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023

Hola, van a odiarme en este capítulo, pero yo los amo, bye.

— Estoy haciendo esto por mí y por mi novio. ¿Lo entiendes? Es mi novio, nunca fue el tuyo, debes soltarlo.

Lo sabía, él ya lo sabía, que se lo repitieran no lograba nada más allá que herirlo.

Sus ojos conectaron con los del más alto antes de hablar, sintiendo sus ojos cristalizarse por el dolor, por la ira. Y estaba teniendo un buen día...

— ¡Ya lo sé, maldita sea! ¡Ya lo sé! ¡Solo detente! ¡¿Te divierte?! ¡¿Les divierte a todos verme así?! ¡¿Llorando?!

— No es eso...

— ¡Lo he intentado! ¡He intentado superarlo y he tratado de no encontrarlos en los pasillos! —Jungkook lo interrumpió— ¡Pero es tan complicado! ¡Yo lo amaba! ¿No lo entiendes? Yo... Yo solo quería... Yo solo soñé que sus palabras eran verdaderas, creí que era sincero... Creí que sería yo en lugar de ti... ¿Qué te hace sentir incómodo? Ni siquiera estoy intentando acercarme a ustedes, no planeo robarte a Mingyu ni nada por el estilo, ¿por qué no puedes dejarme en paz?

Junhui pareció quedarse sin argumentos, porque ni siquiera separó los labios para responderle. Jungkook lo vio como la oportunidad de huir, de irse de ahí con los trozos de su dignidad porque se había desmoronado frente a un desconocido.

Sin embargo, cuando menos lo esperó y deseó, dos chicos entraron al lugar, riendo entre ellos y molestándose como los grandes amigos que eran. Sus risas mermaron en cuanto se miraron entre los cuatro y Jungkook sintió que no podía respirar.

Curiosamente, Junhui fue el primero en escapar de la situación dejando más aturdido a Jungkook en cuanto pensó que le contaría esto a Mingyu y, entonces, los puntos que había ganado serían arrebatados de nuevo. Las lágrimas cayeron de sus ojos sin poder evitarlo y los otros individuos que habían ingresado se miraron entre ellos.

— ¿Quieres que llamemos a Taehyung?

Jungkook no supo cuál de las dos le sorprendió más; si ellos preocupándose por él o preguntándole si Taehyung le ayudaría. Demasiado aturdido para pensar en lo primero, asintió fervientemente a lo segundo y ni siquiera notó en cuanto el más alto tomó su celular y enviar un mensaje a Jimin.

Por el contrario, el más delgado carraspeó antes de entrar a un cubículo para hacer sus necesidades, dejando a su mejor amigo con Jungkook.

— Jimin dice que Taehyung vendrá en un par de minutos.

— Está en clase...

El chico pareció no entenderle por el llanto y el volumen de la voz pues se inclinó con una mano detrás de su oreja. Jungkook parpadeó varias veces y se aclaró la garganta.

— Taehyung está en clase...

— Estaba saliendo de ella, según lo que Jimin me dijo.

Una botella de agua se le fue ofrecida y Jungkook negó porque realmente no quería agua. La cadena del baño fue halada y el otro salió del cubículo con una pose un tanto rígida mirando a su mejor amigo, comunicándose silenciosamente.

Jungkook observó por el rabillo del ojo que el chico que le había ofrecido agua era justo su tipo; altos, ejercitados y hoyuelos en las mejillas. Generalmente, cuando se enamoraba, el físico le importaba poco, pero si el sujeto en cuestión cumplía con sus estándares físicos, a Jungkook no le molestaba en nada.

Una lástima que no estuviera buscando una relación.

— Deberíamos salir; el aire del baño no debe estar ayudándote en nada —el chico a su lado dijo mientras se lavaba las manos—. Además, es la hora del almuerzo; seguro comer algo te haga sentir mejor.

— Jin tiene razón —su tipo ideal dijo.

Así que, antes de que Taehyung llegara, salieron los tres, Jungkook detrás de ellos. Se sintió totalmente aliviado cuando divisó a Kim con Park llegando hasta su ubicación.

Lo primero que el castaño hizo antes de acercarse a Jungkook fue mirar a Jin y al otro chico.

— Gracias.

— No hay problema —el de los hoyuelos murmuró.

Se inclinó a Jungkook, cubriéndolo un poco con su cuerpo de las miradas ajenas y el menor agradeció aquello acercándose más a Kim antes de escucharlo hablar.

— ¿Quieres hablar sobre ello o...?

— No quiero comer aquí —respondió y Taehyung asintió, ofreciéndole la mano que tomó sin dudar.

— ¿Todos o quieres solo ir con Jimin y conmigo?

— No, solo contigo...

— Iremos a almorzar fuera de la universidad —comentó hacia a Jimin y su mejor amigo lo entendió todo.

Taehyung comenzó a caminar con Jungkook hacia la salida, con sus manos enlazadas. Logró escuchar a Jimin invitar a los otros dos a comer con ellos antes de alejarse lo suficiente. Jungkook mantuvo silencio en todo el camino, pero no soltó su mano en ningún momento ni alzó la mirada tampoco.

Jungkook se quejó cuando Taehyung amagó a sentarse frente a él y no junto a él en la mesa del restaurante de comida rápida. El castaño sintió como la cabeza del menor caía contra su hombro, encogiéndose levemente en el asiento.

Observó la cartelera con la comida y los precios esperando que ese tipo de comida alegrase al menor.

— ¿Hamburguesa de pollo o de res? —preguntó de forma distraída, pero sin recibir respuesta.

Jungkook apretó su mano en el brazo de Kim donde se sujetaba y tomó una larga bocanada.

— Me humilló... Dejé que me humillara, mejor dicho.

— ¿Quién?

— El novio de Mingyu, no sé su nombre...

Taehyung lo conocía; Jimin se lo había dicho, pero ¿qué excusa podría darle a Jungkook? Aunque aquello era lo de menos, lo primordial aquí era ¿cómo se habían encontrado? ¿Por qué?

— ¿Se acercó a ti para... eso?

— No —una pausa—. No lo sé. Entré al baño, y estaba ahí. No le dirigí la palabra y tampoco pensaba hacerlo, solo quería orinar...

— ¿Fue él, entonces?

Jungkook se enderezó de golpe, mirándolo y Taehyung no evadió su mirada, sintiendo una tristeza y una impotencia profunda cuando descubrió los ojos rojos de Jungkook, su rostro apagado y surcado por las lágrimas dolorosas.

Jungkook se veía tan vulnerable y frágil. Se preguntó ¿cómo había hecho antes para levantarse? Cuando ni siquiera Hoseok era su amigo, ¿en quién se había refugiado? ¿A quién le había confesado sus sentimientos, sus molestias y preocupaciones? ¿Desde hace cuánto Jungkook venía cargando con todo solo?

— ¿No me crees?

Taehyung le creería incluso si le decía que conducir borracho era la forma más segura de hacerlo.

— Claro que te creo, Jungkook. No estaba dudando de ti...

— Se acercó diciendo que no era sano que yo no superara a Mingyu, que era su novio y no el mío, como si... —Sacudió la cabeza, apretando los labios— Como si yo no lo supiera.

Tomó una honda bocanada de aire antes de continuar.

— Estoy intentándolo ¿sí? Soy consciente que ya no es mío... Que nunca lo fue, de hecho, pero eso no significa que pueda dejar de quererlo en un par de semanas... Necesito tiempo y pareciera que él no lo comprendiera, seguramente porque nunca lo han utilizado como a mí, porque nunca lo han roto como lo han hecho conmigo.

» Estoy harto, Tae... Estoy harto de los Mingyus, de sus parejas... Estoy tan agotado de encontrármelos —su voz no tembló mientras hablaba—. Solo fue sexo para ellos mientras que para mí fue todo.

Su atención fue completa en Taehyung cuando fue tomado de la mano y contempló el contraste de sus tonos, la diferencia entre sus dedos y uñas cuando Kim entrelazó sus dedos. Escuchó su voz, pero no apartó la mirada de sus manos.

— Quisiera poder hacer algo por ti, quisiera que nunca hubieses pasado por cosas como estas... —pronunció desde lo más profundo de su ser, acariciando con ternura sus manos unidas con la mano libre—. No sé qué hacer para cuidarte, no sé qué hacer para que olvides a Mingyu y puedas continuar avanzando.

La mirada que Jungkook le otorgó fue bastante profunda. Ladeó la cabeza y se relamió los labios cuando su cerebro formuló diversas cuestiones acerca de Kim.

— ¿Cuántas parejas has tenido?

Taehyung frunció el rostro en desconcierto, ¿qué tenía que ver una cosa con la otra?

— Ninguna.

Jungkook le dio una mala mirada, una de reproche y luego se rio en su cara.

— ¿Esta es tu forma de querer alegrarme? Lo lograste, ahora sí, ¿cuántas?

— No estoy mintiendo, Jungkook.

La expresión de Jungkook no fue de burla en cuanto logró entender que hablaba en serio. Lo siguiente que sucedió fue un Taehyung siendo observado de forma atenta y un Jungkook cruzándose de brazos.

— ¿Por qué no? Eres guapo y buena persona.

— A veces soy muy cobarde —se encoge de hombros, sonrojándose porque su vida amorosa siendo el centro de atención no es algo que le agrade que suceda—. Cuando alguien me gusta, trato de mantenerme lejos.

— ¿Qué pasó conmigo?

— Jimin me dijo que si no te hablaba seguro me la pasaría arrepintiéndome como todas las veces pasadas, así que, decidí que me acercaría a ti, aún si equivalía a ser solo amigos.

Taehyung no recibió respuesta porque Jungkook parecía tener un debate muy grande sobre su cabeza.

Dejaron la conversación hasta ahí, consiguieron un par de hamburguesas con papas y soda. Se mantuvieron comiendo en charlas sin sentido y solo para inundar el silencio, pero Taehyung notó que Jungkook estaba distraído, vagando demasiado en la nube de sus pensamientos.

No se atrevió a preguntar, creyendo que quizá lo mejor era darle un par de minutos para sí mismo. En cuanto salieron del local, Jungkook volvió a tomarle la mano y caminaron entre la gente, buscando la salida de la plaza para ir de nuevo a la universidad.

— Me parece injusto que con tu personalidad y tu físico nunca hayas tenido una pareja. ¿Significa que nunca has tenido sexo?

— No creo que eso sea el fin del mundo.

— No lo es —Jungkook afirmó, pero parecía querer decir algo más, Taehyung lo presentía.

— ¿Sucede algo?

Jungkook se detuvo, halando a Taehyung consigo y se miraron a los ojos.

— ¿Qué tal si yo te enseño cómo hacer eso?

— ¿Qué cosa?

La gente que caminaba en la plaza no se detuvo a verlos, ni a escucharlos, muy enfocados en comprar, pasear o buscar un lugar para comer. Los locales estaban llenos por la hora y el barullo de la gente estaba inundando el silencio que el mismo Jungkook estaba generando entre ellos.

Parecía dudar acerca de lo que quería decir, parecía estar pensando en las consecuencias que sus palabras y acciones tendrían.

— A ser un buen novio.

El barullo de la gente se extinguió para Taehyung que solo pudo escuchar las palabras del menor repetirse una y otra vez.

— ¿Cómo harías eso?

Jungkook se relamió los labios, como si quisiera la atención del castaño sobre ellos, pero no lo logró porque, si había algo del azabache que le gustara demasiado a Taehyung, esos eran sus ojos.

— Ya sabes... Como si tú y yo fuéramos pareja.



Hannah se giró sobre sus talones en cuanto el cliente que estaba atendiendo salió contento con su compra. Miró detenidamente a su primo que estaba más callado de lo usual. Con Yeontan a su lado, Taehyung se encontraba pintando otra maceta, pero su mente parecía estar dividida en dos cosas.

Por varios minutos, Hannah se preguntó si sería inteligente preguntarle qué sucedía, pero, lastimosamente, conocía a Taehyung; no le contaría un problema si ella no estaba implicada en él. Y si lo hacía, era porque quería hacerlo, simplemente.

— Ya casi tenemos que cerrar.

Su comentario fue opuesto a sus verdaderos pensamientos, pero le aturdía demasiado escuchar el silencio del mayor. Caminó hasta a él, posando su mano sobre la parte alta de su espalda y acariciándola con suavidad. Logró que Taehyung emitiera su sonido de confirmación, mas no que la mirara.

— ¿Estás bien? —se atrevió a preguntar.

Taehyung soltó el pincel que tenía sobre la mesa, en el papel periódico que cubría la superficie para no mancharla porque le gustaba demasiado ese mueble. Se encogió de hombros, pero no desinteresadamente ni restándole importancia, solo como si no supiera qué responder.

— Me ofrecieron el cielo, pero me prometieron que caería en el infierno al final...

Sabía que aquello no calmaría la curiosidad ni preocupación de su prima, pero él realmente no podía encontrar mejores palabras, una mejor descripción para su charla con Jungkook.

La chica asintió, aunque no pudo verla porque estaba demasiado avergonzado de sus pensamientos como para hacerlo. Ella ladeó la cabeza, admirando la bonita pintura en la maceta en la que se encontraba trabajando.

— ¿Y qué decidiste?

— ¿Cómo?

— Dijiste que te ofrecieron, ¿qué decidiste?

— Creo que... Creo que quiero conocer ese infierno.

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