Todavía tenía sueño aun después de haber despertado hace horas pues no había dormido bien en casi toda la noche, sus ojos estaban algo hinchados y con ojeras, las cuales tapó con un poco de maquillaje después de todo ese era un día importante, y tenía un hambre feroz de esas que eran tan grandes que contradictoriamente te hacían sentir ganas de vomitar, pero nada de eso importaba al sentir la mano de Katsuki sostener la suya mientras salían de la sala de cine.

Había personas a su alrededor que los miraban con ojos acusadores, eso era algo que preocupaba a Izuku, pero intentaba no darle mucha importancia, pues la mayoría solo los estaban ignorando importándole poco la vida de los demás. Era extrañamente emocionante el sostener la mano de Bakugo en público, le generaba un gusto extraño que jamás había sentido, y fue esa misma sensación la que lo hizo entrelazar los dedos con los del rubio.

"Esto debería ser peligroso", pensó el castaño al recordar el kosei de Katsuki, pero realmente no le preocupaba, sabía a la perfección que el aspirante a héroe tenía un control ejemplar sobre su propio don, si él no quiere explotar algo pues nada explotará.

— ¿En serio es tan necesario destruir media ciudad mientras la estás salvando? Te puedo enumerar las cosas que hicieron jodidamente mal en ese rescate— Izuku sonrió al oír a su novio criticar a los superhéroes de la película que acababan de ver, para los demás solo sería algo gracioso que decir, pero considerando lo que estudiaba Bakugo al pecoso le pareció muy interesante su opinión.

—Entonces dime una de las cosas que hicieron mal— cuestionó Midoriya realmente interesado en la respuesta.

—Usaron sus poderes de forma indiscriminada. Cuando peleas en lugares urbanos llenos de edificaciones hay que limitar tu kosei y asegurarte de que este no golpee propiedades que aún estén en buen estado, es cuestión de precisión— contestó el rubio con seriedad. El castaño lo miraba con ojos brillantes, ese tipo de información era de aquellas cosas que quería saber, pocas veces salía los temas que estudiaban en sus clases de héroes durante el manga, por lo que aquellas palabras aunque pocas eran oro —Me estoy muriendo de hambre. ¿Te parece si buscamos algo de comer?

Izuku asintió sonriente, realmente se sentía bien tener una cita, aunque no estuvieran haciendo nada del otro mundo aquel agradable cosquilleo en el estómago y constante calorcito en las mejillas eran reconfortantes. ¿Quién diría que ir al cine le causaría tal felicidad?

—Deku mírame— Midoriya obedeció de inmediato siendo recibido por un corto beso en los labios.

—Kacchan nos están viendo— regañó el castaño sintiendo las miradas de varias personas sobre ellos.

—Que nos miren esos estúpidos extras si les da la gana— Tomando a Izuku de las mejillas le dio otro beso, esa vez más largo que el anterior y un poco más intenso, como si marcara territorio, como si gritara a los cuatro vientos, ¡este nerd es mío! Al soltarlo volvió a tomar la mano del castaño entrelazando sus dedos y empezó a caminar fuera del cine con una gran sonrisa adornando sus labios, sintiéndose orgulloso de ser él quien pudiera besar todo lo que deseara al pequeño pecoso a su lado.

Izuku iba perdido en su mundo, ese beso lo había dejado demasiado distraído como para enterarse de lo que ocurría a su alrededor, tocaba suavemente sus labios mientras sonreía embobado con sus mejillas sonrojadas, pero fue sacado de sus bellos pensamientos cuando Bakugo se detuvo abruptamente viendo por encima de su hombro.

— ¿Qué sucede Kacchan?— Katsuki tenía el ceño profundamente fruncido mientras miraba con detenimiento detrás de ellos buscando algo o a alguien. Estuvo así por un largo rato hasta que suspiró con resignación y siguió caminando.

—Nada, solo fue una tontería, mejor mueve ese sexy trasero que tengo demasiada hambre.

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Llevaba una hora buscando un pantalón para el cosplay en su almacén favorito, pero no encontraba alguno que le gustase, según Bakugo esto se debía a que el pecoso era un puto exigente y aquella afirmación no era una mentira. Izuku era muy quisquilloso cuando de cosplay se refería, él deseaba que todo fuese tan idéntico como fuera posible y eso ya estaba colmando la paciencia del aspirante a héroe.

—Ya basta de murmurar tanto me vas a volver loco. Este pantalón me queda perfecto y es similar al del dibujo, nos llevamos este y punto no quiero más mierda— Casi gritó Bakugo usando la poca paciencia que aún conservaba para tal hazaña de mantener la voz baja.

—Pero Kacchan ese tono de azul es un poco más claro que...— Una mano en la boca del pecoso lo calló, ya se había vuelto costumbre que el rubio hiciera eso.

—Créeme que nadie me va a decir, "tu disfraz está mal porque el pantalón es un tono más claro que en la ilustración"— aseguró el rubio quitando su mano de la boca del más bajo.

—Pero Kacchan a mí me gusta que mis disfraces queden perfectos para que sean lo más parecido al personaje que sea posible— Un fuerte golpe en la pared lo hizo callar, sus ojos cafés se posaron en su novio quien estaba a punto de echar humo por las orejas de la rabia y desespero que sentía.

—Va a ser el mejor puto disfraz de Katsuki Bakugo porque yo soy Katsuki Bakugo, así que ya detén esta búsqueda sin sentido pequeña mierdecilla.

En ese sentido tenía razón, no podía haber un disfraz que compitiera con la persona real, aun así a Izuku le gustaba la perfección en esos casos —Mídete este último pantalón y te prometo que te dejaré hacer lo que tú quieras— Bakugo miró la prenda y luego al pecoso antes de que en sus labios se formara una sonrisa lobuna.

—Ya lo has dicho nerd, no puedes retractarte— Sin más le arrebató el pantalón de las manos y regresó al probador.

Mientras esperaba a que el rubio se cambiara Izuku sintió una sensación extraña sobre la nuca, como si alguien lo observara fijamente, es por eso que no pudo detener el impulso de mirar hacia atrás en busca del causante de tal inquietud. Vio a su alrededor con detenimiento sin disimular ni un poco, quería encontrarle o por lo contrario causar que aquella persona dejara de observarlo al notar que él lo buscaba, pues por algún motivo se sentía preocupado, pero se tranquilizó al ver a un par de chicas en un extremo de la tienda mirando hacia él, cuando estas notaron que el pecoso las estaba viendo voltearon sus miradas hacia las múltiples blusas a su lado dando pequeñas risitas.

—Listo Deku, ¿qué tal este?— Una sonrisa se formó de inmediato en los labios del castaño al ver a su novio, ese pantalón era el perfecto.

— ¡Es este! Además te queda muy bien Kacchan.

—Disculpa podrías darme tu número— dijo una voz femenina detrás del castaño, aquello lo hizo sentir mal, pero era algo obvio que las personas se fijarían en alguien tan guapo como Katsuki, era inevitable ese hecho, lo supo desde aquella mañana cuando subió al tren y varias miradas se posaron en el rubio.

—Lo siento él no... — comenzó a decir el pecoso mientras encaraba a la joven, pero esta rápidamente lo calló negando con la cabeza.

—Me refería a ti— Las mejillas de la joven se sonrojaron al tener de frente a Izuku y tan cerca.

Un fuerte brazo se posó en la cintura del más bajo mientras sentía como un agradable calor se apegaba a su espalda —Lo siento estúpida extra, pero él es mi novio búscate uno propio— La joven se retiró un poco ofendida por las palabras del rubio, pero no dijo nada al respecto, el chico se veía demasiado amenazador.

—Kacchan no tenías que ser tan grosero— Izuku se quedó un momento pensando mientras fruncía el ceño— Realmente no creo que se refería a mí, yo no soy...

—Por una mierda— Bakugo se alejó de Midoriya pasándose una mano por su rubio cabello exasperado— Carajo Deku tú eres atractivo, además ella dijo específicamente que se refería a ti, así que no me salgas con tonterías.

—Kacchan eres muy amable, pero yo no soy atractivo, soy simplón, soy Izuku el simplón— Bakugo ya no podía fruncir más el ceño, aquellas palabras en serio lo hicieron enojar. ¿Qué tan ciego estaba Deku para no ver su propia belleza? Es que no veía sus atrayentes ojos cafés grandes, brillantes y expresivos, sus hermosas mejillas llenas de adorables pecas, sus preciosos labios rosados y apetecibles, o su encantadora sonrisa que parecía iluminarlo todo. Izuku era hermoso. ¿Cómo él no podía verlo?

—Ven Deku te mostraré lo jodidamente atractivo que eres— Y sin más tomó el brazo del castaño regresando a la sección de descuentos.

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Como lo prometido es deuda aquí está el capítulo de hoy.  Perdón por no haber subido nada hasta hoy, pueden creer que casi no sabía cómo comenzar el capítulo, pero supere el bloqueo y aquí esta.

Espero que les gustara. Una pregunta ¿Les parece lindo Izuku?

Muchas gracias por llegar hasta aquí, por sus votos y comentarios, y espero que les guste lo que sigue de historia.

No siendo más nos leemos en el próximo capítulo o en otra de mis historias, los quiero.