022.
"Deseo que excave en mi esperando que encuentre ese diamante que busca, quiero... yo quiero, deseo ser todo para usted"
"Desde el primer momento en que lo vi me sentí tan cautivado que desee estar con usted el resto de mis días"
"Tan solo mírenos, aún hay deseo entre nosotros, aún nos queremos eso es muy notorio"
"Hay una palabra más, Viraha"
"Supongo que la culpa es mía, míreme ahora mismo, vivo como un tonto porque le di toda mi atención, le entregué todo mi corazón, incluso todos esos momentos del pasado y ahora... ya todo ha terminado, porque soy un jodido cobarde"
"Jimin... mi querido príncipe del Sol, ¿como podría despreciar a tan hermosa criatura?"
"Tú eres el príncipe de mi mente y de mi alma"
Sus ojos se abrieron de golpe, pero no encontró más que oscuridad a su alrededor, trató de mirar algo a su alcance, y con lo que pudo observar enseguida dedujo y era evidente que se encontraba dentro de un frío, desolado y horrible calabozo; cuatro paredes grises llenas de musgo, rejas gruesas y goteras de agua salda. Se encontraba en el calabozo de un barco desconocido ¿por qué?.
Se levantó sintiéndose un poco débil, sosteniéndose de la pared, un dolor punzante e insoportable gobernaba su cabeza y cuando se llevó la mano a la frente está se manchó de sangre, desconcertado la miró e inmediatamente supo que todo eso se trataba de un evidente secuestro.
—No puede ser ¿qué es todo esto? —se acercó a las rejas—. ¡Hay alguien por ahí! ¡Necesito ayuda! —gritó llenándose de miedo, escuchado su propio eco en las paredes—. ¡Por favor, alguien! ¡Ayúdenme por favor!.
Probablemente pedir ayuda en el territorio de su captor no era muy buena idea ¿pero qué más podía hacer? Estaba muy asustado y tenía fe en que alguien lo escuchara, y fue así, pero no el tipo de persona que lo ayudaría. Un hombre de aspecto sucio, que llevaba las típicas ropas de un pirata apareció frente a su celda.
—Buenos días su alteza real, estábamos esperando a que despertara. —dijo sacando unas llaves del bolsillo de su saco—. Nuestro general quiere... ¿como dice la realeza? Oh si, requiere un audiencia con usted. —mencionó con una sonrisa burlesca abriendo el seguro de la reja.
—¿General? ¿Q-Qué general? —el príncipe trago grueso temeroso.
—No puedo responder a sus preguntas, así que le recomiendo que coopere, porque si no tendré que hacerlo obedecer por las malas. —sentenció abriendo las reja por completo.
En ese momento al ver la reja de la celda abierta, la mente de Jimin le dijo "escapa", así que intentó una maniobra tratando de derribar al pirata, pero este reaccionó primero y le soltó un fuerte golpe en el rostro logrando tirarlo al suelo, el pirata se hincó y tomó su cabellera rubia con fuerza alzando su rostro.
—Entiende algo de una vez príncipe, aquí tú no eres nadie, solo eres un trapo que se usará y luego se desechará, no intentes más escapes o de lo contrario te mataremos sin pensarlo —sentenció mirándolo furioso, viendo la sangre que salía de su nariz gracias al golpe que le propició—. Ahora, para estar más seguros... —rápidamente le colocó unas esposas y sonrió con satisfacción—. Listo, andando.
Haciendo un ademán de levantarse, Jimin velozmente le metió un codazo justo en el estómago al pirata, logrando liberarse. Salió de la celda y comenzó a correr por el pasillo del calabozo, cuando vio una salida pudo sentir un segundo de alivio, pero duró muy poco, pues cuando la abrió se encontró con otros dos piratas temibles custodiándola, así que retrocedió asustado y el otro pirata que golpeó antes apareció por detrás y lo sujetó amenazando su garganta con una daga.
—Van dos, a la tercera te cortaré la garganta ¿entendiste?. —espetó y rápidamente el príncipe asintió temblando—. Camina, ya nos están esperando.
Lo condujo a empujas hacia cubierta donde había aún más piratas, toda una tripulación con el mismo aspecto rastrero y temible, así que no continuó luchando pues sabía que si lo hacía terminaría muy mal. Finalmente llegaron a los camarotes, o más bien a una habitación que era como un tipo de officina, y allí había un hombre que no logro reconocer porque estaba parado frente el escritorio de espaldas, mirando lo que parecía ser un mapa.
—Aquí está el prisionero, intentó escapar dos veces, si nos da más problemas tendremos que deshacernos de él ¿entendió? —mencionó el pirata.
—No te preocupes... —esa voz, podría reconocerla donde fuera—. De ahora en adelante el príncipe Jimin será más... indulgente. —y cuando aquel hombre se giró y mostró su rostro, el rostro del príncipe palideció completamente anonadado—. ¿Cierto, Jimin?.
—¿Na-Namjoon...?
Los rayos del Sol golpearon los párpados del príncipe Jungkook obligando a despertar de su incómodo ensueño, pues se había quedo dormido sobre la mesa de madera dentro de su cabaña luego de esperar pacientemente al príncipe Jimin con una respuesta a la poesía que había escrito para él, sin embargo, se dio cuenta que en ningún momento de la noche tocó a su puerta y el día siguiente ya había llegado sin reacción, dejándolo completamente desconcertado, aunque no desmotivado.
Se dio cuenta que si quería una respuesta de frente y concisa tenía que ir por ella él mismo, dejando atrás aquella cobardía por la que se le señalaba. Entonces salió enérgico y decidido de su cabaña y se dirigió hacia la del príncipe, pero... antes de llegar se encontró con el pergamino que contenía su poema tirado en el piso, entonces se confundió aún más «¿acaso él lo habrá botado y ya?» se preguntó tomándolo entre sus manos, estaba abierto lo que significaba que lo había leído «¿entonces no le gustó?» volvió a preguntarse para luego continuar caminando decidido a más repuestas hasta llegar a su cabaña y ahora, encontrase con la puerta de esta abierta.
—¿Por qué está abierto? ¿Habrá salido? —cuestionó frunciendo levemente el ceño. Entonces entró a la cabaña la cual estaba desolada y oscura—. ¿Príncipe Jimin? ¿Se encuentra aquí? —preguntó en voz alta mirando la habitación completamente vacía y por consecuente no recibiendo respuesta alguna—. ¿Habrá salido? Creo que tendré que irlo a buscar, de todas formas nos iremos en tres horas.
Y esas mismas tres horas se la paso buscándolo por toda la isla. Pero desde la primer hora que pasó sin saber de su paradero empezó a preocuparse. Había ido a preguntar en tabernas, restaurantes, todo tipo de locales dónde probablemente pudiera había estado esa mañana, también interrogó a múltiples personas pero nadie había visto a aquel hermoso joven de cabellera rubia, ojos dorados y labios color carmín. Y enseguida comenzó a pensar en lo peor, todo tipo de escenarios peligrosos y horribles donde pudo haber estado su príncipe para que se extraviara sin dejar rastro.
—¡Jimin no está! —aviso Jungkook con los ojos llenos de lágrimas y la respiración irregular, llamado la atención de todos los demás, quienes ya se encontraban abordando la nave—. Creo que... —un nudo se formó en su garganta obstruyendo sus palabras—... temo que algo malo le haya sucedido.
—¿Qué? ¿Como que Jimin está desaparecido? ¡¿Qué está diciendo príncipe Jungkook?! —la reacción de Taehyung fue inmediata, con tan solo haber escuchado el nombre de su mejor amigo en la misma frase que las palabras "algo malo le haya sucedido" su corazón comenzó a palpitar con fuerza y su cuerpo se heló.
—Esta mañana fui a buscarlo a su cabaña, primero encontré este pergamino que le obsequié tirado en el suelo y luego la puerta de su cabaña abierta con nadie adentro, lo busqué durante estas tres horas por toda la isla, pero en ninguna parte lo han visto. —mencionó nervioso, con las manos temblorosas y la respiración tan agitada que no le permitía hablar adecuadamente.
—¡¿Qué?! No, esto no puede estar pasando, no por favor. —Taehyung se llevó las manos a su cabello y jaló algunos mechones desesperado.
—¿Qué sucede aquí? —preguntó Jin mirando preocupado la preocupación de su novio y la exasperación de su discípulo—. Alguien podría tratar de calmarse y explicarme que está sucediendo.
—Jimin ha desaparecido, Jin él... —las lágrimas comenzaron a brotar y el rostro de Jungkook se comenzó a empapar—. ¡Jin él ya no está! ¡No lo encuentro! ¡Jimin no está! —exclamó desgarradoramente.
—¿Cómo que no está? Taehyung y yo creímos que había salido a dar un paseo o a desayunar con el general Kim antes de abordar para irnos, porque también lo buscamos a él esta mañana y no encontramos más que su cabaña vacía. —mencionó Seokjin, tomando entre sus brazos a su novio para reconfortarlo.
—¿El general Kim también está desaparecido? —preguntó Jeon.
—¿Y si algo malo les sucedió a ambos? El general Kim siempre protege a Jimin, él daría su propia vida por él, tal vez les pudo haber sucedió algo desafortunado a los dos. —añadió Tae preocupándose más.
—Oigan ¿qué sucede? Sus gritos se escuchan hasta cubierta. —apareció el capitán Hoseok mirando la escena confundido.
—El príncipe Jimin y el general Kim han desaparecido y necesitamos encontrarlos. —respondió el maestro—. Dinos ¿alguien de aquí pudo haberlos secuestrado? Tú qué sabes sobre temas de pirata. —cuestionó.
—Pues... tratándose de un general superior y un heredero al trono yo diría que... ¡obviamente! Caminen, tenemos que irnos ahora —dijo Hoseok caminado hacia su barco, alarmándolos por su tono que decía que él sabía algo.
—¿Qué pasa? ¿Tú sabes algo? —le pregunto Jungkook siguiéndolo junto a su maestro y Taehyung.
—Esos malditos Halcones, ya decía yo que no era normal que se fueran tan pronto de Coral, siendo el único lugar donde desembarcar y esconderse de los reinos. —masculló notoriamente molesto.
—¿Quienes son esos Halcones? —preguntó Seokjin.
—Son los malditos que mataron a mi tripulación —respondió—. Esos hijos de perra son sucios piratas caza recompensa, y no dudo que tengan cautivos al general y al príncipe para pedir una recompensa a los reyes. —explicó dejando subir a todos para una vez quitar el puente de entrada y subir al timón.
—¿Tú sabes dónde podemos encontrarlos? —rápidamente preguntó Jungkook con esperanzas.
—Si buscan una recompensa seguramente se dirigen al reino del Sol, entonces tenemos que...
—Oigan, el mapa ha desaparecido, iba a buscarlo para continuar con la ruta pero no está donde lo pusimos la última vez. —de pronto dijo Yoongi, y miro a todos a quienes vio bastante tensos—. ¿Algo malo a sucedido? ¿O por qué todos lucen tan angustiados?.
—¿El mapa? ¿Por qué el mapa...? —el maestro Seokjin luego de pensarlo se dio cuenta—. Creo que logré comprender lo que realmente sucede. —miró a Jungkook y aclaró su gárgara antes de seguir.
—¡Dinos Jin! ¡¿Qué sucede con Jimin?! —desesperado le dijo el pelinegro.
—El general Kim no se encuentra extraviado en realidad, pero el príncipe Jimin si lo está y...
—¡Por el Sol Jin dilo ya! —exclamó Taehyung ansioso.
—El príncipe Jimin si ha sido secuestrado... y quien deduzco que lo hizo fue... el general Kim. —dijo dejando a todos completamente sorprendidos—. Él era uno de los que sabía dónde guardábamos esa mapa, y es muy extraño que él y el príncipe estén de pronto extraviados.
—Lo sabía, ese maldito mal nacido. —masculló Jungkook tensado la mandíbula y apretado sus puños al punto de tornar sus nudillos amarillos—. Ahora todo tiene sentido, anoche encontré a Jimin llorando y seguramente fue por él, algo debió haberlo dicho para que se alterara, probablemente... le hablo de su sentimientos y Jimin no los acepto y entonces... ¡carajo! —gritó golpeando la madera.
—¿Qué están diciendo? El general Kim jamás sería capaz de hacer algo así —agregó Tae.
—Amor, aveces las personas no son lo que creemos. —le dijo Jin—. Tienes que ver las cosas como son, todo cuadra y... ahora el general Kim se ha vuelto el enemigo porque ha secuestrado el príncipe Jimin, a tu mejor amigo.
—Por el Sol no puedes creerlo. —el ojiverde pareció decepcionado.
—Tenemos que encontrar a ese hijo de perra, lo mataré con mis propias manos, va a lamentar haber secuestrado al amor de mi vida. —masculló Jungkook furioso.
—¿Pero cómo vamos a encontrarlo si ya no tenemos el mapa con la ruta? —preguntó el maestro Jin—. Nadie sabe cómo llegar a esa Isla, podríamos perdernos si nos arriesgamos, y si hacemos paradas para encontrar uno nuevo nos demoraríamos tanto que Namjoon tendría el tiempo suficiente para efectuar cualquier plan que tenga en mente.
—Mierda es cierto. —respondió Jungkook entre dientes.
—Yo tengo una idea. —agregó Yoongi.
[...]
—Te veo algo pálido, deberías tomar asiento ¿agua? Lamento que no haya té, a estos hombres les falta un poco de elegancia. —le señaló una de la silla, rodeo el escritorio y se sentó en la silla del frente.
—No, no quiero sentarme, no quiero maldita agua ¡quiero que me digas que está pasando! —exclamó golpeando el escritorio con sus manos, asustado—. Dime que esto solo es una broma de mal gusto por favor, dime que...
En el rostro del general había una sonrisa satisfactoria que demostraba lo contrario a lo que Jimin pensaba.
—Lamento informarte mi precioso príncipe, que esto no se trata de ninguna broma ¿acaso no lo ves? Estás capturado y trabajo junto a esos piratas, hicimos un trato.
—¿Qué tipo de trato? —trago saliva mirando el mapa que se encontraba en el escritorio, dándose cuenta que era el mismo de la ruta a la isla fantasma que ellos tenían—. Este mapa... ¿por qué lo tienes? ¡¿Dime qué diablos estás tramando?!.
—Primero deja de gritar y segundo toma asiento ¿quieres?.
—¡No no quiero! ¡Quiero que me digas que está sucediendo! —vociferó.
Namjoon gruño con fastidio para luego caminar hacia Jimin y aventarlo a la silla, se recargó en los brazos de esta acercando sus rostros.
—¿Quieres saber porque estás aquí y qué tipo de trato hice con esos piratas? —murmuró mirando con detenimiento el rostro sucio y lleno de sangre del príncipe—. Para ser el príncipe del intelectual extraordinario que conozco me sorprende que aún no lo hayas deducido por ti mismo. —se alejó, abrió una caja y sacó de ella un puro que encendió entre sus labios—. Te lo explicaré —dio una calada y luego de soltar el humo comenzó, Jimin lo miró expectante—. Como ya sabes, estoy, o más bien estaba enamorado de ti...
—¿Por eso haces esto? ¿Por qué te rechacé? Por el Sol Namjoon ya eres un adulto ¿acaso esto es un tipo de venganza o un berrinche?
—¿Berrinche, dices? —río entre dientes sin gracia—. ¡Yo hubiera dado mi vida por ti! No imaginas cuanto he luchado incluso conmigo, por ti. Pero eso se acabó, me rechazaste y todo por un príncipe ¡inmaduro y estúpido! —vociferó.
Resonó en la habitación el impacto entre la mano del príncipe y la mejilla del general, una bofetada dura y llena de furia hizo girar el rostro de Namjoon, botando también el puro que tenía entre los labios, pero esta fue respondida de la misma manera y ahora fue Jimin quien la recibió y su mejilla ardió debajo de su mano.
—Tú acabas de...
—¡Maldito ingrato! ¡Eres un hombre sin sentimientos! ¡¿Como es posible que me desprecies y abofetees por alguien que ni siquiera puede decirte que te ama?!
—¡Porque yo lo amo a él! —respondió—. No me importa si él no puede decírmelo, yo lo amo con toda mi alma, es a él a quien quiero, sólo a él y a nadie más. Escúchame Kim Namjoon —se acercó al pelinegro y lo miró directamente a los ojos furioso—. Eres un ser despreciable que no merece amor de nadie, yo te desprecio.
—Ahora eso ya no importa. —sujeto bruscamente del cabello al príncipe y levantó su rostro—. Vas a ser mío, quieras o no, ¿sabes que planeo hacer? No me dejaste terminar, esta era la mejor parte. —sonrió maquiavélicamente—. Iremos a la Isla fantasma y seguirás con tu plan de deshacer el hechizo, de esa forma podremos casarnos y tendré el reino del Sol en mis manos, te haré ver como destruyó lentamente ese reino que tanto amas.
—¿Cómo estás tan seguro que yo haré lo que me pides? No le dire nada a las brujas, no haré nada de lo que me pidas y además, te olvidas de una cosa, seguramente Jungkook ya viene a buscarme y serás hombre muerto. —aseguró con una sonrisa.
—¿Cómo? Los muertos no pueden matar a los vivos que yo sepa. —dijo y lo soltó.
—¿Qué? —los ojos de Jimin se abrieron de par en par estupefacto, su cuerpo se sintió frío y por un segundo su corazón se detuvo—. ¿Co-Cómo que muerto? ¿De qué e-estás hablando?.
—Oh claro, se me olvidó decírtelo. Para que no tuviera tropiezos en mi camino tenía que eliminar todos los obstáculos, así que tuve que matar al príncipe Jungkook y también a todos los demás, no podía dejar ni un cabo suelto. —confesó viendo con satisfacción las lágrimas que comenzaban a acumularse en los ojos del príncipe.
—No, eso... eso no es cierto, di-dime que no es cierto, ellos no... no puede ¡Namjoon por favor! —sus piernas flaquearon y callo al suelo de rodillas y se aferro al pantalón del general mientras las lágrimas brotaban sobre sus mejillas—. ¡Dime que no lo hiciste! ¡Dime que no los mataste! ¡¡Dímelo!!.
—Lo siento, tuve que hacerlo —se hincó y tomó del mentón al rubio para subir su rostro empapado y mirarlo—. De lo contrario no hubiéramos podido tener nuestro final feliz. Ahora ya lo sabes, nadie vendrá a rescatarte. —sonrió.
—Eres la peor escoria del universo... lo sabía, sabía que si algo parece demasiado bueno para ser verdad, debe ser basura. —masculló para luego escupirle en el rostro, mirándolo con desprecio—. Te odio ¡me quitaste a las personas que más amaba! ¡Te odio Kim Namjoon! —un llanto imparable lo abatió en el suelo—. ¡Te odio, te odio, te odio con todas mis fuerzas, te odio maldito!.
—Bueno... —el general se levantó limpiado su rostro con un pañuelo—. Al menos sientes algo por mi. —abrió la puerta y dos piratas entraron—. Llévenselo de vuelta al calabozo, he terminado con él.
Los piratas los sujetaron al príncipe de los brazos y lo levantaron.
—¡Suéltenme! ¡Que me suelten he dicho! —Jimin forcejeo mientras era llevando hacia la puerta—. ¡Voy a matarte con mis propias manos! ¡Te lo prometo! ¡Te mataré Namjoon!. —finalmente salió de la habitación y fue nuevamente lanzando al frío y oscuro calabozo.
—Ya estamos yendo a la ruta, serán tres días de viaje navegando de noche y día. ¿Quiere hacer alguna parada o...? —le preguntó el navegante.
—No, vayamos directo y lo más rápido que podamos. Él ya perdió la razón de existir, gracias a eso será más fácil persuadirlo y lograr que deshaga el hechizo. —replicó.
—Como diga.
—Solo esperemos que ese príncipe no encuentre la forma de perseguirnos.
—Le diré al capitán que prepare hombres para un combate sorpresa.
—Si, hay que estar precavidos.
[...]
—Tengo buena memoria —explicó Yoongi—. Yo podría volver a dibujar el mapa, solo necesitaría que alguien me ayudara con algunas partes, realmente recuerdo la ruta pero no las islas y lugares que se encontraban cerca.
—Yo te ayudaré, conozco el mar como la palma de mi mano, es mi hogar. —dijo el capitán Hoseok recibiendo una sonrisa del poetisa.
—Entonces necesito que me den una noche para hacerlo, por favor.
—¿Realmente recuerdas la ruta exacta? —le preguntó Jungkook.
—Así es. —respondió Yoongi.
—Es una buena idea, puede hacerlo, mientras tanto pongamos en marcha la nave ¿sabes cómo podríamos continuar desde aquí? —cuestionó Seokjin.
—Continuemos por el Este.
—Andando entonces, no hay tiempo que perder. —Jungkook subió al timón.
—Dime ¿qué necesitas que te explique? —preguntó el pirata, poniéndose a su disposición.
Yoongi junto a Hoseok pasaron la noche entera sin pegar el ojo, dibujando el mapa lo más rápido y mejor que pudieron, trazaron la ruta como la mantenía la memoria de Yoongi, hora tras horas sin soltaron la tiza, solo concentrándose en el objetivo... el cual, al amanecer, se había realizado con éxito, el dibujo de Yoongi era idéntico.
Había un nuevo mapa hacia la Isla Fantasma, lo cual en realidad ya no importaba, lo único que en ese momento importaba era encontrar con bien al príncipe Jimin. Y Jimin, en ese calabozo frío, oscuro y solitario lloraba desconsolado, y aunque Namjoon haya pensado que perdió la razón de vivir, y tal vez sea asi, todavía le queda una cosa por lo cual seguir con vida, esa promesa que le había hecho...
Matar al general Kim Namjoon con sus propias manos.
HOLAAA mis príncipes y princesas!!👑
Finalmente la segunda temporada de esta historia ha llegado. Espero llene sus expectativas y siempre son bienvenidos sus comentarios o/y dudas.
Los tqm, nos vemos en el próximo episodio💗
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