Es jueves y Lock vuelve a tener esa sensación. Es como un recuerdo, pero es más como un sueño y no está seguro de cuál de ambas es. Cada vez que lo recuerda, su ropa hace que su piel se sienta incomoda.

"No pregunté antes," comienza Theo, metiéndose un trozo de sándwich a la boca y Lock levanta las cejas.

"¿Ahora qué?"

"Oye, espera, estoy haciendo preguntas importantes,"

"¿Esta te hará ganar el Premio Nobel, Theodore?"

Theo lo mira fijamente. "Cállate. Así que... Lock."

"Sí," dice Lock, abriendo una bolsa de papas fritas.

"¿Es como Loch, como en Loch Ness Monster?"

Y Lock lo mira, Theo está masticando, con una sonrisa arrogante en su rostro, lo que debería ser imposible, Theo debería ser imposible. Sus piernas apenas caben debajo de esta mesa y sus rodillas siguen chocando y Theo está tratando de aprender su nombre.

"No."

"¿Entonces como en 'Lock and Key'?"

"¿No sabes cómo se escribe mi nombre? No sé si debería ofenderme o..."

"Oh, eso es, como en 'Lock and Key'." Theo se ve triunfante y Lock desecha la última punta de su sándwich, sonriendo.

"Sí. Y estás de suerte, quizás te concedan el Nobel por eso. Déjame encontrar las aplicaciones."

"¿Ya tienes una llave?" Theo abre mucho los ojos y lo mira con lascivia antes de morder una patata frita.

Lock no se va a reír, no puede reírse, porque es Theo, así que frunce el ceño, es todo lo que puede hacer o se rendirá. "No, no tengo una llave."

Las papas crujen con fuerza y Theo asiente, diciendo con seriedad: "Vaya, entonces eres un eunuco."

Uno de estos días, Lock lo va a asesinar y se tomará su tiempo para hacerlo y será un dulce, dulce placer, pero no hoy, la rodilla de Theo está tocando la suya y sabe que Theo lo hace para burlarse de él.

Patea a Theo en su lugar.

"Lo entiendo, es un tema delicado," dice Theo, y Lock lo patea de nuevo, y Theo dice: "Está bien, está bien, no eres un eunuco. Tal vez," casi voltea la mesa para frotarse la espinilla.

"Oh, entonces quieres que te lo muestre aquí mismo, en la cafetería. Que asuste a la pobre Maggie. Que nos prohíban la entrada de por vida. Entonces ¿adónde me llevarías para emboscarme en público con tus acusaciones mal racionalizadas? ¿en dónde comerías cinco pepinillos de una sola sentada?"

"Creo que quieres pelear,"

Ese es un desafío, y Lock no retrocede ante los desafíos, incluso cuando puede hablar para salir de ellos. "Bien. Cuando."

Con un pesado suspiro teatral, Theo se estira, con los brazos abiertos. "Bueno, pelearía contigo hoy, pero acabamos de comer. Y no puedo durante las próximas semanas, tengo un mes ocupado entrenando a todos esos debiluchos de 95 libras, y luego será verano, y luego serán vacaciones, así que..."

De alguna manera, Lock sonríe y Theo le devuelve la sonrisa con felices ojos azules, y Lock piensa, impotente: te he echado de menos.

Él mira por la ventana y se sientan en silencio, el reloj sobre el mostrador hace tictac mientras la manecilla de segundos pasa por el tomate, la lechuga, el queso suizo, todos los ingredientes para un sándwich en lugar de números.

"Cuando eras pequeño, ¿alguna vez sentiste que tenías un gemelo? ¿Pero que lo perdiste antes de que tuvieras la edad suficiente para recordarlo?" pregunta, de la nada, con el aderezo ruso manchando sus manos.

Theo se detiene, sus dedos están grasientos por sus chips de sal y vinagre. Parece que cualquier respuesta que pueda dar estará mal.

Y eso no está lejos de la verdad.