Hoy era el día, se confesaría a su mejor amigo, estaba seguro de ser correspondido, o bueno, eso creía, Jimin siempre fue alguien muy cariñoso con todos, pero con el, lo era especialmente aún más.

Sus pasos eran decididos, con cada paso cerca de la universidad su corazón latía más fuerte, soltó un suspiro cuando llegó a la entrada de su aula, había llegado más temprano porque sabía que Jimin tenía práctica de fútbol y seguro estaría en la universidad.

Cuando vio llegar al rubio a su aula, suspiro, estaba nervioso, limpió las palmas de sus manos con su pantalón en un intento de secarlas.

Hola– sonrió.

Oh– se sorprendió por ver al azabache a esa hora– Hola– le sonrió también y se acercó a él.

¿Cómo va todo?– preguntó nervioso.

Mm bien– le miro dudoso– ¿Pasa algo?

No, nada, es solo que tengo algo que contarte– miro hacia la ventana.

Yo igual te tengo que contar algo– sonrió feliz.

Adelante– le dió permiso para que hablara primero.

Tú lo dijiste primero, entonces tú habla primero– le miro, ya no aguantaba guardarlo para si mismo, quería contárselo a su amigo.

Ok– suspiro– entonces aquí voy– le miro decidido, finalmente se iba a confesar a su amigo.

Estoy saliendo con alguien– soltó feliz el rubio.

El azabache solo se quedó sorprendido, rápidamente su semblante de felicidad cayó y se remplazo por uno de tristeza.

¿Qué sucede?– acaricio el cabello de su amigo– ¿No te alegras por mi?

No, es solo que ya no pasaremos tanto tiempo juntos– sonrió levemente, todas las esperanzas que alguna vez tuvo de llegar a ser algo más que un amigo para Jimin ahora solo eran cenizas en aquel fuego que se instalo en su corazón debido a la confesión.

No digas eso, claro que pasaremos tiempo juntos– abrazo a su amigo intentando confortarlo.

Claro– sonrió.

¿Y tú?– preguntó– ¿Qué es lo que querías decirme?– se separó de su amigo y sonrió mirándolo.

No es nada– nego con la cabeza.

Cuéntame– ánimo.

En la noche Jackson hará una fiesta, y me preguntaba si quieres ir conmigo– lo miro.

Claro– sonrió– Pasaré por ti a las 8.

Claro– asintió y tomo sus cosas, ya no tenía caso quedarse ahí– Entonces te veo a las 8.

Nos vemos Kook– acaricio juguetonamente el cabello de su amigo.

Nos vemos– salió de aquella aula en la que rompieron por primera vez su corazón en mil pedazos, en la que sus esperanzas cayeron y en las que fue rechazado indirectamente.

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Miro el reloj en su sala, marcaba exactamente las 7:55 de la noche, seguramente el rubio no tardaba en tocar el claxon avisando que ya había llegado por el.

Tomo su celular y su chaqueta de cuero, hoy tomaría tanto hasta que se le olvidará que alguna vez amo a su mejor amigo.

El claxon de un carro se escuchó y fue la indicación para que saliera de casa, tomo sus llaves y cerró la puerta de su hogar con seguro, acercándose cada vez más a ese auto rojo característico de su amigo.

Una vez estuvo frente a la puerta de copiloto la abrió pero su sorpresa fue grande cuando se dió cuenta que había una persona ya sentada en aquel lugar.

Lo siento Kook– se disculpo– ¿Puedes sentarte atrás solo por esta vez?– suplico a su amigo.

Está bien– cerró la puerta y se dirigió atrás, habían más de cinco personas sentadas ahí también.

Lo siento– el rubio miro por el espejo retrovisor hacia su amigo– Estos idiotas se colaron– se volteo para mirar a todos.

De todas las personas que estaban en ese coche solo conocía a 2, Jimin y un amigo de la universidad, su nombre era Yugyeom.

Haganle un lugar– comenzó a golpear las piernas de los de la parte de atrás.

Ya no cabemos Jimin– menciono enojado Mingsoo, el estaba sentado en las piernas de su novio.

Si cabe Jungkook– menciono mirando a los demás, le prometió a su amigo llevarlo a la fiesta de Jackson.

Está bien Jimin, no te preocupes puedo tomar el bus– sonrió comprensivo.

No te preocupes Kook, si cabes– tomo la cintura del azabache y lo sentó en su regazo, para después cerrar la puerta.

Ahora sí vámonos– dijo Mingsoo, dando pequeños saltos en las piernas de su novio.

¿Estás bien con eso Kook?– miro a su mejor amigo.

No me importa– sonrió apenado, estaba comenzando a sonrojarse, el pelinegro seguía acariciando su cintura sin ninguna pizca de pudor.

Entonces vamos– se volteo aun dudoso, su amigo talvez podía estar incómodo.

Solo conduce– le dijo Kai a su lado.

El rubio se quitó el cinturón y apagó el carro, los demás lo miraron dudosos.

¿Qué haces?– preguntó está vez Hyunjoo

Conduce tú– miro al pelinegro el cual seguía tocando a Jungkook y sonriendo.

¿Qué dijiste?– detuvo sus movimientos y miro al rubio.

Dije, conduce tú– lo miro y salió del carro, camino hasta la parte de atrás y tomo por la cintura al azabache y lo saco del coche con cuidado.

¿Es enserio?– preguntó sorprendido.

Si, ahora sal– señaló afuera del coche y lo miro molesto.

Ya entendí, ya entendí– salió del coche y Jimin entro.

Ven Kook– palmeo los muslos propios y Jungkook asintió tímido y se sentó en el regazo de su amigo.

Ahora conduce bobo– le dijo al pelinegro que seguía ahí parado viendo la escena.

Está bien– suspiro frustrado y se metió al asiento del conductor, abrochándose el cinturón y después cerró la puerta.

Espero que así no te sientas tan incómodo– le susurro a su amigo en el oído y cuando su amigo se acomodo bien en su regazo cerró finalmente la puerta.

Gracias Jimin– recargo su cabeza en el hombro de su amigo para que lo escuchará.

No hay de que– sonrió y el coche se puso en marcha finalmente.

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Estacionate bien idiota– le dijo al pelinegro, su auto estaba en medio de la calle, según el pelinegro ya lo había "estacionado".

Yo no tengo auto, así que no se estacionarme– miro al rubio.

Y como fue que manejaste todo el camino hasta aquí?– preguntó sorprendido, había dejado la vida de 7 personas en las manos de un inexperto.

Solo se lo básico– se encogió de hombros.

Salgan todos– abrió la puerta a su lado y movió suavemente a su amigo– sal Kook– le dijo.

Claro– salió y se sacudió el pantalón por si se había arrugado.

Una vez todos estuvieron afuera saco también al pelinegro de su coche.

Tú también tonto que haces aún aquí?– lo miro.

Pensé que me ibas a obligar a aparcarlo bien– rio suavemente y salió del coche.

Idiota– murmuró y volvió a entrar al coche, cuando terminó de estacionar correctamente el auto entro a la fiesta.

La sala estaba repleta de gente, la música retumbaba en todo el lugar, todo la casa tenía a varías personas, fue hasta la cocina para servirse un trago.

Ten– le dijo su amigo mientras le daba un vaso.

El lo tomo rápidamente y lo miro con los ojos entrecerrados.

Mamá me dijo que no aceptará un trago de desconocidos– lo miro aún dudoso.

Pff– bufó– entonces devuelvelo.

Me quieres drogar para después violarme?– la duda seguía en su voz, le encantaba bromear con el azabache.

Claro– asintió y su rostro formó una sonrisa– te quiero en mi cama– le guiño un ojo.

Entonces con gusto lo acepto– le tomo a la bebida hasta que se la acabo completamente.

¿Te la acabaste toda?– preguntó sorprendido, estaba bromeando con su amigo, obviamente no iba a violarlo o algo parecido.

Si, toda– asintió y vio el vaso completamente vacío– creo que ya estoy borracho– comenzó a tambalearse de un lado a otro.

Deja de bromear– golpeó el pecho de su amigo.

Vamos a bailar– tomo la mano del azabache y se dirigió a la "pista de baile" con el.

Los dos comenzaron a bailar al ritmo de la música, sus cuerpos rozaban entre si, colocó sus manos en los hombros de su amigo y comenzó a moverse suavemente, su cadera moviéndose en compas con la canción que sonaba, el rubio colocó sus manos en la cintura del azabache, se acercó aún más a él.

Voy por otro trago, ¿Quieres uno?– preguntó.

No gracias– nego y sonrió.

El rubio se dirigió a la cocina y se sirvió un trago, mientras tanto el azabache seguía bailando solo, o bueno, hasta que llegó un peliazul a molestar su soledad.

¿Vienes solo bonito?– le pregunto con un tono coqueto.

No– nego y detuvo sus pasos al ver lo decidido que estaba el peliazul de bailar con el.

¿Enserio?– preguntó, pero antes de que el azabache contestara el hablo de nuevo– ¿Quieres ir a otro lugar?– tocó el trasero de Jungkook haciéndolo alejarse de inmediato.

No quiere y más te vale que quites tus sucias manos de su cuerpo antes de que yo lo haga– apretó el hombro del peliazul y le susurro– Y creeme que no lo haré con cuidado– avento al peliazul lejos de su amigo.

Está bien, lo siento– mostró ambas palmas en señal de rendición.

Vete– señaló el pasillo– ahora– lo miro desafiante.

Me voy– asintió y se marchó.

Estás bien Kook?– miro a su amigo, este todavía seguía en shock.

Si estoy bien– murmuró apenado.

Ese idiota– murmuró enojado– Como se atreve a tocarte– se estaba cabreando mucho, odiaba que tocaran a su amigo.

Enserio estoy bien – acaricio la mejilla de su amigo y le sonrió, en un intento de calmarlo.

Está bien– murmuró e inclinó su cabeza para mantener aún más el contacto con aquel toque.

¿Si obtuviste tu trago?– preguntó divertido y soltó a su amigo.

Si, pero lo avente en alguna parte cuando ví a ese idiota acercarse a ti– rio.

Lo siento– se sonrojo.

No importa– abrazo a su amigo, le parecía realmente tierna su actitud.

¿Aún quieres bailar?– preguntó dudoso.

Seguro– rio suavemente y se acercó nuevamente a su amigo.

Pasaron varias horas tomando y bailando entre ellos, ambos disfrutaban pasar tiempo juntos, aquellos momentos eran los que más atesoraban en sus corazones.

¿Quieres ir a una habitación?– preguntó mientras abrazaba a su amigo por la espalda.

Claro– asintió– vamos.

El rubio tomo la mano de su amigo y subió a la segunda planta, fueron abriendo puerta por puerta buscando alguna habitación disponible, cuando abrieron la última puerta entraron, finalmente habían encontrado una habitación sin nadie.

Acuéstate– palmeo el lugar a su lado en la cama.

Claro– asintió, se acercó hasta la cama y se acostó.

El rubio lo abrazo por la espalda, era una escena realmente íntima para quien la presenciará.

Kook– recargo su mentón en la espalda del azabache, necesitaba decirle.

¿Qué sucede?– acaricio las manos que Jimin tenía entrelazadas alrededor de su cintura.

Me gustas– pronunció finalmente.

¿Qué?– detuvo sus movimientos.

Me gustas Jungkook– pronunció de nuevo, se lo debía contar, ya no soportaba guardarlo para si mismo.

No puede ser– intento separarse de su amigo, estaba totalmente sorprendido.

Su agarre se volvió más fuerte, no quería soltar al azabache.

Cuando te dije que tenía pareja mentí– inclinó su frente en la nuca de su amigo, deleitándose con su aroma.

¿Qué?– volvió a preguntar.

Te mentí– volvió a decir– quería confesarme a ti está mañana– confesó– pero no sabía si era correspondido, así que te menti diciendo que tenía pareja, quería ver tu reacción al saberlo, y esa reacción me dió la confirmación de que también te gusto.

¿De qué hablas?– su cerebro no lograba procesar tanta información.

Cuando dije que pasaría por ti, te traería hasta esta fiesta y me confesaría– continuo– pero entonces Kai me llamo diciendo que si podía pasar por el, se supone que el iría en los asientos de atrás en silencio, pero trajo a cinco personas con el, y cuando pase por ti y ese idiota intento pasarse me enfade demaciado así que preferí ir yo atrás contigo, pero después todo eso sucedió, y no me agrada que te toquen– fue detenido por su amigo.

Espera, no logro entenderte si hablas así– se volteo hasta quedar cara a cara con su amigo.

Me gustas– susurro.

El azabache se sonrojo, jamás pensó en llegar a gustarle a su amigo.

El rubio apoyo su mentón en el hombro de su amigo y lo abrazo aún más.

Por favor sal conmigo– suplico, se sentiría mal si era rechazado en este momento.

Claro– abrazo aún más al rubio– salgamos– sonrió.

¿Enserio?– lo miro sorprendido.

Enserio Jimin– afirmó.

Gracias Kook– lo beso.

El beso era lento y dulce, ambos trataban de transmitir todo el amor que sentían el uno por el otro en ese beso, tantos años esperando poder confesarse, pensando que no eran correspondidos.

Esa noche dos almas se convirtieron en una sola y dos chicos entregaron su corazón al otro, simplemente un acto que valía la pena vivir.