Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento al lector.

Los problemas de Boruto siguieron, ni Hinata, Shisui o yo nos dimos cuenta. Fue una semana antes de que Himawari cumpliera cuatro años cuando sucedió la tragedia que nos marcaría tanto a su madre como a mi. Mi pequeño Boruto ya tenía diez años, era un niño muy inteligente, pero últimamente estaba teniendo problemas con algunos de sus compañeros. 

También tenía ciertos problemas con Shisui, no me mal interpreten, Shisui siempre trataba bien a mi hijo. Pero Boruto no creía que fuera sincero, pensaba que quería más a su hermana.

Una tarde, según dijo Hinata, ella insistió en que Boruto fuera al supermercado con Shisui, para que arreglaran sus diferencias. 

Ambos habían salido en el automóvil de Hinata, el de Shisui aún estaba en reparación. La tarde era calurosa, Shisui no dejaba de hablar para hacer más divertido el camino, Boruto tenía los brazos cruzados sobre el pecho, sin dirigirle la palabra al adulto a su lado.

Shisui dejo salir el aire por sus labios, estaba frustrado, no sabía que debía decirle a su hijastro para que volvieran a tener la relación de hace años. Honestamente, no sabía desde cuándo había cambiado su buena relación.

—¿Hice algo que te molestara, Boruto?

Boruto bufó y miro por la ventana —No.

—Hay algo en lo que te pareces mucho a Hinata— Shisui sonrió un poco —Ambos son pésimos mintiendo.

Mi hijo permaneció callado unos minutos más, habló antes de que Shisui lo hiciera de nuevo —¿Por qué quiere más a mi hermana?

Shisui lo miró desconcertado, aunque se obligó a volver la vista al camino, no podía distraerse si seguía manejando —¿De qué hablas?, ¿Cuándo he dicho que quiero más a Himawari?

Boruto apretó sus manos en un intento por contener el enojo que había guardado por mucho tiempo —No lo dice, pero lo demuestra.

—Eso no es cierto, yo los amo de la misma manera. Ambos son mis hijos.

—Claro que no, usted quiere más a mi hermana porque ella si es su hija. Yo no soy importante en su vida.

—No Boruto— Shisui cometió un error sin intención, dejó de ver el camino para mirar a Boruto —Estas equivocado.

—Es lo que su familia dice, ellos prefieren a mi hermana.

—Pero yo no soy igual a mí familia.

—Usted me está mintiendo— gritó Boruto, las lágrimas de enojo pronto comenzaron a rodar por sus mejillas.

—Boruto, el amor que les tengo es igual, no quiero a uno más que al otro. Cuando seas padre me entenderás, créeme— Boruto seguía con el ceño fruncido —Eres mi hijo y te amo— el pequeño rubio sintió un calor inundar su pecho.

Boruto divisó el tráiler que se estaba pasando el alto obligatorio, gritó para alertar a su padre adoptivo. Todo paso tan rápido en la mente de Shisui, él sabía que no alcanzaría a frenar y aunque lo hiciera de todas maneras serían impactados, las bolsas de aire podrían amortiguar el golpe, pero Boruto era demasiado pequeño para ir al frente. En una fracción de segundo, Shisui Uchiha tomó la decisión más valiente que había visto, abrazó a Boruto y dejó que el mayor impacto fuera en él. De esa forma su hijo tendría una oportunidad.

El cuerpo de Shisui estaba lleno de sangre, Boruto miraba con horror mientras sentía que su alma escapaba de su cuerpo.

El auto en donde iban Shisui y Boruto fue empujado por algunos metros, la señora que tenía su pequeño restaurante en esa cuadra fue la que llamó a los paramédicos. Dos adultos y un niño fueron trasladados con urgencia al hospital de la ciudad. Los padres del menor se enteraron del accidente en el momento que el hospital les informó.

Cuando entré al hospital, de lo primero que me percaté fue del gran movimiento que había, fui de inmediato a la recepción dónde una enfermera me indicó el lugar donde estaba siendo atendido mi hijo. 

La sala de espera estaba casi vacía, me fue fácil localizar a Hinata. Cada paso hacia ella era insoportables, tenía miedo de lo que le pasaba a mi pequeño Boruto, él era la razón de mi vida.

—Hinata.

Ella se giró para verme, sus ojos estaban rojos e hinchados, me pregunte cuánto tiempo llevaba llorando —Naruto-kun.

—¿Qué sucedió?

Ella limpió sus ojos con la manga de su blusa, aunque fue algo inecesario ya que continuó llorando —Shisui-kun y Boruto iban al supermercado, es mi culpa, yo los envié. Es mi culpa Naruto-kun.

La abracé para reconfortarla, Hinata siguió llorando en mis brazos —No es tu culpa Hinata, ellos estarán bien.

Hinata negó —Shisui-kun n-no es-estará bien.

—¿Por qué dices eso?, Él es muy fuerte Hinata, Shisui estará...

—Shisui-kun ya n-no está— estoy seguro de que escuché como el corazón de Hinata se rompía. 

—¿Q-qué?

—Mi Shisui-kun ya no es-está— las palabras de Hinata eran cada vez más difíciles de entender, su llanto estaba ganando la batalla —N-no lo-logró llegar co-con vi-vida.

Pasé saliva con dificultad, si Shisui no había sobrevivido —Boruto— susurre —¿Qué hay de mi hijo?

—Es-esta e-en o-observación, el médico di-dice que hace to-todo lo posible— acaricié la espalda de Hinata, quería ser de apoyo para ella pero me sentía igual de destruido.

—Estará bien, nuestro hijo estará bien.

Pasamos varias horas sin noticias de Boruto, ya me había encargado de avisar lo sucedido a la familia de Hinata y de Shisui, también me comunique con mi padre y mi abuelo. Hinata estaba preocupanda por si hija menor, pero sabía que estaba a salvo al cuidado de Neji y Hanabi.

Hinata se recargó sobre mi hombro cuando mi reloj de mano indicó que eran las dos de la mañana, media hora después nos avisaron que aparentemente nuestro hijo estaba fuera de peligro. Logramos verlo en la mañana, cuando el doctor nos dijo que Boruto había despertado sentimos algo de alivio.

Los dos pasamos a verlo, Boruto estaba demasiado débil, nos miraba a ambos con algo que yo identifique como culpa.

—¿Dónde está Shisui-san?, ¿Por qué escuché a las enfermeras decir que estaba muerto?

—Boruto— tomé su mano para intentar tranquilizarlo, no  era buen momento  para recibir la noticia de la muerte de Shisui.

—Fue por mi culpa— Boruto sollozó.

—No, fue un accidente Boruto— Hinata intento sonreírle a nuestro hijo.

—Yo le grité— mi corazón se oprimió al ver a Boruto llorar de esa forma —Le dije que no me quería, pero murió protegiéndome.

—Boruto, Shisui-kun está bien— Hinata tomó la otra mano de Boruto pero mi hijo deshizo su agarre.

—No me mienta Okasan, Shisui-san está muerto, Shisui-san está muerto por mi culpa.

—No hijo.

Boruto se alteró demasiado, tanto que el doctor encargado prefirió que nos retiraran de su habitación. Hinata seguía llorando, tuve que sacarla a la fuerza para que abandonara la habitación.

La enfermeras iban y venían, yo seguía consolando a la mujer que alguna vez fue mi esposa. La fuerza pareció abandonar el cuerpo de Hinata por un momento, se miraba tan débil que en verdad me preocupe.

—¿Te encuentras bien Hinata?, Puedo ir por un café o algo, lo que necesites.

Hinata negó —Es solo un mareo, es algo normal.

—¿Normal?

Hinata miró al suelo con tristeza y asintió —Estoy embarazada, lo descubrí hace una semana.

—Yo— no sabía exactamente lo que debería decir, no podía felicitarla cuando su esposo acababa de morir.

—No quería decírselo a Shisui-kun hasta que Boruto resolviera sus diferencias con él.

—¿No lo sabía?

—No, no lo sabía.

Me sentí mal por ella nuevamente, volví a envolverla en mis brazos y la dejé desahogarse todo lo que restaba de la noche.

Mi hijo nos dejó por la mañana, fue otro golpe duro para Hinata, tuve que fingir ser fuerte y no deshacerme frente a ella para poder ayudarla a soportar la situación.

El funeral de Shisui Uchiha y Boruto Uzumaki fue en los siguientes días. Apoyé a Hinata en todo momento, nunca la dejé sola. Me partía el corazón saber que no vería a mi hijo de nuevo, se había llevado mis mejores momentos. No soy bueno cuando se trata de hablar sobre lo que me hace sentir la muerte de Boruto, tal vez solo no quiero recordarlo de esa forma, quiero seguir imaginando a mi hijo cuando aún estaba lleno de vida. 

El responsable del accidente también murió esa mañana, sentí pena porque ese hombre de treinta años no logró despedirse de su familia. Hinata y yo logramos ver a Boruto una vez más, aunque hubieran sido solo unos minutos. Fue el momento que más valoré en mi vida.

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Lamentó mucho haber tardado en actualizar, no he tenido mucho tiempo 😔 además de que me daba tristeza hacer esta actualización porque se venía la muerte de Shisui y Boruto, eso era algo que ya había decidido desde el principio.

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Nos vemos en la próxima actualización 🖐️