/Narra Heather/
  Por fin habíamos llegado a una isla para descansar. Iba a tomar una siesta cuando escuché el ruido de una explosión.

  A lo lejos había un barco de algún mercader que terminó en ruinas. Solamente se me ocurría una persona que pudiera hacer eso. Solamente alguien podría causar esa destrucción y salir como si nada y ese era Hipo.

Heather: Ok chicos. Hay que movernos. Vayamos a la isla antes de algo suceda.

Astrid: Un momento ¿No vamos a ayudar al mercader?

Heather: Si Hipo hizo eso es por algo.

Astrid: Confías ciegamente en Hipo, apesar de que te abandonó en Berk.

Heather: Salvó mi vida incontables veces. Si te salvará tantas veces como a mí, también confiarías así. Se que tuvo alguna razón para quemar el barco.

Patapez: *Con un catalejo* Parece que hay alguien allí.

Heather: *Sorprendida* ¿Qué?

Patapez: Si, mira.

  Patapez me pasó el catalejo y ví que efectivamente había alguien. Era Johan. Él era un mercader que negociaba con todos en el Archipiélago. Algunas veces negociaba con nosotros y a cambio lo ayudabamos.

Heather: Algo anda mal.

  Cuando por fin me decidí a ir a ayudarlo, los demás me acompañaron por si algo andaba verdaderamente mal.

  Habíamos llegado y ayudamos a apagar el fuego que había en el barco de Johan.

Johan: Gracias. Gracias amigos.

Heather: *Seria* Johan ¿Que sucedió?

Johan: No lo sé, señorita Heather. El amo Hipo se volvió completamente loco. Llegó de repente e hizo que su dragón disparara contra mi barco.

Heather: ¿Sabe a dónde fue?

Johan: Fue hacia el Esté hace como unos 10 minutos.

Heather: ¿Cómo pudo desaparecer tan rápido si es de día? ¿Su dragón debería ser claramente visible.

Johan: Ni yo lo entiendo. Cuando lo ví, ya era demasiado tarde y lo siguiente que recuerdo era que mi pobre navío estaba en llamas.

Heather: Esto no tiene sentido.

Johan: Lamento decirle esto, ama Heather, pero tengo razones para creer que volvió. Yo también me niego a creer que el amo Hipo volvió a ese modo de vida, pero no me quedan otras razones o teorías.

Heather: *Alterada* Es imposible. No ha tenido ataques desde hace...

  En ese momento recordé lo que fue sucediendo en los últimos meses. El había estado teniendo ataques desde hace tiempo y no me había dado cuenta. Cuando tuvo a su familia unida, empezó a comportarse como un niño. Con el tema de su secuestró y de los enemigos de Berk, se había comportado más alocado de lo usual. Y lo de Viggo, era un señal de que realmente estaba volviendo.

Heather: Debí darme cuenta.

Astrid: ¿Que pasa?

Heather: Debemos irnos ahora. Si lo alcanzamos podremos ayudarlo.

Brutacio: ¿Que pasa?

Brutilda: Explícate

Heather: No hay tiempo. Debemos irnos rápido o no llegaremos a tiempo.

  Nos subimos a nuestros dragones y ellos volaron lo más rápido que pudieron. Íbamos a hacia la Orilla cuando de repente escuché gritos de personas. No me había dado cuenta de que lleve a los chicos directo a una trampa de los cazadores.

  Viggo, su hermano y Krogan estaban allí y estaban listos para atacarnos.

Heather: Huyan de aquí. Los detendré lo más que pueda.

Patapez: *Preocupado* ¿Y que pasará contigo?

Heather: Estaré bien, solo...

  No pude terminar ya que un sonido muy agudo se hizo audible y supe de inmediato que pasaba.