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Prólogo.

Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo sólo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento al lector.

Los lectores de Naruto mueren por saber como fue que el imponente Sasuke Uchiha perdió a la hermosa Sakura Haruno, y él está dispuesto a escribir su historia.

¿Amor?, El amor es el sentimiento más lindo y puro que una mujer puede sentir. Puedes estar enamorada de otra persona, de tu familia, amigos, alguna mascota, un libro. Es por eso que creo sin dudar que el amor es lo mejor en este mundo. Es simplemente maravilloso, claro, si eres correspondido.

Sakura Haruno.

¿Amor?, Eso es algo banal, el amor no es necesario para tener una buena vida, no es indispensable. Al menos es lo que pensaba antes.

Sasuke Uchiha.

¿Por qué la vida sólo nos ha dado lo que se va de nuestro lado?

Esa es la pregunta que siempre me suelo hacer, al momento de crecer y madurar, comprendí que las cosas (o personas), no se van simplemente porque así lo decidió la vida. Si algo o alguien te deja es por una razón, en ocasiones tu culpa y otras por cuestiones que no comprendemos. 

Te daré tres ejemplos, el primero inicia en mi infancia, cuando era un niño de seis años. En esos días el sol brillaba tan radiante que yo decidí cortar flores para mí madre, eso antes de ir a jugar con mi mejor amigo en el centro de juegos que recién abrieron en la ciudad. Ambos dejamos nuestras bicicletas en el estacionamiento, protegidas con una cadena y un gran candado. La tarde fue rápida y cuando menos lo esperamos, el cielo ya estaba en tonos de naranja, (esa tonalidad que mi ex-esposa solía decir, le recordaba a mi). Sasuke y yo salimos antes de que el tiempo siguiera avanzando hacia la noche, al llegar al estacionamiento, descubrimos que la bicicleta de mi amigo faltaba. Alguien la había robado, su bicicleta desapareció por cuestiones que no comprendíamos, como dije anteriormente.

El segundo ejemplo fue más sencillo de entender para mí. Si tratas mal a una persona, está no se quedará por siempre a tu lado. La vida me había dado una hermosa y amable mujer para compartir mi camino, en aquel entonces yo estaba muy confundido, no aprecié ese regalo. Pague las consecuencias con nuestro divorcio, y el resto de sucesos que siguieron ocurriendo. Como verás, en esta ocasión yo reconozco que fue mi culpa perder.

El tercer ejemplo es parecido al segundo, y deberás seguir leyendo para descubrir si mi mejor amigo ha descubierto lo mismo que yo. Si algo o alguien te deja es por una razón. La vida no solamente nos da para arrebatar, hay que aprender a apreciar todo a nuestro alrededor.

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Konohagakure es una ciudad grande dentro de Japón, aunque no de tanta importancia como lo es la capital de aquel impresionante país. Algunos suelen decirle simplemente Konoha, de cariño o por ser más rápido, Sasuke no estaba completamente seguro. Lo único que sabía con certeza es que su ciudad natal tenía una gran división, Konoha separaba a sus ciudadanos conforme a su clase social.

Los que vivían en la parte alta eran los hombres y mujeres adinerados, aquellos que nunca tenían problemas y su vida parecía ser tan perfecta como en un cuento de hadas. Al menos en la mayoría de los casos. A muchos de ellos no les interesaba ayudar al prójimo, o siquiera saludar por cortesía a una persona honesta que se encargaba de barrer la banqueta. No todos eran así, claro, había sus excepciones. Sasuke pertenecía a ellos.

La clase media se situaba en la parte que indicaba su propio nombre. Un lugar no tan alto como la clase anterior, pero de mayor altura que la clase inferior. Sakura y su amigo Naruto pertenece a este lugar. Sus padres son dos grandes personas, ambos muy trabajadores. La madre de Sakura trabaja como enfermera en el hospital principal, su padre era un maestro que daba clases de matemáticas en la misma escuela que Minato Namikaze.

La última clase era la menos favorecida, el sueldo de esas personas apenas y alcanzaba para cubrir sus gastos, en ocasiones no lo podían lograr. Algunas familias decidían crear grupos de beneficencia para ayudar a quienes lo necesitaban. La familia Uchiha era la más preocupada gracias a la buena mujer con quién estaba casado Fugaku Uchiha.

El parque más grande de la ciudad es el único que no tenía distinción alguna con cada uno de los habitantes, allí todos podían pasar un día agradable rodeados de la naturaleza que te brindaba el parque, sin importar si eras el más rico o el menos favorecido. Fue en ese lugar que Sakura Haruno conoció a Sasuke Uchiha. Gracias a su amistad con Naruto Uzumaki. 

1.- No la valores.

Sakura Haruno tenía la edad de siete años cuando por fin su amigo Naruto le presentó al amigo del que tanto hablaba, Sasuke Uchiha. Un niño de unos centímetros más alto que ellos, una cabellera azabache y unos ojos profundamente negros. Su piel era demasiado clara para ser de un simple ciudadano. Sakura lo confirmó al ver la ropa que vestía el niño. Sasuke Uchiha era hijo de uno de los empresarios más famosos de Konoha.

Sasuke, a su vez, les presentó a Hinata Hyūga. A la niña de porcelana, como Naruto la solía llamar de cariño, Sasuke la conocía por ser una de las hijas de un socio de su padre. Hinata no hacía amigos fácilmente, así que siguiendo el consejo de su hermano Itachi y su primo Shisui, el Uchiha menor la invitó a jugar con sus amigos.

La ojijade era muy pequeña para conocer del amor, no entendía porque sus mejillas se volvían rojas al estar cerca de Sasuke, tampoco el motivo de que su corazón saltará ante su presencia o simplemente si lo nombran. Hinata le aconsejó que le diera algún presente para que Sasuke también le tomara aprecio como a Naruto y a ella misma, Sakura siguió su propuesta. A la semana de conocerse, Sakura y Hinata realizaron un arreglo de flores prensadas, con las favoritas de la madre de Sasuke.

El Uchiha permaneció en silencio cuando le hizo entrega de todo su esfuerzo, le agradaba el regalo porque era lindo y se lo podía obsequiar a su madre, sin ser plenamente consciente, una diminuta sonrisa se formó en sus labios.

—Gracias, Sakura— ella lo observó completamente feliz, Sasuke por fin la miraba a ella. No a Naruto, no a Hinata. Solamente eran ellos dos.

El golpe que recibió Sasuke en su mano logró captar la atención de Naruto y Hinata, que jugaban en el pasamanos a unos metros, Sakura retrocedió asustada por el repentino ataque de aquel adulto. Ni siquiera logró verlo llegar.

—No aceptes regalos de desconocidos— la voz del padre de Sasuke era fuerte e intimidante, casi nunca actuaba de esa manera cuando venía a llevarlo de regreso a casa. El azabache imaginó que tal vez se trataba de un mal día en el trabajo.

—Ella no es...

—Silencio, ahora sube al auto.

Sakura volvió a tomar el regalo que había hecho para Sasuke, su amigo ya se veía lejos, su padre caminaba realmente rápido con él de la mano. Sasuke miró hacia atrás solamente en una ocasión. Tan pronto como el padre de Sasuke se fué, Naruto y Hinata llegaron con su amiga, ella tenía los primeros síntomas del llanto.

—Sakura-chan, ¿Qué sucede?

—El padre de Sasuke-kun rechazó mi regalo— murmuró, las palabras no querían salir de su boca. Si lo hacían no podría resistirse a llorar, y no quería que sus amigos la vieran en ese estado.

—¿Y qué te dijo Sasuke-kun?— preguntó en está ocasión Hinata. Ella estaba igual de preocupada que Naruto por su amiga. 

—Me agradeció.

—Entonces le gustó el regalo, el padre del Teme no sabe lo que dice Sakura-chan— intentó animarla Naruto. 

Hinata se le unió pronto —No se preocupe Sakura-san, intente darle el regalo mañana. 

Sakura siguió nuevamente el consejo de sus amigos, pero la actitud de Sasuke había cambiado hacia con ella. Y no precisamente para bien. El Uchiha aceptó el regalo, sólo que en esa ocasión no hubo ninguna sonrisa, tampoco un gracias. Lo único que recibió fue una mirada de fastidio. 

Desde ese momento, Sasuke Uchiha jamás volvió a apreciar un regalo de Sakura Haruno.

2. Enfócate en el pasado.

Sakura no entendió el comportamiento de Sasuke, ella creía que el regalo de flores en verdad le había gustado. Ella no sabía que el padre de Sasuke lo había reprendido durante todo el camino de regreso a casa, incluso, aún no terminaba cuando llegaron a su destino. 

Fugaku Uchiha no quería que su hijo se viera involucrado con alguien de su diferente clase social, pensaba que esa clase de personas solamente buscaban a su hijo por una simple razón, el dinero. Justo como le sucedió a él con su primera novia, antes de conocer a Mikoto Uchiha y formar una familia con ella. Sasuke, por error, creyó en las palabras de su padre. Pero nadie podía culparlo, ¿Quién te daría un mejor consejo que tu propio padre? 

El menor de la familia Uchiha vivió sus siguientes años pensando que Sakura no lo amaba en realidad como Itachi, Shisui y Hinata le hacían creer. Ella era una mala mujer como su padre decía. Sasuke vivió enfocándose en lo que creía verdad en lugar de intentar descubrir que tan cierto era por su propia cuenta. 

A sus trece años, Sakura se mudó de casa, ella no volvió a ver a Naruto y Hinata, pero si a Sasuke. A sus otros amigos solamente los veía en ocasiones, también seguía en contacto con ellos gracias a las cartas que después fueron enviadas con menos frecuencia.

Con Sasuke, por el contrario, continuó viéndolo ya que iban a las mismas clases. Sakura debido a sus buenas notas había obtenido una beca en un colegio de prestigio. 

A esa edad, Sakura ya comprendía casi por completo sus sentimientos por Sasuke, ella estaba enamorada de él. A pesar de sus malos tratos y desplantes. Algo que no lograba comprender. ¿Por qué lo amaba si él le hacía daño? 

Ese día en la escuela fue sumamente tranquilo, no tenía muchas amigas pero si un gran entusiasmo. Al salir de clases, dispuesta a irse a casa, se encontró con Sasuke en la entrada. Él esperaba a que su padre viniera a recogerlo, y Sakura imaginó que sería una buena idea hacerle compañía.

—¡Sasuke-kun!— lo llamó con su voz fuerte pero a la vez delicada, él rodó los ojos al verla caminar en su dirección.

—Las personas de su clase no buscan tu amistad, te traicionan a la primera oportunidad porque solamente te quieren por tu posición. 

Esas fueron las palabras que su padre le gritó cuando tenía siete años.

—¿Qué quieres?

—Pensé... Pensé que podía hacerte compañía— Sakura bajó la mirada, sus zapatos brillantes parecían menos intimidantes que la mirada oscura de Sasuke —Para que no estés solo en lo que tu padre llega.

—No me hace falta. 

Ella apretó sus manos, estaba cansada de su mal comportamiento hacia ella, jamás le había hecho algo malo. Sasuke simplemente disfrutaba de ser cruel y de pisotear sus sentimientos una y otra vez.

—¿Por qué eres así conmigo?, Yo jamás te hice algo malo.

—¿Y por qué tú no dejas de seguirme a todos lados?— gritó el por fin, contagiado del mal humor que su padre siempre solía tener. 

—¿De verdad no te das cuenta?— ella levantó la cabeza, Sasuke detuvo su hostilidad al notar las lágrimas en sus ojos. Era la primera vez que hacía llorar a una mujer —Soy amable contigo porque me gustas. 

—Sakura...

—Olvídalo— la pelirosa se giró en dirección contraria a él y se fué de aquel lugar, sus pasos lentos comenzaron a ser cada vez más rápidos. En unos segundos ella huía de él corriendo.

—¡Espera Sakura!— no se detuvo por ese grito, no quería seguir perdiendo su orgullo si Sasuke la hacía llorar nuevamente.

3. No cumplas con tu palabra.

—Es una tonta— murmuró con molestia, pero con un tierno sonrojo en sus mejillas. 

Su amiga se columpiaba a su lado en los juegos del parque, escuchando atentamente su relato —No lo es, enamorarse no es algo tonto. 

—Ella no está enamorada de mí, sólo me quiere por ser un Uchiha.

—¿Qué te hace creer eso?— Hinata lo observó con sus grandes ojos, Sasuke era de las personas más inteligentes que conocía, no entendía porque pensaba eso de Sakura.

—Es lo que Otôsan dice— respondió encogiéndose de hombros.

—Sabes Sasuke-kun, yo pienso que los sentimientos de Sakura-san son puros y honestos.

—¿Por qué?

—Ella demuestra interés en ti, y no ha cambiado su forma de ser contigo a pesar de lo mal que la tratas.

—¿Qué opinas?

—Debes conocerla mejor, y ser menos cruel con ella. ¿Te gustaría que traten mal a tu madre?— él negó de inmediato —Piensa en eso la próxima vez. Nadie merece ese trato.

—Sakura es— guardó silencio unos segundos, no quería admitir que le parecía linda y agradable —Algo molesta.

—Todas las mujeres son lindas, Sasuke-kun, cada una es una estrella que brilla con luz propia— la ojiperla se sonrojó al recordar las palabras del primo mayor de Sasuke —Nadie debe apagar esa luz que las hace únicas. No intentes apagar la luz de Sakura-san.

El Uchiha no respondió, esperó pacientemente el siguiente día de clases para disculparse con Sakura, de alguna manera. El asombro en ella parecía poco, no podía creer que Sasuke Uchiha la tratara bien, y que incluso la invitara a comer un helado en el parque. Sakura se aferró a la idea de que él estaba cambiando, y con las siguientes semanas, ellos por fin formalizaron una relación.

Sakura era la mujer más feliz, Sasuke correspondía a sus sentimientos, y su promesa terminó de ganar su corazón.

—No te haré daño nuevamente.

4. Deja de ser detallista.

 Tres años habían pasado desde aquel amargo momento, que marcó el inicio de una mejor relación con su amigo de infancia. Ambos ya tenían dieciséis, y tres años de noviazgo. Sakura había perdido el contacto con Hinata, parecía que su amiga estaba teniendo problemas con su padre y por ese motivo no le dejaba recibir alguna noticia del exterior. Con Naruto, algunas veces se escribía. Realmente su amigo no le decía mucho, sólo lo triste que estaba por la perdida de su madre, Naruto prefería estar solo y por ese motivo se apartó de ella. 

Algunas chicas admiradoras de Sasuke, solían decirle que él se terminaría aburriendo de ella. Ya llevaban un buen tiempo y eso tarde o temprano terminaría. Sakura no permitía que ellas notaran que sus palabras si le afectaban, las ignoraba y en ocasiones, cuando terminaban con su paciencia, las enfrentaba. En el fondo creía que si tenían razón, Sasuke era menos atento con ella que los primeros dos años. Ya no la invitaba a salir, y las fechas importantes entre ellos las olvidaba.

Los días de primavera eran los favoritos de Sakura, eran las fechas que recordaba por ser la primera vez que Sasuke la besó. Motivada por eso, Sakura invitó a Sasuke a una cita, para comprar un helado en el mismo parque que les gustaba frecuentar en sus días de secundaria. 

La primera media hora esperando le asustó un poco, temía que Sasuke se hubiera accidentado en su nuevo auto. Su novio aún aprendía a manejar, no era un total experto. Hubiera enviado un mensaje si su temor por hacer enfadar a Sasuke no fuera más grande, no quería que el Uchiha malinterprete su preocupación pensando que lo presionaba. Envió un mensaje de texto cuando pasó la primera hora completa. Sasuke tardó quince minutos en responder.

¿Todo bien?

Eso iba a preguntar.

¿Qué sucede?

Estoy en el parque, llevó una hora esperando.

¿Porque estás ahí?

Sakura apretó el celular con fuerza, ¿Era una broma cierto?, Sasuke había olvidado su cita, eso ya le parecía muy cruel.

Teníamos una cita.

Estoy ocupado.

Pensó erróneamente que Sasuke pediría perdón e iría en su encuentro. Su novio parecía tener menor cariño para ella que antes. Y cabe resaltar que Sasuke nunca había sido un hombre que demostrara amor por otras personas que no fueran su familia. Incluso a Hinata que consideraba una hermana por tratarla desde su infancia, en ocasiones la dejaba por preferir estar con su padre. Sasuke sentía una urgencia por ser reconocido a los ojos de Fugaku Uchiha, el líder de la familia solamente veía a su primogénito, Itachi Uchiha. El hermano mayor de Sasuke era un genio, por eso, Sasuke no podía evitar sentirse pequeño ante él. 

Está bien.

Esa fue la última respuesta de Sakura antes de apagar su celular. Quería llorar un poco lejos de casa y luego volver, no pensaba preocupar a sus padres por sus tontos problemas amorosos.

5.- No agradezcas lo que hace por ti.

Ese invierno era mucho más frío que otros, las probabilidades de presencia de nieve aumentaban las razones para creer que su amado Sasuke necesitaría un suéter. Sakura no planeaba compararlo, ella misma haría el suéter y se lo entregaría el día de su aniversario número cuatro. Ya tenía el estambre, la tela y un estampado como el que Sasuke tenía siempre en sus camisetas. El logotipo de la familia Uchiha. Sakura esperaba ansiosa el día de su aniversario para regalarle el suéter junto a unos calcetines de los que Sasuke siempre solía usar. 

Cuando el día por fin llegó, Sakura lo llamó para verse en una cafetería, para su buena suerte, (o lo que ella pensó al principio), Sasuke prometió llegar pronto. Y lo cumplió, en menos de diez minutos Sasuke ya estaba entrando por aquel local. Sakura levantó su mano derecha para captar su atención. 

Sasuke le dió un rápido beso para proseguir a tomar asiento, Sakura no resistió y le hizo entrega del regalo. No consiguió una gran bolsa llamativa, sólo una de papel que prácticamente servía para lo mismo. Guardar el regalo.

—¿Qué es?

—Ábrelo— le respondió ella feliz, deseando internamente que el regalo fuera de su agrado. Sasuke tenía esa diminuta sonrisa de siempre, al principio le costó tiempo comprender que esa era su manera de demostrar que algo le gustaba. 

—Hmph— fue su simple contestación.

—¿Y...?— intentó animarlo a seguir hablando 

—No traje nada para ti, no pensé que me darías un regalo— continuó hablando él.

—No te preocupes.

—¿El suéter es por la llegada del invierno?

Ella intentó darle otra pista, creía que Sasuke solamente estaba jugando —También es por la fecha, ¿No recuerdas algo?

—No es mi cumpleaños.

—Ya lo sé, Sasuke-kun— la sonrisa de Sakura se fue apagando lentamente —¿No lo recuerdas?

—No sé que es lo que debería recordar.

—No es nada— dijo ella en un tono de voz más bajo de lo normal

La vista de Sakura se clavó en la mesa, quería ver todo menos a él. Sasuke volvía a olvidar una fecha importante. Eso la entristecía, él ni siquiera le agradeció el detalle del regalo.

6.- No le des importancia.

La noche del cumpleaños número dieciocho de Sasuke fue un evento que su padre quiso celebrar en grande, él estaba presentando a su hijo ante la sociedad. La única de sus amigos que estaba ahí era Sakura, Naruto y Hinata no habían asistido. Sasuke no parecía tan feliz como lo estaba su familia, incluso su primo Shisui se miraba más animado, comiendo bocadillos y molestando un poco a Itachi y su novia Izumi.

Sakura logró rentar un vestido de noche para la ocasión, el lindo tono rosa pastel combinaba a la perfección con su tono de piel. Todos podían apreciar lo hermosa que lucía, el primos de Sasuke, su hermano e Izumi Uchiha se encargaron de elogiar su persona en cuanto la atendieron. De su novio, el asunto era muy diferente, Sasuke no se acercó a ella hasta que Sakura decidió apartarse de todos. A ella le daba la impresión de que Sasuke se avergonzaba de tenerla como pareja, y esos pensamientos sin duda terminaban por romper a su frágil corazón. 

—¿Te hace falta algo Sakura?

—No, gracias Sasuke-kun.

Él tomó asiento a su lado, Sakura se habría puesto nerviosa si no fuera porque cada vez perdía su ilusión hacia él. Se estaba cansando de ser masoquista, Sasuke podría quererla, pero ella lo amaba. Eran sentimientos muy diferentes.

—Estás triste, si quieres— ella por fin lo miró cuando Sasuke comenzó a acariciar su mano, en su mirada oscura notó algo de arrepentimiento. Sasuke estaba por pedirle salir de la fiesta para ir a otro lugar, era consciente de que no es el mejor novio. Quería hacerle ver que si le importaba, tanto que estaba dispuesto es sacrificar la atención de su padre por ella. 

Sus palabras se vieron interrumpidas por la presencia de Fugaku Uchiha, la seguridad de Sasuke respecto a irse se esfumó en segundos. El azabache apartó la mano de su novia de inmediato.

—¿Quién es ella?

—Es sólo una amiga.

La declaración de Sasuke la impactó por completo, él la estaba negando frente a su padre. Retuvo sus lágrimas y se fué de la fiesta sin pedir explicaciones. Lastima que caería nuevamente a la mañana siguiente con la patética escusa de su novio. 

7.- Déjala por alguien más.
(O algo)

Antes de que la boda de Naruto y Hinata le fuera comunicada a Sasuke, su padre consiguió un gran negocio en la capital. Sasuke tenía diecinueve años cuando su familia decidió que lo mejor era mudarse. Se resistió al principio, amaba a su ciudad natal y aunque no lo admitiera muy seguido, también a Sakura. Dejarla no estaba entre su lista de primeras opciones.

Itachi fue quien lo convenció de seguir a la familia, claro que su hermano mayor no sabía de su relación con la chica de hermosos ojos jade. La noticia de su mudanza fue comunicada a su novia una semana después, Sakura estaba devastada, amaba a Sasuke y le dolía tener que alejarse de él de una vez por todas. Siempre había querido hacerlo por su propia voluntad al ver que él no le correspondía, pero de alguna forma volvía a ceder a él y su perfecta sonrisa. 

Los últimos días los pasaron juntos, el mayor tiempo posible. Antes de que la despedida por fin llegara, Sakura tomó una decisión precipitada, esperando que  Sasuke cambiara de opinión. 

Sakura Haruno se entregó a Sasuke Uchiha, la noche en que sus padres se fueron de la ciudad por unos estudios médicos.  

Todas sus dudas murieron cuando los fríos labios de Sasuke sellaron los suyos. Con sus suaves caricias perdió el miedo, cerró los ojos y suspiró en contra de su voluntad.

Su plan no funcionó, Sasuke la dejó al día siguiente por irse a la capital, como siempre había sido su intención. Algunas semanas después, la noticia de su embarazo la dejó helada. Sasuke y ella habían sido cuidadosos, y aún así, su método falló. Se hizo otras pruebas, esperando que se tratara de algún error. Eso no sucedió. 

Todo estaba en su contra, su padre enfermó del corazón, y ahora un embarazo. No quería decepcionar a su familia con un bebé fuera de matrimonio, ellos ni siquiera sabían que tenía novio. Su única salvación en esos momentos de desesperación fue llamar a su mejor amigo, necesitaba con urgencia su ayuda.

—¿Naruto?— habló dudosa cuando su llamada fue respondida.

—Sí.

—Soy Sakura, que bueno que contestas. Tenía miedo de que hubieras cambiado de número, hace tiempo que no sé nada de ti y de Hinata, ambos dejaron de escribirme. 

—Me da gusto oír tu voz Sakura-chan, si no escribíamos es porque los estudios nos han consumido— Sakura también estaba feliz de escuchar a Naruto, él y Hinata se habían distanciado tanto de ella que prácticamente no se volvieron a ver en años.

—Te entiendo, también llamé a casa de Hinata pero me dijeron que ya no vive allí. Estoy preocupada por ella, no sé nada de mi amiga desde hace unos años.

—Ella está bien Sakura-chan— le dijo él para tranquilizarla.

—Necesito un favor Naruto, no sé a quién recurrir. Está bien si no aceptas, lo comprendería— la idea que tenía era demasiado abrumadora, no quería que Naruto cargara con responsabilidades que no le correspondían. No quería atar su libertad.

—¿Cuál favor?

—Estoy embarazada— Naruto se quedó mudó, la noticia era impactante para él  —El padre de mi bebé no va a regresar y no encuentro una forma de localizarlo para darle la noticia.

—Sakura-chan— susurró Naruto con algo de pena.

La ojijade comenzó a sollozar. Le tomó varios minutos tranquilizarse para volver a hablar —Mi padre estará muy molesto conmigo, le voy a causar vergüenza y es lo que menos quiero. Mi padre está enfermo del corazón, temo que si le doy la noticia de que tendré un bebé fuera de matrimonio... No sé si lo soporte.

—Lo siento mucho Sakura-chan. ¿En qué te puedo ayudar?

—¿Aceptarías fingir que estamos casados?— el silencio de Naruto le dió oportunidad para seguir explicando —No te sientas comprometido a aceptar. Eres mi amigo y tampoco quiero obligarte a ser infeliz a mi lado y con un bebé que no es tuyo.

Esperó pacientemente su respuesta, un alivio llenó por completo su cuerpo al escuchar que ya no estaba sola en esa situación.

—Está bien Sakura-chan, te ayudaré.

Sakura no contuvo su llanto —Gracias Naruto, muchas gracias. 

—¿Qué necesito hacer?

—¿Puedes venir a verme cuando pase la tormenta?, Necesito un amigo.

—Está bien, iré a la dirección que mandaba las cartas. ¿Te parece?

—Mejor en la cafetería que está en el centro de la ciudad, el lugar donde me dijiste que trabajabas antes.

—De acuerdo, allí estaré.

Sin percatarse, Sasuke había seguido la lista de Naruto, y ahora debía enfrentar las consecuencias.

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Sin más que decir, nos leemos pronto 💕

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