KIARA

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"...90 minutos no puede durar el amor

Pídeme

Pídeme más"

Abro los ojos. Lo he hecho, lo he conseguido. Él me ha dado la fuerza, me ha ayudado a hacerlo.

De alguna manera comprendo, que mi hermano estaba aquí, me siento bien, me he sentido acompañada, estaba en paz conmigo misma mientras cantaba.

Estoy feliz, pero a la vez lo añoro. En este preciso instante comprendo que esta canción siempre nos unirá. Sin importar donde esté ahora, sin importar la distancia que nos sepa, ni el tiempo que pueda pasar hasta que lo vuelva a ver, 90 minutos no podía durar el amor, y por eso yo siempre pediré más.

Bruno no me quita ojo, se levanta del asiento donde ha tocado de aquella manera tan majestuosa una vez más el teclado del piano y lentamente se acerca a mí.

- ¿Tú también lo has sentido verdad? Estaba aquí, con nosotros, y todo gracias a ti, mi niña - Acaricia dulcemente una de mis mejillas.

- Tenemos que hacer esto más veces. Necesito sentirlo una y otra vez - no puedo dejar de sonreír.

- Creo que el chico que viene por allí sería muy feliz si lo repitiéramos - Señala con un gesto de cabeza el lugar por donde se acerca Dylan. El moreno llega hasta donde estamos nosotros, se ve muy feliz.

- Kiara ¡Ha sido increíble! Nos habéis dejado a todos sin palabras. ¡Lo prometido es deuda! Seguidme, vamos a ir a uno de los privados, te quiero presentar a alguien mientras que os traen la cena. -

Le seguimos hasta unas escaleras que están situadas a la derecha de la barra del restaurante, el chico que hay allí de seguridad nos deja pasar, y sin más vamos al piso de arriba llegando a una gran sala compuesta por varios cubículos independientes, separados entre sí por unas cortinas oscuras enormes.

Entre cada uno de esos cubículos, hay espacio suficiente para poder dar un mínimo de privacidad para cuando se juntan varios grupos de personas, no se escuche mucho las conversaciones de al lado.

Nos acercamos a un privado en el que se encuentra un chico. A primera vista supongo que es alguien de mi edad, se ve que es joven. Ya una vez a su lado, me doy cuenta de que es bastante alto, me saca más de una cabeza. Se le nota algo nervioso, cambia el peso de su cuerpo de una pierna a otra sin parar. Sube y baja sus manos, alternándolas entre sí, como si no supiera qué hacer con ellas.

- ¿Quieres parar quieto ya? ¡Me estás poniendo nervioso a mí y eso que ya la conozco! - Dylan le habla a aquel chico.

- ¿Tú te crees que lo hago queriendo? No sé qué me pasa - contesta él, supongo que en coreano, ya que ni Bruno ni yo entendemos absolutamente nada.

- No saben hablar nuestro idioma, con lo cual les traduciré lo que hablemos al inglés. No te vendría mal hacer un esfuerzo y hablar en ese idioma, quizá así lo mejorarías un poquito... ¡Zoquete! - El amigo de Dylan sonríe.

- Kiara, Bruno, este chico de aquí se llama Jeon Jungkook. Aquí donde lo veis, es un idol muy conocido aquí en Corea, y próximamente en el mundo entero. - Vuelve a hablar en un perfecto inglés, el que quizá pueda considerar como a mi futuro amigo.

Mientras traduzco todo a Bruno, éste le tiende una mano al chico para poder estrechar la suya. El joven duda unos segundos, pero agarra la mano de mi padre con las dos suyas y le brinda una notable reverencia en señal de respeto.

El chico gira un poco su cuerpo, hasta quedar frente a mí. Le dedico una sonrisa, tiendo mi mano para saludarle mientras hago una reverencia, como ha hecho él, pero su respuesta me deja alucinada. Da un pequeño paso para atrás, rechazando mi mano, únicamente haciendo una pequeña reverencia, evitando así mirarme a la cara.

Vale que yo no soy una top model del momento, o que mi físico no encaje dentro de los estándares coreanos, pero tampoco hace falta ser tan evidente a la hora de mostrármelo.

La verdad que no me hace ninguna gracia ese gesto. Si así son los amigos de Dylan, como serán los enemigos...

- Papá, ¿Has visto lo mismo que yo? O solo es mi sensación y me estoy imaginando cosas que no son. -

- Pues, hija, no sabría qué decirte, la verdad. Hay dos opciones, o el chico está muy cohibido con tu presencia, o es que es tonto de remate... - le miro con los ojos bien abiertos, sorprendida por lo que acaba de decir - Si te soy sincero, no sé cuál de las dos opciones me hace más gracia. -

- ¡Papá! - Espeto. No sé si seguir alucinando con lo que ha dicho, o empezar a reír. Opto por reírme, me doy cuenta de que los ojos de bambi de ese chico, están clavados en mí.

El resto de la noche ha sido una velada un tanto atípica. Dylan y yo hemos traducido todo, jamás me hubiera imaginado que pudiera ser tan agotador andar así.

El tal Jungkook ha seguido evitándome, apenas me ha mirado un par de veces mientras cenábamos, ha hecho como si yo no estuviera allí.

En ese momento pienso; ¡Qué le den! No voy a perder el tiempo de relacionarme con un inútil.

¿Pero realmente voy a poder ignorarlo?

Ya se ha hecho tarde, con lo cual nos despedimos de los chicos, bueno, más bien de Dylan, del señorito "soy el más importante del mundo" no quiero saber nada. Le digo a Dylan que mañana me pasaré un rato a la tarde por el restaurante, para hablar de ese acuerdo mutuo que tenemos con respecto al aprendizaje, de nuestros idiomas. .

Una vez fuera del restaurante, camino a casa, ya no aguanto más.

- ¡Ah! Menudo idiota. ¿Tan importante se cree acaso? ¡Pues qué asco de persona! -

- Hija, vale que su actitud no haya sido la más adecuada, pero quizá estás siendo un tantito dramática... -

- ¿Me estás diciendo dramática? ¿YO? ¿Dramática? - Bruno frena en seco y se queda mirándome mientras se ríe - Vale, sí, muy dramática, ja, ja, ja. Pero me ha dado demasiada rabia -

El camino de vuelta a casa es muy ameno, hablamos y recordamos lo que ha sucedido esta noche, y decidimos que tenemos que volver a pasar esos ratitos en los que él toca el piano y yo le acompaño cantando o con la guitarra.

Una vez en casa, caigo rendida en la cama, me encuentro totalmente agotada, pero eso no evita que uno de mis últimos pensamientos sea sobre ese chico, Don "soy el más importante del mundo". ¿Tan mala le resulta mi presencia?

JUNGKOOK

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Por fin se han ido.

¿Qué me está pasando? No comprendo lo que esa chica provoca en mí. Me atrae, y mucho. Tanto me ha impresionado que ha hecho que actúe como un completo idiota.

Su voz, su cuerpo, su forma de expresarse en el escenario, su pelo... su preciosa cara. Toda ella me ha gustado, y yo, como un idiota, no he sido capaz de mirarle a la cara en todo este rato, tan siquiera he cogido su mano como lo he hecho con el hombre. Nota mental "Jeon deja de ser tan idiota".

- ¿Me puedes explicar que narices te ha pasado? - Dylan está tan asombrado como yo con mi actitud.

- Soy un completo inútil - aseguro.

- No tengo la menor duda de eso. ¡Me has hecho quedar mal! ¿De verdad tenías que ignorarla toda la cena? - tiene toda la razón para estar enfadado conmigo.

- Lo siento, ¿Vale? No sé qué me ha pasado. Todo esto de las citas a ciegas de mi madre me tiene muy estresado. -

- ¿Todavía sigue con eso? - posa su mano sobre mi hombro tratando de consolarme un poco.

- Oh, no, ahora es incluso peor. Me llama cientos de veces cada día, mira - le muestro la pantalla de mi móvil - Solo lo que va de tarde y noche, 30 llamadas perdidas. Hoy tenía otra de esas citas, pero ya estoy cansado, no quiero seguir con esto. Quiero que me deje en paz, hacer mi vida con quien yo quiero y cuando yo quiera. - cubro mi cara con las manos.

Estoy muy asqueado con este asunto, no quiero más citas, no quiero más obligaciones de este tipo. Si honrar a mi familia, supone juntarme con cualquiera, yo no la voy a honrar.

- ¡Ay, amigo! Debes hacer algo al respecto, no puedes seguir así. Tienes que hablar con ella, hacerle comprender que los tiempos han cambiado. Que quieres ser feliz. -

- Sabes cómo es mi madre. Hasta que no llegue a casa con una novia, no va a parar. No sé de donde se empeña en sacar a esas chicas. Son todas tan superficiales... Solo quieren sacarse fotos conmigo, que las mire con ojos de cachorrito. Hablan y hablan sin parar sobre ellas y lo bonito que sería nuestra vida juntos, pero nunca se paran a preguntarme a mí, que es lo que yo quiero, no quieren conocer al verdadero Jungkook, solo al idol... No quiero a gente así a mi alrededor - Veo cómo Dylan asiente con su cabeza.

- Estoy acostumbrado a relacionarme con este tipo de chicas, y de repente llegas tú y me presentas a Kiara, alguien que tan siquiera me conoce. Tan dulce, tan amigable y a su vez tan rota. En el momento que estaba cantando, tan solo quería bajar a ese escenario y abrazarla, protegerla. Aun sin saber nada de ella, ni de su vida, ni tan siquiera si es buena persona o no - cada vez me frustro más - Pero yo, en vez de intentar hablar con ella, voy y la cago. Meto la pata hasta el fondo, muy típico en mí. - vuelvo a cubrirme la cara con las manos.

- Mañana tienes otra oportunidad - lo miro sorprendido.

- ¿Qué? -

- Dije, que mañana tienes otra oportunidad. Ella vendrá aquí por la tarde, ya que hicimos un trato. Yo la enseño a hablar coreano y ella a mi Español. -

- ¿Y qué pinto yo ahí? -

- ¿En serio Jeon? ¿Me estás vacilando? Vienes y punto, te presentas como es debido y no como un completo idiota que tan siquiera la mira a la cara. ¡Y haz el favor de comportarte como es debido, si no yo mismo patearé tu trasero! -

¿Otra oportunidad? Mi amplia sonrisa habla por mí, aún no entiendo bien el motivo, pero quiero conocerla. Sí, por primera vez, quiero conocer a una mujer.

Hoy traigo capítulo cortito, pero así no hago esperar tanto a la gente :)