Es jueves y Lock no puede soportar más seguir mirando sus gráficos y fórmulas, tiene que salir.

Sale del laboratorio, cierra los ojos en la acera y elige una dirección.

Termina en el gimnasio de Theo. Como suele ser.

Cuando llega allí, Theo sube al ring para enfrentarse a Hound, un boxeador del gimnasio al otro lado de la ciudad.

Theo se inclina sobre las cuerdas, sonriéndole como un loco, y Lock pone los ojos en blanco porque Theo está a punto de decir algo—

"Ya era hora de que arrastraras tu flacucho trasero aquí."

"Qué se supone que significa eso."

"Esto no va a ser entrenamiento, Lock. Esto es una pelea," dice Theo, radiante y, por un segundo, Lock lo ve iluminado, como si estuviera en llamas, antorchas por todas partes, y está delineado en rojo brillante—

"Locksley."

Theo y su estúpido apodo con el que coronó a Lock hace tres semanas. "¿Qué?" dice Lock, manteniéndose alejado del ring porque, de lo contrario, podría trepar y golpear a Theo en la boca. O tocarlo de alguna manera, tal vez, de manera inapropiada.

"Eres mi amuleto de la buena suerte." Theo hace un gesto con las cejas, sus ojos llameantes. "Si gano, te llamaré Lucky."

"Oh, no, carajo, no lo harás," dice Lock, extendiendo las manos para estrangular a Theo, y Theo finge que se está ahogando antes de girarse para hablar con el árbitro.

Cuando comienza la pelea, Lock está completamente preparado, a pesar de que es la primera vez que ve a Theo boxear.

Lock parpadea, está en el gimnasio de Theo; Lock parpadea, está en un lugar oscuro y frío con paredes altas hechas de sombras, el frío brilla como una amenaza en todas partes y Theo grita, se balancea, la sangre brilla en su rostro y en el cabello, es dorado y rojo, peleando como un asesino entrenado—

Suena el timbre y Lock parpadea para ver a Theo, observándolo desde su rincón.

Theo le sonríe, alegría irreflexiva en un paquete de guerrero.

Y Lock le devuelve la sonrisa, apretando los dientes.

Theo le dijo una vez que es una cuestión de física aplicada, y Lock le dijo oh, en serio y Theo dijo sí, la fuerza, la velocidad y la masa de mi puño, contra la mandíbula o el tórax de alguien, y lo hizo sonar como la cosa más elegante, impecable, hermosa.

Desde entonces, Lock ha querido verlo.

Theo lucha con entusiasmo y una eficiencia impactante, como si lo hubiera estado haciendo toda su vida, como si la lucha viniera de sus ancestros, está en su sangre, y Lock nunca ha visto algo tan hermoso.

Hound da una gran pelea, pero Theo gana con un golpe 1-2. Se desliza entre las cuerdas y, después de quitarse los guantes y las vendas, se dirige directamente hacia Lock, sudando y riéndose, sin aliento.

Lock dice: "Perteneces a un zoológico, ¿lo sabías?"

"Oh, no digas eso, Lucky, me hieres."

Le da una palmadita en la cabeza a Lock antes de que Lock pueda esquivarlo y Lock no puede pensar en nada que decir.

Theo lleva su mano debajo de su mandíbula, sus dedos en su cabello, acunando la cabeza de Lock, y por un momento, Lock odia a Theo, porque nadie lo hace perder el equilibrio como lo hace él, lo quiere, todo lo que la sonrisa de Theo promete, toda esa inestabilidad, y eso lo enoja, la violencia se acumula debajo de su piel con cada movimiento de los dedos de Theo.

Entonces, su palma se desliza y Lock se queda con una pelea en sus manos y Theo no lo sabe, su sonrisa llena de luz brilla en la guerra de Lock.

A la mierda la política.

Se pregunta cuándo será el próximo partido de Theo.