— Y la taza se debe agarrar de forma que el meñique quede levantado mientras los otros sujetan la tacita así —hace una demostración de lo anterior explicado— Bien, ahora es su turno señoritas.

Todas las jóvenes siguieron las instrucciones de la docente con entusiasmo mientras que Alice soltó un bufido en señal de aburrimiento para luego sujetar el objeto y estirar el dedo sin ninguna emoción hasta que finalmente sonó la campana indicando el final de clases. Se levantó rápidamente de su asiento para recoger sus cosas, seguido de guardarlas y salir del aula. Al salir del colegio se dirigió en dirección al guarda espaldas quien la esperaba ya con la puerta del automóvil abierta para dirigirse a la mansión.

A pesar de ser una princesa y que haya reyes gobernando en el país, el mundo seguía avanzando en cuanto a la tecnología se tratase, lo único que conservaban eran las tradiciones, en el mundo en el que viven, los presidentes no existen.

...

— ¡no quiero hacerlo! —protesto cruzándose de brazos— no quiero casarme con un príncipe.

— tienes que hacerlo, Alice —intento convencerla su madre— es la tradición, te casaras con un joven príncipe que te cuide y te amé.

— ¿Qué sucede si no es así? —Inquiere con preocupación— ¿Qué pasa si es una persona mala? ¿Serían capaces de casarme por conveniencia? ¡Soy su hija!

— ¡suficiente! —el sonido de la madera ser golpeada asusto a la rubia quien miro a su progenitor con temor- comportate, Alice ¿Qué modales son esos? ¿Alzar la voz? Ese no es la actitud que debe tener una dama y por si no lo sabias durante siglos hemos seguido la tradición del matrimonio con el fin de unir nuestros reinos y un heredero que sea digno se seguir con el reinado y no vamos a cambiar nuestras reglas solo porque una mocosa caprichosa se niegue, te casaras y fin de la discusión —sentencia saliendo de la habitación dando un portazo.

Resignada, Alice decidió que no valía la pena discutir, su padre le atemorizaba mucho por lo que no se atrevía a volver a tocar el tema así que no le quedaba más opción que una vez más, guardarse lo que piensa y hacer lo que se le ordena.

Al llegar a su habitación cerró la puerta con seguro, seguido de apoyarse de espaldas contra está dejándose caer hasta el suelo permitiéndose finalmente llorar liberando todo lo que siente. Alice estaba cansada, no era la primera vez que le hacían esto y está consciente que no será la última.

— esto es injusto... —dice limpiándose las lágrimas— no quiero casarme con alguien que no conozco ¡soy demasiado joven para el matrimonio! —Chilla llamando la atención de la pequeña bola de pelos que descansaba sobre su cama y Alice al darse cuenta se acercó hasta tomarlo entre sus manos dedicándose a acariciar sus largas orejas— Lo siento, Bunny, solo estoy cansada de tener que hacer todo lo que me piden mis padres, sé que tengo que obedecerles pero hay algunas cosas que sinceramente no puedo tolerar —suelta un suspiro con desanimo procediendo a acariciar la pancita del conejito y humedeciendo sus labios sigue— a veces... desearía nunca haber sido una princesa, agradezco que tengo una buena vida y nunca me ha faltado nada pero... ¿de qué sirve tenerlo todo si estas sometido a una vida en la que tienes que renunciar a tantas cosas? —Dirige su mano hasta la esponjosa colita— Quisiera tener una vida con preocupaciones normales, amigos que se me acerquen porque quieren conocerme y no por ser la princesa del reino y casarme con una persona que ame y no por conveniencia.

La rubia bajo la mirada encontrándose con la del conejito quien la observaba fijamente para luego acercarse más y acurrucarse contra su pecho sacándole una sonrisa a la chica.

— A pesar de ser solo un conejito y sé que probablemente no me entiendas te diré que te has convertido en mi mejor amigo y mientras este conmigo no hay nada que no pueda superar —susurra sabiendo que el pequeño no le iba responder.

...

Alice caminaba por el bosque siguiendo a la pequeña bola de pelos quien desde la tarde había estado inquieta por lo que la rubia había decidido que era hora de sacarle a pasear. La chica no sentía preocupación alguna por andar sola porque desde pequeña lo hacía y sus padres siempre se había asegurado que el reino siempre fuera un lugar seguro pero lo que la extrañaba de cierta manera es que el conejito se había desviado del camino dirigiéndose en dirección a una zona del bosque que Alice nunca había visto en sus diez y siete años de vida notando que en medio de todo estaba una laguna. El conejito apresuro sus saltitos hasta quedar frente a este por lo que la adolescente se acercó hasta sentarse a su lado y así poder ver la laguna por completo quedándose maravillada y sintiéndose curiosa preguntándose de donde venía el resplandor que le daba esa apariencia de fantasía porque la luz de la luna no era lo suficientemente brillante como para que el agua se iluminara de tal manera además de que el resplandor parecía venir desde el fondo. Quiso ver un poco más sin embargo no pudo permitirse tal deseo debido a que sintió un suave empujón que fue suficiente para hacerla caer en el agua, desesperada, Alice intento salir a la superficie fracasando en el momento que sintió que alguien sujetaba su brazo hundiéndola hasta el fondo siendo la luz de la luna lo último que vio antes de quedar inconsciente.

Continuara.