☾ Epílogo ☼
Fue como si el propio destino hubiera tejido un cuento de hadas para la boda de los dos príncipes. El aire estaba cubierto por una lluvia de pétalos rosados que caían de los árboles de cerezo, creando un ambiente mágico y romántico. Cientos de personas emocionadas se habían reunido para presenciar la unión de los dos amantes, y la expectación era palpable.
Los príncipes, vestidos de blanco, se enfrentaban en el altar, sus ojos fijos en los de su amado. Sus manos estaban unidas, y sus rostros radiaban felicidad y amor. Las coronas de flores que llevaban en la cabeza parecían haber sido tejidas por las propias hadas, y su belleza era tan grande que parecía casi sobrenatural.
Cuando los príncipes compartieron sus votos, el silencio se apoderó del lugar. Las palabras que se dedicaron fueron tan bellas y devotas que parecieron tocar el corazón de todos los presentes. Lágrimas de emoción comenzaron a caer, y un sentimiento de nostalgia se apoderó del lugar. Era como si todos los presentes hubieran sido testigos de algo verdaderamente especial, algo que nunca olvidarían.
—Park Jimin, hermoso dueño de mi alma —Jungkook comenzó, su corazón palpitaba con fuerza, miraba a su amado sintiéndose el hombre más afortunado del mundo—. No hay momento en que no deje de pensar en ti, cada que veo un amanecer, cuando encuentro una bella flor, donde el dorado predomine, siempre pienso en ti. En ti lo tengo todo, las palabras correctas, el beso perfecto, la risa que calma, la mirada que enciende, el abrazo que sana, un amor que no miente. Mi vida es plena y maravillosa solo porque tú estás en ella amor mío.
—Jungkook... alegría de mi corazón. —Jimin aclaró su garganta sintiendo un nudo formarse en su garganta mientras miraba esos exhorbitantes ojos oscuros frente suyo con amor y devoción—. Amo tus ojos, amo el misterioso café que ellos visten, amo el fulgor que ellos presumen, amo la paz que se refleja en los míos siendo tuyos, sé que te amo. No sé en qué momento me enamoré de ti, un día simplemente me sentí tuyo mientras te veía sonriendo. El amor es eso, tú con ganas de todo y yo eligiéndote cada día. Tú amando mi desastre y yo enamorado de tu locura. Tú abrazando mis miedos y yo acariciando tus heridas. Tú dedicándome sonrisas y poemas, y yo, toda mi vida, mi amor.
Los anillos sellaron el compromiso, y una vez que se dijeron "hasta que la muerte nos separe" y se les permitiera unir sus labios en un adorable beso, finalmente el príncipe Park Jimin y el príncipe Jeon Jungkook estaban unidos en sagrado matrimonio, pero más qué eso, sus almas y corazones habían sido unidos también, como si de uno se tratara.
Todos entre lágrimas y aplausos llenos de conmoción felicitaron a los príncipes, Taehyung y Seokjin sin dudas eran los más emocionados, sus padres sonreían llenos de orgullo y también de suma alegría, Hoseok y Yoongi también estaban allí juntos, festejando plenos a la feliz pareja.
Una vez que la ceremonia llegó a su fin, el salón se transformó en un escenario de ensueño. La música comenzó a sonar, y los novios se tomaron de las manos para compartir su primer baile como pareja casada. El vals que bailaron fue un espectáculo de amor y pasión, lleno de sentimiento y emoción.
La forma en que se miraban era como si el resto del mundo hubiera desaparecido. Sus ojos se encontraban en un abrazo visual, lleno de amor y devoción. La manera en que sus cuerpos se movían al ritmo de la música era como si estuvieran bailando en una nube de ensueño. Sus manos se tocaban con suavidad, como si temieran romper el hechizo que los rodeaba.
La música lenta y romántica parecía haber sido compuesta especialmente para ellos, y su baile fue como una coreografía perfecta, diseñada para mostrar el amor y la pasión que sentían el uno por el otro. Todos los invitados estaban hipnotizados por la escena, y no podían evitar sentirse conmovidos por la profundidad del amor que compartían los novios.
En ese momento, parecía que nada más importaba en el mundo. El amor de los novios era como una fuerza de la naturaleza, capaz de iluminar incluso las estrellas más lejanas. Era un amor que parecía haber sido escrito en las estrellas, y que brillaba con una luz que podría ser vista desde la Luna y el Sol.
—Es hora de que escapemos, amor mío. —le murmuró Jungkook al oído a su ahora esposo, cuando la música terminó y todos aplaudían.
—Si es contigo, siempre estoy listo. —respondió Jimin tomando la mano de su amado con convicción y una sonrisa.
Al salir del salón, apuntó de tomar su carruaje para ser llevados a aquel momento tan esperado, se lanzaron múltiples fuegos artificiales, fue un sorprendente y mágico show, sin dudas todo había sido memorable, y como no serlo cuando se trata de la boda de los príncipes de los reinos.
—¡Jimin espera! —Taehyung interceptó un segundo a su mejor amigo cuando estaba corriendo hacia el carruaje tras su esposo.
—¿Qué pasa? Tengo que irme. —replicó sonriente.
—Lo sé, solo quería decirte antes de que desaparezcas por un mes que... estoy muy feliz por ti, deseo que siempre seas muy feliz y que nunca te falte amor, también te amo Jimin. —dijo con los ojos llenos de lágrimas y abrazo con nostalgia y fuerza a su hermano de otra madre—. Regresa con bien y disfruta cada segundo.
—Lo haré, te lo prometo. Te amo también Taehyung, dile a mis padres lo mismo. —se separó y lo miró—. Volveré pronto, con ansias para tú boda con el maestro, yo también te deseo mucha felicidad y amor.
—Gracias hermano. —Tae sonrió entre lágrimas.
Jin también se detuvo a hablar con Jungkook.
—No sabes cuán orgulloso estoy de ti, haz madurado y aprendido demasiado, no por mi, los créditos son todos tuyos, mi valiente muchacho. —palmeó el hombro del menor con una sonrisa y mirada llena de orgullo.
—Claro que no, también a sido gracias a ti, realmente te quiero Jin, todo esta tiempo me haz ayudado a caminar, también me haz levantado y... simplemente me haz criado, tú... —un nudo se formó en su garganta mirando a su maestro con quebranto—... eres como un padre para mí.
Eso llegó al corazón de Seokjin y lo impulsó a abrazar al joven con firmeza.
—Y tú también eres un hijo para mí Jungkook. —murmuró—. Ahora ya vete, hoy te espera una larga noche, trátalo bien y disfruta cada instante. —se separaron.
Jungkook se despidió de Jin, y Jimin se despidió de Taehyung, finalmente subieron al carruaje y se despidieron con sus manos mientras abandonaban el palacio.
—En este momento... me siento muy nervioso. —confeso el rubio mirando sus manos inquietas.
—No te preocupes, yo me encargaré de cuidarte bien todo el tiempo. —contestó Jeon tomando entre sus manos las de su amado dándole una sonrisa y una mirada calmada, tranquilizándolo.
[...]
[🍋]
La luna de miel de los recién casados sería un sueño hecho realidad en una pequeña isla privada, alejada de los reinos y rodeada de un mar de cristal. Allí, la Luna y el Sol se podían ver perfectamente, como si estuvieran bailando en el cielo. Las noches eran largas y apasionadas, y el aire estaba lleno de un perfume dulce y embriagador que parecía hacer que el anhelo y la romance se respiraran en cada rincón.
En el corazón de la isla, se alzaba el castillo blanco, un palacio de ensueño hecho completamente de mármol blanco pulido, que brillaba como un faro en la noche. Los árboles de cerezo de la temporada rodeaban el castillo, sus flores rosadas y blancas bailando en el viento. Los jardines eran un laberinto de senderos empedrados, fuentes y estatuas, que parecían haber sido diseñados para que los amantes se perdieran en ellos.
Sin duda, era el lugar perfecto para una pareja recién casada, enamorada y ansiosa.
La habitación, iluminada solo por la luz suave y cálida de las velas, era un refugio íntimo y acogedor. El viento nocturno entraba por la ventana abierta, alborotando las cortinas de cenefa y creando un ambiente de ensueño. En este escenario de romance, Jungkook se acercó a su amado, su mirada llena de deseo y amor.
Con movimientos lentos y tiernos, Jungkook comenzó a besar los carnosos labios de Jimin, saboreando cada momento, cada sensación. Su mano se deslizó hacia la cintura del rubio, atrayéndolo hacia él, mientras su boca se movía hacia la mejilla de su amado, dejando un rastro de besos suaves y tiernos.
Luego, su boca se deslizó hacia su cuello, donde hizo cosquillas y lo desconcertó con suaves mordiscos y lamidas. Jimin se estremeció de placer, su cuerpo respondiendo a las caricias de Jungkook, mientras su corazón latía con fuerza, lleno de amor y deseo.
—Se siente raro, Jungkook. —suspiro Jimin con la respiración agitada y las mejillas sonrojadas.
—Tranquilo, no haré nada que no quieras hacer, si algo te molesta dímelo y enseguida me detendré. Ahora ¿quieres que me detenga? —le preguntó mirando su rostro.
Eso es lo que Jimin menos quería, se aferró a sus hombros pegándolo más a su cuerpo, se subió en sus puntas y alzó su rostro para lograr rozar sus bocas, totalmente anhelante de él.
—Haré que este momento sea muy especial, quiero hacerte sentir bien. —rodeo de nuevo su cintura con sus brazos y bajo sus labios hasta unirlos con los de su cónyuge.
Jungkook se sumergió en el beso, saboreando cada momento, cada sensación. Su lengua delineó los gruesos labios de Jimin, explorando cada curva, cada contorno. Luego, se introdujo en la cavidad de su boca, consumiendo cada aliento, cada susurro.
Jimin correspondió con la misma pasión, su lengua entrelazándose con la de Jungkook en un delicioso juego de seducción. Suspiraron juntos, sus ojos cerrados, mientras un escalofrío recorría sus cuerpos.
Cuando finalmente se separaron, lentamente, pero quedándose abrazados, ambos estaban conscientes de una sola cosa: se deseaban con una fuerza salvaje, primitiva, que no podían ignorar. Su amor había alcanzado un punto de no retorno, y solo había una manera de satisfacer su deseo.
Jungkook era consciente de la inexperiencia de Jimin,todavía era tímido, dócil e inseguro, y sabía que debía llevar las cosas con calma y suavidad. Así que, con movimientos lentos y deliberados, comenzó a desabrochar la camisa de seda de Jimin. El primer botón, luego el segundo, y finalmente la camisa se abrió y se deslizó por los hombros de Jimin, dejando al descubierto su piel suave y tersa.
Jungkook lo hizo girar de espaldas y se pegó a él, comenzando a besar su cuello y sus hombros. Sus manos se deslizaron por el abdomen de Jimin y subieron hasta su pecho, provocando un jadeo de placer en su amado.
Luego, bajó sus labios hasta la espalda de su amado, justo en la columna vertebral, donde dio muchas cosquillas que lo hicieron retorcerse y soltar una risita placentera. La risa de Jimin fue como música para los oídos de Jungkook, que sonrió y continuó besando y acariciando a su amado.
—Son hermosas las Lunas que tienes en la piel de tú espalda ¿sabías que estaban allí? —le preguntó mientras besaba esa zona.
—Ugh si, aparecieron luego de ¡agh! Regresamos de la Isla Fantasma. —respondió entre jadeos, para luego ser girado de nuevo.
—Me gustan mucho. —dijo con una sonrisa poniéndose de rodillas. Jungkook se detuvo a la altura de la cremallera de los pantalones de Jimin, su mirada fija en la zona que pronto estaría expuesta. Con movimientos lentos y deliberados, desabrochó el botón y bajó la cremallera, permitiendo que los pantalones y la ropa interior de Jimin se deslizaran por sus piernas, cayendo al suelo con un suave susurro.
Luego, Jungkook llevó su boca hacia el abdomen bajo de Jimin, dejando besos suaves y tiernos que se deslizaron hacia abajo, hasta llegar a la ingle de su amado. Fue allí donde Jimin emitió su primer gemido, un sonido bajo y gutural que revelaba su creciente excitación.
Se detuvo y se puso de pie, con la mirada fija en Jimin, que estaba completamente desnudo frente a él. Sus pupilas brillaban con deseo, y su corazón latía con fuerza al contemplar el cuerpo apeteciblemente hermoso de su amado. La piel blanquecina de Jimin resplandecía a la luz de las velas, y Jungkook no podía evitar sentir un deseo arrollador por él.
Entonces, sin decir una palabra, Jungkook se desnudó ante la mirada curiosa de Jimin. Se despojó de sus prendas sin pena alguna, revelando su torso fuerte y bien definido. Jimin estaba emocionado, y su mirada se clavó en el cuerpo de Jungkook, especialmente en su torso tallado y firme.
Llevó sus manos para tocar los brazos grandes y fuertes de Jungkook, notando la marca de un sol tatuado en su piel. Deslizó sus dedos por los anchos hombros de Jungkook hasta llegar a los pectorales, y los acarició suavemente, sintiendo cómo la piel de Jungkook se estremecía bajo su tacto.
—Ji-Jimin... —jadeo Jungkook sintiendo como solo un ligero toque de su príncipe lo hacía estremecer.
El príncipe Park le miró a los ojos con una mirada llena de deseo.
—Por favor, enséñame más Jungkook. —le pido acercándose a sus labios, para entonces volverse a besar con más vehemencia. Que le pidiera más con una voz dulce pero apasionada lo hizo excitarse enseguida.
Jeon lo tomó de la cintura y lo alzó, lo cargó y llevó hacia la cama, lo colocó al medio de esta, colocó su cuerpo encima entre sus piernas y entonces pasó su lengua por el rostro, brazos, pezones, vientre y sedosas piernas ajenas. Deleitándose del placentero sabor que percibían sus papilas gustativas. Jimin, sin poder controlar lo que sentía por primera vez en su cuerpo, se aferró a las sábanas y mordió su labio inferior, simplemente dejándose llevar.
—¿Te tocaste tú mismo, como lo que hablamos? —le preguntó Jeon, y el contrario asintió con la cabeza tímido—. Enséñame.
Al principio Jimin estaba dudoso si hacerlo, sentía un poco de pena pero... cuando se hundió en la oscura mirada de su hombre y sintió su cuerpo desnudo sobre el suyo, finalmente se armó de valor y llevó su mano lentamente hacia su miembro. No obstante, Jungkook acercó un dedo a su entrada y lo introdujo con lentitud al tiempo que Jimin se complacía, y entonces escuchó el segundo gemido salir de su boca.
—Dime lo que pensaste de eso, cuando estabas solo. —murmuró con una increíble voz profunda, manteniendo movimientos constantes con su dedo dentro de su cónyuge.
—¡Ah! Yo... yo pensé... ¡ah Jungkook! —gimió estuvo apunto de correrse, el rubio se removía sobre las sábanas de la cama, llevando sus manos hacia su cabello para jalar las hebras, buscando un punto de contención a sus nuevas emociones.
El pelinegro buscó de nuevo los ojos entrecerrados y llorosos del rubio, para luego inclinarse y morderle el labio inferior, el cual se encontraba ya bastante hinchado por los propios besos fogosos que él le había dado. Le volvió a devorar la boca como un hombre famélico, el contrario intentaba llevarle el ritmo pero tropezaba por su inexperiencia.
—¡Suficiente! Yo... yo te... te quiero a ti amor. —le pidió Jimin a su amado mirándolo a los ojos, estaba completamente seguro que quería sentirlo dentro de él. Sus mejillas se tornaron sonrojadas por su propio comportamiento descarado, el cual era impulsado por el deseo carnal, que por fin había salido a la luz después de tantos años.
—Bien, lo haré si tú me lo pides. —dejó un beso sobre su ojo lloroso. Jungkook se acomodó entre sus piernas y las separó con delicadeza, bajó su mirada para recorrer con ella toda la zona privada que le estaba mostrando su cónyuge, relamió sus labios hambriento—. Eres hermoso, amor.
El cuerpo de Jimin estaba tan expectante a cualquier toque, que al momento de sentir aquellas ajenas manos recorrer esa zona que le había recalcado su madre proteger a toda costa hasta contraer matrimonio, temblaba, se estremecía con la respiración irregular.
—Esto puede doler un poco, dime si te hago daño y me detendré. —le avisó, se miraron directamente a los ojos expectantes.
Y cuando menos esperó su interior fue asaltado, no pudo mantener sus emociones lo suficiente y sintió desfallecer cuando sintió cómo algo grande se adentró en su interior y dejó salir un fuerte grito de dolor. Encajó sus uñas en la piel de los hombros de su hombre, para tratar de apaciguar el ardor en su interior al momento en que el miembro del pelinegro llegó a lo más profundo de su cuerpo.
Jungkook gruñó de satisfacción al sentirse bienvenido en aquel cálido, mojado y estrecho interior. Sin meditarlo, se detuvo para que su amado pudiese acostumbrarse y adaptarse a su longitud, antes de comenzar un vaivén lento pero demasiado profundo, logrando que ambos gimieran al compás de las embestidas. El cuerpo delgado y pequeño, bajo la anatomía grande estaba temblando por el placer que sentía, todo están siendo nuevo, pero estaba siendo fantástico.
Jungkook se movió de la forma adecuada, placentera para ambos, embestidas lentas pero profundas, las piernas de Jimin envolvieron la cintura de Jungkook pareciendo solo uno, cada empuje lento pero profundo los transportaba y elevaba al máximo placer, siendo envueltos por la niebla de la lujuria y pasión hasta casi perder los sentidos.
Jadeos y gemidos gobernaban la habitación junto al choque de sus cuerpos al unirse. El rubio cerró los ojos, manteniendo sus manos sobre el cuerpo de su cónyuge, dejando que las lágrimas cayeran sobre sus mejillas; se sentía demasiado bien para ser real.
—¡Ahhh! ¡Si! ¡Sigue así! ¡Haaah Jungkook! —gimió con fuerza.
—Esto es demasiado ¡Ah! Creo que voy a...
Ambos llegaron al clímax de su orgasmo casi al mismo tiempo, sus cuerpos liberaron todo ese placer que los consumía en un sonoro gemido, sus respiraciones agitadas y tratando de recuperar el aliento mientras sus cuerpos eran azotados por los espasmos del orgasmo pero siguieron abrazados.
—¿Cómo te sientes? —le preguntó Jeon.
—Yo me siento... —Park sonrió de oreja a oreja—. Maravilloso.
Jungkook le besó de nuevo sus labios sellando su acto de amor y entrega con un casto beso, las palabras sobraban, en ese momento solo querían disfrutar de cada sensación y cada sentimiento que flotaba a su alrededor.
[...]
Luego de pasar la más maravillosa luna de miel, envueltos en romance y mucha pasión, los recién casado después de un mes tuvieron que volver a su realidad. Nada en los reinos había cambiado, solo ellos, se notaban más felices que nunca, renovados, simplemente otras personas. Pero de esa forma tenían que continuar con su itenerario, y realizar lo más importante.
La coronación se realizó, finalmente Jimin y Jungkook fueron nombrados como legítimos reyes de los reinos y hubo un gran festejo por ello. Y después de todo eso todo comenzó a cambiar; en la primera semana hubo muchos cambios en los reinos, como por ejemplo que las personas del reino del Sol que quisieran vivir en el reino de la Luna podían hacerlo y viceversa, y así de un día para el otro los reinos se habían combinado. También todo los bienes fueron reforzados y todo marchaba a la perfección, había nuevos empleos, gente alegre y aprendizaje por doquier. Y los reyes estaban muy felices, todo estaba yendo como lo habían planeado.
Por el momento decidieron quedarse en el reino del Sol mientras planeaban la construcción de un nuevo palacio entre ambos reinos.
—¿Te sientes cansando? Hoy hiciste muchas cosas, Taehyung seguramente no dejaba de hablar de decoraciones para su boda con Jin. —mencionó Jungkook sonriendo, caminando de la mano junto a su esposo hacia su alcoba.
—Si, hoy fue un día ajetreado, pero me gusta ayudarlo con eso, lo veo muy alegre y eso llena mi alma de alegría. —respondió Jimin feliz—. ¿Y tú amor? ¿Cómo estuvo la junta con el parlamento?.
—Todos son unos viejos con mentalidad vieja, parece que no entienden que el reinado de mi padre ha terminado y ahora nosotros somos los reyes y queremos cambios. —mencionó con enfado.
—Tranquilo, podemos continuar hablándolo, la próxima vez te acompañaré y te ayudaré a persuadirlos ¿está bien?. Por ahora calma, quiero disfrutar a mi esposo al menos en la noche.
—Si eso deseas así será mi amado.
Ambos soltaron una risita cómplice, pero de repente Jimin se detuvo sintiendo un fuerte mareo, sus piernas flaquearon débiles y entonces se desvaneció en los brazos de su esposo.
—¿Jimin? Amor ¿qué sucede? Despierta ¡guardias! ¡Alguien ayúdeme! —gritó preocupado, enseguida una sirvienta corrió hacia ellos.
—Su majestad ¿qué pa...?
—¡Llama al doctor! ¡Rápido, llama a un doctor! ¡Jimin!.
Habían pasado tres semanas desde su luna de miel. Y luego de que el doctor revisara a Jimin, así fue como él cambió más importante paso.
El rey Jimin estaba en cinta.
Todos los que no sabían sobre el deseo que les habían cumplido las brujas del Oeste estaban confundidos, ¿cómo era posible que un hombre pudiera engendrar un bebé?, finalmente las dudas fueron aclaradas, los reyes tuvieron que cumplir y salir a dar una explicación a sus súbditos, algunos no lo podían creer, otros estaban felices, pero finalmente iban a tener un heredero y eso era muy bueno.
[...]
Pasados los nueve meses gestación Jimin dio a luz a su primer hijo varón de nombre Sumin, tener un bebé alegraba el corazón de los reyes, se encontraban muy felices por la llegada de su primer heredero, sin duda ese pequeño les vino a alegrar un poco más la vida. Y desde entonces no pararon, dio a luz a otros dos pequeños, una niña llamada Star y otro varón de nombre Kira.
Los reinos vivían en armonía, sus amigos eran felices, Taehyung estaba felizmente casado con Jin, Hoseok y Yoongi estaban llevando una relación de polos opuestos que se atraen, y Jimin y Jungkook...
—Amor mío, es a ti a quien quiero muy dentro de mi corazón y en todos mis lugares favoritos. En mi cama para desnudarnos el alma cada día, en mi balcón para contemplar juntos mil atardeceres y en mis brazos para que nunca te falte paz, ternura y un amor verdadero. —murmuró Jungkook a su amado, acariciando su espalda desnuda, abrazados bajo la sábanas de su cama, en la oscuridad y silencio de la noche.
—Me gusta ser tuyo, y no en el sentido posesivo, sino en el más romántico que ha podido existir. Solo tengo ganas de amarte, de permanecer contigo. Me gusta porque mi cuerpo te ha elegido como la razón de sus deseos, mi mente como su pensamiento más constante, mis ojos como su punto favorito para perderse y mi alma como la compañía perfecta. —respondió Jimin levantándose para entonces besarlo en los labios de forma romántica, envolviéndose de nuevo entre las sábanas.
Ellos sin dudas eran felices. Son como el amor de Como La Luna y El Sol, que a pesar de la distancia, saben que se tienen uno al otro, que a pesar de sus diferencias, se aceptan tal y como son, y que juntos forman un eclipse perfecto.
FIN
Abajito está la nota de autor, no olviden visitarla! Los amo💗
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro