¿¡Por qué!?
—Se veía más grave de lo que realmente es —comentó Bakugo mientras salían del hospital. Llevaba vendado su brazo sujeto contra su pecho para evitar el malestar, le tuvieron que poner diez puntos, pero por suerte el corte no fue tan profundo como para alarmarse y en algunas partes era casi superficial.
Una vez el alboroto causado en el centro comercial terminó, fue llevado en ambulancia hacia el hospital, le pareció muy alarmista que lo llevaran en camilla como si sus heridas fueran extremadamente graves. Sí, heridas, pues en toda la lucha el idiota lo alcanzó a lastimar más de una vez, tenía algunas cortadas más pequeñas en los brazos, otra en su costado izquierdo que dañó la camiseta que le había prestado Deku y varios golpes que seguro le dolerían al día siguiente.
Estaba hecho un desastre a simple vista, lleno de sangre, con algunos moretones que empezaban a brotar, incluyendo uno en el pómulo. Kenji sabía luchar, al menos no era tan inepto, claro estaba que si Bakugo no se hubiera contenido por el miedo a ser descubierto la historia sería diferente.
Aunque lo más impactante de todo fue descubrir que el aspirante a héroe estaba registrado en el sistema de salud bajo el nombre de Katsuki Hanada, sin embargo, esto mismo fue un alivio, así pudieron evitar muchas preguntas no deseadas y la cuenta por la atención médica no les resultó tan costosa.
—Kacchan si fue grave, el médico dijo que si la navaja hubiera cortado un poco más profundo el daño hubiera sido mayor —regañó con preocupación el pecoso al ver lo despreocupado que estaba el aspirante a héroe por sus heridas.
—Pero no pasó, así que tranquilízate Deku. —Un pequeño beso en la cabeza e Izuku no pudo evitar sonreír ante el cariño que le daba el rubio —. Vamos a casa nerd, quiero llegar antes de que anochezca para preparar la cena.
—Quiero katsudon —pidió muy sonriente Midoriya ya imaginándose lo deliciosa que sabría su comida favorita hecha por las manos del aspirante a héroe.
—¿Katsuki Hanada? —preguntó un oficial que se les acercó. Por un momento ellos no reaccionaron, pero después asintieron.
—Si señor —dijo el rubio mientras miraba al hombre con un interrogante en la mente. "¿Por qué diablos me busca la policía? Yo ya dije todo lo que pasó", pensó Katsuki confundido. En ese instante un mal presentimiento creció en su interior.
—Joven Hanada queda arrestado por el ataque e intento de asesinato del joven Kenji Kimura. —Otro oficial se acercó y empezó a esposarlo mientras le decía sus derechos. El rubio simplemente no reaccionó, demasiado impactado con la situación, algo así jamás se lo hubiera imaginado.
Ninguno de los dos sabía qué hacer o que era lo que estaba sucediendo. ¿Cómo de repente Bakugo paso de ser la víctima a ser el victimario? Entonces Izuku recordó algo que quizás tenía mucho que ver con lo que estaba pasando, el padre de Kenji era jefe de policía.
—Suelten a Kacchan él no ha hecho nada malo. —El castaño no detuvo el impulso que lo obligaba a defender a su ídolo, se dejó llevar por el conocimiento de la gran injusticia que se estaba desarrollando y por la rabia que eso le causaba, así que con fuerza tomó el brazo de su novio intentando evitar que se lo llevarán —. ¡Kacchan es inocente, suéltenlo!
El oficial solo empezó a empujarlo en un intento de lanzarlo lejos sin importarle mucho si le hacía daño al muchacho o no, pero Izuku no soltaba a Bakugo, se sentía tan impotente. ¿No podía hacer nada por él? Lágrimas salieron de sus ojos y en poco tiempo se encontró a sí mismo llorando mientras suplicaba porque no se llevarán a Kacchan.
—Por favor no se lo lleven, él no hizo nada malo. —Los lamentos de su adorable novio solo lograron hacer que el corazón del rubio se estrujara dolorosamente. ¿Qué podía hacer al respecto? Realmente no mucho, resistirse no era una opción, solo empeoraría las cosas y podía causar que la policía se pusiera violenta, la situación podía escalar rápidamente y solo lograría que Izuku también fuera arrestado, por ese motivo debía calmarlo antes que todo se agravara.
—Deku calma, estaré bien —dijo en un inútil intento de controlar al castaño, pero este solo se aferraba a él con más fuerza mientras seguía suplicando, sus ojos ya estaban rojos debido al llanto igual que su nariz, cualquiera que lo viera sabría lo mucho que le dolía al pecoso lo que estaba sucediendo.
De reojo Bakugo puedo notar como uno de los oficiales se acercaba a Deku con el ceño fruncido, no era difícil imaginar lo que pretendía hacer y no iba a permitir que nadie le hiciera daño a su novio, pero seguía entre la espada y la pared, así que en lugar de los puños como era su estilo habitual usaría de nuevo sus palabras.
—¡Amor, suéltame! —Ante el gran grito que dio Katsuki a Midoriya no le quedo de otra que soltarlo rápidamente mientras le miraba a los ojos, el rubio le dedico una mirada que solo buscaba trasmitirle tranquilidad —. Estaré bien, saldremos de esto.
A los oficiales poco y nada les importaba los sentimientos del pecoso, ellos tenían un trabajo que realizar, así que empujándolo con fuerza, provocando que Izuku se cayera de bruces al suelo, lo quitaron del camino para luego hacer avanzar al rubio ignorando el desconsolado llanto del castaño. Con un empujón por fin pudieron meter al detenido dentro de la patrulla, dejando a un inconsolable pecoso tirado en la acera frente al hospital.
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¿Qué estaba pasando? ¿Por qué se llevaron a su novio? ¿Qué había hecho Kenji para inculpar a Katsuki? Estaba confundido y aterrado, lo que había sucedido no estaba bien, para nada bien. ¿Cómo su perfecta cita había terminado tan mal? Pero había problemas más grandes que eso, debía sacar a Bakugo de la cárcel antes de que descubrieran que él no pertenecía allí o peor, antes de que el tiempo se acabara y Katsuki quedara atrapado en su mundo para siempre.
Aun si sabía eso, aun si tenía una misión importante en mente, no podía detener el incontrolable llanto que lo dejó clavado en su lugar junto al estacionamiento siendo observador por las mismas personas que vieron todo el escándalo hecho por él mientras su novio era introducido a la mala dentro de la patrulla.
—Disculpa jovencito. —Una amable voz de mujer se escuchó detrás de Midoriya haciéndolo voltear a mirar hacia ese lugar —. ¿Por qué lloras?
¿Acaso esa señora no había visto el escándalo que armó? Bueno puede que acabará de llegar. ¿Debía decirle lo que pasó? Necesitaba decirle a alguien, a quien fuera.
—Los policías arrestaron a Kacchan —dijo en un hilo de voz, sabiendo perfectamente que sonaba como un niño pequeño.
—Eso pude ver, pero me preguntaba por qué se lo llevaron. —La señora le devolvió una dulce sonrisa.
—No lo sé, dijeron que atacó a Kenji-kun, pero eso no es verdad —contestó Izuku con sinceridad —. Vinimos del centro comercial en ambulancia porque hirieron a Kacchan. Kenji-kun, un compañero de clases mío, nos atacó con una navaja.
—¿Entonces por qué se llevaron al rubio? —preguntó está vez una muchacha muy parecida a la mujer anterior, quizás se tratase de su hija.
—Kacchan lo golpeó mucho, quizás eso fue o Kenji-kun le mintió a los oficiales. Pero Kacchan no hizo nada malo, él solo se defendió, mi compañero nos quería matar, no es justo que lo arrestaran por no dejar que nos asesinaran en un solitario baño, esto no le debería estar pasando a Kacchan, él es un héroe, es mi héroe. Yo solo meto en problemas a Kacchan, no merezco estar con él. —De un momento a otro el pecoso ya no estaba hablándole a aquellas mujeres sino a sí mismo mientras que de a poco sus palabras se fueron convirtiendo en acelerados murmullos.
—Calma pequeño, quizás mi hija los pueda ayudar, ella recién se graduó de leyes, es una abogada —dijo la mujer con orgullo.
—¡Mamá! —regañó la joven con algo de vergüenza.
—No podemos dejar a estos dos jóvenes así, además estoy segura de que tú puedes con esto.
La joven solo suspiró con cansancio, cuando a su madre se le metía algo en la cabeza no había poder humano que la hiciera cambiar de opinión, aunque siendo sincera el jovencito frente a ella le causaba un sentimiento maternal, quería abrazarlo y hacer que dejara de llorar.
—Está bien te ayudaré —aseguró la chica haciendo que Izuku sonriera radiantemente mientras se limpiaba las lágrimas que bañaban sus pecosas mejillas con ambas manos, viéndose simplemente adorable -Mientras vamos a la estación, cuéntame bien todo lo que pasó, así sabré que hacer, no omitas detalle.
Izuku asintió repetidas veces sin dejar de sonreír.
—¡Si onee-san! ¡Muchas gracias! —La joven abogada no pudo contener el sonrojo que se le subió a las mejillas al escuchar tan adorables palabras de un ser tan dulce.
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Hola todos, el capítulo de la semana, ya sé, ya sé, no me maten, sé que es mucho sufrimiento, pero Kenji tiene mucho más odio que ofrecer y todo lo tengo fríamente calculado wajajajajaja. Por cierto intentaré subir capítulo cada lunes por la noche.
Si encuentran un error no duden en decírmelo, en serio por favor díganmelo, hoy tuve problemas en la corrección.
Normalmente les preguntaría algo referente al capítulo, pero considerando lo que paso en este dudo mucho que fueran arrestados así que la pregunta será: ¿Cuál es tu comida favorita? Lo sé, la pregunta más común del mundo. Mi comida favorita son los espaguetis en todas sus presentaciones, menos con mucha cebolla, odio la cebolla.
Gracias por llegar a este punto, espero que lo disfrutaran, nos leemos en el próximo capítulo o en otra de mis historias, los quiero.
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