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Capítulo XXIII

Desperté al sentir una gélida brisa recorrer mi cuerpo. Había dejado la ventana abierta durante la noche. Y aún no me adaptaba al clima tan frío que hacía en Berk.

Me levanté mientras estiraba mi cuerpo y fui por mi nueva ropa, la que había tomado ayer del almacén al que me llevo Patapez.  Luego fui a la sala de la cabaña en donde me quedaba para despertar a Garf, él estaba durmiendo en una de las vigas de madera que soportaba el techo, lo llame con fuerza pero no despertó..., o al menos eso aparentó.

—Bueno, creo que tendré que ir a comer yo sola —Dije caminando hacia la cocina para atraer la atención de mi dragón, quien se despertó en cuanto finalice de pronunciar esas palabras.

Cuando terminé de comer y de alimentar a Silys lo envíe de regreso a mi hermana con la carta que había escrito para ella.

Después de eso salí a dar un paseo con Garf, volando sobre Berk mirando toda la isla desde las alturas. La vista era impresionante. La niebla cubría las copas de los árboles y las altas rocas que sobresalían desde el mar. Los riscos colosales eran habitados por muchas aves que salían de sus nidos asustadas luego de vernos a Garf y a mí pasarles muy cerca. Y las montañas tenían sus cumbres cubiertas con nieve, lo que le daba un contraste hermoso con el tono verde de los árboles que crecían a sus pies y, con el tenue color de la niebla que los cubría.

Seguí contemplando el paisaje hasta que ví una cala en el bosque y que también tenía un lago. Decidí bajar hasta allí. Al aterrizar me acerque al lago, me quite las botas y metí mis pies en el agua, estaba fría pero era muy relajante. Garf también se acercó pero solo para tomar agua, aunque luego se quedó mirando fijamente el agua, y momentos después metió su cabeza de golpe en el lago sacando un pescado y devorandonlo.

—¿No te cansas de comer eh? —Le pregunté mientras sonría, él movió su cabeza de un lado a otro y siguió en lo suyo.

Continúe disfrutando la sensación del agua a mis pies, cerré mis ojos relajandomé y dejándome llevar por mis pensamientos. Luego escuché un sonido y al volver a abrir mis ojos vi a una pata nadando con sus crías.

Pero...

La linda escena fue interrumpida cuando una mancha de color ámbar impacto a la madre de los patitos.

—¡Garf! —Exclamé en tono de regaño y él se quedó inmóvil en su lugar. Yo salí rápidamente a rescatar al pato, que se había hundido por el impacto y que ahora estaba atrapada dentro de un duro ambar, por suerte su cabeza no había sido atrapada.

Miré a Garf molesta y con severidad. Él bajó la cabeza al igual que un perro cuando su amo lo regaña.

Tomé a los patitos, cinco en total, y los metí en la bolsa que colgaba de mi cinturón.

—Regresemos a la cabaña —Le dije a Garf aún molesta con él, mientras cargaba a la madre pato en mis brazos.

En pocos minutos ya estábamos sobre nuestra cabaña.

Aterrizamos y rápidamente liberé a la pata con un poco de fuego que hizo que el duro ambar que la tenía atrapada se quebrara como un cristal. Luego de eso, llevé a la pata y sus hijos nuevamente a la cala en donde habíamos estado antes. Y cuando estábamos regresando nuevamente a la cabaña vi a varios dragones allí: a Chimuelo, a Cizalladura, a Tormentula y a otros cuatro dragones; un Nadder, una pesadilla monstruosa, un Gronkle y un Cremallerus.

—¡Volvieron! —Le dije a Garf viendo cómo Hipo, Heather y Camicazi salían nuevamente de la cabaña, seguramente habían estado buscándome.

—¿Como estás Leina? —Pregunto  Hipo luego de que Garf aterrizara—. ¿Tuviste algún problema?

—Estoy bien —Respondí sonriéndole mientras saludaba a Camicazi y a Heather—. Y sobre lo otro... Garf tiene la culpa —Dije señalando a mi dragón. Ayer había subido al chico Gustav a un árbol, no sabía si él había logrado bajar o aún seguía ahí..., congelado; y hoy, casi devora a la madre de unos patitos.

Garf huyó al recibir juntas las miradas de Hipo y Chimuelo.

—Bueno..., Voy a ignorar eso —Pronuncio Hipo viendo el comportamiento infantil de mi dragon—. ¿Que tal si me ayudas un poco? Aunque si quieres hacer algo no hay problema.

Iba a dar una rápida respuesta a esa petición pero fuí interrumpida antes de comenzar a hablar.

—¡Caray Hipi! ¿No crees que la estás sobreexplotando? —Exclamo Camicazi con su aptitud dramática mientras me estrujaba con un abrazo.

—Solo iba a pedirle que buscará a Patapez y a los otros y les dijera que se reunirán en el ruedo —Se excuso nervioso.

—Tranquila... —Le dije a Cami—, ya no tengo nada más que hacer hoy así que quería ayudarlos a ustedes ahora.

—Bueno, si tú lo dices... —Dijo Camicazi soltandome.

—¿Y tú qué vas a hacer Hipo? —Pregunto Heather.

—Ire a hablar con mi padre —Dijo él—. Lleven a los dragones al ruedo y ponganlos en las jaulas. Luego reúnan a Patapez y a los demás allí —Agrego volviendo a subir a Chimuelo y despegando rápidamente.

Me quedé con Camicazi, Heather, Tormentula y Cizalladura. Mi dragón me había abandonado al ver la mirada del Alfa.

—Y bien, ¿Ya le rompiste el corazón a uno de esos chicos de Berk? —Pregunto Camicazi con su típico tono bromista mientras pasaba su brazo sobre mis hombros y comenzabamos a caminar a la aldea para reunir a los jóvenes Berkianos.

====== Narra Hipo ======


Hablé rápidamente con mi padre y le expliqué lo que estaba por hacer. Anteriormente estuvo de acuerdo con que trajera dragones a Berk pero cuando les dije lo nombres de las personas que elegí para montarlos su reacción cambio cuando pronuncie dos nombres, específicamente el de Brutacio y Brutilda.

—¡¿Les darás dragones a los gemelos?! —Exclamo casi como una protesta.

—Ellos dos y los demás llevan años siendo un equipo —Le dije argumentando por qué los había escogido a ellos—. Cuando aprendan a montar dragones podrán sincronizarse bien en todo lo que hagan.

—Pero mientras no lo sepan controlar bien seguramente causarán muchos desastres... —Dijo poniendo su mano en su frente.

—De echo eso lo harían aún más cuando ya supieran controlar a unos de esos dragones —Comento Bocón sarcásticamente. Él estaba caminando junto con mis padres por el pueblo cuando los encontré, observando como avanzaba la restauración de la aldea.

—Los dragones que traje ya están entrenados. No causarán problemas —Aseguré.

—Pensé que ibas a escoger a otras personas —Volvió a decir mi padre con pesadez mientras cruzaba sus brazos—. Pero..., Un trato es un trato. Aunque quiero que sepas que sigo sin estar de acuerdo con darle dragones a los gemelos.

—Bien —Respondí con una sonrisa y luego nos dirigimos al ruedo.

Cuando llegamos ya Heather, Camicazi y Leina estaban allí esperándome. Me sorprendió lo rápido que habían hecho lo que les había pedido.

Mi padre fue a sentarse en el trono que estaba en las gradas para ver todo lo que iba a pasar en ese lugar y mi madre lo acompañó.

también le pedí a Bocón que me ayudara un poco.

Antes de llegar al ruedo les había explicado que las chicas ya habían encerrado a los Dragones en las jaulas así que le pedí ayuda a él, pues, pensé que seguramente los chicos de Berk estarían más cómodos sabiendo que él tenía el control de las jaulas de los dragones.

Sin más preámbulos ingresé al ruedo junto con Leina y Chimuelo y me reuní con los chicos de Berk.

—Ya estamos todos aquí, ¿Para que nos llamaste? —Pregunto Astrid.

Y como siempre Astrid tomando la iniciativa en ese grupo.

—Aprenderan a montar dragones —Informe.

La reacciones de los chicos no se hicieron esperar. Patapez se emocionó bastante, Patán parecía incrédulo ante lo que dije, Astrid no mostró reacción alguna, y los gemelos se emocionaron tanto que comenzaron a hablar sobre todos los desastres que harían en el pueblo cuando tuvieran a sus dragones pero esa emoción se borró de sus caras al ser amenazados por mi padre con que les quitaría a sus dragones si hacían algún desastre.

—Necesitaran esto para sostenerse —Dije y les arroje una cuerda a cada uno.

—Wow, wow, alto —Intervino Patán—. ¿No nos enseñarás primero? ¿Que tal si nos comen?

Reí levemente ante la actitud tan preocupada de Patán. Recuerdo que cuando iniciamos el entrenamiento mata dragones dijo exactamente lo mismo.

—Todos, menos Patán, salgan de la arena —Les dije y ellos así lo hicieron. Yo me quedé junto a Patán para ir diciéndole que hacer—. ¿Estás listo?

—No —Respondió en un tono miedoso.

—Bien —Dije. Luego le hice una señal a Bocón para que abriera la jaula.

Poco a poco la gran puerta de madera se fue abriendo dejando salir al Pesadilla Monstruosa. Le dije a Leina que controlara al Dragón haciéndolo avanzar despacio y manteniéndolo calmado para que no atacara a ninguno de los Berkianos.

Cuando Patán vió al Dragon inmediatamente intentó retroceder pero lo detuve.

—Tranquilo... —Dije para ayudarlo a calmarse. Tomé su mano y lentamente lo fui acercando hacia el dragón—. No hace nada.

Leina se apartó y cuando la mano de Patán hizo contacto con la espera piel del dragón él comenzó a reírse. Era bueno que le perdiera miedo al dragón que se volvería su compañero desde ahora.

—¿Que... ¿Que hago ahora Hipo? —Pregunto nervioso mirándome a mí y luego a Leina.

—Acariciarlo —Respondí—. Tienes que crear un vínculo con él —Agregue en voz alta para que los demás también lograrán oír—. Una vez que tienes un vínculo con un dragón no hay nada que él no haría por ti.

Al finalizar esas palabras le indique a Bocón que abriera las otras jaulas dejando salir al Nadder, Al Cremallerus y al Gronkle.

Cuando un dragón es encerrado puede volverse agresivo y atacar al primer momento de ver alguna posible salida. Ese es su instinto de supervivencia. Los dragones que había traído a Berk no eran la excepción a ese instinto pero gracias a que Leina estaba conmigo, y a que anteriormente ya los había entrenado, era fácil controlarlos, pues se calmaron cuando vieron a Leina frente a ellos y más cuando nos vieron a Chimuelo y a mí.

—Estos serán sus dragones —Les dije a los demás—. Brutacio y Brutilda, a ustedes les toca el Cremallerus.

—Oh genial... O sea que voy a compartir dragón con la bruta de mi hermana —Comento Brutacio con fastidio ganándose un fuerte golpe en la cabeza por parte de Brutilda.

—Patapez, el Gronkle —Dije mirando a dicho dragón el cual se acercó rápidamente a Patapez. Esa Gronkle siempre había sido muy dócil, excepto en el entrenamiento mata dragones claro, pues ahí tenía que pelear por sobrevivir—. Y para Astrid el Nadder.

—Estos dragones... Se me hacen conocidos —Menciono Patapez pensativo.

Sonreí ante las palabras de mi amigo y luego dije:

—Es obvio..., Son los dragones que estuvieron encerrados cuando estábamos en nuestro entrenamiento mata dragones. Yo los liberé.

—Oh, así que por eso desaparecieron —Dijo mi amigo con una sonrisa mientras jugaba con su nueva amiga Gronkle.

—Hagamos esto rápido —Dije—. Como primera lección tendrán que subir en su dragón y permanecer volando en el mismo lugar sin caerse.

—¿Es todo? ¡Pero que fácil! —Exclamo Patán alardeando. Y decidido a presumir, como siempre, se subió sobre su dragón.

Curiosamente y para mí asombro el pesadilla monstruosa permaneció quieto y dócil con Patán, dejando que lo montará sin problemas.

—¿Ven lo fácil que es? —Dijo—. Sabe quién es el líder —Agrego tomándolo con fuerza por los cuernos—. ¡Ahora, arriba a volar! —Le ordenó al Dragón.

Y como si esas palabras hubieran sido un encendedor la pesadilla monstruosa le prendió fuego a todo su cuerpo y lanzó a Patán de su lomo. Él comenzó a correr de un lado a otro intentando apagar el fuego que comenzaba a extenderse por su trasero hasta que Leina, con una cubeta con agua que estaba en la entrada de ruedo, lo ayudo a apagarlo.

Al mismo tiempo que pasó aquella escena escuché unas risas muy leves a mis espaldas.

—Se lo merecía —Comento Heather en un susurro mientras Camicazi reía intentando ocultar su risa con sus manos.

Los gemelos también se rieron y burlaron de Patán.

Después de eso todos los chicos comenzaron a practicar lo que les dije.

Patapez logro subirse al Gronkle con éxito y también pudo lograr con éxito un vuelo estático.

"Supongo que para un Gronkle el vuelo estático es tan simple como comerse una roca" Pensé "Quizá Patapez sea el primero de ellos en aprender a volar en un Dragón".

Pero toda esa estima que había depositado en Patapez se vino abajo cuando vi su intento fallido de comenzar a moverse con el Gronkle, pues termino cayendo del Dragón.

—Eso le dolerá mañana —Oi decir a Camicazi con su típico tono burlón. Patapez quedó aturdido por el impacto, caer de espalda desde una altura de casi tres metros seguro dejaba así a cualquiera.

Leina se acercó rápidamente a él para ayudarlo a reincorporarse.

—Nop, creo que le está doliendo ahora —Agrego Camicazi viendo como Patapez se frotaba la cabeza adolorido.

Los gemelos por su parte habían subido cada uno en una de las cabezas del Cremallerus pero no eran capaces ni de hacerlo caminar, pues, mientras uno quería ir a la derecha el otro quería ir a la izquierda.

Y con Astrid...

Ella ni siquiera podía acercarse al Nadder. Cada uno de sus intentos fallaba. El dragón se movía de un lado a otro esquivando a Astrid que, a su vez, intentaba una y otra vez acercarsele.

Y finalmente luego de un rato, con todos los nuevos "jinetes" aturdidos o agotados, decidí terminar el entrenamiento por ese día.

—Escuchen... —Dije juntando mis manos—. Se llevarán a sus Dragones a sus casas y tendrán que mejorar el vinculo que tienen con ellos. Nos volveremos a reunir en una semana.

====== Fin Del Capítulo ======


Notas del Fanfic:

1) Ya nos encontramos en la segunda parte de esta historia.

Anteriormente ya dije todo lo que abarcará en esta parte: El entrenamiento de los Jinetes de Berk, la aceptación de los dragones en Berk, y el inicio de los eventos de la tercera película.

A decir verdad me está encantando escribir esta parte más que la primera.

Espero que a ustedes también les esté gustando.

Notas del Capítulo:

1) Este capítulo lo escribí todo salteado, un día escribía una parte de los primeros párrafos y luego saltaba para el final, etc... Así que puede tener varios errores (aunque creo que no ya que lo revise como 2 veces antes de publicar).

Así que...

Si notan errores díganme para corregirlos rápido.

2) ¿Por que no elegí a Perruno como jinete a pesar de que dije que iba a mezclar elementos del libro con las películas y series?

Simplemente por qué el equipo de jinetes de Berk está conformado por el grupo que ya todos conocen. Muy a diferencia de Perruno que solo lo conocen aquellos que han leído los libros.

Preguntas para ustedes:

1) ¿Como pensaban que los jinetes de Berk iba a interactuar con sus dragones la primera vez?

Algo que siempre me pareció sin sentido desde la primera película es el hecho de que Astrid, Patán, Patapez y los gemelos lograsen montar a los dragones y volar adecuadamente con ellos con sólo unas pocas horas (o minutos) de práctica, mientras que Hipo tuvo que pasar por un largo proceso para poder crear el vinculo con Chimuelo, luego poder montarlo y después aprender a volar.

2) ¿Creen que logré describir bien la personalidad de los Dragones y sus dueños?

Por ejemplo la parte donde Colmillo interactúa con Patán, pues, la relación de estos dos es como si fueran "amienemigos".

La de Gorgontua (O albóndiga) es una aptitud bastante simple y juguetona, como un perro pequeño.

Eructo y Guacara son prácticamente igual a los gemelos.

La personalidad de tormenta no se como describirla ya que, desde mi punta de vista, ella fue la Dragona con menos desarrollo en las películas y las series... Muy a diferencia de los dragones de los otros jinetes.

Pero... Eso lo iré manejando en los siguientes capítulos, así que espero que me vayan diciendo cómo les va pareciendo su desarrollo.

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