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CHAEYOUNG
Escuche el irritante y fuerte sonido de una corneta, di un brinco provocando que me cayera de la cama, pegándome en la rodilla.
— ¡Mierda!— Grite ignorando la maldita cosa que suena y toqué un poco mi rodilla, bufé al darme cuenta que era la pequeña mierda que jode cada vez que quiere, cuando dejó de sonar el despertador estiré mi brazo tratando de alcanzar el celular, pero volvió a sonar asustándome de nuevo.
— ¡Que mierda de despertador! — Joder, cuanto odio esta porquería. Apagué la alarma con un leve puchero en los labios.
Me levante del frío piso con mi ceño fruncido, me dirigía al baño a paso lento cuando sentí un punzante dolor en mi dedo meñique del pie.
— ¡¿Por qué a mi?!— Empecé a cojear, ese maldito dolor es insoportable.
Con dificultad llegue al baño, entré a la ducha e hice mi rutina de aseo. Cuando terminé, me miré al frente del espejo admirando mi reflejo, lanzándome unos besos y riéndome por lo estúpido que me veía haciendo eso, me puse una toalla en mi cabello y me cambie.
Mi ropa consistía en unos baggy jeans, con una camisa blanca de botones, una correa negra, unas converse del mismo color y una sudadera color café que estaba arriba de mi camisa blanca, dejé mi pelo rebelde, es realmente un dolor de cabeza peinarlo, traté de hacerme una trenza pero no sirvió.
— ¡Santa Mierda!— Escuché el grito de mi padre junto a un estruendo.— ¡Estoy Bien! — Cerré lo ojos soltando una risa al volver a escuchar su grito.
Tomé mis lentes junto a las demás cosas y bajé las escaleras con una sonrisa, agarré una manzana de un tazón y le di un mordisco volviendo mi vista a las escaleras donde se escuchaban pasos a lo lejos.
Me acomodé las gafas y casi me ahogo viendo a mi papa luchando contra su cinturón mientras baja las escaleras, sosteniendo una sudadera en el brazo izquierdo que era curiosamente igual que la mía.
Mientras el bajaba, yo lo miraba con ojos entrecerrados esperando una explicación, al parecer el se percibió de mi mirada y lo escuché tragar fuerte.
— Yo... eh..
— Mejor vamos — Di un último vistazo a mi padre y empecé a caminar a la puerta.
Me subí al carro y arrancamos directamente a mi instituto, en donde, según mis cálculos quedaba a unos cinco o seis minutos de mi casa.
Cuando por fin llegamos, pude ver a una de mis amigas esperando en la puerta, tengo que admitir que es una hermosa chica, pero tiene un carácter del diablo.
Mi padre se estacionó unos dos carros antes de donde se encontraba mi amiga, bajé del vehículo y me acerqué a la ventana del conductor. Mi padre bajó el cristal y me brindó una sonrisa.
— Nos vemos, que te vaya bien en el trabajo— Le sonreí y le estiré mi puño, el acató mi intención y chocó el puño conmigo.
— Adiós Tigresito — Soltó una risa al verme girar los ojos, no me molesta que me llame así, al fin y al cabo mi madre también me llamaba así.
Una sonrisa amarga se posó en mis labios, mi padre se quito el cinturón de seguridad y se acerco para darme un beso en la frente.
— ¡Chaeyoung! — El grito me sacó de mi trance, le sonreí por ultima vez a mi padre y me alejé de su auto dirigiéndome a donde se encontraba mi amiga.
— Pedazo de gnomo mal hecho, ¿Dónde mierdas estabas? — Gruñó mi queridísima amiga mirándome de arriba a abajo con una mirada indignada.
— ¿Con esa boca besas a tu madre? —
— ¡Cállate y no cambies el tema! — Giré mis ojos con una risa ocasionando que me propiciará un buen golpe.
— Maldita Yoda gruñona... — Dije en un susurro mientras me acomodé las gafas, ganándome otro bufido de ella, lo ignoré y empezamos a caminar.
Todas las vistas estaban en nosotras al entrar en aquel espacio educativo, claro, como no, si somos las nuevas del instituto. Giré mis ojos al pensar lo fastidioso que seria presentarme ante tantas miradas las cuales ahora quemaban mi cuerpo, podía sentir a todos esos estúpidos murmurando cualquier idiotez por los largos pasillos.
— ¡Enana, Chewy! — Gritaron dos chicas al fondo del pasillo, las cuales empezaron a correr en nuestra dirección rápidamente, pero bajaron la velocidad cuando ya estaban a unos pasos de nosotras.
Las dos son unas completas payasas, pero hacíamos un excelente trabajo juntas, eso hasta que nos separaran por instituciones, Jeongyeon y Dahyun quedaron en el mismo instituto mientras Tzuyu y yo estábamos en otras. Entre pensamientos me perdí y mi mirada, por casualidad se posó en un grupo de chicos reunidos, mis ojos se encontraron con unos de color ámbar, que brillaron al hacer contacto conmigo, sus facciones eran suaves y delicadas, labios no tan gruesos y un hermoso lunar en su nariz.
— ¡Tierra llamando a Chaeyoung! — Escuché el grito de Dahyun. Mis mejillas se tornaron de rojo al darme cuenta que estaba viendo a la chica fijamente.
Volteé apenada de donde provenía su voz y un suspiro salió de mis labios tratando de ocultar una sonrisa.
Alcé mis brazos en forma de abrazo y el cual fue aceptado por esas dos idiotas. Joder cuanto extrañaba a estas dos.
— Las extrañé chicas, nunca más me vuelvan a dejar sola con la jirafa — Dije con dramatismo secando una lagrima falsa y volviendo a acomodar mis gafas.
— Estoy totalmente de acuerdo, fue una pesadilla —
Añadió Tzuyu abrazando también a las dos chicas. Cuando se separaron caminamos hasta encontrarnos con un grupos de personas haciendo un revuelo, todos estaban murmurando, por curiosidad me acerqué siendo detenida en el camino.
— No te lo recomiendo.— Me dijo Jeongyeon agarrándome del brazo y le sonreí en respuesta mientras asentía.
En mi anterior instituto era una de las perdedoras más "Esenciales". Para todos era una burla, era plana y utilizaba gafas, además de que me vestía como una señora cuarentona viuda; Pero con el tiempo pude aprender a vestirme, pero créanme cuando les digo que mis calzones mata pasiones de vaca no los cambio ni por popularidad, pero lo más gracioso es que eso no ha sido hace más de dos años y la planicie junto con las gafas... bueno seguimos trabajando en eso.
Ahora que tengo dieciséis años puedo estar más segura de lo que me gusta o no, aunque tengo que aceptar que no todo ha sido tan malo, ahí pude tener mi primer novio, el cual solo estaba conmigo por un reto, pero igual tuve, así que algo es algo.
Después de unos momentos perdida en mis pensamientos, un golpe hace que aterrice en la realidad, encontrándome con los ojos curiosos de mis amigas, giré lo ojos y dejé que ellas nos llevaran a recorrer el instituto que era muy grande, llegamos a el salón que me tocaba, todas estábamos en salones diferentes, Dahyun y Tzuyu se fueron primero dejándome con Jeongyeon ya que mi salón quedaba más cerca al de ella que el de las demás. Me dejó en la puerta y se fue, claro, sin antes darme algunas indicaciones básicas.
Sonreí inconscientemente e ingresé al curso sentándome casi al final de todo, agarré mi celular y unos auriculares que estaban en mi mochila, y me los coloqué escuchando las canciones que tenia en mi celular.
Miraba a todos lados escuchando el bullicio de mis compañeros a lo lejos gracias a que estaba escuchando música, la puerta se abrió y sonreí esperando que la profesora entrará e iniciara la clase, pero no, al contrario vi a la misma chica que hace unos minutos antes estaba mirando.
Sus ojos se fijaron en mí y una electricidad inexplicable se apoderó de mi piel, una sonrisa amable brotó de sus labios y empezó a caminar a un puesto al frente de la clase.
Unos minutos después estaba riendo con un grupo de chicos y chicas al su alrededor, mire embelesada sus facciones, el como sus ojos se escondían al reír, era como de la realeza, una princesa sin duda alguna.
Y ahora estaba siendo el centro de atención para todos, mis ojos vagaron por el salón y pasé saliva con dificultad.
— Y bueno, señorita, ¿podría presentarse? — Lo mire con desprecio, efectivamente otra vez seré el hazme reír de todo el mundo.
— Yo soy-— Paré de hablar apenas un gallo salió de mis labios, mis ojos se estancaron en los de la pelicafé y bajé la cabeza.
— Cállense que no puedo escuchar nada— Una voz habló y rápidamente alcé mi mirada, ahora encontrándome con una sonrisa de su parte.
Mi mirada era de agradecimiento y me armé de valor. — Soy Son Chaeyoung, un gusto en conocerlos — Miré directamente sus ojos mientras me presentaba y mis labios se curvaron al ver que desvío su mirada.
Por Diosito, esto estaba plagado de errores, sinceramente no se como leen esta porquería, me dio hasta hambre esto... Bueno no por esto, pero ya saben.
Denle estrellitas y comenten carajo, no me gusta que no comenten nada >:'
Han_Sook
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