Fin de la cita
—Si mamá he dormido bien. —La pareja estaba terminando su helado cuando una llamada de los padres de Midoriya los interrumpió.
Había estado hablando con ellos por un largo tiempo, pues su progenitora no paraba de hablar con aquella voz llena de emoción que hacía a Izuku sonreír, así que no tuvieron más remedio que sentarse en una banca mientras el más pequeño escuchaba a su alegre madre contarle su día.
Mientras esperaba que el castaño terminara la llamada Bakugo se encontraba concentrado viendo su celular. Izuku no sabía que tenía aquel aparato pues el rubio jamás lo había usado hasta que comenzó a tomarle fotos, aun así no fue una sorpresa después de todo Katsuki era un adolescente que venía de un mundo moderno.
El rubio cenizo no lo utilizó con anterioridad porque no tenía ningún uso para él en ese mundo, ni siquiera cogía la señal telefónica o el wifi, pero justo ese día si había algo que deseaba hacer y para lo cual necesitaría su celular y eso era registrar su cita fotográficamente.
Midoriya se quedó viendo fijamente al rubio quien no apartaba la mirada del aparato observando cada una de las fotos que acababa de tomarle al pecoso, una risa se escapó de los labios de Bakugo cuando llegó a una fotografía de Izuku con la cara llena de salsa de chocolate, aquella risa junto a la expresión que tenía Katsuki hicieron que la mente del pecoso se fugara a otro lugar, por un momento se perdió de la conversación que tenía con su madre, escuchaba que esta hablaba, pero no sabía qué decía, solo se quedó mirando fijamente a Bakugo mientras una idea, quizás un tanto descabellada, pasó por su cabeza y antes de siquiera meditarlo bien dejó que las palabras salieran de su boca.
—Mamá, quiero decirles algo a papá y a ti, ¿puedes poner el altavoz? —Bakugo miró de reojo a Izuku un poco curioso, pero siguió con lo suyo —. Es importante.
El castaño se puso realmente nervioso, aun así quería hacerlo, no sabía si algún día tendría otra oportunidad como esa y no podía desaprovecharla. Así que respiró hondo y se preparó para lo que estaba a punto de decir, deseaba que algo tan importante no fuera por teléfono, pero la situación no le dejaba otra opción. Sin darle más vueltas al asunto puso el altavoz y miró al rubio a su lado.
—Mamá, papá, quiero presentarles a alguien muy especial. —El aspirante a héroe volteó a ver a Izuku totalmente sorprendido —. Kacchan saluda a mis padres.
Hubo silencio por varios segundos que le parecieron eternos al pecoso. ¿Acaso Bakugo no quería ser presentado a sus padres? Las inseguridades lo llenaron de nuevo, posiblemente el rubio no deseaba nada serio, un revolcón, experimentar, incluso un poco de diversión, todas eran buenas opciones, después de todo se iría pronto. ¿Y si él no era tan importante para Katsuki como lo esperaba? Eso sería algo que lo devastaría completamente.
—Buenas tardes señores Midoriya, soy Katsuki... —Izuku salió rápidamente de sus oscuros pensamientos al escuchar lo que decía el rubio, miró al aspirante a héroe negando con énfasis, no podía decir su nombre real a sus padres, ellos lo reconocerían de inmediato. Bakugo entendió lo que sucedía y buscó desesperado que decir, entonces vio el letrero de uno de los negocios —. Katsuki Hanada —completó.
—Tienes el mismo nombre de un personaje de uno de esos muñequitos que a mi Izuku le gusta ver —comentó la señora Midoriya dejando nerviosos a los adolescentes.
—Fue por su nombre que me acerqué a él —dijo Izuku en un intento de no levantar sospechas, aunque aquello fuera ridículo. ¿Quién en su sano juicio sospecharía que aquel muchacho a su lado era el protagonista de Boku no Hero Academia?
—Hijo me empiezas a preocupar —comentó su padre con un tono de voz lleno de burla.
—No es gracioso papá. —El castaño tomó aire para llenarse de valor, lo siguiente que haría sería la segunda locura más grande de su vida y quizás la cosa más importante de esta hasta el momento —. Papá, mamá, Kacchan es... —Miró al rubio a los ojos, este, quien ya sospechaba lo que diría el pecoso, solo asintió mientras le tomaba la mano dándole apoyo para lo que estaba a punto de hacer —. Katsuki es mi novio.
Entonces el silencio reinó.
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Lo que sucedió después de su revelación fue algo que jamás se esperó, en vez de llanto, reclamos y acusaciones, hubo amenazas para Bakugo y felicitaciones para ambos.
Lo habían aceptado como era, sus padres aceptaron su orientación sexual sin problemas, aquello era un alivio y una alegría al mismo tiempo, jamás creyó que algo así pasaría, pensó que tendría que luchar, dar explicaciones y enfrentarse a sus progenitores, pero no fue así, solo hubo una única pregunta al respecto, la cual, por el tono de voz que su padre utilizó, era de suma importancia para los adultos.
—¿Eres feliz? —A la pregunta hubo una respuesta inmediata, un rotundo si, Izuku era muy feliz. Ahora después de mucho tiempo luchando con ello, el castaño era feliz con cómo era, quizás aún no estaba del todo cómodo expresándolo abiertamente, pero se aceptaba y sabía que lentamente podría superar sus miedos.
Pero su felicidad era mancillada bajo el recuerdo de un inminente suceso que desde la noche anterior no paraba de rondar su mente a cualquier descuido. Por este mismo recuerdo es que no le quedó más remedio que contarle a sus padres de la partida del aspirante a héroe al día siguiente.
Mintió diciendo que se iría a otro país porque su madre consiguió un buen trabajo y no quería dejarlo, por ese motivo había decidido decírselos a ellos antes de que Katsuki se fuera. Ante aquella revelación sus padres lo regañaron por no presentárselos antes, les entristecía que su hijo no les hubiera tenido la confianza suficiente para decirles algo tan importante y se sentían mal por ni siquiera conocer en persona al muchacho que logró conquistar a su tímido retoño.
Ante aquellos regaños y al ver la tristeza en los ojos del castaño Bakugo comentó: —Todo fue inesperado. —Aquello era verdad, todo fue inesperado en su relación desde el momento en que se conocieron hasta ese punto.
Poco después se despidieron de los adultos y por fin pudieron soltar un enorme suspiro al unísono, aquello fue inesperadamente agotador pero satisfactorio. "Quien diría que salir del clóset se sentiría tan bien", pensó el pecoso.
—Kacchan quiero ir al baño antes de irnos —pidió Izuku mientras caminaban a la salida.
—Te dije que no tomaras tanto jugo, pero no me hiciste caso. —Aunque el aspirante a héroe renegó, igual se dirigió inmediatamente a los baños más cercanos. Estos se encontraban al final de un pasillo largo y solitario junto al almacén de implementos de aseo.
Bakugo dejó las bolsas de compras al lado de los lavamanos y se recostó en la pared a esperar a su novio. Le causaba algo de gracia que el castaño prefiriera entrar a uno de los cubículos antes de usar un urinario, (Hola soy censura), pero aquella vergüenza injustificada le parecía demasiado tierna al cenizo, así que lo dejó pasar.
—Ya terminé Kacchan —dijo Izuku al salir del baño e ir directamente al lavamanos —. Es hora de volver, estoy muy cansado.
Una mano tomó el brazo del pecoso para impulsarlo hacia un fuerte pecho, fue tan repentino que su cuerpo se quedó estático por la sorpresa. El agua seguía saliendo de la llave y sus manos aún goteaban, el ser sacado tan abruptamente de lo que estaba haciendo casi lo hace entrar en pánico, pero de inmediato se relajó al sentir los labios de su novio sobre los propios.
Midoriya ese día había descubierto que a Bakugo le encantaba besar y que nada ni nadie le impedirían el robarle cuantos besos le apeteciera cuando lo deseará.
Las manos del pecoso se posaron casi de inmediato en los fuertes brazos del rubio mientras este le rodeaba con un abrazo por la cintura. Bakugo estaba disfrutando cada instante de aquel beso, muy a su pesar ese era el más largo que le había podido dar aquel día, así que estaba decidido que al llegar al apartamento se aseguraría de llenar de besos al pequeño pecoso, pero de momento se conformaría con el que se estaban dando en ese preciso momento, ese solo era el aperitivo después vendría lo mejor.
Se hallaban demasiado concentrados en el beso, en las sensaciones que los labios del otro causaban en sus cuerpos, en el calor que se brindaban mutuamente, desconectados por completo de su alrededor. Bakugo abrió un poco los ojos, solamente guiado por el deseo de ver el hermoso rostro sonrojado que de seguro tendría el castaño, empero grande fue su sorpresa al enfocar en el gran espejo empotrado en la pared frente a los lavados algo que llamó su atención.
Un hombre se acercaba a ellos con prisa pero en silencio, Bakugo lo reconoció al instante, aun así no era su identidad lo que más lo sorprendió, sino que llevaba su mano alzada, empuñando una navaja con fuerza y dirigiéndola justo hacia Deku.
Su reacción fue inmediata, sus reflejos siempre fueron excelentes debido a su duro entrenamiento, sin perder ni un segundo empujó a su novio hacia un lado sacándolo del camino de aquel objeto filoso.
Izuku quien no sabía lo que estaba sucediendo, confundido por el repentino arranque del aspirante a héroe solo pudo emitir un pequeño quejido al sentir el dolor en su trasero que la caída le propinó. Un malestar en el pecho producido por el presunto rechazo lo invadió, sin embargo, al abrir los ojos para reclamarle al rubio por su brusco actuar captó la imagen más aterradora que jamás hubiera visto.
Al castaño lo recorrió un sentimiento que iba más allá del terror y la angustia al ver caer precipitadamente aquellas gotas color carmesí, estas chocaron casi silenciosamente contra el blanco piso de baldosa del baño público dejando paralizado a Izuku, quien no apartó la mirada del pequeño charco de color que se creaba con cada gota que caía en el anteriormente impecable suelo.
—¡¡¡Kacchan!!!
🌸🌸🌸
Wajajajajaja, mentiras no, que está el capítulo, espero que no me maten por lo que paso, pero recuerden Izuku se lo presento a sus papas.
Hoy tengo dos preguntas:
¿Lo venían venir?
¿Quién creen que es? quiero sus teorías de por qué creen que lo hizo la persona que escojan. El que acierte le dedico el siguiente capítulo.
De donde soy hay dos centros comerciales con baño iguales al de la historia, siempre que iba a esos baños pensaba, aquí a uno le pueden hacer algo y nadie se da cuenta, ya saben de dónde me inspire para la escena, ¿De dónde son también hay baños así?
Gracias por llegar a este punto, por sus comentarios y sus votos. Nos leemos en el próximo capítulo o en otra de mis historias, los quiero.
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