DÉCIMO "PRIMER BESO"

Era un día de pleno sol. Lauren había planeado pasar el día en su barco con Camila.

Era la primera vez que la llevaba allí. Mientras terminaba de cargar todo en la embarcación, miraba de reojo el estacionamiento para ver si Camila llegaba.

Ese día aún no se habían visto pero Lauren esperaba a que viera esa filmación donde le explicaba todo lo que había sucedido con respecto a su accidente y ahora también tenía agregados los momentos con ella. Se había vuelto rutina que Camila viera ese video, procesara toda esa información y esperara leer un mensaje de Lauren donde le indicaba cuál sería el plan de ese día. Habían filmado todas y cada una de sus citas. Desde aquel primer beso, habían pasado otros 10 primeros besos.

Y aunque a Camila le resultara un momento nuevo y único cada día, Lauren sentía que con cada beso estaba más enamorada de ella.
Mientras arreglaba su Cabello azabache y se miraba aquel vestido que llevaba ese día, Lauren vio el auto de Camila estacionar.

De a poco la vio acercarse y ella ya la esperaba con una sonrisa y la mano extendida.

"Hola Camz."

Camila la miraba emocionada "No puedo creerlo."

"Creelo. Porque todo es verdad. ¿Estás bien?"

"Creo que sí ¿cuánto tardo a diario en terminar de caer de todo lo que pasó?"

"Mmmm más o menos hasta que te doy el primer beso."

Camila sonrió, pero a pesar de que sabía que ya se habían besado, sentía que aún no era el momento.
Lauren preparó un rico almuerzo y lo sirvió en la parte superior de la embarcación. Camila llevaba un vestido azul con líneas blancas, acorde a la ocasión. Sus mejillas ya estaban algo coloradas por efecto del sol, y Lauren decidió colocarle un sombrero para protegerla.
Una vez satisfechas, Camila se sentó al lado de Lauren y la contemplaba, mientras ella mantenía cerrado los ojos.

"¿Cómo hacés Lolo?"
Lauren abrió los ojos y la descubrió a su lado

"¿Hacer qué?"

"Esperarme. Soportar esto. Es una locura."

Lauren se incorporó un poco y la tomó del rostro "No. Ey, mirame. No es cuestión de soportar. Ya lo hablamos. Yo estoy bien así, te lo juro."

"Pero te pasas la vida haciendo esto. Y yo apenas te conozco por videos. Me parece tan injusto."

"Camila. Tu no tienes una idea de todo lo que me das. Cada día me despierto y quiero estar contigo. No pienso en otra cosa. No me importa otra cosa."

"Lolo..."

"No Camz. Piénsalo al revés. Piensá si un día llega alguien a tu vida que rompa todos tus esquemas. Pero que a diario se olvide de ti. ¿Qué harías? ¿Te alejarías?"

"Ni loca."

"Ahí tienes la respuesta."

Camila no dijo más nada. Aunque aún tenía dudas, decidió que no era momento de despejarlas.

Por la tarde, mientras Lauren preparaba unos licuados en la cocina, Camila la esperaba en la parte superior mientras escribía sobre un cuaderno. Lauren subió sigilosa y la observó por algunos segundos.

"¿Estás escribiendo un libro?"

Camila se llevó una mano al pecho

"Ay Lolo, me asustaste. Estoy... digamos... escribiendo un poco lo que siento a diario."

"Ajá. ¿Y se puede leer?"

"Depende. ¿tu serás la chica Ojiverde que me roba suspiros y me hace latir el corazón muy fuerte? Porque eso escribí acá varias veces."

Lauren se miró haciéndose la sorprendida.

"Espero ser yo y no estes mirando por ahí a otras Ojiverde."

Camila se acercó a ella cerrando el cuaderno y acariciándole el rostro suavemente. Lauren cerró los ojos ante el contacto pero Camila le pidió lo contrario

"Mirame. Por favor."

Lauren abrió lentamente los ojos y sintió la respiración de Camila muy cerca. La estaba mirando con detalle, con paciencia. No perdía de vista ningún detalle del rostro de Lauren. Se detuvo algunos segundos más en las pecas de su nariz, en sus ojos verdes que ese día brillaban más y luego en su boca. Lauren se apresuró humedeciéndolos, haciendo que Camila perdiera la poca vergüenza que tenía. Se acercó rápidamente y cortó la distancia entre ellas.

Lauren sintió el mismo miedo de Camila como cada día. Sus labios temblaban levemente para luego ganar confianza y entrar en su boca sin ningún tipo de barrera.
Siguieron besándose varios minutos. Camila la tomaba del cabello mientras Lauren, con algo más de confianza, estaba aferrada a su cintura. Cuando Camila mordió su labio inferior provocándole un leve gemido, Lauren se perdió en el deseo y bajó sus manos para situarse en los muslos de Camila.

Ella se removió un poco inquieta en su asiento.

"¿Es mucho?"

"Nnnn... no. Perdón Lolo. Estoy un poco nerviosa."

"Tranquila Camz.. Está todo bien. Me dejé llevar."

Camila se levantó negando con la cabeza y apoyándose en la baranda.

"Camz ¿Estás bien?"

"¿Ves? Esto es lo que te digo. Van a pasar días y días enteros y yo voy a creer siempre que es nuestro primer beso. Voy a estar nerviosa, con miedo. Y es muy injusto. Tu no te merecés esto."

Lauren se paró y fue segura caminando hasta pararse a su lado. Camila temblaba de cuerpo entero ante su presencia. Porque Lauren le generaba eso, algo inexplicable. Entonces la Ojiverde suspiró y tomó su mano. La besó y la puso sobre su corazón.

"Yo también estoy nerviosa. Siente. Cada vez que te veo. Cada vez que te beso. Lo mío es más grave porque yo sí me acuerdo de todo pero tiemblo como la primera vez."

Camila acarició ese contacto en su pecho y se acercó. Acarició con su nariz el cuello de Lauren y se embriagó con su perfume. Besó la línea de su mandíbula, su nariz, su pera. Y luego sus labios. La besó profundo, con más seguridad. Con más ganas, pegando sus cuerpos. Ambas se acariciaban con un amor propio de ellas. Recorrían una y otra vez sus brazos desnudos. Se quedaron así un largo rato, entre besos, sonrisas y abrazos.

El viento frío, enemigo de los momentos románticos, les indicó que era momento de regresar.
Camila ayudó a cargar todo en el jeep de Lauren y se acercó a ella para robarle otro beso.

"Mirá que hay un límite diario de besos."

"¿Ah si? Eso no me lo dijiste, sino lo hubiese anotado."

"Es una cláusula nueva."

"Me parece que con esa cláusula salimos perjudicadas las dos."

"Si. Pero hay una segunda cláusula que mejora las condiciones."

Camila sostenía la mano de Lauren, haciéndola danzar en el aire y acariciando su palma con uno de sus dedos.

"¿Y cuál sería? Estoy dispuesta a todo antes de que se me terminen tus besos."

Lauren se mordió el labio intentando contenerse por no besarla con pasión ante ese comentario.

"Que aceptes venir a cenar a mi casa."

"Sería un placer, conocer un espacio nuevo en tu vida. Porque no conozco tu casa. Eso lo anoté ayer en mi cuaderno."

"¿Es un reproche?"

"Para nada. Es más bien un anhelo."

"Perfecto señorita ¿Está lista para conocer mi casa?"

"Para ti... siempre estoy lista."