*era una mañana callada, las aves viajaban de regreso de un largo viaje por el sur pasando sutilmente sobre el sagrado santuario en ruinas por parte de aquellas peleas constantes que se han llevado a cabo, han pasado ya 7 años desde el dicho hecho y aun no terminaban de reparar el santuario y que los nuevos caballeros aun les falta mucho por recorrer para ascender todo estaba bien planeado a su tiempo para cuando algo pasara ya desarrollarían el plan.*

*el escuchar de unos pasos subir las escaleras de los templos vacíos pero con las armaduras reparadas totalmente una de ellas estaba ocupada con aquel santo donde iba rumbo a la ultima de las casas del zodiaco, la casa patriarcal donde estaba una sola persona escribiendo unas nuevas leyes donde antes no se han dado a conocer.*

"Puedes pasar."

*fue lo que dijo antes de que la puerta se abriera dejando pasar al caballero dorado de Libra quien portaba una gran sonrisa en su rostro, dejó las manos detrás de su nuca mientras se acercaba pero pronto cambio a hacer una reverencia y quedarse mirando al suelo sin apartar esa sonrisa mientras miraba al lemuriano.*

-¿como ha amanecido hoy, señor Shion?-

*dijo entre pequeñas risas en cuanto al pelilimón se le quedo mirando seriamente hasta acercarse un poco, cosa que hizo que el caballero de Libra se levantara de inmediato para verle mejor a los ojos, no había mas nadie que solo ellos, aunque Teneo es la excepción pero se sabe que este dicho viene más tarde.*

"te tardaste un poco."

-lo siento jeje, es que anoche me quede a entrenar y como no me fije bien en la hora pues me fui directamente a dormir.-

"te desvelaste anoche ¿no es asi?"

-¿Que? Jajaja noooo! Como vas a creer eso jajaja.-

"¿y las ojeras?"

-Aahh, oye no es divertido cuando no te pueden engañar Shion!-

*se cruzó de brazos en un reproche en cuanto al lemuriano le ha descubierto, aunque sabe que no se puede enojar después de todo, desde años los dos estuvieron mas juntos que nunca  para procurar que el campo de fuerza de Athena no se desapareciera en todo caso, por eso iban donando un poco de sus cosmos día a día para que el campo tomara fuerzas, pero eso no significaba que el desvelo por la preocupación y de las cosas nuevas que iban surgiendo no les dejaran dormir.*

*aunque siendo un hermoso día el lemuriano se dedico a reír un poco suave mientras le miraba serenamente.*

"supongo que no solo viniste de visita ¿cierto?"

-Eemm.. De hecho es cierto, estaba por preguntarte que si no estabas muy ocupado.-

"no desde ayer, ya casi todos los cambios están hechos, solo falta que la nueva orden de caballeros se este armando."

-genial, entonces ¿vienes conmigo?-

"¿a donde?"

-ya verás, solo sígueme.-

"con tal no sea de las tuyas..."

-¿como crees? Esta vez si será diferente.-

"como digas."

*y así los dos se pusieron en marcha saliendo del templo patriarcal y bajando las escaleras en silencio, a pesar de que la restauración estaba muy avanzada aun faltaban mas casas para ordenar, cosa que no es de preocuparse si después de todo los nuevos serán parte de la ayuda, sin embargo hay más cosas de las cuales preocuparse.*

"¿entonces no hay espectros todavía?"

-no, en ningún lugar se han reportado la presencia de un espectro o estrella del mal.-

"Bueno, por lo menos aun podemos seguir tranquilos."

-si, pero es mejor ya tener listos a los nuevos caballeros para evitar los problemas.-

"Cierto, lo bueno es que hay nuevos grupos de caballeros listos para asumir la responsabilidad, incluso nuevas armaduras estan casi listas."

-me alegra escuchar eso, por cierto ya casi llegamos.-

*dijo el castaño con una sonrisa y manos detrás de su cabeza, estaban afuera del santuario llegando a la entrada del pueblo del rodorio, las cosas ahí estaban normales por lo cual caminaban sin problemas por el lugar, aunque al pelilimón le era un poco incómodo pues sentía las miradas de todos los que pasaban frente a el y de ser posible unos susurros y uno que otro piropo en cuanto las chicas le miraban hasta que el castaño le tomo la mano para que de una vez entraran al lugar y ver como era todo oscuro, pero las luces de las velas estaban adornando todo el lugar.*

"¿que es este lugar?"

-es un nuevo teatro de sombras, pensé que te gustaría ir a ver que es lo que se traen aqui.-

"espero que solo sea eso..."

-¿por quien me estas tomando?-

"te conozco... ¿a quien le harás una broma?"

-a mi mismo...-

*luego de que se miraron mutuamente a los ojos se pusieron a reír por la pequeña broma de los dos, aunque el pelilimón siempre es reservado con todos, solo el caballero dorado de Libra es capaz de darle una sonrisa o una risa si es entre los dos. Llegaron hasta los asientos del medio antes de que las demás personas llegaran, se sentaron juntos mientras comieron algún que otro bocadillo mientras observaban el teatro de sombras.*

*cuando todo termino una voz conocida de una mujer se hizo presente, era Yuzuriha la ex compañera de entrenamiento de Shion quien vino por pasatiempo a saludarles y sentarse al otro lado de el dicho lemuriano para disfrutar el siguiente acto, aunque al castaño no le agradaba que este demasiado cerca, no es porque no le guste aceptar que es la antigua compañera de entrenamiento del Patriarca... Sino mas bien que este haciendo con su ser cosas que parezcan otras.*

*en cuanto salieron de ese lugar ambos lemurianos se quedaron hablando de cosas sobre como irán en el nuevo entrenamiento de los caballeros de bronce, mientras que el liberiano se limitaba a escuchar, aunque de vez en vez se metía en las conversaciones (ya sea solo para joderles o porque quiere) para que el pelilimón le dirija la mirada para escucharle. Todo fue así hasta que llego la tarde y por fin se han separado, aunque el liberiano no dejo ir al lemuriano.*

"¿ahora que quieres hacer hoy?"

-algo que planeaba que tu vieras.-

*nuevamente se fueron caminando lejos del lugar hasta llegar donde estaban las flores de cerezo apenas cayendo y danzando por el aire dejando a los dos con una hermosa y calmada vista de aquella danza que se daba para cuando se acercaron mas las flores caían sobre el cabello de aquel caballero, una tras otra junto a sus pétalos que fueron cayendo sobre el largo cabello adornándolo en una ligera hilera (una tras otra) de aquellas hermosas flores, en donde el liberiano le sonrie.*

-jajaja te ves hermoso, Shion.-

*el mencionado se dio la vuelta para verlo extrañado, aunque cuando se vio en un reflejo del agua un ligero y muy notable rubor rojo le cubrió toda la cara la cual desvio por la pena, en cuanto trato de quitarse las flores siente como la mano liberiana le detiene.*

-espera.-

*con sorpresa suavemente levanta la mirada para encontrarse con los ojos del castaño, una tenue sonrisa que no es muy común en el pues si no sonreía para bromear o para cuando siente confianza en algo es totalmente extraño que le sonría en un momento así.*

-hay algo que debes saber... Antes de que posiblemente Yuzu te lo diga.-

*de manea improvista empujó al Ariano contra el suelo quedando sobre el a verle a los ojos, le agarro las muñecas y las dejo a un lado de su cabeza, bueno mejor dicho una de cada lado de la cabeza, observando como el Ariano sorprendido queda en silencio... Los dos estaban en mutuo silencio que solo el viento era capaz de romper aunque  no duro mucho tiempo.*

-S-shion... Yo...-

*un nudo en la garganta no es de esperarse.*

"Dohko..."

-no.. No te quisiera asustar... Es solo que...-

"yo..."

-tu...-

{Me gustas.}

*dijeorn los dos al mismo tiempo, pero cuando se dieron cuenta de ello ambos quedaron totalmente rojos desde los polos de las mejillas hasta las orejas mientras se miraban a los ojos.*

-¿d-de verdad?-

"S-si... Pense que... Ya lo sabías..."

-¿Q-que?-

"¿crees que no me daba cuenta en como me mirabas?"

-T-te diste cuenta ¿no?-

"Si."

-Mmh... Es... Verdad... Sin embargo... No puedo resistirme a verte... Si no es conmigo no soporto verte con alguien más.-

"Dohko, te conozco desde que eramos casi unos bebés... Y nunca en mi vida te podría abandonar... No después de que..."

-te salve la vida... Jej... Ni yo a ti por haber llegado a mi vida... Eres muy importante para mi... Que seas candidato para casarte con Yuzu... Me pone los nervios de punta.-

"Estoy a tiempo de decirle que no, de hecho nunca me gusto pero mi padre insiste que deba casarme con ella."

-el no puede obligarte, no voy a permitir que te quiten de mi lado.-

"Ni yo quiero separarme de ti... Eres... E-eres el primero que logra entenderme. Y el unico que no se queja de mi jej."

-¿como crees que voy a quejarme de ti? Jaja si te amo, te adoro... Mejor dicho te Amodoro con toda mi alma... Cada día de mi vida soñé con estar así contigo... Y en las noches no dejo de sentir tus manos junto a mi...-

"D-dohko..."

-te digo la verdad... ¿crees que se me olvida las veces en las que te salve? No me importa cuantas veces sea necesario te salvaria una y otra vez. Incluso después de la muerte mi espiritu seguirá contigo.-

"Dohko, mi dulce tigre... Si estas conmigo... P-prometo que nunca te dejare... Digan lo que digan... Solo quiero estar a tu lado."

*ahora los dos estaban que querían reventar de la pena que ambos tienen, desde hace años que se conocieron, digamoslo así que de casi toda la vida por cierto, entonces... No hay nada que se les haya escapado de su mente y memoria y nada que no conozcan entre sí mismos. Lo que si estaba ahora aclarado era que las miradas no mentían, desde hace mucho los dos se enamoraron perdidamente y sin querer uno del otro hasta que finalmente, después de años llegaran a conocer sus verdaderos sentimientos.*

*poco a poco se fueron acercando las miradas hasta que ni un centímetro quedo entre ellos para terminar de unir los labios en un solo beso donde los pétalos son testigos de como ese beso duradero continuaba hasta que la bendición de los dioses les iluminaran en aquel día, la danza que llevaron a cabo con la iniciativa del castaño. Gracias a la falta de aire se separaron pocos centímetros aunque no por completo, aquel sentimiento hermoso de dos corazones y un solo palpitar, sin soltarle de las manos le da una sonrisa.*

-no sabes las ideas que me dan de hacerte ahora, antes de que tu padre vaya a matarme por llevarte tanto tiempo lejos del santuario jajaja.-

"¿D-de que hablas?"

-aaahh... Jejeje ya lo sabras.-

*sin soltarle las manos le vuelve a besar los labios por un buen rato, aunque luego se quedo plantado a besarle el cuello de esa hermosa piel que portaba el Patriarca, aunque aun no lo fuera igual le gustaba considerarlo patriarca, con una sola mano sostiene las dos muñecas del lemuriano mientras que con la que estaba libre se encargo de explorar (y de quitar) las ropas ajenas para contemplar aquel escultural cuerpo hecho por dioses, esas carnosas pieles que cubren al lemuriano desde la cabeza a los pies, todo lo que ha soñado conocer y todo lo que esta apunto de conocer ahora con la yema de sus dedos y luego con su lengua y saliva.*

*estaba realmente satisfecho en cuando escuchaba los hermosos gemidos del lemuriano, su mente ahora estaba centrada en no solo darle el deseo que siempre ha guardado durante largos años sino que tambien estaba dispuesto a darle entrega y amor a quien más ama en todo el mundo, y con una gran locura se puede decir, cada gemido le impulsaba a seguir explorando cada vez mas el cuerpo ajeno, encontrando debilidades y puntos especiales que ni el mismo lemuriano creyo tener hasta ahora, ahora mismo estaría llevando sus poemas que guardo en su corazón los susurraba al oido ajeno dilatando el templo divino con sus 3 dedos hasta que la ropa comenzaba a estorbar, amaba amarlo al desnudo, no hay trapujos ni misterios, ni nada por ocultar.*

*cuando ya después de un rato estuvo ahora tocando y disfrutando de la jugosa carne del lemuriano era el momento de unirse totalmente, "¿estas listo?" antes queria contar con el permiso del ajeno para seguir, escuchar los jadeos, ver sus expresiones en cuanto le tocaba y marcaba en todo lo que pueda tocar era increible, tardo un poco pero igual acepto la idea de pertenecer por completo al tigre liberiano hasta que por fin pudo profanar aquel sagrado templo virgen, aunque ahora ya no virgen de su amado.*

-aagh... Dioses... Mhhmm... Estas muy estrecho... aahh!... Sii... Oh por los dioses eres tan rico aqui adentro <3 -

*poemas de amor y entrega resonaban de sus labios, uno que otro beso los unía en todo, cara caricia, cada gesto, cada abrazo que se daban entre los dos significaba mucho, el palpitar de sus corazones bailaban ante el instinto primitivo de los dioses, mientras que sombras del pasado reían y jugaban felices unas con otra, los sonidos de ambos al bailar privadamente con caderas diferentes y un solo ritmo, finalmente se pudo profanar dentro de aquel templo sagrado que solo los elegidos pueden ser capaces de entrar... Ahora mismo, su unión es mas que interminable... Su infinito amor son como las estrellas del cielo, no importa que pueda pasar... Siempre sabe que estaran contando uno con el otro.*

_Al día siguiente_

*se las han arreglado para que el tigre de libra pasara una noche en la casa patriarcal despues de la ceremonia de coronación de Shion como Patriarca oficialmente de todo el santuario, cuando el castaño le vio en ese estado una sonrisa se dio en sus labios para así ir a busacr una soga y atarlas. Minutos despues el pelilimón se fuera despertando pero viendo que no puede mover los brazos y escucha cierta risa una gota resbala por su cien...*

**FIN**

// aaahh me quedo muy cursi /-\ debo mejorar mas en esto del limón x'D//