No me dio tiempo secarme correctamente después de salir de la ducha cuando mi teléfono estropeado comenzó a sonar. Envuelvo de forma apresurada una toalla alrededor de mi cintura y salgo del baño resbalándome un poco. Tomo el teléfono antes de que deje de sonar y deslizo el dedo por la pantalla quebrada.

—Hola. —saludo a Jack, tomando otra toalla de la silla que ocupo como un ropero extra en mi habitación.

—Hola, cara de culo. ¿Qué estás haciendo?

Resignado, decido ignorar su maldito seudónimo. Él lleva llamándome de esa manera el último año y me he dado cuenta que mientras más le digo que deje de hacerlo, él más lo hace. De todas maneras, que yo lo deje llamarme así no significa que su apodo es no molesto y me cae como patada en la entrepierna.

—Acabo de salir de la ducha —informo, secándome el cabello—, ¿por?

—Necesito que vengas al parque que está aquí cerca de tu edificio. Hay alguien a quien quiero presentarte.

—¿A quién?

—Ven y verás.

—Dame una pista. —le pido.

—Tienes que venir y ver por ti mismo. Si te lo digo por teléfono no vas a venir.

Río —Me conoces bien.

—No por nada hemos sido amigos durante toda una vida, imbécil. Lo que sea, te estaré esperando. Apresúrate.

—Ya voy, ya voy.

Corto la llamada y dejo el teléfono sobre mi mesa de noche. Me visto de forma rápida y dejo las toallas en el suelo. Ya después llegaré a ordenar. Paso los siguientes cinco minutos buscando mis llaves y quiero golpear mi cabeza contra la puerta cuando me doy cuenta que las tengo en mi mano izquierda. Menudo idiota. Tomo mi móvil otra vez y lo guardo con cuidado en el bolsillo de mi pantalón. Cuando llego a la puerta, tomo mi chaqueta de mezclilla y me la coloco antes de apagar la última luz de mi departamento y salir.

Bajo las escaleras de emergencia y escondo las manos en mi chaqueta para emprender mi camino por la acera. Todo está tranquilo y es realmente extraño teniendo en cuenta que hoy es sábado. Algunos chicos salen de sus casas o de sus respectivos edificios para irse de fiesta pero todo a mí alrededor está demasiado tranquilo y eso es insólito. Usualmente, la música a todo volumen comienza los viernes por la noche.

Finalmente, llego al parque y me doy cuenta que la mayoría de los chicos de mi edificio están aquí. Hay algunos chicos bebiendo sentados en el césped, ríen y hablan a gritos, algunos pelean y fuman marihuana. No faltan los deportistas que salen a correr por las noches. Yo dejo de mirarlos porque de tan solo verlos ya estoy cansado.

Me dedico a buscar a Jack y cuando lo encuentro, sentado sobre una mesa de picnic junto a un chico desconocido, frunzo el ceño. Es normal que en el día este parque se llene de personas que vienen a almorzar aquí junto a sus hijos pero en la noche... todo es diferente aquí cuando el sol se oculta.

Carraspeo la garganta cuando llego junto a mi mejor amigo. Él deja de hablar y alza la mirada, sonriendo. Debo admitir que ver a mi mejor amigo junto a otro chico me causa cierta molestia. Jack es mi mejor amigo. Mío, mío, mío.

—Hey, hermano —Jack sonríe, los hoyuelos en sus mejillas se hacen más prominentes. Él se acerca y me aprieta en un abrazo. El suave olor a alcohol y tabaco que desprende de él me marea—, ¿cómo estás?

—Mejor que tú, eso está claro.

Él ríe y deja pasar mi sarcasmo. Jack aprieta mis hombros alrededor de su brazo y me hace caminar hasta un chico que nos mira con una sonrisa burlona en los labios, sus manos sostienen una botella de cerveza.

—Quiero presentarte a un amigo. Niall, éste es Tristan, un viejo amigo que conocí en casa de mi abuela. Tristan, él es Niall, mi mejor amigo.

—Un gusto conocerte, Tristan. —le digo, estirando mi mano.

Él la estrecha —Tío T para ti, pequeño.

Bueno, eso ha sido raro. Tristan suelta una fuerte carcajada y se burla de mí junto a Jack llamando un poco la atención de las personas que están en el parque a esta hora de la noche.

Jack me suelta y saca dos cervezas del paquete. Abre ambas y me tiende una. La recibo un poco dudoso.

—¿No nos meteremos en problemas por estar bebiendo en un parque? —cuestiono. He tenido demasiados problemas esta última semana y como hoy es sábado, quiero descansar de mi mala suerte por último el fin de semana.

—Tranquilo, hombre. No va a pasar nada. —me dice Jack.

Tristan ríe —Él es tan chistoso.

Esta vez no oculto mi ceño fruncido y miro a Jack con extrañeza. Él se da cuenta lo que quiero decir y sólo ríe.

—Él está un poco ebrio —me explica— así que tendrás que disculparlo, Niall.

Suelto un suspiro antes de acercar la botella a mis labios y beber un trago. La cerveza me refresca la garganta y desde el primer momento que mis labios tocaron la primera gota de alcohol mi cuerpo pide un poco de nicotina pero me rehuso a fumar. Fue un mal hábito que tuve en mi adolescencia y con mucho esfuerzo y fuerza de voluntad logré dejarlo.

Jack, por el contrario, sigue fumando y se da cuenta de mi batalla interna. Como siempre lo hace, me ofrece un cigarrillo y yo niego, mirando hacia otro lado.

—¿Y qué has hecho últimamente? —Jack le pregunta a Tristan.

—Trabajo en un restaurante —responde y lo mira—. Ayudante del chef.

Jack alza las cejas —Oye, eso es genial.

—Nah —Tristan hace un ademán y bebe cerveza. Él limpia sus labios con el dorso de su mano—. No estudié cuatro años para trabajar de ayudante del chef. Yo soy chef.

—Bueno, hermano, algún día lo van a despedir y ese puesto será tuyo. ¿Verdad, Niall?

—Seguro. Los ascensos tardan pero llegan.

Tristan me mira y asiente. Luego, esboza una sonrisa lasciva.

—Me agradas —alza su mano y me señala—. Tienes pinta de ser un bien chico.

—Lo soy. —concuerdo y pienso que Jack me va a contradecir (como siempre lo hace) pero me equivoco.

—Deberían ir a comer un día al restaurante. La comida les encantará y no lo digo sólo porque yo la cocina —invita y se coloca de pie, sonriendo de forma poco modesta por su último comentario—. ¿Por qué no van mañana?

—Donde haya comida gratis yo voy a cualquier hora y a cualquier lugar, viejo —bromea Jack pero yo lo conozco lo suficiente como para saber que habla en serio—. Sólo tienes que darnos la dirección y ahí estaremos.

Tristan le da la dirección a Jack del restaurante y se coloca de pie. Sacude su cabeza y hace un sonido extraño pero gracioso con su boca.

—Estoy medio borracho así que lo mejor es que me vaya. —toma su casco y lo sujeta con su brazo.

Frunzo el ceño, realmente preocupado —¿No estás muy ebrio como para conducir una motocicleta?

—Nope. El tío T ha conducido su motocicleta en peores condiciones que esta. Además, sólo vivo a un par de cuadras de aquí.

Nos despedimos de él y junto a Jack nos quedamos mirándolo como se aleja un poco tambaleante. Llevo la botella hasta mi boca y bebo un trago pero la cerveza escapa de mi boca cuando veo a Tristan caer al suelo. El grupo de chicos que está cerca de él revienta en carcajadas. Tristan se coloca de pie rápidamente y se acerca furioso y golpea a uno de los chicos en el pecho con el casco.

—Maldita sea —farfulla Jack y me lanza una mirada—. Vamos, Niall. Tenemos que ayudarlo. Había olvidado que Tristan es especialista para meterse en peleas.

Aprieto los labios y dejo la botella de cerveza sobre la mesa de madera y camino al lado de Jack. Cuando llegamos al grupo, Jack sujeta a Tristan de los hombros y lo aleja del chico que había golpeado antes pero su amigo se rehúsa a irse sin dar la batalla.

—No tienes ningún derecho a reírte de mí, estúpido —le dice Tristan al chico que está demasiado drogado como para colocarle atención—. Si sigues riéndote voy a partirte esos feos dientes con mi casco.

—Discúlpenlo —hablo yo mientras Jack arrastra a Tristan un par de metros—. Él acaba de salir del manicomio y le está costando un poco adaptarse.

El chico que tiene el pelo más largo que mi hermana suelta una risita —No te preocupes, rubio.

Finjo una sonrisa y retrocedo un par de metros antes de girarme e ir hasta donde mi mejor amigo. Al llegar allá veo que Tristan está casi durmiendo sobre su cuerpo y Jack me lanza una mirada en disculpa. Yo suspiro.

—¿Sabes dónde vive?

—Sí.

—Bien —tomo un brazo del chico inconsciente y lo enrollo alrededor de mis hombros—, será mejor que lo llevemos a su casa. ¿Qué estás haciendo?

Jack le acomoda el casco a Tristan en la cabeza y me mira —Por si se nos cae.

—Si se ahoga con su propio vómito será tu culpa.

—Estaré pendiente. Silencio —ordena cuando Tristan comienza a balbucear.

Nos toma casi cuarenta y cinco minutos llegar al edificio donde vive Tristan. Unos quince minutos para arrastrarlo por la escalera de entrada y diez hasta el ascensor. Como Jack ha venido esta tarde a su departamento sabe cuál es la puerta y mientras el rebusca las llaves en los bolsillos de Tristan yo lo sujeto contra la pared para que no resbale y caiga. El chico borracho ríe por las cosquillas que le causa el hecho de que mi mejor amigo hurguetee en sus bolsillos.

Finalmente, luego de una lucha extensa, Jack y yo llevamos a Tristan a su habitación, por mientras que mi amigo lo ayuda a recostarse, yo recorro su departamento. Observo sus cuadros, percatándome que tiene varias fotografías con un pequeño niño de ojos verdes. Hago una mueca. No me gustan los niños.

Voy hasta su cocina y reviso la nevera. Saco una botella de agua individual y me giro de forma violenta al oír como alguien se aclaraba la garganta.

—Estúpido, mi corazón, idiota.

Jack ríe —¿Qué hacías?

Le enseño la botella de agua y la abro para tomar la mitad del contenido de un solo trago. Jack mira a su alrededor y asiente luego de unos segundos.

—Será mejor que nos vayamos —me dice, pasando su mano por su cabello. Su cabello medio rizado queda totalmente de punta.

—Seh.

Ambos salimos del departamento y bajamos la escalera en completo silencio. Una vez afuera, miramos hacia ambos lados y nuestras miradas se unen.

—¿Taco Bell? —pregunta.

—Taco Bell. —respondo.

Jack sonríe y sus ojos negros brillan. Él da una zancada en mi dirección y su brazo cae de forma pesada sobre mis hombros antes de comenzar a caminar en dirección contraria a mi departamento.

¡Hola gente hermosa! ¿Les gustó la pequeña aparición del tío T? :p Apuesto a que no se imaginaban que Jack era amigo de Tristan y se conocían de mucho antes jijiji

La próxima actualización será después de Navidad así que, como no nos leeremos hasta después de esa fecha, les deseo una feliz navidad anticipada. Espero que Papá Noel les traiga lo que pidieron 7u7 Yo le pedí que me trajera a Harry o a Tyler, cualquiera de los dos me sirve JAJAJAJ

Mucho amor. Disfruten mucho a su familia y aunque no reciban lo que estaban esperando, recuerdes que el solo hecho de abrir los ojos cada día ya es un regalo que nos da la vida :)

¡Los amo! :D