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014

La gente invitada a la fiesta de Jackson no paraba de hablar de lo, seguramente, espectacular que sería. Y es que Wang se había esforzado por crear expectativas altas dedicándose a publicar pistas y fotos cortadas en su Instagram de lo que, al parecer, pasaría en la fiesta.

A Hoseok le había dejado de importar el tema y, unos días luego del fin de semana, decidió con Yoongi que debían salir los tres en el auto del mayor para pasar un buen rato en algún centro comercial.

Estaba cambiándose la ropa en su habitación cuando escuchó la puerta principal ser abierta. Eran las tres de la tarde y, probablemente, Jungkook se encerraría en su habitación para avanzar con su proyecto que estaba casi por finalizarlo. De cierta forma, Hoseok sentía que ese proyecto los había alejado un poco y quería ponerse al día con su menor. Decidió proponerle pedir algo de comer y tratar de ayudarle con el proyecto, al menos otorgándole su opinión.

— Jungkook — llamó interceptándolo por el pasillo antes de que el azabache entrara a su habitación.

— Hyung — la sonrisa de Jungkook fue bien recibida y Jung notó luego que tenía ambas manos alzadas a la altura de su pecho y que estas sostenían su celular.

Él realmente estaba curioso; Jungkook y su celular eran bastante unidos, teniendo en cuenta las pocas (una) amistades que tenía, el menor se mantenía enganchado a la pantalla mirando videos, jugando videojuegos, escuchando música o, bien, leyendo.

Sin embargo, no solía usar demasiado los dedos (a excepción para los videojuegos), y desde hace días había notado que la forma en la que los movía era para picar rápidamente.

Como si... Como si estuviera escribiendo. 

Pero ¿escribir el qué?

¿Acaso Jungkook había desarrollado un nuevo pasatiempo? ¿Escribir novelas? ¿Hacer notas de su proyecto? En lo que lo llevaba conociendo, una característica bastante fundamental en su personalidad era el ser ordenado. Pero siempre anotaba todo en pequeños posts it que pegaba en las paredes de su habitación o en sus cuadernos. Jungkook no era de utilizar el celular para ese tipo de cosas.

— ¿Pasa algo?

Salió de su ensoñación cuando Jungkook se mostró un poco incómodo porque su mayor parecía demasiado enfrascado en mirarle las manos. Hoseok apoyó la espalda en la puerta cerrada de su habitación antes de darle una sonrisa apenada. Le costó segundos poder hablar.

— Perdón, estaba pensando —su excusa parece surtir efecto porque Jungkook no vuelve a indagar y su rostro cambia, bloqueando el celular para prestarle total atención—. Quería hablar contigo.

— ¿Sí? ¿Qué es?

— Bueno, estaba pensando que nos hemos distanciado un poco por los estudios. No estoy reclamándote acerca de ello, pero... Estuve pensando que estaría bien, ya sabes, salir juntos.

— Oh, eso estaría genial — Jungkook responde contento.

— ¿Verdad? ¿Qué te parece salir conmigo y Yoongi el 25, por la noche?

El rostro de Jungkook se descompuso en cuanto terminó la oración y, por un segundo, Hoseok creyó que fue por mencionar a Yoongi, ¿quizá Jungkook quería salir únicamente con él? Sin embargo, su hipótesis fue rechazada cuando Jungkook sujetó fuertemente las asas de su mochila, cambiando su peso a la otra pierna, nervioso antes de responder.

— ¿Tiene que ser el 25? ¿No ibas a ir a la fiesta de Jackson?

— Jungkook, no pienso ir a una fiesta donde no me dejen llevarte —su rostro severo le dijo al menor que no estaba bromeando. Lo escuchó suspirar—. Estuve estos días pensando y pensando en los años que te llevo conociendo y que ha sido muy grosero de mi parte llevarme bien con gente que te trata mal.

Jungkook suelta una risita incrédula, encogiéndose de hombros.

— Hyung, no eres mal amigo por eso; no es contigo el problema, es conmigo.

— Sí, eso era lo que yo pensaba, pero... Jungkook no se trata de una pelea por nada, de una estupidez; se trata de que te acosan de forma constante sin razón alguna, porque ni siquiera tiene sentido atacarte por tus relaciones pasadas.

Hoseok se soltó de la puerta, abriendo la habitación de Jungkook esta vez y entrando a ella, seguido del menor que escuchaba atento y lo observaba tirarse a su cama con los brazos extendidos.

— Pensé en la pelea que Taehyung tuvo con Jae y sus amigos. Incluso Nayeon me comentó lo que él les dijo a Yugyeom y los de baloncesto. Y... —su ceño se frunció— ¿cómo es posible que él, que lleva nada tratándote, está dispuesto a golpearse y a alejarse de ese tipo de personas y no yo? Tu supuesto mejor amigo...

No recibió respuesta. Tampoco lo esperaba.

Cuando buscó a Jungkook con la mirada, el menor estaba dejando su mochila y su celular en el escritorio, halando la silla frente a este para tomar asiento.

— Pero si quieres ir a esa fiesta...

— Es que, Jungkook, ¿no lo ves? ¿Tú crees que Jackson se lleva bien con todos los que estarán ahí? Por supuesto que no; podrá haber tenido pequeñas interacciones, pero te aseguro que no se acuerda ni de sus nombres —Hoseok se sentó de golpe y Jungkook se encogió de hombros suavemente—. ¿Por qué, entonces, no me dejarían llevarte? Es ilógico.

— No... No lo sé. No les caigo bien, simplemente.

— Pues entonces no iré a esa fiesta —se cruzó de brazos y luego hizo un mohín con los labios—. Si es por Yoongi que no quieres aceptar, puedo decirle que solo seremos tú y yo. Él lo entenderá.

El azabache abrió la boca para intentar negar ese pensamiento; Yoongi no le caía para nada mal, le agradaba, de hecho. Pero el problema era que ya tenía planes con él, no podía cancelarle, mucho menos ahora que hablaban más por...

¡Atto!

Sí, por chat...

¡Atto! ¡Atto!

Cuando Hoseok dirigió su mirada hacia el dispositivo, sintió sus mejillas arder. No existía un porqué, o él no entendía por qué, pero se sentía nervioso de que Hoseok descubriera que se estaba llevando bien, muy bien, con Taehyung. Quizá era orgullo, quizá estaba apenado por encariñarse tan rápido con Kim. No podía y no deseaba saberlo.

— Eso es KakaoTalk —afirmó, aunque era estúpido porque era obvio que era Kakaotalk. ¡Su Kakao sonaba mil veces más que el de Jungkook! ¿Cómo podría no saberlo?

— Sí, es... Él.

— ¿Él?

— Kim...

Los dos guardaron silencio, pero los pensamientos de Hoseok eran demasiado notorios en cuanto una sonrisa orgullosa y, a la vez, divertida se formaba en su rostro, en sus labios, formando un corazón. Jungkook soltó un suspiro, cruzándose de brazos para cambiar el tema.

— Para empezar, no tengo ni un solo problema con Yoongi —Hoseok ladeó el rostro— De hecho, me parece un gran chico, es amable conmigo y lo valoro. Pero... No puedo salir contigo el 25.

— ¿Por qué no?

¡Atto!

Jungkook no miró el dispositivo, pero Hoseok sí y su cara pareció un poema cuando su cerebro comenzó a trabajar demás, conectando puntos hasta que...

— Oh.

— Podríamos salir otro día —soluciona, inclinándose más en la silla y girando levemente en ella.

El pelinaranja se puso de pie para palmear su cabello, logrando que Jungkook lo mirara extrañado.

— No hay problema. Pongámonos de acuerdo con Yoongi pronto, ¿te parece?

— Vale.

Hoseok salió sin más de la habitación, cerrando la puerta detrás de sí para darle privacidad. Jungkook jugueteó con sus dedos, sintiéndolos picar por contestar aquella conversación. Logró ganarse a sí mismo cuando comenzó a desvestirse para usar algo más ligero y cómodo. Una vez hecho, tomó el celular y se acostó en su cama desbloqueando el celular con su huella dactilar.

Taehyung:

Me dio diarrea

No vuelvo a confiar en ti

Jungkook estalló en risas cuando leyó aquello, cubriéndose la cara y tomando aire antes de seguir leyendo.

Me estás ignorando?

Jungkooooooooooook!

El menor se limpió las lágrimas antes de teclear una respuesta, doblando una pierna y moviendo la extendida levemente.

En realidad, era una prueba de confianza...

Pero para mí :p

Necesitaba probar qué tan dispuesto estás a cuidarme

Hombre, pero si ves que algo tiene fecha de caducidad

OBvIAmenTE, no la consumes

Ni se la das a tus amigos.

No diste señales de que estaba fea

Pero ya

¿Mucha diarrea?

Litro y litros de líquido café

La carcajada que se escapó de él estaba combinada con una muesca de asco; su nariz arrugada y los ojos cerrados, las cejas fruncidas y rojo como un tomate. Así, justo así Jungkook se río fuertemente antes de volver a teclear soltando un gran suspiro. Feliz.

Lola Mento

Meper donas?

Debería?

Te llevaré comida mañana

NO caducada.

¿Preparada por ti?

Que sea algo suave.

Te llevaré caldo

No soy muy bueno cocinando, pero daré lo mejor

No importa, la comeré igual

Awwns, qué lindo

¿Por qué? Yo lo decía porque dudo

q haya algo peor que tu leche de banana caducada

Vete a la mierda

No queda tan lejos

La estoy sacando por mi araña aplastada, de hecho

NO, PERO- JAJAJAJAJAJAJA

No supo cuánto tiempo más estuvo enviando mensajes, no fue hasta que el mayor le dijo que iría a cenar que Jungkook bloqueó el celular, encontrándose con su habitación a oscuras, iluminada levemente por la luz de la luna que se colaba en su ventana. Se puso de pie lentamente, apretando el interruptor para dejar la oscuridad y abriendo la puerta de su cuarto.

Caminó por el pasillo buscando a Hoseok. Lo encontró rápidamente porque el mayor estaba en la cocina con el teléfono en mano y alzó la mirada cuando lo escuchó llegar, sonriéndose ambos.

— ¿Quieres comida tailandesa?

— Bien.

— Y veamos una película.

— Perfecto.

Sí, estaba feliz.

Taehyung hizo lo posible para pelar la mandarina que tenía en la mano, pero la cáscara estaba demasiado tiesa. Frunció aún más el ceño, totalmente frustrado y decidió que le clavaría un lapicero en cuanto encontrara una mesa para leer un poco. La guardó en su bolsillo y puso atención a los caminos de la universidad, tomando un atajo entre dos edificios para llegar más pronto a su destino.

Sin embargo, se quedó quieto ante la escena frente a él, en el inicio del pasillo. La razón era una chica y un chico que se estaban tocando de más debajo de la ropa. Quizá aquello no le sorprendía, quizá lo que le sorprendía es que se trataba de su mejor amigo.

— La vas a dejar sin alma, por Dios.

La pareja se soltó del susto, logrando que la chica se golpeara la cabeza con una de las paredes y observó a Jimin sujetarla de la cintura antes de llevar una mano hacia su cabeza, sonriéndole apenado y sobando suavemente la zona afectada. La chica tenía los labios gruesos, era baja y de complexión delgada. Su cabello negro estaba ondulado y llevaba un mom jeans, su vientre destapado por un top con estampado de vaca y una chaqueta de mezclilla encima. Sus botines la hacían ver un poco más alta, pero sin duda Taehyung y Jimin eran unos gigantes a su lado.

Ella le miró apenada en cuanto Jimin la tomó de la mano y caminaron hasta Kim que llevó la mano a su bolsillo, tomando la mandarina y tendiéndosela a su mejor amigo que frunció el ceño mientras la tomaba y trataba de pelarla.

— Soo — murmuró concentrado— Este es Tae, mi mejor amigo.

— Oh... Un gusto — ella respondió muy apenada—. Me ha hablado mucho sobre ti, no pensé... No esperaba que nos conociéramos así...

— No pasa nada —dijo, antes de extender su mano hacia a ella. Soojin se la sostuvo, relamiéndose los labios y riendo suavemente—. Quería ir más rápido a las mesas, así que...

— Nosotros también, pero...

— Ya, una lengua se les atravesó — Taehyung finalizó y Soojin solo pudo reír mientras que Jimin estuvo a punto de lanzarle su mandarina.

— ¿Qué le pasa a esta cosa? No la puedo pelar.

— Dámela, la abriré con cuchillo — Taehyung responde tomando la fruta y encogiéndose de hombros—. Los veo más tarde, supongo.

— No, iremos contigo... No hemos desayunado.

— Se nota.

— Te voy a ahorcar si vuelves a —Jimin no terminó la frase, pero Taehyung le sacó la lengua y se dirigió a Soojin.

— ¿Qué estudias?

— Oh, estudio arquitectura ¿qué hay de ti?

Jimin relajó el rostro cuando observó a ambos interactuar, agradeciendo que ambos se sintieran cómodos el uno con el otro porque él realmente estaba yendo en serio con Soojin y, aunque era una persona independiente, necesitaba que su mejor amigo se llevara bien con su futura novia; así podría hacer planes con ambos sin problemas y pasar los espacios libres entre clase y clase hablando entre sí.

Llegaron a la cafetería, aunque Taehyung se separó un momento, comentando que quería una mesa alejada del bullicio porque no estaba de humor para el ruido. Soojin y Jimin aseguraron buscarlo en cuanto tuvieran sus desayunos y Kim encontró una mesa lo suficientemente cerca y lejos de la cafetería para estar tranquilo.

No le tomó por sorpresa que Jungkook se apareciera de la nada con los audífonos colgando de su cuello, el cable dentro de su camiseta, conectándolos a su celular en su bolsillo. El menor tenía una gran sonrisa y un enorme libro sobre sus brazos que, seguramente, no deseaba cargar en su espalda. Taehyung le frunció el ceño antes de hablarle.

— ¿Qué es esa sonrisa?

— Te estaba buscando —contestó haciéndose el misterioso.

Era bien sabido, hasta por el mismismo Jungkook, que a Taehyung le gustaba el azabache. Sin embargo, llevaban ya tres semanas conviviendo y el menor se había vuelto más abierto poco a poquito. Aquello lo ponía nervioso, porque ahora Jungkook le gustaba más.

Una lástima que no pudiera hacer esos movimientos.

Taehyung lo había dejado claro desde el primer día; él no era de los que fingían ser amigos para intentar conquistar a alguien. Taehyung le había ofrecido una amistad y es lo que le daría. Al final, la decisión quedaba por completo en Jungkook. Pero presentía que no iba a presentarse la oportunidad; él sabía de antemano que no era el tipo de Jeon.

Pero su amistad era muy bonita, aún si no había probado mucho de ella, había descubierto que Jungkook era un pequeño sol, brillante e inteligente. No sabía bien cuánto más escondía porque notaba, demasiado bien, lo mucho que a veces se limitaba frente a él (desconocía las razones, aunque a veces se hacía una idea) y esperaba que algún día botara esas barreras frente a él.

Todo a su tiempo.

— ¿Sí?

— Sí, quería informarte que mi licenciado aprobó mi avance y dijo que si sigo así obtendré una muy buena calificación —anunció, completamente alegre sentándose a su lado.

Jungkook se sintió cálido cuando Taehyung le dio una sonrisa abierta antes de hablar.

— ¿No te lo dije? Vas muy bien en tu proyecto; estás recibiendo lo que mereces —Jungkook le sonrió de nuevo antes de mirar la mandarina en su mano.

— ¿Están dulces? —pregunta apuntando la fruta y Kim asiente.

— Están doble d: dulces y duras.

— ¿A qué te refieres? No tiene sentido —comenta riéndose suavemente antes de recibirla—. ¡¿Qué le pasa a la cáscara?!

— Yo que sé, llevo media hora intentando —pero Jungkook decidió sujetarla con las dos manos y abrirla por la mitad con fuerza— No se me ocurrió eso.

— Claro que no; no puedes vivir sin mí —se burla inflando el pecho con orgullo y Taehyung le toma una mitad de la fruta, ofreciéndole la otra.

Jungkook la acepta sin rechistar, decidiendo pasar una pierna hacia el otro lado de la banca, quedando de frente con Kim. El castaño traga lo masticado antes de hablar, viendo a los lejos a Jimin y Soojin caminando hacia a ellos con bandejas en mano.

— ¿Luego qué? ¿Hasta cuando tienes para el otro avance?

— Junio, pero esta vez ya no es avance; es entrega final. ¿Tú como vas con tu empresa inventada?

— Aburriéndome terriblemente mal —Jungkook frunce la nariz adorablemente, y está a punto de responder cuando Jimin y Soojin se presentan, sentándose frente a ellos.

Es solo un segundo, corto y veloz, pero nota la mirada sorprendida de la chica al verlo socializar con alguien más que no fuera Hoseok. El rumor de que Taehyung y Jungkook eran novios no había muerto aún, mas ninguno de los dos le tomaba realmente importancia, ¿por qué debían dar explicaciones? Pero lo más sorprendente para el público era que Taehyung mostrara al publico y abiertamente que mantenía una relación con el menor.

Jungkook siempre había sido invisible hasta el día final y lo exponían ante los amigos de los chicos con quienes follaba como alguien bueno en la cama, pero imbécil. Luego esos amigos pasaban esas palabras hacia a otros y Jungkook dejaba de ser invisible, para ser el objetivo de burlas.

El hecho de que Taehyung no lo escondiera, ponía nerviosas a varias personas. Al parecer, Soojin parecía ser una de ellas, porque se ve levemente incómoda ante su presencia y Jungkook decide no involucrarse demasiado.

— Hey —Park saludó y Jungkook sintió la voz pequeña, pero pudo saludar.

— Hey — no cruzó miradas con Soojin de nuevo, tomando otro gajo de la mandarina y escuchando la conversación en silencio.

— Soojin, este es Jungkook —se sintió nervioso en cuanto escuchó a Jimin presentarlo—, nuestro amigo.

Oh.

¿Jimin también era su amigo?

Claramente no habían iniciado bien, pero había mejorado con los días y que lo presentara de esa forma, lo hizo sentir bastante... Incluido. 

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