AL DIA SIGUIENTE

NARRADORA

El día era hermoso, con el sol radiante y sin ninguna nube. Los rayos del sol lograron despertar a un joven pelirrojo que se movía de un lado a otro tratando de encontrar un posición cómoda para volver a dormir. Al no volver a conciliar el sueño, se sentó  con los ojos aun cerrados, levantó los brazos y estiró un poco los músculos adoloridos. 

Al abrir los ojos quedó sorprendido y algo asustado. Se puso de pie de inmediato mirando a su alrededor, al ver a su hermana durmiendo se acercó a ella, noto la vestimenta rara que tenía su hermana se observó así mismo notando que él también tenía puesto una vestimenta rara y conocida a la vez. 

— Naia, despierta —la movió varias veces, pero la chica seguía durmiendo.

El joven se acercó a la orilla para tomar entre sus manos un poco de agua, caminó con cuidado hacia su hermana y le lanzó el agua en la cara.

— ¡AAHHH! —grito la pelirroja sentándose de golpe.

— Al fin despiertas.

— ¡DAIKIIII! ¿POR QUÉ ME DESPIERTAS ASÍ? —volvió a gritar sin darse cuenta de lo que pasaba

— Calmate y mira a tu alrededor —dijo para luego mirar él también a los alrededores. Ella miró a todos lados y luego se levantó.

— ¿Dónde estamos y qué hacemos aquí? —pregunto asustada.

—No se como llegamos, pero creo que estamos en una isla —respondió empezando a caminar —vamos a revisar el lugar.

— Sí —dijo caminando a su lado —¿De donde sacaste esa ropa?

— Ya la tenía puesta cuando desperté. Tu también tienes ropa extraña —dijo señalando la.

— ¿Qué? —se miró a sí misma — Oh, es verdad.

No nesecitaron caminar mucho para darse cuenta de que están en una isla desierta y pequeña.

— No hay nada aquí, solo rocas y arena. Esta isla es pequeña —dijo Naia con enojo mirando al suelo y pateando una roca —¿Como haremos para volver a casa, Daiki?

— No lo sé, ni siquiera sé cómo llegamos aquí —siguió observando el lugar que le parecía algo familiar— Naia, ¿no te parece conocido el lugar?.

— Mmmm.... no lo sé, jamás hemos ido a una isla —contestó sin prestarle mucha atención, no quitaba su mirada de la vestimenta.

— No me refería a eso, lo que quiero decir es que quizás lo hemos visto en la tele o en la compu —dijo dejando de caminar, eso provocó que su hermana chocara con su espalda— Naia, porque no te concentras aunque sea por esta vez.

— ¿Ah? Está bien —miró otra vez a su alrededor en especial a la roca grande situada casi al centro de la isla, camino por un buen rato— AAHHH NO PUEDE SER. —grito mientras observaba sorprendida la roca.

— ¿Qué? ¿Sabes donde estamos? —pregunto esperanzado.

— Anoche olvidé cargar mi celular.

Hubo un silencio por varios segundos, hasta que le dió un tic en el ojo derecho al joven perdiendo la paciencia.

— Naia, esto es serio. —dijo frunciendo el ceño.

— Ya lo sé, pero si hubiera cargado mi celular, ahora mismo habría sonado la alarma y me habría despertado de este extraño sueño ¿no crees? —explicó sin mirarlo. El pelirrojo frunció más el ceño y acercó su mano al brazo de la chica— ¡AAAAHHH! ¿QUÉ HACES? —pregunto enojada mientras se frotaba el brazo en donde recibió el pellizco.

— Estoy mostrandote que esto no es un estúpido sueño.

— Ya lo sé, sólo estaba bromeando. —dijo aún frotándose el brazo— Creo saber dónde estamos, pero no se si me vas a creer.

— No importa, sólo dilo.

— Bien, estamos en… —no pudo contener más la emisión— ¡LA ISLA PATANLANDIA! —grito muy emocionada.

— ¿La isla que..?

— Escucha Daiki —dijo más calmada, respirando profundo para tranquilizar su emoción— Se que esto es algo raro pero creo que estamos en "Como entrenar a tu dragon", mas que creer, estoy 100% segura.

— … ¿Cómo llegaste a esa conclusión? —pregunto después de unos segundos de silencio.

— Está isla aparece en uno de los capítulos de la serie "CEATD". El capítulo se llama "Desterrado", es donde Hipo suspende a Patán de la academia y Patán se va en busca de un nuevo hogar. Encuentra esta isla y lo llama "PATANLANDIA". Otra razón por la que se que estamos en "CEATD" es la vestimenta, la mía se parece a la de Astrid y la tuya a la de Hipo.

— Si eso es verdad, entonces la única forma de salir de aquí es... ¿Esperar a que Patan venga?

— Pero, hay dos problemas más. La primera, antes de que llegue Patán, viene Alvin y la segunda… también viene el dragón blanco y ojos rojos. El Grito Mortal.

— Ah —suspiro— No puede ser.

— Veamos el lado positivo —dijo con tranquilidad algo que sorprendió a su hermano.

— ¿Y cual es?

— Que podrás ver a tu dragón favorito antes de morir.

Volvió a darle un tic al pelirrojo, preguntándose "¿Qué le pasaba a esta loca, que no entiende la gravedad de la situación?"

— Mejor vamos a escondernos. —dijo ignorando su comentario.

— Sabes que el dragón aparece debajo de la tierra ¿verdad? —preguntó con una sonrisa burlona.

— Te puedes callar —dijo algo enojado y apretando la mejilla izquierda de la pelirroja.

— Ay, está bien, está bien

EN LA NOCHE

Le había llevado como dos horas intentar hacer fuego, cuando lo lograron se sentaron cerca del fuego.

— Tengo hambre —se quejo la pelirroja. Se acostó en el suelo y puso sus manos en su estómago.

— Yo también —susurro de manera distraída, estaba perdido en sus pensamientos.

— ¿Que comeremos?

— Ahora que recuerdo un poco más del capítulo… —comenzó a hablar ignorando la pregunta— Patán aparece cuando es de día ¿verdad?

— Si, pero no tengo idea de cuándo aparece el "Grito Mortal".

—En los capítulos anteriores cuando muestran al dragón llegando a otras islas la destruye de inmediato. Pero cuando Patan llega a esta isla, el "Grito Mortal" tarda en aparecer.

— ¿Y?

—Y que tenemos que ir a pescar o por lo menos intentar. 

————— O —————

EN LA NOCHE

Los jóvenes pudieron atrapar cuatro pescados y les llevó como dos horas hacer una fogata. Ahora mismo ambos se encuentran durmiendo

En la madrugada Naia despertó por el frío, se levantó y vio que el fuego era pequeño. Se levantó y empezó a caminar hacia la salida de la cueva, busco con la mirada algunas  ramas, al encontrarlo fue a recoger varias.

La luna iluminaba el lugar, haciendo que le sea más fácil para Naia encontrar ramas. Encontró uno con punta filosa, la tomó y se dirigió hacia el agua, le llevó como diez minutos atrapar uno. Cuando salió del agua corrió hacia la cabaña rezando por que el fuego no se haya apagado, pero dejó lo que estaba haciendo al oír un ruido que provenía de la oscuridad.

Se fue acercando despacio para no hacer tanto ruido.  Al llegar asomo un poco la cabeza pero no veía nada, aun así supo que había alguien ahí, por que se escuchaba leves ruidos. Se acercó a la siguiente roca que estaba delante de ella y se escondió, al asomarse otra vez, la criatura ya no estaba. 

Naia No se movió del lugar, seguía escondida, pero luego sintió una respiración fuerte a su espalda. Aterrada decidió girar muy despacio encontrándose con unos ojos rojos y por un momento creyó que era  el Grito Mortal, pero esa idea se esfumó de la cabeza al notar que su cuerpo era pequeño comparado con el del Grito Mortal. 

El dragón, que aún no se sabe quien és, levantó la cabeza mirándola desde arriba, pero luego volvió a bajar la cabeza mostrando sus dientes y gruñendo. 

Naia estaba asustada y no sabia que hacer, vio que el dragón abrió la boca mostrando una luz roja, eso la asustó aún más al saber lo que se venía. Lo único que se le ocurrió fue levantar el pescado delante de ella, el dragón al ver el pescado se acercó a olfatear, miró a la chica y luego al pescado, lo tomó  con rapidez y se lo comió. Al terminar de comer miro a Naia, ella quedó unos segundos sorprendida y luego acercó su mano despacio hacia el dragón. El le gruñó alejándose de la mano de la joven, asustandola. Decidió hacer lo mismo que hizo Hipo en la película, bajó la cabeza cerrando los ojos y estiró su mano hacia el dragón sin tocarlo. Se quedó quieta varios minutos esperando que el dragón se acercara, después de un rato el dragón se acercó a ella y tocó su mano. Cuando la chica levantó la mirada, el dragón se alejó un poco y se echó en el suelo para relajarse, pero miraba a Naia sin bajar la guardia, la chica estaba quieta en su lugar sin saber qué hacer.

— Hola, mi nombre es Naia ¿Puedo acercarme para saber qué clase de dragón eres?  —preguto, pero el dragón no hizo ningún gesto ni ruido— ¿Debo tomar eso como un si? —dijo levantándose para acercarse, pero el dragón le gruñó— Esta bien, esta bien, tomare eso como un no —decía mientras se sentaba de nuevo en su lugar.

— ¡NAIAAA! —gritó su hermano asustando al dragón, quien se levantó enseguida y prendió vuelo.

Naia miró sorprendida al dragón que se alejaba volando, la luz de la luna por fin reveló su anatomía, dándo se cuenta que especie de dragón es.

— Chimuelo —susurró la pelirroja.

CONTINUARÁ...