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Capítulo 25

/Narra Hipo/
Tuve que dejar a los Furias Nocturnas para que no resultaran heridos. Chimuelo los guió a un lugar seguro y luego todos fuimos volando.

En medio del viaje los chicos comenzaron a preguntarme cientos de cosas y no podía responder todas ellas por el momento.

Hipo: Escuchen, hay cosas de las que no puedo hablarles ahora. No me alcanzaría para contarles por todo lo que he pasado.

Patapez: ¿Al menos podrías decirnos que es esto? Algo muy extraño está pasando.

Hipo: ¿Se acuerdan cuando fui secuestrado? Los que lo hicieron son parte de un grupo que quieren conquistar el mundo.

Todos: *Sorprendidos* ¡¿QUÉ?!

Hipo: He interferido en los planes de estos sujetos desde hace un tiempo y ahora quieren acabar conmigo.

Patán: ¿A dónde vamos?

Hipo: A la isla de los Defensores del Ala.

Astrid: ¿Qué es eso?

Hipo: Es una isla que está algo lejos. Allí habitan personas que también protegen a los dragones. Si quieren puedo contarles la historia de como los conocí mientras vamos de camino.

Todos: Si.

Hipo: Ok.

Flashback

Hace un año o dos, Chimuelo y yo nos embarcamos en una aventura. Decidimos volar para buscar más aliados que nos ayudaran a proteger a los dragones y a los demás pueblos. Muchas cosas pasaron y terminamos no encontrando más aliados.

Un día, mientras viajabamos, nos encontramos con una isla algo rara. Decidimos bajar para ver que era y resultó que estábamos una aldea desconocida. No había nadie en ese momento y caminamos por el pueblo observando sus estatuas, decoraciones y las casas. Caminamos hasta llegar a lo que parecía ser la plaza principal y vimos la estatua de un enorme dragón. Este era una criatura extraña que nunca antes habíamos visto.

Chimuelo y yo estábamos tan distraídos que no vimos cuando nos emboscaron. Eran decenas de personas encapuchadas y nos amenazaban con sus lanzas y espadas.

???: ¡Tu! ¡Intruso! ¡Dime a que has venido!

Trate de no hacer nada acelerado y me calme. Arrojé mi bastón con espinas y me arrodillé.

Ellos me agarraron con fuerza y me apartaron de Chimuelo. Me encerraron en una celda y luego de horas de estar encerrado, por fin me sacaron. Mientras me llevaban como prisionero, yo trataba de buscar respuesta a todo.

Hipo: ¿Quiénes son? Y más importante aún... ¡¿Donde está mi dragón?!

???: Ya no podrás lastimar a ese pobre dragón nunca más.

Hipo:... ¿Eh?

???: Ahora estamos alimentando a esa criatura y lo dejaremos en libertad.

Me ataron a una silla y me llevaron a la plaza y en medio de este vi como le quitaban la montura a mi dragón.

???: Ahora eres libre. *Señalando al cielo* Vuela, dragón.

Todos señalaban al cielo o movían las manos para que Chimuelo entendiera.

Hipo: ¿Si saben que eso no funcionara?

Los sujetos extraños me vieron. Parecían enojados pero yo no me inmutaba.

???: Respecto a tu primera pregunta, mi nombre es Mala. Soy reina de los Defensores del Ala. Mi misión es proteger a los dragones.

Hipo: *Emocionado* Por fin. Por fin encuentro a otros.

Mala: ¿Otros?

Hipo: Perdón, no me presenté. Mi nombre es Hipo y soy entrenador de dragones. Hay un ejército que quiere capturar y conquistar a los dragones y a los humanos por igual. Necesito su ayuda. He estado buscando a gente como ustedes desde hace tiempo. Hay una guerra y se aproxima. Estas personas son muy peligrosas. Yo y junto a otras personas, hemos buscado aliados de todas partes para que nos ayuden a ganar está guerra. Si no ganamos, muchas vidas se perderán y la esclavitud será a un nivel superior al que puedan imaginar. En serio necesito su ayuda.

Obviamente no me creyeron y me dejaron atado a una silla. Me pusieron frente a la plaza y allí quedé hasta al día siguiente.

El día anterior soltaron a Chimuelo y este se fue volando. Al día siguiente, volvio y me encontró en la plaza. Se quedó conmigo en todo momento, y esos sorprendió a aquellas personas.

Mala: *Molesta* ¿Que le hiciste a ese dragón?

Hipo: Solamente me gané su confianza. Cuando quieras hablar y cambiar ideas, llámame.

Varios días quedé atado y Chimuelo salía y venía de la isla para visitarme. Las cosas siguieron así durante un tiempo.

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