A la mañana siguiente llega notificación de la dirección, haciéndonos saber que tanto Lana como Seth están bien, que sólo les tomará unos días de reposo para mejorar, igual quiero verla, así que le mando un mensaje para saber si puedo ir a su casa.

—¿Cómo estás?

—Ya mejor fue sólo el susto, igual no me dejan salir de mi cuarto. Oye que gracioso te veías ayer de Ken, por cierto, ¿Cómo está Astrid?

—Ella está muy bien.

—¿Cómo la conociste?

—Iba en mi prepa y me ha gustado desde entonces, pero nunca me hizo caso, creo que no me quiere como yo la quiero a ella.

—¿Le has dicho que la quieres?

—Si se lo dije hace tiempo, pero luego nos dejamos de hablar, igual pienso intentarlo de nuevo ahora que ya me hace caso.

—Eso es muy lindo, entonces ya vas por algo más formal.

—Sí, esa es la idea.

Se tarda en contestar más de lo normal, en un inicio no me preocupa quizá se ha ido a dormir, después su mensaje me quita el habla.

—Kyle sólo tengo una última cosa que decirte... Pasó igual que en los libros, yo fui la última en darme cuenta, y me dí cuenta justo porque dolió, pero me niego a ser un absurdo cliché y sólo callar, yo sí me enamoré de ti, es una tontería, y lo siento sé que rompí la primera regla que pusimos, perdón si te hiero con lo siguiente pero ya no podemos seguir así, tengo que terminar esto. Espero que tengas una excelente vida, y te deseo la mejor de las suertes, yo estaré bien aunque ahora no lo parezca, cuídate y adiós.

No sé cómo responder así que le digo lo primero que se me vino a la mente.

—¿Haz visto la película de un paseo para recordar?

—Si.

—Dijiste que no te ibas a enamorar.

—Ah eso, si bueno, ya no importa, el final va a ser diferente.

—No es justo Lana.

Ya no me contestó, esperé horas junto al celular, quizá las mismas horas que ella esperaba cuando yo estaba ocupado y no le hablaba.

Comienzo a pensar que quizá su padre tenía razón, la vida después de Lana ya no tendrá color.

Isa