Capítulo 6 - Los Amigos se Toman de la Mano, ¿Verdad?
Mientras toda la clase 1-A trabajaba en su tarea, se podía ver el asombro en la mayoría de sus caras ante cada nuevo detalle que aprendían sobre sus compañeros y sus dones.
Aizawa les había presentado una gran oportunidad, aunque era una habilidad básica que cualquier héroe debería tener, era una que la mayoría no apreciaría hasta más tarde en su formación como héroes. Pero con toda honestidad, estaban contentos de lo unidos que se sentían, menos un adolescente de ojos verdes.
Después de un almuerzo bastante tranquilo e incómodo acompañado por nada menos que Kacchan, continuaron la tarea un poco más contentos ahora con el estómago lleno, todo excepto el pequeño Midoriya.
No se había dado cuenta de cuándo o dónde Todoroki se había ido, todo lo que sabía era que no estaba allí. Atrapado en una situación bastante complicada, esa tarde decidió que tendrían que hablarlo al día siguiente.
El jueves, cuando entró en el aula, se sorprendió al ver un escritorio vacío donde se sentaba su normalmente estoico amigo.
<<Debe estar atrasado>>, fue todo lo que pudo pensar mientras tomaba asiento silenciosamente.
Miró por la ventana, saboreando cómo los vientos fríos del otoño sacudían los árboles de Sakura en el jardín, pétalo tras pétalo caían, señalando el final del verano.
Mientras su mente se desviaba hacia lo que veía, no pudo evitar comparar su amistad con Kacchan con los pétalos que ahora ensuciaban la hierba una vez verde oscuro.
<<Es como si nos hubiese derrumbado un viento un día, nuestro lazo terminó con una ligera brisa, tal como el verano termina y el otoño se pone, tan fácil como eso>>, se estaba desanimando, y lo sabía.
<<¡No más pensamientos infelices, Izuku! A medida que comienza el otoño, también lo hace el invierno, que preparan el camino para la próxima primavera con todo su resplandor. La vida florecerá como lo hace todos los años, ¡nuestra amistad florecerá!>>, se animó internamente, mientras un viento abría ligeramente una ventana
Un suave pétalo rosado entró en la habitación, llevado suavemente por la brisa fresca otoñal, y aterrizó lentamente sobre su escritorio.
–No te conviertas en esa brisa de otoño, Kacchan, no me alejes de ti... –susurró el niño mientras miraba el pétalo.
Se acercaba el final del día escolar y Todoroki no se veía por ninguna parte, para empeorar las cosas, Uraraka había estado demasiado enfocada en su tarea con Iida, por lo que realmente no tenía con quien desahogarse sobre la situación.
Aizawa sensei simplemente hizo caso omiso de la ausencia del adolescente y le dijo que continuara como si estuviera allí, que examinara al adolescente y sus habilidades, que Todoroki se pondría al día cuando regresara.
<<Si es que regresa ...>>, pensó caminando de regreso a su escritorio.
En otra nota, Kacchan no había hablado con él desde el almuerzo de ayer, <<Creo que volví a ser mudo>>, se burló, sacando su cuaderno.
<<Izuku, bájale un poco, no eres así>>, se regañó a sí mismo ante el comentario. Sin dejar que la frustración se apoderara de él, comenzó su análisis sobre su compañero y sus habilidades.
Siendo el nerd que era, ya tenía una gran cantidad de información sobre el chico de cabello bicolor, considerando que habían peleado en el festival y luego había observado la pelea entre Todoroki y Kacchan.
<<Qué gran pelea>>, pensó, <<Kacchan es simplemente un luchador increíble>>.
Mientras continuaba trabajando, esforzándose para encontrar alguna idea que pudiera ayudarlos con su técnica, comenzó a tratar de mezclar la capacidad de lucha de Todoroki con el nuevo estilo de lucha en el que había estado trabajando con All Might la noche anterior.
<<Realmente me sacó el jugo ayer, me pregunto de dónde viene toda esta motivación ...>>, pensó, dejando escapar una risita mientras recordaba con cariño el entusiasmo de su tutor.
El rubio sólo podía escuchar como el nerd escribía y escribía en su cuaderno, es decir, hasta que escuchó una risita suave y silenciosa.
<<¿Qué lo tiene tan feliz?>>, pensó mientras le explicaba a Kirishima cómo iban a actuar mañana cuando se enfrentaran al villano.
Después de almorzar juntos ayer, Bakugo había considerado innecesario hablar con el nerd, por lo que simplemente decidió sentarse allí y observarlo mientras comía, y luego observarlo desde lejos mientras luchaba con su tarea.
<<¿Debería decirle que pasó su papá a por él?>>, había pensado en un momento, un pensamiento que fue rápidamente eliminado, mientras volvía la fachada enojada que tenía desde la escuela primaria.
¿Por qué el nerd le hacía distraerse tanto? Se preguntó mientras Kirishima y él intentaban mezclar sus estilos de lucha.
Es como cuando el nerd está solo, podría sentarse tranquilamente y solo mirarlo, contemplar la forma en que entrecerraba las cejas, la forma en que sus mejillas se inflaban mientras luchaba con algo que había escrito.
<<Lindo ...>>, se había encontrado pensando con ternura en más de una ocasión, regañándose a sí mismo por un comentario tan débil.
Más de una vez, su amigo de pelo de pincho, tan amablemente apodado así por él, lo había sorprendido mirando al chico peliverde.
–Bro, sólo habla con él. Estoy más que seguro de que está dispuesto a sentarse y escucharte –lo animó el chico pelirrojo, dándole un suave empujón al rubio en dirección a Midoriya.
–Como si quisiera mezclarme con un nerd de mierda, ¡no necesito que nadie me estorbe!" –él le diría antes de darse la vuelta y concentrarse en la tarea, pero su mente divagaría, sus pensamientos tocarían esa pared que seguía colocando en lo más oscuro de sus recuerdos y sentimientos.
En ese momento no lo notó, pero estaban, empujando como nunca, queriendo ser escuchados, expresados y sentidos. Es como si ansiaran atención, no la atención de cualquiera, sino la atención de un pequeño chico, Izuku Midoriya.
Katsuki siempre había pensado en Midoriya como débil e indefenso, por eso siempre iba a estar allí para protegerlo o al menos eso había prometido de niño. Un pensamiento y una promesa que comenzó a deformarse a medida que pasaban los días.
Presentar su don sólo había alimentado esta necesidad de mantener al nerd a salvo de todo mientras esperaba que él también presentara su don, para que finalmente pudieran caminar uno al lado del otro.
Cuando el joven Midoriya no pudo presentó su don a la edad apropiada, su idea de lo que era su amigo comenzó a cambiar de nuevo, transformándose en algo que ya no quería, algo que lo mantenía atrás y lo enlentecía. Midoriya ya no era sólo débil e indefenso, sino que ahora lo consideraba inútil y sin don.
Al llegar a la preparatoria, el mundo de Katsuki recibió una fuerte sacudida, ya que lo retumbó hasta lo más profundo. Al ver al nerd que con tanta fuerza había tratado de sacar de su vida sentado allí en el mismo curso de héroe hizo que algo hiciera clic dentro de Bakugo.
<<Este idiota no tiene don ... ¿por qué está aquí?>>, pensó en su primer día de clases.
Más tarde, cuando descubrió que el nerd de mierda tenía un don, no pudo evitar sentirse traicionado.
<<Lo escondió todo este tiempo ... ¿por qué nunca me lo contó?>>, se preguntaba, sorprendido cuando Midoriya arrojó la pelota de béisbol más lejos que él.
Ese día había despertado algo en él, aunque decidió ignorarlo un poco, no estaba acostumbrado a sentir culpa. Estaba enojado con el niño y su traición, pero no podía culparlo lo suficiente dado los recuerdos de su pasado que nublaban su mente.
Eran recuerdos de él gritándole al niño, empujándolo por las escaleras en la escuela, riéndose de él en clase por no tener don, golpeándolo contra los casilleros de la escuela. ¿Todo para qué? ¿Todo para quién?
Quería parecer más fuerte que el resto, necesitaba mostrarles a todos que era el más fuerte, superaría a All Might y los protegería a todos, sí, incluido el nerd de mierda.
Quería ser admirado por todos, pero ¿a qué precio? Había renunciado a lo que alguna vez fue lo mejor que le había pasado, su mejor amigo. Entonces, decidió seguir ignorándolo. Había pagado su precio, y en este mundo, no existían los reembolsos, o eso pensaba.
Sin que él lo supiera, el joven Midoriya no estaba listo para dejarlo ir, él sería quien se aferraría a ese pequeño fragmento de lo que quedaba de su amistad.
Él sería el que los uniría, pero no con un poco de ayuda del que se estaba alejando. Es difícil atraer a alguien hacia ti si se alejan. Bakugo necesitaba darse vuelta, necesitaba regresar, aferrarse a su mejor amigo y juntos podrían caminar hacia adelante nuevamente.
Entonces, mientras estaba sentado allí, ahora escuchando a su amigo revisar el plan, podía sentir que sus ojos comenzaban a buscar esa mata de cabello verde desordenado que había llegado a conocer tan bien.
Al fijar su vista en el niño, no pudo evitar pensar por qué su corazón latía más rápido cada vez que el bastardo mitad-mitad estaba cerca de Midoriya.
Ahora que sabía que el bastardo sentía algo por el chico, no podía simplemente quedarse de brazos cruzados y ver como le arrebataban al peliverde lejos de él.
<<Espera ... ¡qué mierda estoy pensando!>>, se gritó internamente.
Quería gritar, correr y hacer estallar algo. Apartando la mirada del chico de ojos verdes, miró a la pizarra donde se encontró con la intensa mirada de su sensei, que rápidamente lo hizo calmarse.
Dando un profundo suspiro, Bakugo decidió que era mejor no reflexionar en estas cosas en la escuela, <<especialmente con el nerd tan cerca>>, pensaba, dándole toda su atención a su amigo pelirrojo.
<<Resolveré esto en casa, no es que me esté quedando sin tiempo o algo así>>, decidió el rubio.
–Bro, ¿estás bien? –preguntó con un tono preocupado–. Has estado suspirando durante las últimas dos horas –Kirishima estaba preocupado.
Siendo el amigo considerado que era, Kirishima había decidido no mencionar a Midoriya, pero podía ver claramente la angustia de su amigo, por lo que, sin dejar pasar una oportunidad varonil de consolar a una persona necesitada, se sintió obligado a preguntar qué le preocupaba.
–¿Quieres hablarlo? –sabía que estaba probando suerte, lo más probable es que lo atravesaran por la pared detrás de ellos si seguía insistiendo, pero estaba dispuesto a ello, siempre y cuando su amigo estuviera bien.
Suspirando una vez más, dejando de lado todos los pensamientos,–acabemos con esto de una vez. Estoy empezando a tener dolor de cabeza –era todo lo que el rubio le iba a dar.
Decidiendo que era mejor dejar de entrometerse, continuaron trabajando y elaborando un plan para mañana.
Al atardecer, sonó el timbre, señalando el final de otro largo día escolar. Cuando todos comenzaron a empacar sus cosas, Bakugo no pudo evitar mirar a Midoriya.
–¿Debería pedirle que caminar juntos a casa? Tal vez podría aclarar algo de esto ... –murmuró en voz baja para sí mismo.
Aunque una pequeña niña cercana a él lo escuchó hablar. Siguió la dirección de su mirada y sus ojos se encontraron con Midoriya.
–¿Kero? –se cuestionó, con los ojos muy abiertos mientras observaba a los dos adolescentes.
–¡Tsu! ¡Vámonos! –Uraraka le decía mientras tiraba de la mochila de la chica y la sacaba del aula.
Dirigiéndose hacia el frente, nervioso como nunca, porque Katsuki Bakugo no era alguien que se pusiera nervioso, esperó mientras Midoriya empacaba lentamente sus cosas.
Bakugo no se dio cuenta de la presencia que entró con confianza en su salón de clases y se dirigió hacia las ventanas al lado del escritorio de Midoriya en el otro extremo de la habitación. Todo lo que escuchó fue–, Midoriya, ¿estaría bien si te acompaño a casa hoy?
–¿Huh? Todoroki! ¡Dónde has estado! –dijo Midoriya, la sorpresa contenida en cada palabra, un impulso abriéndose paso en su cuerpo cuando de repente lo hizo ponerse de pie y abrazar a su amigo.
"¡BOOM!", fue todo lo que escucharon cuando un rubio enojado demasiado explosivo salió de su salón de clases, dejando unos pocos escritorios dispersos.
Al soltar a Todoroki, sin darse cuenta de lo nervioso que estaba el chico, Midoriya acababa de registrar el ruido cuando se le volvió a preguntar.
–¿Te gustaría caminar a casa juntos? –Todoroki miró expectante a Izuku, esperando una respuesta.
–¿Huh? Pero vives al otro lado de la ciudad, ¿no? –preguntó a su amigo, sin saber qué decir, mientras salían de la escuela.
–No te preocupes, puedo llamar a alguien para que me recoja después de dejarte –quería decir que quería pasar la tarde con el niño, pero eso sería pedir demasiado en este momento.
–Mm, bueno, si te parece bien, no me importa. Me encantaría la compañía, de esta manera puedo ponerte al día con lo que se me ocurrió para la sesión práctica de mañana –dijo el animado Midoriya.
"BOOM!" y otro "BOOM!" se escucharon a lo lejos mientras se veía un rastro de humo y desastre que seguía al ruido.
Sin preocuparse por la distracción, Todoroki agarró la mano de Midoriya y tiró de él.
–Vamos, o llegarás tarde a tu entrenamiento con All Might esta noche –dijo apresurándose fuera de la escuela.
<<¿Huh?>>, fue todo lo que pensó al sentir un hormigueo que le subía por el brazo desde donde Todoroki había entrelazado sus dedos pequeños y largos con los suyos callosos más pequeños.
<<Los amigos se toman de las manos, ¿verdad?>>, se tranquilizó mientras se dirigían a su casa, un profundo sonrojo inundando sus mejillas.
Al escuchar el último "¡BOOM!" y un coche tocando la bocina, algo se le metió en la cabeza, <<Kacchan debe estar realmente enojado hoy, le preguntaré mañana ...>>.
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Mis bebés, espero les haya gustado este capítulo.
Recuerden comentar, votar y compartir con sus amigues!!! Si desean leer la historia original, la pueden encontrar bajo el nombre How We Came to be en mi perfil. Está en inglés.
Bueno, un abrazo, cuídense mucho <3 Les quiero mucho a todes!
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