo que no sabré decirte cuál de todos es el pueblo natal del joven Quackity—

— Oh, ya veo— Dijo Luzu con un tono de decepción, mientras Quackity suspiraba mentalmente, aliviado— Supongo que Quackity y yo podemos hacer que recupere más recuerdos para saber de dónde viene más tarde—

— Me parece una idea estupenda— Merlon comentó— Ahora, si me lo permiten, iré a los puestos de comida. Oí que la señorita Aroyitt se esmeró con el pastel de carne este año—

Tras decir aquello, Marlon sonrió amablemente y empezó a irse lentamente hacia los puestos más lejanos de la feria.

— No te preocupes Quackity— Luzu dijo posando la mano sobre el hombro del menor— Ya veremos cómo hacer para descubrir tus memorias perdidas—

Quackity abrió la libreta y la mostró hacia Luzu.

"Gracias, eres muy amable"

— Ahora, ¿Qué te parece si vamos a buscar algo para comer?— El príncipe preguntó.

— ¡Allí viene!—

Ambos se distrajeron al oír el grito de un niño, el cual se convirtió en una oleada de gritos y vítores por parte de la gente que empezaba a reunirse cerca de la fuente principal.

— ¡Damas, caballeros y todo lo que se encuentre en el medio!—

Luzu y Quackity se acercaron un poco para lograr ver a la multitud rodear a Willy.

— ¡Damas, caballeros y todo lo que esté en el medio!— Willy anunció a la multitud— Les presento al grande, al único e inigualable, al maestro hechicero, el consejero real, al gran héroe de Karmaland, ¡El gran Vegetta!—

Tras decir aquellas palabras, la fuente detrás de Willy empezó a burbujear bastante, varias burbujas empezaron a salir del agua, de diferentes tamaños y tonos de colores.

Las personas ahí reunidas veían las burbujas con asombro en sus rostros, incluso Quackity estaba viendo todo con los ojos bien abiertos.

— ¡Es él!— Un niño gritó mientras señalaba una enorme burbuja que descendía del cielo. Era una gran burbuja morada que conforme bajaba se hacía más traslúcida.

En cuanto la burbuja se acercaba más al suelo, Quackity pudo distinguir la figura de Vegetta dentro de ella, y al tocar el piso, la burbuja explotó y Vegetta finalmente se hizo presente frente a todo el mundo.

Él vestía mayormente ropa negra y morada, pantalón y botas negras, una gran gabardina morada que llegaba hasta el suelo, dicha prenda estaba abierta, así que dejaba ver parte del pecho desnudo del brujo. Vegetta tenía también un gorro puntiagudo de color morado don una cinta dorada y una estrella en la punta.

Lo que más le llamó la atención a Quackity además de la vestimenta, eran los accesorios. Lo primero fue el cetro que el brujo sostenía, un gran centro de color dorado que llegaba al piso y que en la punta tenía un diamante, uno grande y brillante, del tamaño de la cabeza de un bebé, aunque le faltaba un trozo a dicho diamante. Lo segundo fue el collar que tenía en su cuello, era de color negro y de él colgaba una esmeralda en forma de dodecaedro, de un intenso verde brillante.

Y finalmente, algo que Quackity no había notado durante la cena, en el lado derecho de su rostro había una cicatriz, un rasguño y uno muy profundo por lo visto, eran tres marcas de garras que empezaban junto a la comisura de sus labios y bajaban unos centímetros hasta su mandíbula.

Una vez que Vegetta hizo su presentación frente a la gente, varios niños gritaron emocionados y rodearon al brujo, empezando a lanzar cientos de preguntas.

— Calmados chavales— Vegetta sonrió— Uno a la vez—

— Señor Vegetta, ¿Puede hacer su truco de fuegos artificiales?— Preguntó un pequeño niño rubio.

— ¿Hablas de esto?— Vegetta preguntó y alzó la mano derecha, segundos después de eso varias luces salieron de su mano y subieron varios metros antes de estallar en varias luces de colores.

Todos los niños hacían ruidos de emoción y aplaudían ante la demostración mágica de Vegetta, incluso Quackity veía todo con emoción. Su único contacto con la magia había sido con Rubius, así que una magia más segura estaba mil veces mejor.

— ¡Los lobos, los lobos!— Otro par de niño empezó a gritar mientras alzaban las manos.

— ¿Quieren lobos? Lobos tendrán— Preguntó Vegetta levantando el cetro, los niños hicieron espacio y cuando el cetro golpeó el suelo, cuatro lobos salieron impulsados del suelo. No eran lobos normales, eran seres mágicos, criaturas grandes de luz color morada, al quedar ahí los lobos aullaron.

— Recuerden, dos niños por lobo, adelante chavalines— Vegetta comentó y los niños corrieron a los lobos, las criaturas dejaron a los niños subir sobre sus lomos.

— A aullar manada— Tras decir esas palabras, los lobos empezaron a correr por toda la zona que rodeaba la fuente. Los niños reían y gritaban de la emoción.

— Vegetta, eres la mejor persona de todo el reino— Comentó un hombre mientras observaba al brujo.

Quackity sonreía mientras veía a los lobos correr alrededor de la fuente, la risa de los niños se oía tan real, tan divertida, eran niños divirtiéndose.

— ¿Impresionado por la magia de Vegetta?— Preguntó Luzu, luego Quackity escribió nuevamente.

"Nunca he visto magia así de cerca. Vegetta es increíble"

Luzu leyó eso y sonrió ligeramente antes de tomar a Quackity del brazo y empezó a caminar.

— Voy a mostrarte algo— Luzu comentó, ambos iban avanzando por la feria, alejándose de la fuente.

Quackity miraba con impresión los puestos, comida, artesanías, observó incluso a un hombre que pintaba retratos de las personas que se acercaban a su carpa.

Todo eran tan feliz, tan lleno de color y música que las personas tocaban para animar a la gente. Su aldea en cambio era gris y aburrida, sin vida, Quackity deseaba tanto vivir en el reino.

Luzu guio a Quackity hasta que llegaron a una gran carpa, de color morado que media de largo lo que 5 carpas normales de los demás puestos. También tenía dos entradas en ambos extremos de la carpa, la más cercana tenía un letrero que decía "Cerrado".

— Está es una exposición que los cristaleros hicieron— Comentó Luzu— Son varios ventanales que hicieron para brindar homenaje a Vegetta—

Quackity se impresionó por eso, no pensaba que Vegetta fuera de tan alto nivel.

— Ven— Luzu dijo y tomo nuevamente la mano de Quackity para jalarlo hacia dentro de la carpa.

Quackity observó el interior, vio todos los cristales, del tamaño de ventanales. Eran mosaicos de cristal compuestos por varios trozos de colores que formaban una imagen.

El primer cristal que los recibía dentro era uno que mostraba a un pequeño niño con una escoba barriendo el suelo.

— Vegetta era hijo de una sirvienta del castillo, así que él ha estado viviendo aquí desde que era un niño— Luzu explicó y señaló a la segunda cristalera— Cuando iba creciendo, él soñaba con ser un gran soldado, pero lo rechazaron más de una vez—

Quackity vio el otro cristal, el cual mostraba en la parte superior a varios soldados luchando entre ellos bajo el Sol, mientras que la parte inferior era oscura y mostraba a un Vegetta más adolescente sentado en el suelo, jugando con soldados de juguete.

— Vegetta quería ser alguien grande, alguien poderoso y que tuviera el respeto de todos... Él recibía muchas burlas de niño, la gente lo consideraba demasiado raro, así que quería convertirse en alguien digno de ser admirado— Luzu siguió explicando— Así que a los 10 años, se reunió con Merlon para empezar a aprender sobre magia—

Quackity observó otro cristal, dónde estaba Vegetta de niño, entre varias pilas de libros de varios tamaños y colores. A su lado estaba otro cristal dónde ahora Vegetta estaba haciendo flotar los libros mientras un brillo morado emanaba de sus manos.

— Y desde entonces ha tenido cientos de aventuras, ha vencido monstruos, rescatado gente, acabado con desastres naturales... Él se volvió un gran héroe—

Quackity siguió admirando los cristales, todos representaban las grandes hazañas del magnífico brujo. Lanzando rayos a un minotauro, haciendo llover sobre un incendio forestal, deteniendo una gran ola en el mar, salvando a gente de ser aplastados por un derrumbe. Quackity empezó a inflar su pecho cuando su mente cambio a Vegetta de esas imágenes para sustituirlo con él mismo.

Eso era lo que él quería ser, un gran héroe que salvará a la gente y que derrotará a los monstruos malvados, quería ser tan grande como Vegetta.

Aunque después de darle una segunda vista a la exposición de cristales, se dio cuenta de que faltaba información, así que escribió su genuina duda en la libreta.

"¿En qué momento Vegetta paso de ser un don nadie a ser un héroe?"

— Bueno...— Luzu se quedó callado tras decir eso, como si no quisiera responder a aquella duda.

Pero entonces el príncipe miró hacia el frente, donde había una gran tela que parecía cubrir algo.

— ¡Eso pasó!— Luzu gritó caminando hacia la tela, Quackity lo siguió de cerca para verlo asomarse por debajo de aquella tela— Sí, esto es el momento en que Vegetta se hizo héroe. Escuché a Vegetta alardear sobre cómo inaugurarían un cristal más nuevo sobre su historia, se supone que aún no podemos verlo, pero soy el príncipe y puedo hacer una excepción—

Luzu entonces jalo la tela para retirarla y dejar a la vista el cristal, el cual era más amplio que el resto. Quackity abrió muchos los ojos por la impresión.

El cristal mostraba a Vegetta en el lado izquierdo, alzando su diamante el cual generaba una luz que se sobreponía sobre la zona oscura del ventanal, a la derecha había otra persona y al ver a dicha persona, la sonrisa de Quackity empezaba a borrarse.

La otra persona estaba en el lado derecho, sosteniendo un diamante más pequeño, estaba rodeado de oscuridad y estaba escapando. ¿Acaso se refirió a él como humano? Bueno, pues no es así, ya que eso no era un humano, aquellas dos orejas cafés resaltando entre una cabellera platinada era indicador suficiente de que aquella criatura era un híbrido, y no un híbrido cualquiera. Era Rubius.

¿Rubius tenía que ver en la historia de Vegetta?

Quackity se apresuró a escribir algo en el cuaderno, tratando de ser lo más disimulado posible para fingir no conocer al híbrido del cristal.

"¿Qué pasó ahí?"

— Lo que pasó esa vez, es que hace siete años, Vegetta desterró al brujo oscuro del reino— Comentó Luzu mirando hacia la tela en sus manos— Es todo lo que necesitas saber—

Quackity se sorprendió por la actitud de Luzu, fue un cambio muy rápido por la sola vista de la representación de Rubius en el cristal.

— ¿Cuándo abrirán la exposición?—

— Mañana mismo—

Unas voces acercándose a la carpa en dónde estaban les llamó la atención, ambos giraron y Luzu empezó a alarmarse.

— Es Vegetta— Dijo Luzu y luego miró a Quackity— Ayúdame a cubrir esto—

— ¿Crees que podamos verla antes de la apertura?—

Al oír las voces de afuera, Quackity asintió repetidas veces y tomo el otro extremo de la tela, ayudando a Luzu a cubrir el cristal nuevamente.

— Vámonos, vámonos, vámonos— Luzu dijo y empezó a empujar a Quackity hacia la otra entrada de la carpa para irse sin ser vistos.

Pero al estar muy juntos, sus pies se enredaron entre sí y terminaron tropezando por culpa de sus propios pies. Así que ambos cayeron fuertemente al suelo fuera de la carpa.

Quackity cerró los ojos al sentir el impacto y quedar ahí acostado, en cuanto abrió los ojos vio como Luzu había caído sobre él y ambos estaban con las caras muy cerca.

Quackity se sonrojó de inmediato y sin querer (ajá) sus ojos bajaron hasta los labios de Luzu, tenía unas ganas inmensas de besarlo ahí mismo, pero se contuvo, ya que recordó la advertencia de Fargan.

El beso solo funcionaria si Luzu también quiere besarlo a él.

Pero aun así, él pudo notar que el rostro de Luzu también se volvía completamente roja por la cercanía entre ambos. Al final los dos se observaron a los ojos, completamente sonrojados y sin hablar debido a los nervios que sentían.

— Tengan algo de decencia, ¿Quieren?—

Ambos miraron hacia arriba para observar a Frank de pie, viéndolos y comiendo albóndigas con un palillo.

— N-No es lo que piensas— Luzu se apresuró a decir mientras se ponía de pie, seguido por Quackity. Ambos aún seguían completamente rojos de la vergüenza.

— ¿Qué hacían ustedes dos solos ahí dentro?— Preguntó Vegetta saliendo por la misma salida por dónde Luzu y Quackity cayeron.

— N-Nada— Comentó Luzu.

— ¿Entonces por qué están tan sonrojados y nerviosos?— Preguntó Willy parándose junto a Frank.

Quackity sentía que su cabeza estaba por explotar de la vergüenza, tanto así que mientras Luzu hablaba con los otros tres, él miró a otro lado. Y justo ahí fue que Quackity miró hacia el cielo, observando como varias nubes grises cubrían todo el cielo.

No se le hizo raro, pero las nubes habían aparecido de la nada y oscurecieron todo a su alrededor, pronto una gota cayó sobre nariz.

Después más gotas le siguieron, había iniciado un aguacero bastante fuerte.

— ¿Y está lluvia?— Preguntó Willy— Pero si el cielo estaba despejado—

La lluvia incrementaba a cada segundo, empapando a todos los habitantes rápidamente. Quackity ocultó su libreta dentro de su chaleco para evitar daño.

— ¡Mi comida, no!— Frank se quejó al ver sus albóndigas húmedas.

— ¡Corran de vuelta al castillo!— Gritó Luzu tomando los brazos de Quackity para empezar a correr, seguidos por Frank y Willy.

Vegetta por su parte corrió a la fuente y golpeó el cetro contra el suelo, causando que una luz morada brillará en su garganta.

— ¡Habitantes de Karmaland!— Gritó Vegetta y su voz se escuchó en toda la zona— Vuelvan a sus hogares, protéjanse de la tormenta. Mañana seguiremos con el festival como es debido, ¡Vayan!—

Vegetta terminó su mensaje y sintió un escalofrío recorrer su espalda y cuello, tanta fue la impresión que empezó a buscar por todos lados, como si sintiera que había alguna presencia estuviera cerca.

Negó con la cabeza y empezó a correr de vuelta al castillo.

Y a varios metros de allí, en una colina cercana al pueblo, ocultos entre los arbustos estaban dos lobos esqueléticos.

Coringa abrió su hocico y dejó caer una botella de vidrio, ambos lobos se vieron y soltaron unas risitas antes de irse corriendo de allí.

Aquella botella abandonada en el pasto tenía una etiqueta que tenía escrito en letra muy fina el mensaje:

"Tormenta embotellada".

La lluvia había arruinado por completo el día, y ahora había un chico mudo en un castillo, con una toalla sobre sus hombros y con una pregunta en su mente.

¿Qué tenía que ver Rubius con el pueblo?

Continuará...

Hey bandita, que onda, como andan, espero que muy bien por todo el desvergue que han habido en los streams está última semana.

Anygays, vengo con varios anuncios que darles, no se me espanten no es nada malo.

1.- Tristemente la canción del dueto de Luzu y Quackity no podrá estar en la playlist debido a que la canción no está en Spotify. Pero pueden buscarla en YouTube, se llama Yo Sabía y es de High School Musical: El Desafío, en específico use la versión mexicana.

2.- Como posiblemente ya lo han notado, soy un asco describiendo ropa y accesorios, así que para futuras referencias les dejo las coronas que usan Luzu y su padre.

Corona de Luzu

Corona del rey

3.- Y por último, algo que me pone muy feliz y es que en Twitter una bonita personita ha hecho fanarts de esta historia, los cuales les dejo aquí.





Ambos bellos dibujos fueron hechos por @/mixi_mx, vayan a seguirle a Twitter porque estos bellos dibujos necesitan más atención. También se que mixi anda por aquí y vuelvo a decirte muchas gracias por hacer estos fanarts.

Ahora sí, ahí nos vemos banda.

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