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[🐢] 01



Era un bonito día soleado para cualquiera que pudiera apreciar el hermoso paisaje que aquel rubiecito miraba por su balcón. Aire fresco, nubes demasiado blancas y un aroma a tierra mojada eran cosas que relajaban a aquel rubiecito, tanto que le hacía sonreír.

JiMin había sido detectado con un pequeño autismo a los 6 años y a pesar de que los síntomas no eran tan notorios había tenido influencia a lo largo de su niñez y ahora adolescencia. JiMin era un niño especial para todos, y no por el hecho de su autismo, más bien era el hecho de que el transmitía una alegría que hasta al ser más gruñón podía hacer reír.

JiMin jamás sintió odio o se burló de alguien. JiMin nunca sintió aquel sentimiento pero si experimentó lo que era el amor.

Cuando cumplió 15 había conocido a Jeon JungKook, un castaño que había cuidado de él durante su primer año de secundaria y siempre le hizo sentir protegido.

ChanYeol le contaba anécdotas sobre cómo sería cuando aquel sentimiento de amor creciera en él. Le había contado como se había enamorado de BaekHyun y como ese le había correspondido. Eso lo motivo a crear un bello dibujo y pedirle una cita a JungKook. Lástima que aquello no había resultado como había planeado.

— JiMinnie, sabes que te quiero muchísimo bonito. Eres un ser tan especial para mí y quiero tener siempre conmigo pero... Tengo novia. Lo siento mucho.

JiMin lloró casi una semana entera y no quiso ver a Jungkook. Se encerró en el mismo y no quiso salir de su habitación. ChanYeol le había dicho que lo que había experimentado era su primer corazón roto y aunque tenía ganas de asesinar a Jeon sabía que no era su culpa. Jeon solo cuidó y protegió a JiMin de una forma tan especial que agradecería eso eternamente al igual que su honestidad sobre sus sentimientos hacia JiMin.

ChanYeol fue muy paciente con su hermanito sobre explicarle cómo funcionaban las relaciones y en parte hizo que JiMin hablara con Jeon. Lamentablemente Jeon se había ido a Seúl y JiMin lloró por nunca haber podido decirle que no era su culpa y que lo quería mucho.

Ahora, casi 4 años después se había mudado a Seúl junto a su hermano y actual mejor amigo; Kim TaeHyung o como él le llamaba su soulmate.

JiMin ingresaría a su segundo año de preparatoria pero con la clase especial. Un salón con solo 8 alumnos que solían tener el mismo padecimiento que él. JiMin era consciente de que su autismo no era tan complejo pero aún así su forma de aprendizaje era distinta a la de un chico normal y por el momento estaba bien con ello.

Alistó su mochila y se colocó su suéter blanco holgado con un dibujo de un pollito. Se miró al espejo y con una sonrisa salió de su habitación para tomar su desayuno de todos los días junto a su hermano y mejor amigo.

Ansiaba tanto que Yeolie le cocinará waffles con fresas como el día anterior.


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La alarma había sonado justo a las 7:00 de la mañana y él encerró ya quería asesinar a alguien. Algo que siempre había odiado eran las mañanas por el simple hecho de que era de día y era cuando su cama era más cómoda y caliente.

Él no quería ir a la escuela. Pero, hoy era su primer día en su nueva escuela y aunque le rogó casi exigió a su padre que le dejara quedarse en Daegu y terminar su último año con HoSeok. Éste le había dicho que era una gran oportunidad ya que al entrar a la Universidad de Arte en Seúl sería más fácil y ya estaría familiarizado con el lugar.

Su padre era todo un listillo.

Con toda la pereza del mundo y a pasos lentos entró al baño y se alistó para una ducha. 15 minutos después estaba terminando de arreglarse y bajo junto con su padre y madre que les esperaba con una calidad sonrisa.

— Buen día cariño. Prepare tortitas de jamón y queso crema. Tu favoritas. —comento alegre su madre a lo cual él pelinegro asintió con una sonrisa leve.—

— Hoy tengo tiempo antes de ir a la Oficina así que te llevaré a la escuela. —comento su padre dejando el periódico a un lado.—

— Eso suena fantástico pero me gustaría tomar el autobús para familiarizarme con las rutas y esas cosas.

— Suena bien Yoon, pero déjame llevarte hoy a tu primer día.

— Papá ya no tengo 7 años.— Eso lo sé. —contesto sincero.— me gustaría que aún tuvieras siete hijo.

Yuna, que en ese momento había escuchado a su esposo interrumpió aquello para soltar un pequeño chiste y así quitar aquella aura de tristeza.

SeoJoon era demasiado frágil con esas cosas. Aún extrañaba a su pequeño niño de siete y aunque ya no pudieron tener hijos y SeoJoon había sido hijo único le dolía ver a su esposo triste por el hecho de que creía que ya no era necesario cuidar de su hijo.

8:30 de la mañana ya estaban saliendo padre e hijo hacia el auto para llevar al pelinegro a su primer día de escuela. Entre una plática amena y una que otra risilla, ambos se despidieron con su típico choques de puños y un "te veré en casa" para así bajar del auto y entrar a la escuela.

YoonGi observó el lugar minuciosamente, cerciorarse de no encontrar algo extraño y después de una pequeña evaluación notó que esta era normal.

Al dar sus primeros pasos y mirando a ciertos puntos pudo mirar a un castaño platicar tan alegremente con un grupo de chicos que parecían estar divirtiéndose por las risas que soltaban. Entrecerró los ojos y pudo ver una cabellera rubia y un rostro tapado por un libro de lo que parecía "el principito".

A como se iba acercando pudo apreciar mejor al castaño que parecía ser el líder de aquel grupito. Cuando esté hizo contacto visual vaya sorpresa se llevó al darse cuenta de quién era.

Aquel tarado del campamento que lo había llamado tortuga y le había quitado el amor de BaekHyun.

— Pero mira nada más que desgracia nos enviaron de Daegu.

— Déjame decirte que es un verdadero dolor de culo verte de nuevo Park ChanYeol.

— Y tu un jodido dolor de Huevos Min YoonGi.

— ¿Aún los conservas? Creí haberte dejado sin ellos cuando te orinaste encima al ver al cocodrilo del río.

Algunas risas y abucheos de hicieron presentes, ChanYeol empuñó sus manos y antes de soltar algo una manito tomó su suéter jalandole.

— Yeolie, quiero ir a comer algo. ¿Me llevas? Olvidé mi almuerzo.

La tierna voz inundó los oídos de Min fijándose en el tierno chiquillo de hebras rubias y unas mejillas gorditas y levemente rosadas. Cuando el rubio se fijó en él sus ojitos brillaron antes de apartarlos tímidamente sin darse cuenta que con solo unos segundos que se miraron habían dado inicio a la mejor etapa de su vida.








Holaaa ¿Cómo están?

Aquí el primer capítulo uwu, esperamos que les haya gustado.

Cuídense mucho.

Nos leemos pronto. ¡Gracias por leer!

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