/Narra Astrid/
  Fui a llevar a Hipo a su habitación para que pudiera descansar. Una vez lo recosté en su cama quise salir pero... Él tomaba de mi mano con fuerza.

Hipo: Mamá... Papá... No me dejen.

  Era como un niño inocente. Vi que tenía una lágrima en su ojo izquierdo y decidí quedarme para hacerle compañía.

  No iba a hacerle nada y no es como si algo malo fuera a pasar.

/Narra el autor/
  Justo en ese momento, Patapez y Heather no se habían reunido. La chica caminaba sola por ahí cuando se puso a pensar en algo.

Heather: ¿Hipo tomó su medicina hoy?... *Despreocupada* Nah, no creo que haya problema.

/Narra Astrid/
  Seguía cuidando de Hipo hasta que por fin despertó.

Astrid: Hola bello durmiente.

  En ese entonces, Hipo abrió sus ojos muy grande y se levantó de la cama de golpe. Trató de huir pero no sabía hacia donde.

  Traté de calmarlo pero en un descuido agarró sus cuchillos y se preparó para pelear.

Astrid: Hipo, soy yo.

Hipo: *Asustado* No te conozco. Aléjate.

Astrid: Hipo por favor, no...

Hipo: *Muy asustado* ¡No te me acerques!

Astrid: *Triste* Hipo.

  Hipo encontró el momento perfecto. En otro descuido mío, aprovechó la oportunidad y saltó por la ventana.

  Fui con los demás a avisarle sobre lo ocurrido pero no encontré a nadie. Subí en Tormenta y fui volando. En la playa encontré a Patapez y a Heather. Me acerqué a ellos y les conté lo que había ocurrido.

Heather: Sabía que me estaba olvidando de algo.

Astrid: ¿Qué sucede?

Heather: Ya dije que Hipo suele comportarse extraño. Él toma una mezcla especial que lo ayuda a mantener su mente en control. Es una mezcla de hierbas especiales.

Astrid: *Preocupada* ¿Y que pasa si no se lo toma?

Heather: Puede llegar a enloquecer, volver a su forma agresiva, tener la mentalidad de un bebé, perder la memoria, imitar al primero que ve y otras cosas más que preferiría no decir.

  Ahí comencé a preocuparme. Me subí nuevamente en Tormenta y trate de irme para buscarlo.

Astrid: Debemos encontrarlo rápido antes de que se enteren de que él...

Valka: ¿Antes de que nos enteremos de qué?

Estoico: Estoy seguro de que querré escuchar esto.

  Al voltear vi a Valka y a Estoico bajar de sus dragones y acercarse a mi. Me baje de Tormenta y me acerqué a los chicos. Antes de que llegaran los padres de Hipo hacia nosotros, le susurré a los chicos.

Astrid: Ni una sola palabra... No queremos preocuparlos.

  Cuando por fin se acercaron a nosotros, nos interrogaron.

Valka: *Seria*¿Qué está pasando aquí?

Astrid: *Nerviosa* Bueno... yo...

Heather: Hipo no tomó su medicina.

Valka: *Preocupada* ¡¿Qué?!

Estoico: ¿Qué Hipo qué?

Astrid: ¡Heather!

Valka: ¿Cómo fue que pasó?

Heather: Nos atacaron, tuvo otro episodio y se desmayó luego de contarles a todos su historia.

Valka: ¡¡¡¿Qué?!!!

Astrid: ¡¡¡Heather!!!

Heather: Lo siento, no puedo mentirle.

Estoico: ¿Alguien me puede explicar que está sucediendo?

Valka: Luego te lo explico, ahora nuestro hijo está en peligro. Súbase a sus dragones chicos y busquémoslo.

  Fuimos a la herrería y Valka hizo que Tormenta y Rompecráneos olfatearan el aroma de Hipo. Ambos dragones rastrearon a Hipo hasta que se detuvieron cerca de una cueva. Entramos y vimos a los Furias Nocturnas y cinco crías recién salidos del cascaron. Las crías jugaban corriendo por ahí y peleándose entre ellos. No creí que Hipo estuviera ahí hasta que ví a Chimuelo y a Hipo salir de la oscuridad y comportarse como las crías.

Estoico: *Enojado* Valka ¿Hay algo que quieras decirme?

Valka: Ahora no Estoico. Debemos llevar a Hipo a su cama. 

  Valka usó sus técnicas para calmar dragones para acercarse a Hipo y logró dormirlo.

Estoico: *Sorprendido* ¿Esta no es la primera vez que esto sucede?

Valka: Es una larga historia. Quizás quieras ponerte cómodo.