015
Jungkook suponía que la razón principal por la cual a la gente le impactaba verlo relacionarse libre y públicamente con Taehyung era porque se trataba de un nuevo patrón; ya no más un chico que lo follaba a escondidas, manteniéndolo como un sucio secreto, como si tenerlo cerca fuese un pecado capital.
Descubrió que Soojin no era mala chica y que quizá simplemente se había sorprendido de ver que los rumores eran ciertos; había algo entre Kim Taehyung y Jeon Jungkook.
Había escuchado, ahora que lo conocía, muchos rumores alrededor de Taehyung. No fue de forma intencional. Tampoco es que fueran demasiados, y mucho menos eran negativos. La mayoría se trataba de que tenía un negocio (algunos decían que era uno turbio, o que vendía drogas), los otros eran acerca de su extraña personalidad y que era en, la mayor parte del tiempo, un hombre bastante solitario e independiente. Que Park Jimin era el único ser humano en la faz de la tierra que parecía saber cuántos cuerpos tenía enterrados en su patio. Y que era homosexual.
Con esos datos, Jungkook había descubierto y entendido que la gente atinaba a medias acerca de Taehyung; sí tenía un negocio, era un tanto extraño, era un hombre bastante solitario y parecía solo confiar en Jimin. Y lo de ser homosexual... Jungkook no podía realmente saber si lo era; le gustaban Jeon, y Jeon era un chico, pero aquello no significaba que fuera homosexual.
De cierta forma, Jungkook sintió una envidia sana en Taehyung; sus rumores no eran tan malos, como los de él que parecían ser un crimen.
Pero volviendo al punto; comprendía por qué la gente se sentía extraña viéndolos: un hombre que había follado con media ciudad y un hombre solitario ¿saliendo? ¿Siendo novios? ¿Siendo follamigos?
Soojin fue lo suficiente amable para compartir un par de palabras con Jungkook en el rato que estuvieron ahí. Sin embargo, Jungkook no pudo evitar sentirse bastante cohibido y evasivo ante la nueva presencia.
Según lo que vagamente recordaba de las conversaciones que escuchaba entre Park y Kim, comprendía que la chica frente a él no era una amiga como tal. O, al menos, el destino final que Park Jimin tenía para ella no era el de una amistad. Así que, ante ello, comprendió que ella estaría compartiendo más horas juntos a ellos. Cruzaría más miradas con él y le daría sonrisas que eran una mezcla de incomodidad y dulzura.
La idea le provocó nauseas.
No porque no le agradara, si no porque mantener más de una amistad no era su especialidad. Él realmente estaba trabajando arduamente para llevarse bien con Taehyung y Jimin. Dos personas, más Hoseok (y, en ocasiones, Yoongi) era más que suficiente para él. Pero no estaba del todo seguro si podría lograr algo con Soojin.
¿Siquiera debería pensar eso?
— Me tengo que ir.
Aquello lo alarmó; Taehyung se iba.
— ¿Ya tienes clases? — Park consultó su propio reloj de muñeca—. Oh, rayos, me queda media hora libre.
— Disfrútala — Kim murmuró antes de dirigirse a Soojin con una sonrisa amable— Un placer haberte conocido.
Jungkook comenzó a guardar sus cosas rápidamente. Taehyung iba a despedirse de él cuando el menor se puso de pie de forma levemente agitada antes de mirarle de frente.
— ¿Vas por el lado de la biblioteca central? — cuestiona y Jimin le da una pequeña mirada a Taehyung que no es correspondida por el otro.
— Eh, sí, ¿por qué?
— Bueno, te acompaño; necesito pasar por ahí a buscar unos libros para... los detalles de mi proyecto.
Taehyung no dijo absolutamente nada, solo dio un asentimiento y Jungkook se relamió los labios antes de hablarle a Soojin y a Jimin.
— Fue... Fue lindo conocerte — Soojin se sonrojó suavemente antes de darle una mueca parecida a una sonrisa nerviosa, tomada por sorpresa antes de asentir.
— Sí, para mí también lo fue.
— Vale... — Jungkook sonrió de nuevo, sintiéndose levemente estúpido antes de mirar a Jimin—. Adiós.
— Hasta luego.
El castaño carraspeó hasta que ambos estuvieron lo suficiente lejos del lugar, del campo de visión de Jimin y la chica, llevando una mano hacia su cabello y echándoselo levemente hacia atrás para apartar los mechones de su visión.
— ¿Estás bien?
— ¿Tengo que hablarle siempre a Soojin? — ve a su mayor alzar sus cejas, mirándolo con una sonrisa levemente divertida— Es una pregunta seria.
— ¿Alguna vez te han dicho que eres adorable?
Fue un simple comentario, o lo fue para Taehyung. Porque cuando menos lo pensó, Jungkook había dejado de caminar a su lado, quedándose hacia atrás y con un semblante severo. Kim se giró para observarlo y se sintió culpable ¿había dicho algo malo?
— ¿Jungkook?
— ¿Lo dices en serio? — la voz le tembló suavemente, dando las zancadas que lo separaban y plantándose justo frente a él— ¿Te parezco adorable?
— Si debo ser honesto... Sí, me lo pareces —suspiró—, pero si te molesta ese adjetivo, entonces no lo usaré de nuevo.
— No... No me molesta, solo... Es nuevo para mi — confiesa en un pequeño murmuro, encogiéndose de hombros—. Entonces, contestando tu pregunta... Nadie me lo había dicho.
— No tienes por qué hablarle a Soojin siempre, ni siquiera debes ser el primero en hacerlo si realmente no quieres hacerlo.
Jungkook sujeta fuertemente su mochila.
— Pero... Así no podré formar una amistad con ella, ¿o sí?
— Jungkook, cuando tú quieres tener una relación con otra persona, no solo puedes quererlo ni actuar solo tú; debes saber que es recíproco. No hay forma que forjes una amistad si Soojin no quiere forjar ese tipo de lazo contigo.
» Puedes intentar mantener una conversación con ella, pero si ella realmente no parece esforzarse por tenerla, entonces, no sigas intentándolo, porque no servirá por mucho esfuerzo que hagas.
Recíproco, ¿eh?
Esa tarde recibió un mensaje por parte de Hoseok, quien le informaba que no estaría en casa y que se quedaría a dormir con Yoongi.
En la soledad de su apartamento, por ese día, Jungkook terminó masturbándose en el suelo de su habitación. Se sintió en plena libertad de poder soltar un par de gemidos y quejidos. Cerró los ojos con fuerza cuando se acarició justo como a él le gustaba y suspiró en cuanto acabó, en cuanto sintió esa calidez en su mano por parte de su miembro.
El gusto solo le duró un par de segundos, porque, cuando menos lo sintió, terminó cayendo por completo en el suelo con la respiración agitada y el sudor recorriendo su cuerpo. Con los brazos extendidos, Jungkook sintió ese vacío que lo acompañaba desde su primera actividad sexual compartida...
Y, la verdad, se preguntaba cuando dejaría de sentirse así.
Cuando conoció a Taehyung, la sensación estaba intacta, al igual que la herida totalmente abierta de su corazón, de sus sentimientos, de su orgullo y de su dignidad. Mientras más se relacionaba con el mayor, lograba ignorar esa sensación.
Sin embargo, solo era eso; ignorar, no borrar, no desaparecer, no extinguir.
Esa mañana, luego de las palabras que Taehyung le dijo, su mente pareció recordarle que habían sido utilizados, una vez más, una maldita vez más. También le añadió que Mingyu estaba paseándose en los pasillos como si nada, tomado de la mano con ese chico bonito y que los señalaban por razones totalmente diferentes a como lo señalaban a sí mismo y, ahora, a Taehyung.
Volvió a martillearse con la pregunta ¿por qué con él no?
Jungkook sabía, por todos los halagos que recibía antes de ser follado, que era un chico lindo, atractivo. Entonces, aquello no era el problema. El problema era él en sí. ¿Qué tenía qué cambiar? ¿Qué tenía qué hacer?
¿Por qué nada le resultaba si parecía ser recíproco?
Jungkook había entendido lo que Kim le había dicho, porque él no daba un paso adelante si la otra persona se lo permitía. Pero, aparentemente, Kim no pareció comprender su duda...
Y quizá también fue porque él no planteó muy bien su duda.
¿Tenía que hablarle siempre a Soojin a pesar de que, en algún momento, lo dejaría atrás?
¿Tenía sentido, siquiera, mantener una amistad con Taehyung y Jimin?
Porque por más que él esperara señales y avanzara cuando obtenía el permiso, de pronto, en un parpadeo, las personas escapaban de sus manos.
¿Qué hacía diferente a Hoseok? ¿A Taehyung? ¿A Jimin? ¿Era porque no tendrían que besarlo en los labios? ¿Porque no tendrían que follarlo? ¿Que llevarlo a citas? ¿Qué decirle al mundo que eran pareja?
Sus manos volvieron a parar sobre su cuerpo. Sí, quizá era eso; no tendrían que vivir ese martirio. Pero ¿por qué era un martirio? Al final, ¿sería cierto que su cuerpo perdió valor entre tantas manos que lo acariciaron?
Sus labios soltaron una sonrisa irónica porque... Porque nunca lo habían acariciado.
Sonrió aún más, de pena, cuando recordó el adjetivo que Taehyung había utilizado el día de hoy. Como había quedado paralizado ante esa suave, simple y dulce palabra. No era una caricia para su usado cuerpo, pero sí una para su alma.
Entonces, decidió que se resignaría; no podría matar a su corazón, porque en algún momento lo traicionaría, pero tampoco quería hacerlo. Así que solo se resignó a soñar con ese amor tan dulce, tan amable, tan cálido y anhelado del que la gente tanto hablaba. Se resignaría a solo imaginarlo y no a vivirlo.
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