—Muy bien, según este ritual, tienes que pararte ahí —Hoseok se colocó donde Jimin le dijo.

—¿Por qué fue que no quiso venir el cura? —preguntó Yoongi mientras se preparaba una taza de té para su desayuno.

—Porque dijo que no creía que un espíritu se estuviera colocando cosas de diablo.

—Tampoco haría efecto, quien me trajo es quien me tiene que sacar —Jimin cambió de página, el cura no quiso venir porque lo encontraba absurdo, pero le dio unas instrucciones que según el servían para romper amarres mal efectuados.

—Es lo que estoy intentando —gruñó bajito el omega. —No te muevas, quédate quieto.

—Vamos, te tengo fe —susurró su alfa por lo bajo, cuando Jimin levantó su vista, una tierna sonrisa se formó en los labios de Yoongi.

Si su alfa le tenía fe, había que intentarlo —Errama osoutcefed, dilas ed asac odnauc oy so enedro —Jimin levantó una ceja por lo raro que fue oír eso de su propia voz, siguió leyendo lo que venía a continuación —Nu, sod, sert, ¡ecerapased ay!

—Almenos yo, los sigo viendo —susurró Hoseok divertido una vez el Omega terminó.

—Creo que tienes que leerlo de corrido —dijo Yoongi —No con pausas.

—Concuerdo con el alfa, parecías niño de primaria aprendiendo a leer.

Jimin gruñó bajito y miró hacia donde estaban los lentes de sol —Tú cállate —volvió a leerlo en silencio, solo para si mismo, intentando que su lengua se acostumbrar a leer las palabras al revés, y cuando por fin sintió que ya lo dominaba, se acercó a Hoseok, lo miró fijamente y recitó las palabras.

A los segundos, todos los accesorios que alguna vez portó el diablo, cayeron al suelo provocando un sonido amortiguado por la alfombra sobre la que estaban parados. Ya no estaba, se había ido.

—¿Somos libres? —preguntó su alfa estando en trance.

Jimin dio saltitos de felicidad en su lugar —¡Sí! —corrió hacia donde estaba Yoongi y se colgó de su cuello, haciendo que su pareja tuviera que rodearlo por los muslos —Hoseok ya no está.

El alfa sonrió mostrando sus pequeños dientes y dejó que Jimin le llenara el rostro de besos —Aunque, debo admitir que lo voy a extrañar, era molesto, pero divertido.

—Estaba loco —aportó el omega mirando embobado los ojos de Yoongi —Pero sí, quizás extrañe su presencia molesta por aquí.

Quizás, nunca se fue del todo,
solo aprendió a vivir en ausencia

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