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Advertencia: Capítulo para +14 años 😏

05 de enero, 2018

— ¡Oye, tú! —grito. Finjo entusiasmo al verlo y como estoy dejando un poco mi dignidad de lado, abro mis brazos para envolverlos en su cintura para dar con un abrazo.

Él ríe ante mi demostración de afecto y me envuelve en sus brazos. Apoya su frente en mi cabeza inclinándose solo un par de centímetros, pues yo soy alta y él solo un poco más.

—Eres lo mejor que me pasó este año, linda —admite. Levanto mi cabeza para observarlo y dar con la imagen que me está viendo con esa sonrisa que le caracteriza.

Observo como en sus ojos existe ese amago de esperanza a que yo le responda lo mismo, pero, para su mala suerte soy Leslie.

—No me digas linda —le riño e intento sonar severa.

— ¿Por qué? —ambos caminamos hacia la sala de estar de su casa, un lugar donde se encuentra un hermoso televisor pantalla plana, perfecto para ver películas— Si eres linda, hermosa, bellísima...

—Cállate.

—Una diosa. —termina diciendo.

Ambos nos acomodamos en el sofá, él se encuentra muy, pero muy, cerca de mí.

—Dios, quiero vomitar —en serio que sus cursilerías me empalagan y me dan nauseas.

— ¿Quieres vomitar? —Pregunta asombrado, incluso sus ojos se abren con sorpresa— ¿Estás mareada? Puedes estar embarazada —anuncia algo dudoso—, pero espera, tú y yo no hemos hecho...

—Es el Espíritu Santo, obvio —respondo, irónica.

Me estoy aguantando la risa para seguirle el juego.

— ¿Qué? —sus ojos se abren más de lo normal. Me quedo unos segundos extras con la vista fija en sus ojos. En serio, son de un color muy bonito, casi llegando al verde.

—Tú sabes, fui elegida por Dios para traer al mundo a su hijo.

— ¡No! —Exclama, interrumpiendo mis divagaciones— El único hijo que deberías tener debe ser el nuestro. Asio.

Ay, pobre niño.

—No vamos a tener hijos y menos con ese nombre. —afirmo. Me cruzo de brazos e intento mirarlo de la forma más seria posible.

Rueda los ojos y resopla como un niño pequeño. Me causa risa su expresión, pero sigo manteniendo mi gesto serio.

Volver a nuestras bromas me da mucha más tranquilidad. Ya no parece perdido ni inundado en sus pensamientos. Ahora es el mismo Zack que hace unos meses conocí en una cafetería.

—Aburrida.

—Ay, Zachary —le doy palmaditas en el hombro como consolándolo—. Por favor, si llegas a tener hijos no le pongas ese nombre.

Me toma de la muñeca y con delicadeza va deslizando sus dedos hasta entrelazarlos con los míos. Un estremecimiento recorre mi piel ante su caricia.

—Los únicos hijos en mi futuro son los nuestros.

En serio, tráiganme un balde que estoy a punto de vomitar.

—Pareces muy decidido —hago un mueca de disgusto. Frunzo el ceño y arrugo la nariz algo incómoda con esta conversación.

—Para todo en esta vida se tiene que estar seguro, Leslie.

—Vinimos a ver una película, ¿recuerdas? —sonrío, creo que es la sonrisa más fingida que alguna vez he hecho en toda mi vida.

Mis intentos de cambio de tema son inigualables.

—Claro —se levanta y suelta su agarre de mi mano. Toma el control del televisor y aparece la aplicación de Netflix al instante—, ¿qué te gustaría ver?

Él va moviendo los controles de la aplicación, mostrándome las diversas opciones de películas para elegir.

—Yo digo que podemos ver Son como niños es muy buena. —indico al ver la portada de esa película que me trae buenos recuerdos.

— ¿Y Una esposa de mentira? —me pregunta él, apuntando hacia el televisor.

—Ya la he visto —confieso, poco entusiasmada.

Sigue apretando el botón del control remoto, se le nota muy concentrado en esa tarea. Sin querer, mi mirada no se aleja de él y solo me quedo observándolo mientras frunce el ceño atento a las portadas y sinopsis de las películas.

— ¿Qué te parece "Capitán América"? —apunta hacia el argumento de la película.

Vuelvo mi mirada hacia el televisor e intento simular que no lo estuve viendo por varios segundos.

—Bueno, mi mejor amiga ama Marvel, así que he visto cada película posible de esa compañía.

Sigue mostrándome varias películas hasta llegar a donde dice comedia.

¿Qué pasó ayer? —pregunta.

—Pues tuve una conversación algo extraña con Melissa y comí pizza con mi mami —respondo inocentemente.

Zachary me observa unos segundos como si estuviese pensando qué haría a continuación, sonrío y él empieza a reírse debido a mi tonta respuesta.

—Me refiero a la película —dice entre risas.

— ¿La has visto? —cuestiono dudosa.

—No. —niega con la cabeza sin dejar de ver el televisor.

¡Por fin una película que ninguno de los dos haya visto!

—Yo tampoco, hay que verla.

Pone a reproducir a la película y ambos nos acomodamos para disfrutarla. De inmediato, su brazo rodea mi cintura y mi cabeza se apoya en su hombro. Parecemos la típica pareja adolescente sumamente cursi y romántica.

Pasan varios minutos en los cuales solo observamos la película, me resulta muy divertida y lo único que se escucha en la casa es el sonido del film y nuestras carcajadas.

— ¿Sabes? —Llama mi atención cuando llegamos a la mitad de la película—, hace rato que me muero por besarte, pero no lo hago porque estás muy atenta a la película.

—Eso es muy atento de tu parte. —digo.

Por el rabillo del ojo veo como él voltea su cabeza para mirarme fijamente, intento disimular que estoy atenta a la película y no a su mirada. Sus dedos se van deslizando sutilmente desde su posición en mi cintura hasta llegar a mi barbilla, me provoca un poco de cosquillas pero sigo observando al televisor a pesar de que no entiendo lo que está pasando. Zack ríe y me toma de la barbilla para mover mi cabeza, así quedo frente a sus ojos. Sin pensarlo dos segundos me besa y luego todo explota.

En el sentido metafórico de la palabra.

Aquí es donde mi lado romántico aparece.

Explotamos juntos creando una burbuja en donde solo existíamos él y yo. Donde todo desparece y te olvidas de lo que puede pasar después, de las palabras, de los sentimientos, dejándote llevar por las emociones. Aquellas emociones que te llevan a cometer locuras con la persona menos esperada.

Todo nos llevó a hacer aquellas locuras que no pensaba realizar. Terminé sentada en su regazo mientras nos besábamos. Mis manos no podían estar quietas, recorrían desde su ombligo hasta su cabello y las suyas me tenían bien sostenida de la cadera moviendo los pulgares acariciando aquella zona. Cada beso, cada caricia, cada sonido que hacia provocaba ciertas emociones que no podía controlar y que siendo sincera, no quería detenerlas.

Mi mano curiosa tomó vida propia cuando empezó a colarse debajo de su camiseta y él no me detuvo. Sentir su piel caliente bajo mis dedos hacia que todo estallara. Sentía las chispas entre nosotros y pensé que ese fuego que logramos encender juntos no se apagaría tan rápido.

Sus dedos comenzaron a recorrer mi vientre sobre la blusa, segundos pasaron en los que me había olvidado por completo que necesitaba de oxígeno para seguir respirando. Él no dejó de besarme, sino, sus labios iniciaron un recorrido de mi boca hasta mi clavícula.

Sin embargo, nuestra burbuja se rompió en el momento en que mis manos tomaron el bordillo de su camiseta e hicieron un amago para levantarla y él pensó que ya era suficiente de esto. Me toma de las muñecas para alejarlas de su abdomen mientras se aleja de mis labios para tomar aire y conectar miradas.

Apoyo mi frente en la suya, nos quedamos observando uno al otro. Nos tomamos unos cuantos segundos para recuperar la respiración y tranquilizarnos.

Wow, realmente puedo ser cursi.

— ¿Estás eran las cosas sugerentes que querías hacer? —termina por preguntar al cabo de unos segundos.

—Zack —suspiro.

—No podía dejar que pase algo más.

—No te preocupes, sigamos viendo la película.

—Leslie, no creo que pueda seguir viendo la película —confiesa algo avergonzado. Sus mejillas se encuentran rojas, su cabello se encuentra más despeinado que de costumbre y sus labios están hinchados y rojos, pero sigue viéndose guapísimo. No me imagino como debo estar yo—. Te llevaré a tu casa, o si quieres te embarco en un taxi, como quieras. Viniste sin carro, ¿cierto?

— ¿Puedes llevarme? —pregunto algo confundida con toda la situación.

—Claro —como si no le costara nada, me levanta para sentarme en el sillón.

Él solo se pone de pie para alejarse a no sé dónde, no sin antes decirme que en unos minutos vuelve.

Siete minutos después, él vuelve. No conté los minutos pero me puse a ver la película y eso fue lo que pude avanzar hasta que él llegó.

Con una sonrisa me lleva hasta su carro, me abre la puerta como siempre. Se sube al asiento del conductor y arranca el carro, todo en absoluto silencio.

Enciende la radio, está terminando una canción que no reconozco, así que solo me apoyo en la ventana hasta que la canción desconocida termina y sale una canción de Pink, la cual me encanta.

Sometimes I hate every single stupid word you say... —empiezo a cantar al compás de la canción. No me importa si mi voz es fea y pueda romper una ventana, el punto es vivir la canción al máximo— [...] You push all my buttons down. I know life would suck without you.

Si analizamos un poco la letra, palabra por palabra, te haría recordar a una historia muy divertida llena de dramas. Donde se dan varias locuras y el protagonista te puede generar diabetes por las frases cursis que dice.

At the same time, I wanna hug you, I wanna wrap my hands around your neck.

—No sé si tomarlo como una indirecta. —murmura Zack a mi costado, interrumpiendo mi canto.

Hago una mueca como si me hubiese causado gracia su comentario, sin embargo, no le respondo y continuo cantando al ritmo de True love.

— [...] you're the only love I've ever known. But I hate you, I really hate you, so much, I think it must be.

True love, true love —el doctorcito se une a mí en el coro de la canción.

Volteo con una sonrisa hacia él, también sonríe pero sin apartar la vista de la carretera. Supongo que esta canción debe definir bastante la relación que tengo con él. Aunque, no puedo admitir que es un amor de verdad.

It must be true love, no one else can break my heart like you — en esa última frase del coro, Zack voltea a mirarme muy serio como si me dedicara esas palabras finales.

La canción sigue y nosotros continuamos cantando hasta que llegamos a mi casa. Él se baja del carro, me abre la puerta y me entrelaza sus dedos con los míos para caminar de la mano hasta la entrada de mi casa.

—Oye —tira de mí mano para acercarme más a él—, me gustó pasar la tarde contigo. Lo siento por terminarla tan temprano.

—No te preocupes —digo y me encojo de hombros, aparentando indiferencia.

—Sentí que la canción era una indirecta para mí.

— ¿Cómo crees? —pongo mi voz sarcástica, sin embargo, no es cierto lo que dice. Aunque pareciera.

—Resumamos la canción —sonríe de oreja a oreja—. Quieres abrazarme pero también quieres estrangularme. Me dices que soy un tonto, vamos a cambiarlo a imbécil para que dé con la canción, pero quieres a este imbécil —no digo nada que pueda delatarme—, a pesar de que no lo quieras admitir. Apuesto que te haces diez mil preguntas de cómo llegamos hasta aquí: "¿Por qué sigo aquí?" "¿Por qué dices las cosas que dices?" "¿Cómo rayos llegamos a estar juntos?", pero sin mí, te sientes incompleta. Y creo que soy el único capaz de romper tu corazón, pero no te preocupes, estudio medicina y todo se puede curar.

—Qué bien —digo con entusiasmo—, sabes inglés.

Suelta un suspiro ante mis palabras, como si estuviera cansado de esperar algo. No sé qué podría ser.

— ¿No vas a decirme que me quieres?

—Estamos bien de esta manera.

—De acuerdo —resopla y noto que está un poco frustrado.

Se acerca mucho a mi persona y termina apoyando su frente en la mía. Nos observamos un par de segundos en los que no intercambiamos palabra alguna. Todavía no puedo creer que llegué a estar de esta manera con alguien, mi primer instinto sería empujarlo por invadir mi espacio personal, pero no puedo. Mis barreras han caído por el estudiante de medicina que se encuentra en frente de mí.

—Te quiero, Leslie. —suena inseguro.

Quiero preguntarle qué está pasando por su cabeza para sonar tan inseguro sobre esas palabras que antes las decía con puro sentimiento, pero antes de pronunciar palabra, él me toma del rostro para besarme, sin embargo, solo dura menos de tres segundos. Literal, los conté. En el instante en que se aleja, todas las inseguridades invaden mi cabeza y no importa que me esté sonriendo con esa pinche sonrisa tan característica suya, no importa que me observe con detenimiento como si fuera el único ser de este planeta. No importa. Porque sus acciones de las últimas semanas me están volviendo loca, pero mi sentido común me dice que me relaje, que no hay de qué preocuparse y al final, no le hago pregunta alguna.

Con esa tonta sonrisa se aleja hacia su carro sin decir otra palabra.

***


06 de enero, 2018

— ¿Todavía sigue en pie la idea de los condones?

Ella levanta la mirada de la revista que estaba leyendo y me observa detenidamente a los ojos. No se nota sorprendida o enojada, me muestra aquella mirada neutral que dice: Tienes toda mi atención.

— ¿Quieres que vayamos a la farmacia ahora mismo? —enarca una ceja como si estuviese retándome.

—No —sonrío—, solo dije eso para llamar tu atención.

Rio mientras me acomodo en la silla frente suyo. Necesito de urgencia ayuda de su parte, mi mamá siempre me ha dado los mejores consejos.

—Necesito que me ayudes porque América y Joaquín han tenido una fea pelea y tal parece que han terminado, ella hasta ahora está en su negación total y bueno, quiero hacer algo por ella.

Mi mamá me toma de la muñeca y acaricia esa zona con delicadeza; es un gesto que hace desde que soy pequeña para darme calma y que me tranquilice.

—Váyanse de viaje —sugiere.

—No tenemos mucho dinero.

—Entonces, pueden ir a un club fuera de la ciudad. Hay uno bien bonito y también deberían de quedarse a dormir unas dos noches. Es barato, lo prometo.

Asiento con la cabeza varias veces de manera pensativa. Por eso digo que mi mamá da los mejores consejos, no había pasado por mi cabeza irnos de viaje o ir de paseo a un club. Se lo propondré a los chicos mediante el chat.


***

Via whatsapp

Leslie: ¡Hay un hermoso club fuera de la ciudad! ¿Somos?

Eduardo: ¿Tiene piscina? ¿Cancha de fútbol?

Leslie: Sí.

Renato: ¿Realmente quieres ir a un club con piscina? Tal vez el frío de tu corazón congele el agua y nos quedamos sin diversión.

Leslie: No sé para qué te invito.

***


—Sugiero que pueden irse la próxima semana —mi mamá me dice captando mi atención.

— ¿Quieres deshacerte tan rápido de mí? —me burlo. Ella ríe ante mi pregunta y se le nota tan joven cuando sonríe y ríe de esa manera, siento que mi madre y yo somos iguales. Tanto así que nos pueden confundir con hermanas.

—Por supuesto, Les. Como te veo todo el tiempo, cada hora del día ya me cansé de ti.

—Eres tan dulce, mami.


***

Via whatsapp

Renato: Sabes que te amo, Les.

Leslie: Yo no a ti.

Eduardo: Una respuesta tan Leslie.

América: Yo no quiero ir a ningún lugar, mi cama y yo estamos reconciliándonos.

Eduardo: ¿Cuándo pelearon?

América: Cuando Joaquín apareció en mi vida, puse a mi cama como segunda opción.

Leslie: ¡Pecado! Tu cama ha estado contigo cada día y tú la cambias.

América: Lo sé L Por eso estamos haciendo las paces.

Leslie: Yo sé que se reconciliaran. Ahora, vamos a ir a ese club y punto.

***


—Necesito que me hagas un favor —le pido a mi mamá, quien había vuelto a poner su atención en la revista que antes leía.

—Dímelo.

—Necesito que te aparezcas coincidentemente en la casa de América y hables con su hermana. Siento que África requiere de ayuda pero no quiere pedirla —murmuro como si fuera un secreto de estado.

Mi madre frunce el ceño ante mi pedido y aparta la revista de nuestro alcance. Realmente es un tema serio que necesita ser discutido con profundidad.

— ¿Por qué dices eso?

—Creo que ella está cometiendo muchos errores y no tiene quién se preocupe por ella.

—Entonces, iré donde América pensando que estás tú y veré si está África.

—Mejor voy donde América y espero hasta que llegue su hermana, en ese momento te envío un mensaje.

—Trato.

***



                          Me encantaría saber qué pensaban al leer esa advertencia 😂

Bueno, estamos en la recta final. Este es el antepenúltimo capítulo. Y mi pregunta es... ¿Quieren que los capítulos sean diarios o... prefieren que la espera sea un tanto larga?

Aclaraciones: [...] -> significa que faltan fragmentos de la canción, solo he usado unos cuantos.

PD: No voy a matar a Zack, lo amo muchísimo. Solo me gusta ver sus reacciones ante mis sugerencias del final. Quiero recalcar que hay un comentario que tiene la razón. Mil besos.

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