El fanfic de Deku
La felicidad no dura para siempre y menos con una cuenta pendiente, así que tan rápido como el beso se terminó Bakugo empujó a Midoriya a un lado y se levantó jalándolo con él. Casi a rastras lo llevó a la habitación y se sentó en la silla frente al computador encendiéndolo al instante. Izuku estaba de pie junto a él temblando cuál gelatina, rogando porque se fuera la luz o el internet sufriera un daño, pero claro que nada de eso sucedió, la suerte ya no estaba de su lado.
Demasiado pronto, según la opinión de Izuku, su página favorita de lectura estaba abierta —¿Qué esperas para iniciar sesión en esta mierda?— cuestionó el aspirante a héroe. Con manos temblorosas el castaño ingresó el correo y contraseña, preguntándose si realmente debía hacerle caso, después de todo era su vida privada y tenía derecho a ocultarla, pero él había puesto esa historia a la disposición de cualquiera que quisiera leerla. ¿Entonces por qué no se la quería mostrar a Bakugo? Bueno la respuesta era más que obvia, no quería que leyera las cosas vergonzosas que se imaginó sobre él y Kirishima.
Cuando la página estuvo abierta fue el mismo Bakugo quien puso rápidamente la historia, mientras Izuku se alejaba lentamente decidido a esconderse en el baño y esperar allí a que el mayor terminara su lectura, pero sus planes fueron frustrados por la fuerte mano del rubio que lo obligó a sentarse en sus piernas antes de empezar a leer.
Izuku estaba rojo, la vergüenza lo estaba matando, no sabía que era peor, el estar sentado en el regazo del rubio o que este estuviera leyendo su One-shot Bakushima.
El castaño miró por la ventana esperando a que todo terminara pronto y que Katsuki no hiciera ningún comentario sobre lo leído, entonces sintió como una mano se adentraba solo un poco en su camiseta blanca y acariciaba con delicadeza la piel de su cadera, eso lo hizo ponerse rígido, no se esperaba un toque así —Cálmate Deku— dijo el rubio distraídamente mientras bajaba el texto casi llegando a la parte en la que había quedado la última vez.
"—Oye deberíamos irnos ya, ya apagaron las luces y si no salimos ahora puede que nos dejen encerrados aquí— dijo Kirishima algo dudoso, se había quedado demasiado tiempo en los vestidores hablando con el rubio.
El universitario tomó su bolso, pero antes de poder ponérselo en el hombro le fue arrebatado bruscamente.
—No te preocupes por eso, yo realmente quiero pasar un rato más contigo, soy amigo del dueño y él me confió las llaves. —Una mano se posicionó en su cintura atrayéndolo hacia un fuerte torso—. Desde el momento que te vi solo pude pensar en lo bien que te verías gimiendo debajo de mí".
Bakugo sonrió al leerlo, él ya se imaginaba que la historia sería de ese tipo, sobre todo después de haber visto aquel manga, y aunque realmente no quería leer más cosas de él y el pelo de mierda follando, si había algo que le interesaba.
—El primer impulso de Kirishima fue alejarse, pero unos calientes besos en su nuca le hicieron sentir un estremecimiento placentero que recorrió todo su cuerpo quitándole cualquier deseo de separarse— leyó en voz alta Katsuki sintiendo como Izuku trataba de bajarse de sus piernas, pero el rubio solo lo rodeo por la cintura con uno de sus brazos manteniéndolo quieto — ¿Cómo se verá tu rostro cuando te tome?— susurró aquellas palabras que mostraba la pantalla en el oído del pecoso haciendo que este se estremeciera, entonces una sonrisa pícara se formó en los labios de Katsuki.
Sin perder la sonrisa se acercó a la nuca de Midoriya mientras se desasía de la venda para así empezar a besarle aquella piel expuesta de forma lenta reprimiendo la risa cuando este dio un pequeño grito de asombro — ¿Se sintió igual a lo que pensaste cuando escribiste eso?— dijo de nuevo en su oído viendo como el sonrojo le subía hasta las orejas a Izuku.
—Kacchan no seas así— Ignorando la queja del pecoso Bakugo se dispuso a buscar en la narración, no pretendía leerlo todo, solo necesitaba algunas partes para lograr su cometido. Un momento después su sonrisa se ensanchó y sus ojos brillaron con malicia, había encontrado algo bueno.
—La callosa mano del rubio subió lentamente por el marcado abdomen de Kirishima, en el proceso alzando la camiseta de este y entonces un gemido lleno de placer se escapó de los labios del pelirrojo al sentir como uno de sus pezones era atacado...
No obtuvo respuesta del castaño así que bajó algunos párrafos y se detuvo en uno, esta vez no leyó en voz alta solo se dispuso a hacer lo que allí decía, pues pudo ver como Izuku miraba fijamente la pantalla.
Tomó los bordes de la camiseta del pecoso y empezó a alzarla frunciendo el ceño ante lo expuesto. Igual que en casi todo su torso había golpes repartidos por su espalda, algunos hematomas eran de un morado muy oscuro, otros de una tonalidad amarillenta o verde y unos cuantos de color café claro. El ceño de Bakugo se frunció al ver eso, "hijos de puta", deseaba insultarlos en voz alta, pero no quería dañar la atmósfera que ya había creado y recordarle a Midoriya sus problemas, su intención era todo lo contrario.
—Alza los brazos— Logró decir el rubio cenizo después de un largo silencio, Izuku obedeció de inmediato.
Bakugo sacó la prenda y la tiró en algún lugar lejos de ellos, más moretones aparecieron ante él. La rabia que sentía en ese momento era algo que nunca creyó experimentar, era increíble ver todo el daño que Midoriya había recibido y aun así esto solo era una pequeña muestra de ello. ¿Cuánto dolor ha tenido que soportar solo? ¿Cómo es que no se había desmoronado? El pecoso era fuerte, mucho más fuerte de lo que el mismo creía y Katsuki lo supo de inmediato.
Una lágrima se deslizó desde sus ojos y se coló entre sus labios seguida por sus hermanas, pronto pudo sentir el sabor salado de estas en su lengua, orgullo, tristeza y rabia, un cóctel de sentimientos que llenaron el pecho del aspirante a héroe dejándolo sin saber cómo actuar.
Nunca antes se sintió tan inútil e impotente, quería desaparecer todo el dolor de ese adorable ser en sus piernas, pero no podía. Podía mejorar todo, podía buscarle ayuda y enseñarle a defenderse, pero no podía desaparecer las marcas y los recuerdos, esos estarían siempre allí en su interior llenándolo de dolor y tristeza, quizás en algún momento eso cambiaría, pero no sería pronto.
Aun así por el momento él podía aliviarlo un poco, llenarlo de cariño, de amor y algo más, así que se dispuso a besarle cada moretón con cuidado y lentitud, abrazando con delicadeza aquel delgado cuerpo, sintiendo la suavidad y calor de su piel, deseando poder curarlo por completo, borrar todo el dolor y sufrimiento con aquellos besos.
Percibió cada estremecimiento del pequeño cuerpo entre sus brazos cada vez que sus labios tocaban aquella piel lastimada, y él mismo se sintió bien, jamás creyó que darle placer a otro se sentiría así. Debía seguir el juego que inició, llenar a Izuku de buenos recuerdos comenzando por ese
—¿Qué sigue? —preguntó Katsuki sobre el cuello de Izuku al terminar de repartir aquellos besos.
—Deku mírame.
Izuku obedeció girando su cuerpo para poder verlo a los ojos, el rubio apartó la mano del pecoso para poder apreciarlo mejor, sus labios estaban levemente separados, su rostro sonrojado, sus ojos con lágrimas que no se atrevían a caer y su respiración un poco agitada.
Con una sonrisa satisfecha Bakugo besó los rosados labios del castaño, fue un beso más intenso que los anteriores, un poco más atrevido y por lo tanto más torpe, demasiado rápido, demasiado húmedo, demasiado desesperado, pero maravilloso para ambos.
—Eres un jodido nerd pervertido, esas cosas que escribes —dijo Bakugo haciéndolo sonrojar todavía más.
—¡Kacchan! —Midoriya intentó sonar enojado, pero falló miserablemente.... (Hola soy censura)
—Las manos expertas del rubio acariciaron [...] (hola soy censura) hasta que sintió...— Su lectura se cortó de inmediato cuando la temblorosa mano de Izuku tomó el mouse y cerró el navegador.
—No quiero que él esté en esto. —Logró decir con claridad el castaño mientras volvía a acomodarse sobre Katsuki.
—¿Ahora no puedes imaginarme con él? Cambias de opinión muy rápido. —Sonrió cuando Midoriya negó enfáticamente.
Y entonces un celular sonó con una llamada entrante, pero ninguno de los dos se detuvo, es más ni siquiera le prestaron atención... (Hola soy censura).
—¿Fue mejor de lo que imaginaste? —preguntó poco después Bakugo sobre su oído para luego darle un beso en la cien. Antes de que siquiera pudiera contestar hubo otra llamada entrante, la cual esta vez sí fue escuchada por ambos.
De forma perezosa Izuku se levantó del regazo de Katsuki [...] (Hola soy censura) y tomó su celular que había estado en el bolsillo trasero de este, pero que en algún momento terminó en el suelo, y luego contestó sin ver antes de quien se trataba.
—Hola cariño, ¿cómo estás? —Los ojos del castaño se abrieron como platos al escuchar la voz de su madre. "¿Por qué justo ahora?", pensó este.
—Hola m-mamá— Salió casi corriendo de la habitación evitando la mirada del rubio quien lo observaba fijamente con una enorme sonrisa dibujada en los labios.
— ¿Cariño por qué suenas agitado?, ¿pasa algo?— preguntó su madre en la línea un poco preocupada.
—N-nada mamá, es que comencé a hacer ejercicio— respondió sintiendo la mirada de burla a sus espaldas.
🌸🌸🌸
Soy la Natsuki del 2024, si lo sé, tuve que cortar mucho, la versión completa está en mis otras plataformas.
¡Casi que no! Es que no me gustó la primera versión del lemon y le cambie mucho, además que hoy me ocuparon la tarde cosa que no tenía planificada.
Tarde, pero llegó, espero les gustara el capítulo, aún me es difícil escribir este tipo de cosas, esto fue lo que me salió espero no decepcionarlos.
Perdonen la espera y gracias por llegar hasta aquí.
Nos leemos en el próximo capítulo o en otra de mis historias, los quiero.
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