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~1~

Luego de aquella conversación en la habitación, Dann y Yoongi salían tomados de la mano, felices y contentos del gran paso que habían dado, los flashes de los invitados los cegaban.

Bailaron, rieron, bebieron, comieron y cuando llegó la hora subieron a su carro para irse a casa, en donde pasaron su primera noche solos y juntos, solo eso basto para saber que no se arrepentirán de lo sucedido. Pero cuando llegó el descanso y Yoongi dormía a su lado, a Dan la visito en sueños el temor, tristeza y un Jungkook golpeado, moribundo y demacrado que se dejaba morir por haberla perdido, holgado de una gran viga de sus manos, una sombra a su lado que reía demoníacamente.

Se sentó Asustada, con su pecho apretado, su piel estaba erizada, sus mejillas mojadas por las lágrimas que corrían sin cesar. Se movió un poco de la cama, tomo su teléfono y fue a la planta baja, en donde leyó con atención su carta.

Lloro, se había casado con un buen hombre, con un hombre que la amaba y sin duda ella sentía muchas cosas por el, pero.... ¿Por qué no dejaba de pensar en Jungkook?, ¿Por qué a pesar del dolor que el le había causado ella seguía deseando estar con el?, ¿Por qué no simplemente se olvidaba de aquel hombre?

Quiso llamarle, escuchar su voz, escuchar que el estaba bien, una parte de ella le decía que lo hiciera, otra, le dejaba muy en claro que era un error, y que de solo escuchar su voz ella saldría corriendo detrás de él y no quería, sin duda alguna, no quería perder a Min.

Así que, solo guardo aquella carta en el sobre, tomo su teléfono y subió a su cuarto, recostarse junto a su, ya, esposo, acomodó junto a él. Yoongi abrió sus ojos, entre dormido, pestañeo largo y sonrió, Dan, seria y con un corazón dolido busco sus besos.

El resto de esa noche, fue historia, aquella frase que los caracterizó desde un principio, se tatuó en sus seres, él la llevo hasta el fin de los orgasmos, descansaban por minutos, y volvían a buscar las ganas de complacer al otro.

Sin miedo a ser escuchados, sin temor de que alguien los encontrará en el acto, sin guardar los gemidos en sus pechos, sacando todo a la luz, incluido, aquel juguete sexual que encontró entre las cosas de ella.

De alguna forma, Dan, buscaba en Yoongi lo que obtenía en Jungkook, esa forma de pujar y besar que desataba todo deseo, esa en la que, ella era capaz de enloquecer por solo un toque de sus dedos en su piel, esa en la que la dejaba tan exhausta que solo le queda dormir para recuperar sus fuerzas.

Pero Min Yoongi, era totalmente diferente a Jungkook, en todo sentido, con el, se ahorraba los problemas de celos y desconfianzas, se ahorraba los asuntos del "me fuiste infiel" con solo hablar con alguien, y definitivamente, no la hacía sentir tantas cosas en la cama como el galleto le hacía sentir.

O eso, era lo que ella creía a ciegas...




























«Cuatro años después»












- ¿Y bien? -pregunto Jin mientras ella leía unos papeles-

- no me presiones, tú hablaste con Yoongi y ambos me convencieron de esto... Ahora debo disminuir mis horas de trabajo.

- eres mi mano derecha en urgencias, te necesito aquí -apoyo con molestia los documentos sobre el mesón en la sección de enfermeras.

- ya te dije oppa... No puedo cubrir los fines de semana, debo pasar mi tiempo con mis hijos, con mi esposo y en los estudios de la beca que tú me regalaste.

- me gusta que seas responsable, -miro con orgullo- esperaba esa respuesta de ti -sonrieron- nos vemos futura doctora Min. -ella sonrió más.

- Adiós doctor Kim -lo miro alejarse de ella.

El día del matrimonio, A pedido de Yoongi, la sumaron a la lista de las pocas becas que el hospital daba a los funcionarios como premio por su rendimiento, ambos convencieron a la chica de tomar esta oportunidad.

Al principio, Dany, se negaba por el tiempo, debía dividirlo en sus hijos, en su esposo, en su trabajo y en sus estudios, pero, al recordar que su hermano le decía que era una estrella y debía brillar ante todo, lo acepto.

Solo le quedaba ese semestre para terminar la carrera y el otro  año sería completamente de prácticas en el hospital en el que ya trabajaba.

Eran los más arduosos, en los que más debía esforzarse, y en los que más estaba distraída debido a los últimos sucesos que ocurrían en su hogar.

JungRi, comenzaba a discutir con Yoongi, comparándolo con su padre, ella sabía las razones, pero hacía como que nada pasaba, no quería perder al hombre que restauró su corazón, aunque eso significará hacer la vista gorda de lo que ya sabía. El niño, a sus cortos 13 años, ya sabía y tomaba el peso a la palabra "infidelidad".


















«Un año antes»


Dany, tomaba ropa de su familia para lavar, tenía la costumbre de revisar bolsillos para que, nada que no fuera exento entrará en la máquina.

Fue cuando encontró, preservativos y un vale de estacionamiento, el nombre escrito ahí le llamo la atención, y tomo su teléfono buscando que y donde era, se encontró que, era un motel, cerca del trabajo de Min.

Su mundo se vino encima, no le encargó, guardo ese descubrimiento para ella y sola sufrió en silencio.

Días después, con la duda que la mataba en su interior, decidió ir a la oficina de su esposo, su secretaria no estaba en su puesto, así que entro sin pedir permiso, sin ser anunciada, y los vio besándose descaradamente, ella estaba sobre el escritorio y el entre sus piernas, las lágrimas de Dan brotaron, no sabía si interrumpir, no sabía si volver por donde había llegado, solo quería desaparecer de ese lugar y que nadie supiera que los había visto.

Para su mala suerte, Yoongi alzó la cabeza, gimiendo de quizás las manos que recorrían su cuerpo, y la vio parada en la entrada, apenas cruzaron miradas, Dany salió corriendo, él, detrás de ella, subió a su carro y condujo sin rumbo alguno.

Su teléfono sonaba sin parar, no le tomo en cuenta, no quiso escuchar explicaciones, no queria que la convenciera diciendo la típica frase "fue un error".

Cuando se dio cuenta, estacionó su carro, miro a los lados y se encontró en el lugar que alguna vez Jungkook la llevo, a orillas de una playa, se quedó a dormir ahí esa noche, con un corazón despedazado, se supone que había tomado la mejor decisión, pero lo peor estaba por venir.

Cuando volvió a casa, Min la esperaba, sus hijos ya se habían ido a la escuela, y solo estaba ella, él y la señora Bing que ayudaba con sus hijos.

-necesitamos hablar -dijo siguiéndola a su cuarto.

- Yoongi, en serio, ahora no quiero -entro a la alcoba que ambos compartían.

- Dany -tomo su mano, ella no quiso verle- ya no puedo con esto -volvió a llorar- ya no puedo...

- ¿Que hice mal, Gigi?

- he vivido bajo la sombra de Jungkook todo este tiempo -ella volvió a el molesta.

- ¿Bajo la sombra? Me case contigo, el no está entre nosotros, tenemos hijos, y no lo habíamos nombrado hasta ahora -el soltó su mano.

- ¿A no?... No lo sabes, pero, en las noches lo llamas, sueñas con el y lloras, cuando estás despiertas soy solo yo, pero no me basta, quiero ocupar tus noches también.

- te estás escusando, yo soy feliz junto a ti, te amo, y quiero estar contigo -ambos guardaron silencio un momento- haré como que nada vi, haré como que nada paso.

- no quiero eso, ella, ella me gusta en serio -Dan llevo sus manos a sus cabellos, jalando de dolor- ella, no es un error, llevamos ...

- ¡Cállate!, No quiero oírlo - se acercó a el- por favor Yoongi, no me dejes, no por algo que no tiene futuro.

- te lo había querido decir hace mucho -camino a su baño y encerró, golpeó con su puño un par de veces, en la loza de la ducha, tan fuerte que sus nudillos se rompieron y sangraron.

- puedes quedarte aquí -dijo en la puerta- yo, usare una de las habitaciones vacías -ella se dejó caer en sus rodillas y lloro desconsoladamente.

Ese día, no fue a su trabajo, tampoco a sus clases en la universidad. Una vez, enfermo de amor por Jungkook, esta vez, enfermo de amor por su Gigi. Los recuerdo la invadían, esos en los que eran completamente felices, ¿Como no se dio cuenta que su matrimonio se desmoronaba?... Claro, culpo a sus estudios, estaba tan ocupada que no noto el distanciamiento de el hacía su persona.



















«Presente»










- Hola Dany -ella giró sonriente hacía Hobi- Younha quiere invitar a los niños el fin de semana a casa, ¿Pueden ir tú y el gato a comer? -cruzo miradas con Tae, el era el único que sabía aquel secreto.

- Oh, yo, no lo sé, puede que vaya con los niños, Yoongi tiene mucho trabajo.

- Vamos, hace mucho que no van todos -ella lagrimeo- ¿Todo está bien?

- Claro, todo bien, es solo que el tiene trabajo y ...

- Dan... ¿Que sucede? -limpio la gota en su mejilla.

- nos vamos a divorciar -Hobi abrió sus ojos tensando su rostro-

- ¿No puedes olvidar a Jungkook? -ella bajo su rostro, pensó que era lo mejor si, se culpaba ella.

- eso creo, -"di la verdad, el te dañó", recordó su conciencia- creo que, el ya no me ama.

- de qué hablas, Dany, Yoongi te ama, tu eres la única que no ha podido superar que Jungkook te abandonará -ella lloro mas- si hay una culpable aquí, eres tú.

- Hoseok -reclamo Tae- si no sabes lo que sucede, no creo que seas el indicado para reclamar nada.

- tu no te metas, con suerte sabes toda la verdad, yo soy amigo de Yoongi hace mucho, he visto lo que el sufre.

- parece que no eres tan amigo de él...

- Tae, no... -murmuro, ambos guardaron silencio-

- será mejor que no vayas a mi casa. -reclamo a la chica.

- maldito idiota -tomo de su pecho- Yoongi...

- Tae.... -pidio callarlo, entrometiendose entre ambos.

- le fue infiel -Hobi miro a su amiga, ella suspiró rendida-

- ¿Que? -Jimin se acercaba a saber que sucedia- Danssi -miro a ella, verla llorar hizo que el chico también sollozara, Dan soltó a Tae y se alejó de ellos.

- eso no puede ser... Yoongi la ama -Tae soltó de su pecho

- Si no me crees, ve y pregúntale a tu amigo, y cuando sepas que es verdad, espero te disculpes con ella -camino en dirección a donde ella se había ido.

Busco entre pasillos, en los box, en el patio de comida, pabellones, camerinos, pero nada había de Dan en ninguna parte.

Pidió que llamarán a la chica por alto parlante, pues no contestaba su teléfono, así lo hicieron, pero al lugar llegaron todos menos ella y Hoseok.

Tae, entre todos, estaba dolido por contar su secreto, solo se lo contó a el, y sentía que le había fallado, pero, la ocación lo ameritaba, no podía callar cuando la trataron así, injustamente.

Jin y Namjoon, preguntaban por ella, Jimin salió corriendo creyendo saber en dónde estaba, subió hasta la azotea, pues hace unos meses, el se arrancó ahí para despejar su cabeza y la encontró parada muy a la orilla de la baranda, como si decidiera terminar con su vida, pero apenas el le hablo ella sonrió y se alejó abrazándolo con fuerza. En ese momento el no sabía por qué de su reacción, ahora le encontraba todo el sentido.
















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