Adentrándonos más a la narrativa, hoy quiero enseñarles cómo escribir una escena sexual cuyos personajes —ya sea uno o ambos— no hayan practicado el acto con anterioridad.

En términos cristianos: son vírgenes.

Primero quiero aclarar que no estoy de acuerdo en lo absoluto con el concepto de la virginidad, ya que sólo es una construcción social usada frecuentemente para controlar la sexualidad femenina. «Vales más si eres virgen», «Eres puta si coges con muchos» son algunos de los mensajes que nos transmite la sociedad.

La virginidad no es un concepto médico. ¿Entonces dónde queda el himen?

Quizá si eres mujer, de niña te dijeron que el himen era una capa de piel que mantenía cerrada tu vagina y, que cuando tenías sexo la primera vez, se rompía y sangrabas llorando de dolor.

Esto está algo alejado de la verdad.

Lo cierto es que el himen, también conocido como corona vaginal, es una membrana mucosa muy elástica que se encuentra dentro de la vagina y no está sellada. O sea, ¿por dónde saldría la menstruación si lo estuviera? Duh.

Existen diferentes tipos de himen, algunos con pequeños agujeros, otros con dos orificios, otros que tienen forma de dona e incluso hay mujeres que no los poseen o a las que se les rompe debido a la práctica de actividades físicas que requieran movimiento en la zona pélvica, como la gimnasia, artes marciales, equitación, etc. De hecho, hay ciertas mujeres que sí nacen con un himen cerrado y deben ser intervenidas quirúrgicamente durante su desarrollo.

Entonces, ¿el himen se rompe durante la primera vez?

No siempre. Como dije antes, es muy elástico, y a veces cuando la mujer está bien lubricada, el pene pasa entre él —si es en forma de dona— sin mayor dificultad, o lo estira de tal forma que no se rompe.

Pasando a otro punto, ¿duele la primera vez?

Conozco muy pocas personas —por no decir ninguna— que realmente disfrutaran de su primera vez. ¿Por qué sucede esto? Porque la mayoría —al menos, las mujeres— soñamos con una primera vez de cuentos, en un hotel cinco estrellas con un camino de pétalos de rosas y que nos dejen delicadamente sobre la cama y nos digan lo mucho que nos aman. En conclusión, tenemos muy altas expectativas que dudosamente reflejan la realidad.

Entonces imagínate la decepción al sentir dolor y nada de placer porque primero, no fue como lo fantaseabas; y segundo, los nervios te jugaron una mala pasada.

Sin embargo, si queremos escribir una buena primera vez, mucho mejor que la que tuvimos, podemos hacerlo sin dejar que se vuelva algo irreal.

Ahora sí pueden sacar su blog de notas y su lápiz, que se vienen los súper tips.

Difícilmente se logre la penetración a la primera embestida.

A menos de que el himen de tu personaje femenino ya esté roto o ella esté bastante lubricada —y dilatada—, es complicado lograr la penetración a la primera, más aún si el personaje masculino también se está iniciando en el sexo.

Recomendación: haz énfasis en la penetración vaginal con los dedos, previa a la penetración con el pene, esto ayuda a que la vagina se vaya expandiendo y adaptándose al intruso.

Cambia «dolor» por «incomodidad».

Si tu personaje mujer está lubricada y lista para la acción, en teoría, no debería sentir «un dolor punzante», sino una leve incomodidad porque quizá los nervios la mantengan tensa y no le permitan disfrutar del momento. A excepción de que la rotura del himen haya sido muy violenta, ahí sí pon todo el dolor que te apetezca.

Crea un ambiente de tensión sexual creíble.

Que tus personajes se conozcan hoy y tengan sexo mañana es tu decisión, eso sucede en la vida real —pocas veces para la primera vez sexual— aunque la gente diga «Nooo, cómo crees, jaja, yo nunca». El problema no es el aquí te miro, aquí te pillo. El problema está en que muchos no saben crear una atmósfera que mantenga erizada a la audiencia, que todos digan «YA, POR FAVOR, ANDRÉS, MÉTESELA, POR CRISTO».

Recomendación: limita el tacto a roces y miradas tentativas, a las sensaciones de ambos ante la expectativa. Incluso puedes excluir los besos para que todos estemos comiéndonos las uñas. Luego del primer encuentro —o cuando creas conveniente— rompe la tensión, pero sin ser brusco/a para que no se vea forzado, como si hubieses querido meter sexo sí o sí donde no iba.

No te excedas con la «magia».

Es entendible que en novelas de romance pinten el sexo como una revelación de amor, como un éxtasis inconmensurable, pero vamos, es la primera vez, me gustaría más que explotaran la curiosidad que es tan típica en los seres humanos y que añadieran vergüenza y timidez, a menos de que tengan una razón de peso para no hacerlo —ejemplo: que el personaje sea muy seguro/a de sí mismo/a—. También pueden tomar la oportunidad para añadir algo de humor; científicos afirman que las personas que se ríen durante el acto sexual disfrutan más de ello que las que se lo toman como una tarea muy seria. 

Recomendaciones: ¿quieres humor? Haz que el personaje masculino rompa el condón mientras se lo esté colocando o que deje caer «delicadamente» a la protagonista sobre la cama y ésta se caiga o pegue la cabeza contra el respaldar; haz que sus gemidos parezcan gemidos de tortuga, que le entre un ataque de risa nerviosa.

¿Quieres romance? Haz que los personajes mantengan el contacto visual y que sus voces se conviertan en susurros, haz que suden de nervios, que tiemblen y bajen la mirada apenados, que a mitad de camino ella tenga miedo, se detengan, y se abracen hasta que se sientan listos para continuar, ¡o que no lo hagan!

Recuerda que los hombres también pueden sentir dolor la primera vez.

¿A que no lo sabías? Pues sí, muchos hombres —principalmente los que conservan el prepucio— sienten dolor la primera vez, sobretodo cuando practican el acto sexual con una mujer igual de inexperta. ¿Motivo? La estrechez de la cavidad vaginal puede ocasionar una fricción dolorosa o hacer un efecto similar a la estrangulación. También influye si la fémina posee un himen intacto y poco flexible, ya que al ejercer fuerza con la intención de romperlo, pueden llegar a lastimarse.

No conviertas a la mujer en una muñeca inflable.

¿Saben cuál es la diferencia entre una mujer y una muñeca sexual? La mujer puede moverse. Parece obvio, ¿no? Pero en muchas narraciones eróticas la mujer se limita a dejar que la penetren y a gemir. También pueden tocar; ya en el capítulo anterior les señalé las zonas erógenas, así que manos a la acción, dejen que sus personajes femeninos sean atrevidos.

Pero cuidado, mucho cuidado con sobrepasar la línea durante la narración de la primera vez, ya que podría dar la sensación de que están adentrándose a lo que yo llamo «síndrome de zorro inocente» para describir a esos personajes que de un segundo a otro pasan de ser unos corderos a másteres en el sexo.

Recomendación: usa la curiosidad a tu favor. Haz que ella quiera explorarlo para darle placer, aunque no sepa cómo. Y que él le explique, que la ayude, que la anime con palabras o gestos, incluso sonidos.

No son actores porno, no tienen que durar 10 capítulos.

Muchos me han preguntado «¿Qué tan larga debería ser una escena sexual?» y no hay un número de párrafos o palabras específicos, todo depende del autor, pero eso sí, hay dos cosas que a los lectores no nos gusta: que sea muy corto y que sea muy largo. Sin embargo, esto depende mucho del tipo de historia.

En próximos capítulos hablaré sobre los estilos de narración para escenas eróticas. Sin embargo, aquí quiero aclarar que —a menos de que tu novela sea erótica, muy erótica— lo mejor es no tomar todo un capítulo de dos mil y hasta tres mil palabras dedicado al encuentro sexual. Recomiendo usar la mitad o un poco menos.

Y recuerden que la primera vez, por lo general, tiene muy corta duración.

PRIMERA VEZ: MASTURBACIÓN.

A hombre.

No hablo de tocarse a sí mismos, aunque esta sea la definición más exacta de dicho término. Me refiero a lo que en inglés se conoce como «hand-job», traducido al español como trabajo manual.

Si tu personaje femenino —o masculino, también aplica para homosexuales— quiere experimentar tocando el pepino de su pareja, adelante. Pero hay que tener ciertas consideraciones, tomando en cuenta lo sensible y delicada que es esta área. 

En el capítulo anterior aclaré que a los hombres les gusta recibir caricias y suaves —SUAVES— apretones en el escroto o el área del perineo, y aquí podemos implementar estos trucos.

Ahora bien, yendo más directo al pene, les dejaré los siguientes tips:

Definir si es un pene circuncidado o no.

Ya dijimos en el capítulo anterior lo que es un pene circuncidado, así que ahora nos toca decidir si lo es o no el de nuestro machote. No necesitamos aclararlo explícitamente en la obra, pero es necesario tenerlo claro nosotros antes de empezar a escribir una hand-job, para evitar incongruencias.

Gatea antes de correr, por favor.

¿A qué me refiero? A menos de que tu protagonista femenina le haya practicado la masturbación a algún hombre —o haya visto mucha pornografía— es imposible que empiece sabiendo cómo estimular un pene a la perfección.

Dirán que esto no aplica para parejas homosexuales, pero se equivocan, ya que cada uno es diferente, algunos prefieren movimientos rudos y pausados, otros suaves y rápidos, otros una mezcla de ambos, etcétera. Aunque claro, al ser ambos hombres, se les facilita el trabajo gracias a la experiencia personal.

Volviendo a lo hetero, tengan en cuenta que algunos penes no soportan los apretones y a veces nosotras no notamos que estamos siendo muy rústicas hasta que nos dicen «Espera, un poco más suave».

Recomendación: deja que tu personaje masculino tome el control de la situación y sirva de instructor. Aprovecha este momento para mostrar la personalidad del mismo, si es paciente, impaciente, rudo/cruel o tierno/cariñoso con su pareja.

¡Lubricanteeeeeeeee!

Síp, al igual que las mujeres, los hombres también padecen las consecuencias de la fricción, nada que un escupitajo no resuelva. Quizá te suene asqueroso, a mí también me lo parecía, pero en ese momento tan íntimo las cosas más asquerosas dejan de serlo. Sin embargo, si tu personaje es muy tiquismiquis, puedes hacer uso de una botella de lubricante o vaselina.

A LA MUJER.

Si tu personaje masculino se siente preparado para dedear, hazlo que se siente aquí frente a mí y tome nota sobre estos consejos.

Stop penetreishon.

Aleja tus sucios dedos de mi vagina seca.

ALERTA: Seré algo explícita y burlesca, perdón si eres más sensible que el clítoris.

He visto mucho que los personajes se están besando y ¡zap!, le mete el puño. Espérate, Andrés, ¿qué haces? Primero acaricia esos labios hasta que se te empapen los dedos y frota su clítoris como si estuvieses acariciando los pétalos de una rosa. Cuando tu chica apriete los puños o te clave las uñas en los hombros arqueando sus caderas, es ahí cuando vas a meter UN dedo, acariciando toda la longitud de sus paredes vaginales hasta que se dilate lo suficiente como para meter dos. Y así sucesivamente hasta que puedas meterle la pierna si quieres.

—¿Y dónde me dejas a mí? —preguntó el clítoris, enfurruñado.

¿Lo ves, Andrés? Pues para eso tienes un pulgar, con el cual puedes estimular en círculos el clítoris y los labios menores.

No queremos estatuas.

Que nuestra protagonista se quede ahí, gimiendo y retorciéndose como culebra, no nos gusta. Ya dijimos que no queremos muñecas, así que se le permite tocar.

¿Cómo? Puede acariciar los hombros o el abdomen de su pareja, incluso darle una nalgada o un apretón si la posición los mantiene a ambos de pie. Si está acostada, puede usar sus pies para tantear el miembro de nuestro querido Andrés, tan bueno y eficiente. 

PRIMERA VEZ: SEXO ORAL.

A hombre.

A los hombres les encanta el sexo oral, ¿existe alguien a quien no? Lo dudo. Por ello, mientras más diestras sean nuestras protagonistas en ello, mucho mejor. Sin embargo, nadie nace aprendido, y te aseguro que la primera vez de toda mujer practicándole el sexo oral a un hombre es algo complicada y deja mucho que desear.

El pene no se hizo para la boca, aunque las actrices pornográficas demuestren que puede adaptarse muy, muy bien a ella. Tu protagonista no es actriz porno y, si lo es, pues esta es su primera vez, por lo que quizá no le sea tan fácil como a una experta.

¿Existen las arcadas en Wattpad?

Virgen o invirgen, me sorprende cómo los personajes femeninos se tragan veinte centímetros de pene hasta la base sin sentir la más mínima sensación de náusea. A mí me dan ganas de vomitar hasta cuando me paso el cepillo de dientes por la lengua.

Verán, muchas personas en la vida real no son capaces de meterse a la boca el pene completo. ¿Esto las hace menos eficientes practicando el sexo oral? ¡No! Como ya dije antes, la base del pene es poco sensible, así que no son necesarias las gargantas profundas. 

Recomendación: haz que tu personaje entretenga a su amiguito con la lengua, lamiendo el glande y presionando la lengua en el frenillo. Puedes decir que «lo metió lo más que pudo sin que le resultara molesto» o que, intentando lucirse «quiso meter toda su longitud y acabó retrocediendo ante una arcada».

También deja que haga pequeñas succiones, alternando con movimientos de cabeza. Para compensar, puede masturbar el resto del pene mientras su boca se encarga del glande. ¡Y no te olvides del escroto!

Mientras nuestra chica —o chico, funciona en ambos casos— le practica una felación, deja que el machote le indique cómo hacerlo.

Gime, macho culia'o.

Gemir, jadear, suspirar, gruñir, murmurar, susurrar... Tantos verbos para expresar el placer adquirido y dejas que tu personaje se quede estático, muy mal. También que use las manos, puede acariciar el cabello de su amante, las mejillas, e incluso ser más atrevido y masajear sus senos, pellizcar los pezones, etc.

Ten piedad con esa mandíbula.

¿Alguna vez has intentado mantener tu boca bien abierta por un largo rato? Hazlo y verás que, pasado unos minutos, sentirás dolor e incomodidad en la mandíbula. Ahora imagínate que, además, tengas un miembro de considerable grosor pujando sin ningún cuidado por entrar y salir como desquiciado. 

Más que doler, hacer una felación por largo rato cansa. Y aún si tienes aguante, ¿acaso no respiras? Porque te aseguro que no vas a poder respirar mucho con el pepino en la boca.

Recomendación: puedes hacer que tu personaje demuestre sentirse asfixiada y se tome tiempos de descanso o turne entre la felación y la masturbación.

¿Buena chica? Ni que fuera perra, ubícate.

Por favor, ya estoy cansada de leer, más que historias eróticas, guiones de porno cutre. ¿Es en serio que siguen diciendo «Oh, sí, nena, qué buena eres»? Porque a mí un chico me dice eso y uno, me cago de la risa; y dos, lo dejo con la verga parada por idiota.

Sean más originales, invéntense nuevas frases, por favor.

¿Adentro, en la cara, dónde?

Tu personaje es primeriza/o, por lo que podría llevarse una desagradable sorpresa cuando su pareja masculina obtenga el orgasmo. ¿Por qué? Las descargas de semen salen a una velocidad aproximada de 45 kilómetros por hora. Si aunamos a esto el hecho de que los hombres no tienen muy buena puntería... creo que alguien podría salir con un ojo herido.

Entonces, ¿lo mejor es que se venga en la garganta? La velocidad puede hacer que nuestra protagonista se atragante en el acto o que sienta náuseas ante la viscosidad y el sabor ácido del semen. Los mejores lugares (más cómodos y seguros, según yo) son: en el cuello, la parte inferior de la cara (labios y mentón) o la boca (no garganta, boca; es decir, no mientras el pene esté al fondo de la misma, sino al principio).

A la mujer.

El cunnilingus es una de las cosas más excitantes para una mujer. Existen un millón de posibilidades y es la forma más fácil de hacer que una mujer obtenga el tan aclamado orgasmo.

Según Wikipedia, la palabra cunnilingus viene del latín: cunnus que significa "vulva"; y lingō, lingĕre, que significa "lamer".

Lamer, lamer y lamer.

Para muchos, practicar el sexo oral significa: lamer. Sin embargo, decir eso es limitarse. Existen una gran variedad de jugueteos que se pueden realizar con la boca. Lamer, chupar, succionar, incluso morder muy leve, pueden crear el conjunto adecuado para una relación sexual oral satisfactoria.

Recomendación: varía entre las lamidas y besos, incluyendo suaves mordiscos en los labios mayores o succiones en el clítoris.

Dile no a los dioses griegos del sexo oral.

Si tu protagonista solo se limita a lengüetear como perro, por favor, no digas que es el mejor haciendo un oral. Además, si es su primera vez, ¿por qué lo sería? Denle credibilidad a lo que escriben, demuestren la incomodidad del personaje al tener que establecer tal intimidad e incluso dejen que se quede mirando la vulva como si no supiese que hacer con ella (lo mismo con los penes, ujum).

Recomendación: girlpower, que sea ella quien tome el control de la situación y le indique a nuestro querido Andrés cómo hacerlo.

¿¿«Me comió mi cosita»??

¿Qué, en el infierno, es eso? Si en tu novela se menciona el sexo o se deja el acto de manera implícita en la narración, ignora este comentario; pero dudo que sea así, sino no estuvieses leyendo una guía. Así que, si vas a hacerlo, hazlo bien.

¿Y qué más quieres que haga si es todo lo que sé? La lengua, al no poseer hueso, puede moverse de formas sorprendentes. Puedes hacer que tu personaje «mueva su lengua en zigzag alrededor de sus labios menores».

Yo les dejaré este pequeño truco que pueden usarlo si la personalidad de su personaje es creativa:

«Andrés, al no saber qué más hacer, y viendo que Karen comenzaba a aburrirse y perder la excitación, procedió a trazar cada letra del abecedario con la lengua, desde la entrada de la joven hasta su clítoris, obteniendo por respuesta sonidos de satisfacción».

No es la mejor narración, pero equis, el punto es que agarren el abecedario y se lo hagan a su pareja. Si quieren ir más allá, pueden cambiar «abecedario» por «figuras geométricas», «números» u otras formas que se les ocurran.

¿Será que los personajes en Wattpad no tienen olfato?

Acéptemoslo, las vaginas tienen un olor fuerte. Si están aseadas, no es un olor desagradable; al menos, no para mí. Sin embargo, es intenso, y —hombres, más que todo— no están acostumbrados a ello, más aún si es la primera vez. Así que me gustaría que describieran a través del olfato lo que sintió el personaje al estar tan cerca de aquel olor, pueden demostrar que le era placentero —a muchas personas les gusta el olor vaginal, sí, sí— o que les disgustaba por completo, pero se aguantaba. Incluso pueden compararlo con otros olores. 

¡Buenas noches, poliedro!

Sé que he tardado como un siglo en actualizar, pero he estado enfrentado una situación emocional muy fuerte y me he visto bajo presión estos días. Sin embargo, aquí estoy, vivita y coleando.

Tenía pensado añadir la primera vez gay y lésbica aquí, pero se me hizo demasiado largo y nadie quiere leer un capítulo de 10.000 palabras, así que en el próximo me extenderé acerca de ello. Sin embargo, mucho de lo que dije aquí puede ser utilizado en el acto sexual entre personas de un mismo sexo.

Comenten qué tal les pareció el capítulo y de qué les gustaría que hablara a futuro.

También agradezco mucho sus votos y todo el apoyo, creo que me estoy encariñando muy rápido, ay. <3

¡Nos vemos!