Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

*Capítulo 1- ¡Nuestra nueva Hermanita!*

POV ALEX

"No puedo negar que siempre estoy pensando en ella."

Basta con perder a tu mejor amiga, a la única persona en quien confiabas, para no poder dejar de hacerlo. Las personas que me conocen saben que he cometido muchos errores, pero todo tiene una razón. Mi vida no ha sido la más fácil. Tengo 17 años y desde hace aproximadamente 7 vivo en este orfanato, pero no entremos en detalles sobre mi pasado; eso lo descubrirás a lo largo de esta historia, mi historia.

[...]

Estoy en mi cuarto, acostada en la cama, escuchando música, cuando la zorr... Zoé abre la puerta. Ella entra seguida por dos señores de traje negro.

—Arregla tus cosas, ya te vas —suelta Zoé con su voz chillona como siempre.

—¿Según quién? —pregunto burlona, provocando que ella ruede los ojos, cansada.

—Según los que te acaban de adoptar —dice sarcástica antes de salir del cuarto.

Guardo todas mis cosas y saco mi desgastada caja de zapatos de abajo de la cama. Los de traje me ayudan a cargar mi maleta; yo solo agarro mi caja y salimos. Entramos al coche, arrancan y se quedan en silencio, un silencio que inevitablemente tengo que romper.

—¿En algún momento piensan decirme a dónde vamos?

—Vamos a su nuevo hogar —contesta el que va manejando.

—¿Qué es en...? —pregunto con más curiosidad.

—Espere a llegar y ya que ellos le expliquen —responde el copiloto, ya cansado de que siga preguntando.

—¿Ellos? —pregunto, confundida, aún sin entender nada.

—Sí, ellos —informa el conductor.

Después de eso, me doy por vencida y espero a que lleguemos a algún lado. Tras unos 15 minutos, llegamos a la entrada de una escuela. La curiosidad me mata, así que termino preguntando.

—¿Ahora voy a vivir en una escuela? —pregunto sarcástica.

—Algo así —contesta el copiloto.

El coche se detiene frente a una casa grande y blanca. Los señores tocan la puerta. Pasan unos minutos hasta que abren, dejando ver a un muchacho de ojos cafés, tez blanca, un poco más alto que yo.

—¡YA LLEGO! —grita el que abrió la puerta hacia dentro de la casa.

—¿Quién es él y por qué estoy aquí? —pregunto, volteando a ver a los hombres de traje que se encontraban a mis espaldas.

—Soy Jack —se presenta, acercándose a mí para estirar su mano, la cual tomo un poco dudosa—. Y esta es tu nueva casa —mis ojos se abren como platos tan solo con escuchar esas palabras.

—¡¿QUÉEEE?! —suelto sin pensar.

—Lo que escuchaste —dice Jack, mirándome con un poco de gracia en su rostro.

En ese momento, varios chicos se asoman por la puerta, recorriéndome de arriba a abajo con la mirada.

—Ven, pasa... —dice Jack, haciéndose a un lado para dejarme pasar.

—Alex —me presento, Jack sonríe y asiente.

—Pasa, Alex, nosotros nos encargamos desde aquí —dice Jack, refiriéndose a los hombres de traje. Camino hacia dentro de la casa; Jack va por delante y yo lo sigo—. Alex, esta es tu nueva casa.

Desde donde estoy, puedo ver dos escaleras, una a cada lado de la casa, que llevan a tres pisos con muchas habitaciones y muchos chicos saliendo de estas. Me detengo y giro, viendo a todos lados; hay muchas miradas puestas en mí, de hecho, la de todo el mundo. Se escuchan murmullos, lo que provoca que me ponga nerviosa e inquieta.

—¡ELLA ES ALEX, NUESTRA NUEVA HERMANITA! —grita Jack, y casi todos empiezan a gritar en respuesta.

—Paren todo... ¿Cómo que hermanita? ¿Por qué hay tantos? ¿Y qué hago aquí? —pregunto, muy confundida, esperando que alguien finalmente me dé respuestas.

—Déjame te explico, hermosura. El director te adoptó para que vivieras con nosotros. Digamos que es una de las buenas obras de la escuela. Bienvenida a la fraternidad Kappa Omega —dice uno de los chicos de forma egocéntrica mientras se acerca a mí. Él tiene ojos color miel y tez blanca.

—Primero, no me digas hermosura. Y segundo, ¿tú eres...?

—Ethan —responde simplemente.

—Ya que voy a vivir aquí, ¿dónde está mi cuarto? —pregunto impaciente.

—Jack, me la voy a llevar —informa Ethan a Jack—. Ven, sígueme —dice, comenzando a caminar hacia mis maletas.

—¿Se puede saber a dónde vamos? —pregunto, ya cansada de la situación.

—¿No querías ir a tu cuarto? —asiento—. Ven, pásame la maleta. — Estiro mi mano con la maleta para que él la agarre, estira su otra mano para tomar la caja que cargo en mis brazos, pero no lo dejo, por lo que baja la mano. — Supongo que tú llevas la caja.

Empieza a caminar y lo sigo. Subimos dos pisos, da vuelta a la izquierda, pasamos dos habitaciones y entra en una donde hay dos camas, un escritorio con una silla, un sillón al lado y una puerta que supongo es el baño. Deja mi maleta al lado de una cama.

—Esta es nuestra habitación —dice, dando una rápida mirada.

—Espera, ¿cómo que nuestra? —pregunto, aún más confundida.

—Mira, la tendremos que compartir, es decir, que tú tienes la mitad y yo... —comienza a explicar el idiota, pero lo interrumpo.

—No seas estúpido, ya entendí, pero ¿por qué? —pregunto con casi nada de paciencia.

—No había de otra —responde con simpleza.

—Bueno, yo voy a tener la mitad y tú la otra. Luego compraremos una cortina o algo para separar y por lo menos tener algo de privacidad —expongo mi idea en voz alta.

—¿En serio, una cortina? ¿No quieres mejor que me ponga a construir una pared? —contesta con sarcasmo.

—No sería mala idea —le respondo también con sarcasmo, provocando que niegue mientras una sonrisa se forma en su rostro.

—Esta es tu cama —dice, señalando la de la izquierda, donde había dejado la maleta—. Acomódate y guarda tus cosas.

—¿También tenemos que compartir closet?

—Sí, mi lado es el izquierdo. Me sobra una repisa por si la quieres —dice con desinterés.

—Lo tomaré en cuenta, gracias.

—¿Alguna otra duda?

—¿Qué otra cosa compartimos?

—Mmm, veamos: el cuarto, el closet, el baño y la regadera. Eso es lo principal o lo que compartimos. También hay regaderas y baños en el pasillo por cualquier cosa, pero eso lo compartimos con todos los del piso. Te puedes ir en coche, caminando o te podemos llevar, pero tienes que estar lista temprano para irnos a la escuela y de regreso es lo mismo —responde como si fuera algo súper simple.

—Ok —contesté desinteresada.

Agarro la maleta y empiezo a acomodar mis cosas mientras Ethan se acuesta y se queda dormido. Treinta minutos después, ya terminé de arreglar la ropa y meto la caja debajo de la cama. Veo que Ethan está dormido, así que me acerco a su cama y salto en esta. Ethan se despierta y suelta un grito de niña.

—¡Qué grito tan varonil! —me burlo.

—Gracias por despertarme —suelta, enojado, en medio de un bostezo.

—De nada, fue un placer —Ethan solo se limita a voltear los ojos.

—¿Para qué me despertaste?

—Pues mira, da la casualidad de que soy un maldito ser humano, no he comido nada y quiero comida.

—¿Y luego, me ves cara de restaurante?

—No, te veo cara de que sabes dónde conseguir comida, así que levántate y llévame por comida —digo, ya con mucha hambre.

—Está bien, pero yo elijo a dónde ir.

—¿Crees que voy a saber qué hay aquí para comer?

Ethan se levanta y empieza a caminar hacia la puerta, yo detrás.

—¿Y a dónde vamos?

—A la habitación de Stephen —contesta obvio.

—¿Y él qué tiene que ver con que quiero comida?

—Él sí sabe cocinar —responde rápido.

Bajamos un piso y vamos a la derecha. Pasamos unas cuatro habitaciones y entra en la habitación.

—Stephen, ¿nos quieres cocinar?

—¿A ti y a quién más? —responde agotado quien supongo es Stephen.

—A Alex.

—¿Alex, otra de tu lista? —dice, riendo, pero al ver que Ethan sigue igual de callado, él hace lo mismo.

—No, nuestra nueva hermanita —suelta seco. Stephen se voltea y me recorre con la mirada, para luego sonreír—. ¿Entonces sí?

—¿Qué quieres que cocine? —acepta después de un rato

— Lo que quieras —se encoge de hombros.

— ¿Alex, tú qué quieres comer?

— Lo que sea, mientras sea rápido —respondo con una sonrisa apenada.

Stephen se levanta y empieza a caminar mientras platican; yo solo los sigo. Stephen cocina la pasta mientras charla con Ethan y, cuando por fin termina, nos pasa los platos.

— Sí que tienes talento para cocinar —digo comenzando a saborear la comida.

— Gracias —sonríe, halagado.

Pasan unos 17 minutos y ya no queda más pasta.

— Stephen, ¿cocinaste y no nos invitaste? —escucho una voz detrás de mí.

— Exacto, Alex, ellos son Chris y Jay —responde Stephen con burla en su voz. Volteo y me topo con un par de gemelos, ambos igual de guapos, de mi estatura, con pelo marrón y unos cuantos mechones rubios.

— ¿Eres nuestra nueva hermana, no? —sonríe uno de ellos— Soy Jay y él es Chris.

— Eso creo, soy Alex. Gusto en conocerlos —digo, bajando la vista al suelo.

— Ya nos hacía falta una mujer en la fraternidad —ríe Chris justo en el momento en que veo llegar a Jack.

— Alex, por fin te encuentro. Todos están esperando en la sala para conocerte —informa Jack.

— ¿Quiénes son todos?

— Todos los de la fraternidad —responde con obviedad.

— ¿Conocerme?

— Sí, tienes que venir. Van a hacer preguntas y solo las tienes que contestar. Es simple, ven —sonríe mientras me agarra del brazo y me lleva fuera de la cocina.

— Creo que puedo caminar sin que me jales —le hago saber.

— Perdón —dice al darse cuenta.

Me suelta y empieza a caminar. Llegamos a lo que parece ser la sala, llena de miembros de la fraternidad.

— Ya podemos empezar, pero Alex, primero ven, siéntate —me dicen. Me siento donde me indican para que Jack continúe— Listo, ahora sí, ¿quién empieza? —pregunta a los demás, que comienzan a bombardearme con preguntas.

— ¿Tienes novio? —es la primera que logro distinguir.

— Qué directo, pero no, no tengo novio —mi respuesta hace que las preguntas empiecen a fluir.

— ¿Eres virgen? —todos se quedan callados para escuchar mi respuesta.

— No —respondo y varias miradas van de mí a otras personas.

— ¿Algún tatuaje?

— Sí, dos —respondo simple.

— ¿De qué son?

— Un ancla y una nota musical.

— ¿Qué significan?

— El ancla es para recordar que algo me detiene y la nota musical porque me gusta la música. Simple —me encojo de hombros.

Así pasa el tiempo hasta que solo quedamos Jack, Ethan, Jay, Chris, Stephen y yo.

— Alex, ¿qué piensas de la iniciación? —la pregunta de Jack me toma desprevenida.

— ¿Iniciación?

— Ya decía que se me olvidaba algo —dice Jack más para sí mismo que para los demás— Alex, para entrar tienes que hacer la iniciación.

— ¿Qué tengo que hacer?

— A todos nosotros nos tocó correr por toda la casa en ropa interior, mientras nos lanzaban mayonesa, mostaza o cátsup. Pero ya que eres mujer, y por obvias razones, no puede ser lo mismo —dice Ethan, mientras una sonrisa pasa rápidamente por la cara de la mayoría— No sé qué te toque hacer —termina con desinterés.

— ¿Los pusieron a correr en ropa interior? —digo aguantándome la risa.

— Sí —contestan directos.

— ¿Y quién va a decidir eso?

— Supongo que nosotros nos reuniremos y elegiremos —contesta Jack, ya algo cansado.

— Bueno, yo me voy a dormir —informa y me levanto del sillón, caminando hacia la puerta, pero me detengo— Ethan, toca antes de entrar.

Ethan solo asiente y yo me voy al cuarto. Llego, me lavo los dientes, me pongo mi pijama, que no es más que una blusa de manga larga y un short. Saco la caja de debajo de la cama, pero tocan la puerta.

— Alex, ¿puedo pasar? —pregunta Ethan desde el otro lado.

— Espera —guardo la caja debajo de la cama y me subo rápidamente a la cama— Listo, ya entra. —Ethan asoma primero su cabeza para asegurarse de que todo esté bien y luego entra por completo.

— Gracias —sonríe y me mira— Qué bonito pijama.

Ethan camina hacia el clóset, saca unos pantalones y se mete al baño. Unos segundos después sale sin camiseta y con los pantalones puestos. Tiene un cuerpo marcado, y no sé por qué, pero no puedo evitar mirar.

— ¿Disfrutando la vista? —dice arrogante, sonriendo.

— De hecho, sí —respondo con una sonrisa, mientras mis ojos recorren su cuerpo. Ethan muerde su labio de forma juguetona mientras niega, sonriendo.

Ethan solo sonríe y se acuesta. Gateo por mi cama hasta acostarme, él se estira un poco para apagar la luz y no pasa mucho hasta que me quedo dormida.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro