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025.

Lo había encontrado, finalmente en algún lugar Jungkook logro encontrar a Jimin, lo hizo al menos en el olor de su ropa.

Llevado por la desesperación y la angustia, se encontraba rendido de rodillas en el suelo, con toda la ropa de Jimin a su alrededor, pues había estado desde esa mañana en su camarote, simplemente tratando de sentirlo de alguna forma. Abrió todas sus maletas y sacó sus ropas, una por una fue olfateado imaginándose la imagen de su amado, hasta terminar hecho un completo desastre de lágrimas y lamentos. Adoraba su olor que seguía impregnado en la seda de sus camisas, pero que ahora se encontraban mojadas por sus lágrimas.

Lo había intentado, realmente había intentado no perder la cabeza, y esas noches de desvelo manejando el timón lo habían ayudado solo un poco, pero la verdad era que ya no podía seguir un segundo más fingiendo que todo estaba bajo control y que era fuerte, pues no lo era, su amor estaba lejos de él capturado por una persona vil que fingió su verdadera identidad sin saber de lo que es capaz, y eso era lo peor, no saber qué es lo que le estará pasando en ese momento.

Taehyung se encontró con esta imagen del príncipe y le rompió el corazón. Hace tiempo estaba seguro de qué él realmente amaba a su mejor amigo, incluso cuando se desarrolló toda esa situación no podía creerlo, no podía creer que Jungkook fuera malo, y ahora se alegraba al saber que estaba en lo cierto, él siempre amo a Jimin de eso ya no tenía dudas.

—Yo también vine aquí en algún momento. —llamó su atención mirándolo desde el umbral de la puerta.

Jungkook ni siquiera quiso moverse, simplemente miró al castaño en silencio para luego bajar el rostro afligido y rendido.

—No podía hacer otra cosa. —masculló el príncipe con la voz rota—. ¿Donde más podría encontrarlo? Es que lo extraño tanto, han pasado solo cuatro días pero yo lo siento como una eternidad.

—Esta siendo muy duro, yo más que nadie sé eso, pero me sorprende como haz logrado sobrellevarlo todo, realmente haz demostrado ser alguien fuerte, incluso más que yo. —Tae entró al camarote con cuidado de no pisar nada—. Te mostrarte algo, podría darte más fortaleza. —abrió uno de los cajones y sacó una caja de terciopelo que Jungkook reconoció enseguida.

—¿Eso es...?

—Si, es el anillo de compromiso que le diste, él lo llevaba consigo a todos lados desde que se lo diste, era algo que atesoraba incluso más que una joya familiar. —se lo dio y el pelinegro lo tomó sorprendido.

—Yo... no lo sabía, gracias por decírmelo. Así que entonces él... jamás dejó de amarme ¿cierto? Todo esto era una prueba, me estaba probando y yo le fallé. —inquirió y sus ojos nuevamente se llenaron de lágrimas.

—Supongo que estaba esperando a que tú mismo le dijeras que todo era real, y no solo un mandato de tú padre... Jimin jamás dejó de creer en ti y ese poema que le diste, por el Sol... —sonrió sintiendo un nudo formarse en su garganta al tiempo que su nariz picaba—. Es lo más hermoso que he leído en mi vida, de verdad me dejaste sin aliento.

—Quería... yo quería que supiera cuanto lo amo, cuanto lo admiro, cuanto lo adoro y lo atesoro, esperaba que con eso supiera lo que siento y que no podía decirle a los ojos por miedo. —suspiró mirando el anillo en sus manos—. Ahora sé que estaba equivocado, no debí acobardarme, solo debí decirle que lo amaba y no habríamos llegado a todo esto, no sabes cuantas oportunidades tuve y todas las desaproveché.

—Todavía tienes una oportunidad más, volveremos a verlo, estamos cerca, pronto podrás decirle a los ojos cuanto lo amas y entonces... todo esto habrá sido solo una pesadilla —le dijo caminado hacia la puerta—. Eres un gran hombre Jungkook, todo este viaje y lo que has vivido con Jimin te ha ayudado a madurar, realmente... estoy orgulloso de ti. —le brindó una cálida sonrisa.

Jungkook se la regresó lleno de gratitud, con una lágrima escurriendo por su mejilla. Luego Taehyung se fue y él después de mirar el anillo, mirar la ropa de Jimin una vez más y limpiar sus lágrimas se levantó listo para continuar con más fuerza y así subió de nuevo al timón.

—¡Hey! —un balde de agua helada lo hizo despertar de inmediato—. Vístete, hemos llegado a la isla fantasma. —uno de los piratas abrió las rejas de su celda y le lanzó ropa que rápidamente se colocó—. Rápido príncipe, no tenemos todo tú jodido tiempo. —una vez que Jimin se colocó la ropa se levantó y se acercó con miedo al pirata—. Te pondré unas lindas pulseras, no queremos que vayas a ningún lado. —le colocó unas esposas.

—¿Dónde esta Namjoon, dile que necesito hablar con él, por favor? —pidió Jimin mientras era llevado hacia la salida. Aún seguía aferrado a querer persuadir al general, pero ya no había oportunidad, no después de lo de anoche.

—Para ti el general en estos momentos no se encuentra muy accesible que digamos, así que solo camina y cállate si no quieres que ponga algo en tu boca para que lo hagas. —sentenció, subieron las escaleras, lo llevó a cubierta y lo tiró al suelo donde se encontraba toda la demás tripulación—. Aquí está el príncipe ¿nos vamos?.

—Vaya, incluso con toda esa sangre se ve muy apetitoso ¿no lo creen? —dijo uno de los piratas haciendo bullicio entró los demás que apoyaron sus palabras.

—Anoche el general Kim lo arrastró por todo el barco desnudo, yo lo vi y les puedo confirmar que era una estupenda vista —agregó otro con una asquerosa sonrisa, haciendo sentir al príncipe inseguro.

—¿Qué tal si antes de entrar a la isla pasamos un momento con él? No creo que haya objeción después de lo que sucedió ayer en el camarote del general. —sugirió otro pirata acercándose al príncipe.

—Si, me encantaría probar esa piel de porcelana y la sangre real al menos por una vez en mi vida.

—En la realeza esperan hasta el matrimonio para tener sexo, eso quiere decir que el príncipe aún no ha sido tocado, mejor para nosotros.

—¡No! ¡Aléjense de mi! ¡No me hagan daño! —Jimin intentó rogar y alejarse arrastrándose por el suelo pues todos los hombres se le estaban acercándo como depredadores—. ¡Aléjense! ¡No den un paso más! ¡Basta!.

—¡Oigan todos! —la voz de Namjoon se hizo presente deteniendo todo—. Tranquilos, todos tendrán un poco del príncipe cuando todo haya terminado, se los prometo. —dijo mirando al rubio con una sonrisa burlesca—. ¿Listo? Hagámoslo de una vez, tráiganlo.

—¡No, no me toquen! —Jimin tuvo que ser cargado por los piratas, bajaron todos del barco y finalmente estuvieron parados sobre tierra de la tan temida Isla Fantasma.

—Jefe esto da un poco de miedo. —mencionó el pirata que llevaba en el hombro al príncipe mirando la Isla con vegetación muerta y cubierta de neblina.

—Si eres tan cobarde ¿entonces por qué sigues aquí? Puedes lárgate si quieres, pero no obtendrás tu parte del trato ¡si alguien llega a fallarme no obtendrán nada! ¿Entendieron? —sentenció Namjoon y todos asintieron—. Ahora andando.

—¡General! —se acercó uno de ellos y le murmuró al oído para que el príncipe no lograra escuchar—. Atrás, ahí vienen dos barcos, podría ser el príncipe con refuerzos.

—¡Rápido todos adentro! ¡Caminen, andando! —gritó y todos los piratas se hundieron en la neblina de la Isla—. Maldito seas Jeon Jungkook, debí matarte cuando tuve oportunidad. —sacó su espada y finalmente entró con ella.

La Isla Fantasma era todo lo de esperaba de una Isla con tal nombre, la tierra era gris y llena de rocas negras, la vegetación estaba completamente muerta, árboles sin hojas y troncos viejos, había un silencio abrumador y una neblina que no te permitía ver más allá de la zona donde estabas parado, así que trataron de mantenerse juntos. Caminaron con cautela y lentitud, sus pasos sobre la tierra era lo único que se escuchaba.

—Manténgase juntos y no hagan ruidos escandalosos, no sabemos de qué son capaces esas brujas y venimos en son de paz. —murmuró el moreno.

Realmente no sabían dónde dirigirse, simplemente iban caminado hasta que se toparan con la cueva o donde quiera que se escondían esas brujas. Pero repentinamente un fuerte ventisca apareció llevándose volando a varios de los piratas, los demás se agarraron de los troncos secos y se ocultaron detrás de rocas, el pirata que llevaba a Jimin en su hombro se mantuvo junto a Namjoon siendo protegido a toda cosa.

—Es mejor que tengas cuidado idiota, llevas a lo más importante del plan en tu hombro. —le advirtió el general luego de que la ventisca pasara y pudieran continuar con su camino—. Ellas ya saben que estamos aquí, así que tengan más...

De la nada, alguien, o más bien algo comenzó a llevarse uno por uno a los piratas, desaparecieron como por arte de magia, solo soltaban un grito de terror antes de desaparecer y nada más pudo escucharse. El pirata que traía en el hombro a Jimin simplemente lo tiró al suelo y después fue arrastrando por la Isla hasta desaparecer. Ahora solo quedaban Namjoon y Jimin aterrorizados y nerviosos.

—Mierda ¿qué demonios acaba de pasar? ¿Donde carajo están?. —preguntó el moreno.

—Debemos irnos de aquí, no deberíamos estar haciendo nada aquí. —sugirió Jimin temblando por completo.

—Cierra la boca, inicialmente está fue tu idea así que cállate y déjame pensar ¿quieres?.

—Hagamos lo hagamos ellas nos mandarán lejos, eso lo sabía de antemano, mi plan no era llegar hasta aquí, ni siquiera sabía que todo esto de verdad existiera, solo lo hacía por Jungkook. —confesó.

—Entonces en realidad tú...

El viento de pronto volvió, pero esta vez solo se sentía a su alrededor, las hojas debajo y alrededor de ellos comenzaron a flotar, pronto se hizo un tornado de tierra alrededor de ellos y cuando intentaban escapar simplemente los levantaban en el aire impidiéndoselo.

—¿¡Qué está pasando?! —vociferó Jimin.

—¡No lo sé!.

El tornado giró y giró hasta que finalmente se disipó y desapareció sin rastro de Jimin ni de Namjoon, también había desaparecido.

[...]

—¡Llegamos! ¡Hemos llegado a la Isla Fantasma! —Taehyung se emocionó cuando finalmente vio la Isla y un barco ya estacionado allí—. Pero ellos ya han llegado primero, malditos.

—Déjame ver. —Jungkook sacó su telescopio y miro que en efecto ellos ya habían llegado, al menos diez piratas acompañaban al general Kim y uno de ellos llevaba a Jimin en su hombro, pudo distinguir su cabellera dorada.

—Jungkook ¿qué ves? —preguntó Jin.

—Si, son ellos y Jimin también está allí. —respondió dándoles algo de alegría a todos—. Prepárense para desembarcar, tenemos que hacerlo rápido. Jin avisa a la marina que ya hemos llegado. —ordeno y sonrió levemente—. Finalmente mi amado...

Una vez que ambos barcos se situaron en la Isla todos bajaron con sus armas en la mano por si alguien de la tripulación de los Halcones estaba esperándole, pero afortunadamente no había nadie todavía.

—Nosotros lo seguimos su alteza real. —le hizo saber el capitán y todos asintieron.

Jungkook sintió un poco de miedo al ver toda esa neblina y la vegetación muerta, pero ya no podía seguir acobardándose, era momento de actuar sin miedo, así que preparado con su espada en la mano y el anillo de Jimin en el bolsillo entró a la Isla con todos los demás detrás de él.

—Esto es de verdad espeluznante, pero no podía esperar menos. —mencionó Taehyung tomando con fuerza la mano de su novio.

—Nadie debería separarse, estamos en una zona altamente peligrosa. —agregó Jin mirando alerta a todos lados.

—Es tan curioso ¿cómo puede existir una Isla así? Sin dudas escribiré sobre esto en mí próximo libro. —mencionó Yoongi mirando todo sorprendido.

—No creo que sea momento de pensar en libros, no sé ustedes pero creo que me orinaré del miedo ¿ustedes no? —dijo Hoseok con todo el cuerpo tembloroso lleno de miedo.

—Shh, basta, silencio todos. —Jungkook de pronto se detuvo y guardó silencio escuchando gritos al fondo alertándose, colocó su espada en posición listo para matar a cualquiera que quisiera hacerle daño a su gente.

—Esperen... ¿por qué el suelo se está moviendo? —habló el capitán viendo como la tierra debajo de ellos estaba moviéndose bruscamente.

—¡Todos co...!

Fue demasiado tarde, la tierra extrañamente se abrió debajo de todos, un hoyo se los llevó a todos pero menos a Jungkook, él solo se quedó allí estático sin poder creer lo que había pasado asustado.

—Joder ¿por qué? —miro a su alrededor, realmente no había nadie, pero de pronto un tornado también se formó a su alrededor, lo levantó y lo giró unos segundos hasta que también desapareció.

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