2- Estructura.

No es necesario que empieces a escribir tu historia sabiendo todo lo que ocurrirá desde el capítulo 1 al 87, pero sí estaría bien que tengas pensadas las tres bases indispensables: introducción, nudo y desenlace, o, para que nos entendamos mejor:

Inicio: El primer o primeros capítulos, aquí expondremos a los principales personajes y la trama primordial de nuestra historia.

Nudo: Aquí expondremos los primeros problemas que surgen en la historia. Puede haber un nudo o varios, entrelazados entre ellos o creando una “secuencia” de nudos. Y aquí tengo una buena noticia, si llegamos a la mitad de la historia… ¡seguro que la acabamos!

A veces es complicado terminar una historia, nos entran dudas y nos parece que todo lo que hemos escrito es una porquería. Nos pasa a todos.

Desenlace: ¡Mi parte favorita! Una vez has llegado aquí, ya puedes disfrutar y terminar de dejar la historia correr por tu cuerpo hasta llegar a tus manos y escribir su final ella misma. Sí, es muy metafórico, ¡pero os prometo que al llegar aquí no podréis más que disfrutar!

¡Y aquí tenemos nuestra historia!