En este capítulo hablaremos de la anatomía y las zonas erógenas que podemos encontrar en ella.
¿Qué es una zona erógena?
Según Wikipedia, se llaman zonas erógenas a las partes del cuerpo humano cuyo estímulo tiene como resultado la excitación sexual.
Entonces, podríamos decir que toda la piel es erógena, sin embargo, existen ciertas zonas del cuerpo que responden más a los estímulos por la mayor cantidad de terminaciones nerviosas.
Las zonas erógenas se dividen en dos:
Zonas erógenas primarias o principales: corresponden a los genitales, siendo la vulva, vagina y clítoris en el caso de las mujeres y el pene junto al escroto en el caso de los hombres.
Zonas erógenas secundarias: están constituidas por áreas que reaccionan positivamente a los estímulos, aumentando la excitación sexual sin estar directamente relacionadas al acto.
PRIMARIAS.
¿Cuál es la diferencia entre la vulva y la vagina?
He visto en muchas historias «Fulanito acarició mi vagina» para referirse, equívocamente, a la vulva. Sí, entiendo que vulva no es una palabra muy estilística a la hora de narrar, pero es el término correcto.
Entonces, decimos que la vulva conforma las partes externas de los genitales femeninos, empezando por el monte de Venus, que es una zona en forma de triángulo bajo el abdomen -cubierta, con frecuencia, por una capa de vello-; seguido de los labios mayores y labios menores.
Los labios mayores son pliegues de piel que recubren el orificio vaginal y pueden estar cubiertos de pelo; los menores, en cambio, se encuentran dentro de estos y protegen la vagina y la uretra de bacterias, así como también, están llenos de terminaciones nerviosas que aumentan el placer sexual.
En la vulva también podemos encontrar el clítoris, el vestíbulo y la uretra.
La vagina, en cambio, es una cavidad o tubo muscular elástico que comienza desde la vulva y finaliza en el cuello uterino. A través de ella, las mujeres expulsamos el flujo o residuo menstrual y -en caso de embarazadas- al feto mediante el cuello uterino.
¿Qué es el escroto?
Se le dice escroto a una especie de bolsa de piel que contiene a los testículos y cuelga debajo del pene. Es de textura rugosa y puede estar recubierto de vello púbico. Como dato curioso, el escroto -de manera muy similar a los senos, en el caso de las mujeres-, tiende a poseer un lado más largo que otro.
El pene.
Nuestro amigo fiel que nunca nos abandona también quiere ser mencionado, así pues, ¿cuáles son las partes del pene?
Glande, cabeza o punta del pene: en él se encuentra la abertura de la uretra y es una de las partes más sensibles del pene.
Cuerpo o tronco: se extiende desde la punta del pene hasta la base, donde conecta con la pelvis. Como dato curioso, la base del pene no tiene tanta sensibilidad como el glande, por tanto, la tan aclamada garganta profunda no causa tanto placer físico, en realidad, sino visual, ya que los hombres son muy visuales.
Prepucio: es una capa de piel que cubre y protege al glande. Cuando el pene se erecta, éste se retrae dejando al glande expuesto. Sin embargo, a veces necesita ser retraído por cuenta propia.
Por cuestiones culturales -principalmente judías- o de higiene, a veces al pene se le realiza una intervención quirúrgica llamada circuncisión, en la que el prepucio es cortado, por lo que no todos lo poseen.
Sí, les cortan su cosita.
Como dato curioso que descubrí hoy -ando muy curiosa- alrededor de la mitad de todos los penes en los Estados Unidos están circuncidados, así que tomen nota, que sé que la mayoría ambienta sus historias en gringolandia.
Frenillo: es como el clítoris de los hombres -técnicamente, sería todo el pene, ya sé, pero no me refiero a eso-, ya que es la parte más sensible y estimularlo de manera lingual puede tener resultados -explota el volcán- excelentes. Se encuentra entre el prepucio y el glande y tiene forma de V de Verga.
Después de la circuncisión, aún les queda el frenillo. Al menos.
SECUNDARIAS.
En general, tanto hombre y mujer tenemos zonas erógenas comunes como labios, orejas, cuello, pezones, muslos, perineo, etcétera. Sin embargo, cabe aclarar que hay ciertas diferencias de género, así como diferencias personales. No a todos nos gusta lo mismo. Como ejemplo, está un chico con el que mm tuve algo (?), al que le disgustaba rotundamente que le tocaran los pezones y el área pectoral en sí.
Labios.
El beso es la manifestación erótica por excelencia, Charles Bukowski decía en sus libros que los besos eran incluso más íntimos que el acto sexual, y creo que tenía razón. A través de un simple beso se puede transmitir el deseo y dar rienda suelta a lo erótico.
¿Cómo narrar un buen beso? Lo importante no es el beso en sí, amigo/a escritor/a, sino las sensaciones que transmite tal acto, la intensidad. Puedes comenzar con un roce de labios, haz que tus personajes compartan el aliento, que uno se acerque y el otro se aparte, que se besen, se fundan, se unan, se prueben, se muerdan, se toquen, que se disfruten.
Orejas.
Lo ideal es reservar la oreja izquierda para los estímulos físicos: besos, mordidas, lamidas, caricias, etc. La derecha, en cambio, es ideal para estimular mentalmente a través de palabras suaves y dulces o rudas y calientes, dependiendo de la situación o las preferencias.
Cuello.
¿Existe alguien a quien no le gusten los besos en el cuello? Roces tentativos de labios, lamidas, mordidas suaves, chupetones, incluso rasguños. El cuello es un área muy sensible a los estímulos y llena de erotismo, vale la pene aprovecharla, más aún en el área de las clavículas.
Una combinación magistral es acariciar la base del cuello y mordisquear el lóbulo -LÓBULO- de la oreja con mucha delicadeza, también funciona hacer una leve succión.
El cuero cabelludo.
Todos estamos de acuerdo con que los masajes en el cuero cabelludo son los mejores, ¿no? -si dices que no, te espero a la salida, eh-. Pues esto se debe a que el cuero cabelludo tiene muchas terminaciones nerviosas que lo hacen sensible al tacto. Masajearlo libera la tensión y aumenta el flujo sanguíneo por todo tu cuerpecito.
Recomendación: si tu escena está ambientada en la ducha o la bañera, utiliza este recurso para encender la chispa. Un simple masaje de cuero cabelludo puede encender a tu personaje; muestra su excitación mediante el lenguaje corporal -hablaremos de ello en próximos capítulos- y deja que dé el siguiente paso.
Senos y pezones.
En las mujeres, un buen masaje en sus glándulas mamarias, alternado con besos y suaves -SUAVES- mordidas, puede lograr que se moje la canoa. Los hombres, sin embargo, también pueden disfrutar al estimular sus pezones y pectorales, algo que se ve muy poco en narraciones eróticas heterosexuales.
Abdomen.
En este extenso territorio se puede hacer de todo: besar, lamer, succionar, morder, acariciar, masajear, préndele candela si quieres. El beneficio de esto es que aumenta el flujo sanguíneo hacia el área genital, incrementando la tensión sexual. Funciona en ambos sexos y sirve de preliminar al tacto en el más allá.
Muslos.
Sobretodo en las mujeres, el área de los muslos -cara interna y externa- es muy sensible al tacto, por lo que podría ser estimulada con caricias, besos, roces, apretones e incluso leves manotazos -a los sadomasoquistas les gusta esto, uy-. En hombres también lo es, pero no se ve con tanta frecuencia a una mujer acariciando esta área, no en la literatura, lo cual me deja un poco decepcionada.
Nalgas y perineo.
Tanto a hombres como mujeres se les puede estimular con caricias en las nalgas, también apretones o nalgadas. El perineo es el área que se encuentra entre el ano y los genitales y solo basta presionar la zona con la yema de los dedos para producir placer, esto es especialmente efectivo en los hombres.
Pies.
Sí, también es una zona erógena, a muchos les gusta recibir masajes en los pies, por no decir lamidas. Incluso se pueden estimular los dedos chupándolos.
La mente.
Como bien sabemos -y si no lo sabías, ya lo sabes-, no solo con el tacto nos podemos excitar. La vista y el oído también influyen en la sexualidad, por lo tanto, podríamos considerar que nuestra mente es una zona erógena.
Ya antes mencioné -creo- que los hombres son muy visuales y, de hecho, ellos prefieren posturas sexuales en las que puedan observar el coito. Esto también influye a la hora de hacer bailes eróticos o striptease. No obstante, las mujeres también podemos disfrutar de ello, así que no teman en romper los roles de género y hagan que sus personajes masculinos bailen eróticamente.
TIPOS DE PENE.
Los penes se dividen en dos grupos: los de carne y los de sangre.
Los penes de carne son aquellos cuyo tamaño no varía notoriamente al tener una erección. Mientras que los penes de sangre son aquellos que, en estado normal, pueden parecer muy pequeños, diminutos, pero cuando están erectos, su tamaño aumenta considerablemente. De cuchillo a espada.
Ahora bien, según su forma, los penes se clasifican en:
Pene recto o de lápiz.
Es la forma más común entre el reino de los penes. Como lo dice su nombre, es recto y algo puntiagudo -por eso lo de lápiz- y esto lo favorece en el sexo anal, ya que se acopla satisfactoriamente a la cavidad gracias a que el glande es del mismo tamaño que el resto.
Pene curvo o de plátano.
Hoy es el día del plátano, shi, sheñol.
Que el pene posea una leve curvatura es algo muy común, nada de qué apenarse o asustarse. De hecho, puede llegar a ser muy placentero, ya que su forma de plátano ayuda a estimular de forma fácil y directa el punto G.
Pene piramidal o de cono.
Este señorito empieza con una punta fina y va aumentando en grosor hasta llegar a la base. Gracias a ello, a este pene se le facilita la penetración. Sin embargo, si la base es muy ancha, puede resultar un poco doloroso; y si la punta es muy fina, probablemente se le complique estimular el punto G.
Pene champiñón/seto/honguito.
La principal característica de este travieso es que tiene el glande más grueso que el tronco. Esto lo convierte en el pene perfecto para la felación -sexo oral-, dado a que sienten mucho más y es más fácil darle placer, así que a tragarse el champiñón.
TIPOS DE VULVAS.
Ojo cerrado o Barbie.
Su nombre se debe a que los labios mayores, en este tipo de vulva, se asemejan a los párpados cuando están cerrados. Es la más estereotipada y «cotizada» de entre los tipos de vulva, aún siendo ésta poco común. También se le llama de Barbie por la similitud que tiene con la vulva de la muñeca.
Herradura.
En este tipo de vulva, los labios menores son más grandes que los mayores y éstos están un poco más separados de lo común. No obstante, en la parte inferior, los labios mayores sí cubren los menores. Todo esto hace que la vulva tome una forma similar a la de una herradura de caballo.
Cisne o percebe.
Los labios menores son más grandes que los mayores, siendo notorios a simple vista, y el clítoris es, por lo general, de gran tamaño.
Tulipán.
Esta es una de las más comunes, su principal característica es la presencia de unos labios menores ligeramente visibles entre los mayores, dando una forma similar a los pétalos de un tulipán.
Llama olímpica.
Bonito nombre, ¿verdad? Ya las veo diciendo «Mi vulva es una llama olímpica». Tremendo. Pues su nombre se debe a que tiene una forma que recuerda a la antorcha encendida de una llama olímpica. ¿Cómo ejeso? El clítoris tiene un capuchón de mayor tamaño que los labios que la recubren.
Mariposa.
No, esta no vuela -inserte carita triste-; se caracteriza por tener los labios menores abiertos y sobresalientes como las alas de una mariposa, también le dicen «cortina», pero eso no suena tan bonito.
Bata de cola.
Al igual que nuestra mariposa, los labios menores son más grandes y recubren a los mayores, pero su tamaño hace que tenga pliegues y ondulaciones; además, no siempre recubren por completo a los mayores.
Inflada.
Se asemeja a la de Barbie, pero ésta tiene los labios con aspecto de estar colgando o inflamados, sobresaliendo un poco del hueso púbico.
Como dato curioso añado que, cuando era pequeña, creía que los labios mayores eran los de la vulva y los menores los de la boca. Sí, así de ingenua era.
Wow, este capítulo se me hizo inacabable y, aún así, siento que me quedé corta.
Antes de que alguien pregunte «¿Y cuándo nos vas a enseñar el mete y saca, el toma y dale, el arriba y abajo?», en el próximo capítulo nos centraremos en ello, pero antes quería aclararles ciertos aspectos anatómicos.
¡Espero les haya gustado! Muchas gracia por el apoyo y los comentarios, me encanta verlos/as tan partícipes.
Si tienen algún tema en específico que quieren que trate más adelante, díganmelo en los comentarios.
Besitos.
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