— Yo sólo quería decirte que... Te amo, JiMin.

Su corazón latió desenfrenado, sin poder dejar de mirar fijamente a los ojos del mayor, sintió su labio inferior temblar ligeramente mientras miraba al mayor con la boca apenas abierta, completamente anonadado. Había sido tomado por sorpresa completamente.

— Yo... también te amo, YoonGi- respondió casi sin aliento, sus manos fuertemente apretadas a los costados de su cuerpo, aún sin poder dejar la sorpresa de lado.

YoonGi volvió a morder su labio, pero esta vez sonriendo, él también sonrió tímidamente, sintió sus mejillas ardiendo y desvió la mirada apenas siendo capaz de contener el sentimiento de felicidad que desbordaba en ese momento.

— Yo... um, será mejor que... vaya a buscar a DaeHyun- habló el mayor torpemente, él volvió a mirarlo con una sonrisa de labios apretados y asintió con la cabeza rápidamente.

Dios, no sabía que sus mejillas podían tener tal nivel de calor.

— Sí yo-... uh, tengo que preparar el pastel- dijo apenas pudiendo pronunciar todo correctamente.

— Sí. Pastel. Cierto- Murmuró YoonGi con la vista fija en sus ojos. Él sonrió tímido pero divertido, su corazón no dejaba su caótico ritmo. De pronto, YoonGi se dio cuenta de que no dejaba de mirarlo y se movió rápidamente. - Voy por Dae, luego-...ouch.- Rió suavemente cuando YoonGi se golpeó con el marco de la puerta, luego el mayor le dio una última mirada brillante y salió disparado hacia el patio mientras él intentaba contener la euforia que corría por sus venas.

Con manos temblorosas prendió las velas y llevó el pastel hasta la sala, colocándolo en la punta, justo donde KyuHyun estaba sentado.

— Tío Minnie, ¿tienes fiebre?- preguntó el niño sacándolo de su burbuja de sentimientos abrumadores.

— ¿Eh? No, yo...

— ¿Estás bien, JiMin? Creo que nunca vi a nadie en ese nivel de enrojecimiento- dijo la madre de YoonGi preocupada.

— No, uh, estoy... bien, y-yo... yo s-sólo...

— Tranquilo muchacho, nadie te está corriendo- rió la mujer divertida con su tartamudeo. Inmediatamente el padre de YoonGi apareció a su lado poniendo una mano en su frente.

— Parece que si tiene fiebre.- Él negó con la cabeza sintiéndose avergonzado. 

Entonces vio a YoonGi entrar con la bebé en brazos, y cuando sus ojos hicieron contacto, las pálidas mejillas del mayor se tornaron ligeramente rojas. Y él sonrió. Por lo menos no era el único avergonzado.

YoonGi se colocó a su lado, y DaeHyun rápidamente intentó alcanzarlo, aunque él sólo le sonrió y le dio un suave beso en la regordeta mejilla.

— ¿Y bien? ¿Qué estamos esperando?- Apuró el padre de YoonGi con una sonrisa, y todos comenzaron a cantar el feliz cumpleaños.

.

.

Dos horas y media más tarde, ya estaba oscuro y no quedaba nadie más que KyuHyun, DaeHyun, YoonGi y él en casa.

Secó sus manos después de pasar casi treinta minutos lavando vasos y platos, y se dirigió a la sala. KyuHyun ya estaba dormido y YoonGi estaba intentando lograr que DaeHyun volviera a dormir.

Así que simplemente se sentó en el sofá, sintiendo un cosquilleo de felicidad en sus extremidades, una opresión cálida en su pecho. Se preguntó como era posible sentir tanta felicidad de un momento a otro. Sólo podía sonreír mientras miraba el suelo y jugueteaba con sus pies, sintiéndose tan bien, que no podía contener su sonrisa.

Incapaz de contener su ansiedad, se levantó y comenzó a caminar lentamente por la sala. En su cabeza se repetía sin parar el momento exacto en el que YoonGi le decía clara y firmemente las palabras que él no se había atrevido a decir.

En ese mismísimo instante se sentía flotar en una nube de algodón de azúcar. Sí, así de cursi.

— Hey...- saltó en su lugar cuando oyó la voz de YoonGi y rápidamente se volteó con el corazón latiendo desenbocado. El mayor lo miró con diversión.

— Lo siento, no te oí llegar- dijo riéndose de sí mismo. YoonGi también rió y lo miró con dulzura.

— Sólo iba a decirte que DaeHyun finalmente se durmió- dijo metiendo sus manos en sus bolsillos. 

— Oh, bien. 

Miró el suelo y apretó los labios balanceándose un poco sobre sus pies. Y luego volvió a mirar a YoonGi, los ojos del mayor tenían un brillo particular que estaba haciéndole sentir ansioso.

YoonGi sonrió, también lucía nervioso, pero caminó hacia él con paso firme. — JiMin...

Tomó un suspiro profundo mirando al mayor con una sonrisa — ¿Mm?

 — Yo-...

— Te amo- interrumpió, luego suspiró, sentía como si un peso enorme hubiera sido quitado de sus hombros. - Te amo, YoonGi. En realidad... ha sido así desde hace mucho tiempo, es sólo que... yo creí haberlo olvidado, pero estar aquí... bueno, me hizo darme cuenta de que no era así- confesó en voz baja, pero sin titubear.

Oyó la risa suave de YoonGi y sonrió por el mismo motivo, pronto la manos de YoonGi tomaron las suyas. — Por lo menos tú lo sabías- murmuró YoonGi mirándolo a los ojos. - No me di cuenta de lo mucho que estaba enamorado de ti hasta que vinimos aquí y desperté contigo entre mis brazos con el cabello revuelto y las mejillas rojas. Y aún así me costó descifrar qué era el sentimiento- dijo arrugando la nariz. La confesión le hizo sonreír y sintió las famosas mariposas haciendo un carnaval en su estómago.

Lamió sus labios y se acercó al mayor hasta  que sus narices se rozaron, y dejó un casto beso sobre los labios ajenos. YoonGi le sonrió con dulzura.

— No puedo aguantar más esto- dijo, y sin pensarlo dos veces, tomó los labios del mayor entre los suyos. YoonGi tampoco se contuvo, envolvió un brazo en su cintura y su mano libre a llevó a su rostro para mantenerlos unidos; él en cambió lo abrazó por los hombros, mientras se dejaba llevar por la repentina pasión desatada entre ellos.

Su mundo sólo se centraba en YoonGi en ese momento; en YoonGi y en sus labios, su lengua húmeda, sus caricias algo toscas y la necesidad en sus besos.

No podía pensar en nada más que en devolver cada caricia con el mismo fervor, con el mismo calor.

— ¿Sabes?, ahora que lo pienso...- habló el mayor jadeando en el beso.

— ¿Mm?

— No puedo creer que te tuve desnudo frente a mi en la ducha y sólo pensé en ir a dormir-murmuró riendo con ironía. No pudo contener su propia risa mientras intentaba seguir besando al mayor. Cada vez se volvía más difícil respirar, sólo quería sentir los labios de YoonGi.

— Mm... bueno... podemos arreglar eso- sonrió con picardía, sintió la sonrisa del mayor sobre sus propios labios y lo oyó reír en su boca.

— Seguro que sí...

Rieron suavemente y entre besuqueos intentaron llegar a la escalera. Sin embargo, antes de siquiera intentar subir el primer escalón, el llanto de DaeHyun se escuchó por toda la casa, provocando que se separaran con un resoplido de sorpresa, pero una carcajada limpia salió de lo más profundo de sus gargantas.

YoonGi se alejó de él negando con la cabeza pero sin dejar de sonreír.

— No es lo que tenía en mente.- dijo el mayor. Él sólo rió otra vez y tomó su mano.

— Vamos, hay que descubrir qué es lo que está arruinando el dulce sueño de nuestra princesa- murmuró alegremente.

— Sí, nuestra princesa- repitió el mayor mientras él lo guiaba escaleras arriba directo al cuarto de la pequeña.

Esa iba a ser una larga e interesante noche.

Fin.

❀✿❀✿❀  

Wait people! Aún falta el epílogo :3

Pero sí, este es el final de esta cute historia.

Hope it doesn't have too many mistakes :)

Subiré el epílogo lo más pronto posible. ¡Gracias por leer!

Love U <3

_Editado por Ru 180220_