Capítulo VII
▅ ▆ ▇ █ Narra Hipo █ ▇ ▆ ▅
-¿Y bien? -Preguntó Heather a lo que no entendí.
-¿Bien que? -Le devolví la pregunta confundido.
Heather me miró un poco molesta y me golpeó el hombro.
-¿De verdad te presentarás en el banquete ante los Berkianos?
Esa pregunta me dejo pensando, luego de pedirle a Leina que llevara a mi padre a la cabaña comencé a cuestionarme si debía presentarme ante todos o simplemente ante mi padre.
-¡¿Entonces?! -Exclamo Heather haciendo que me sobresaltara un poco.
-No lo se... -Dije dudativo, lleve mi mano a mi barbilla y lo pensé otro rato-, me gustaría que solo mi padre se enterase de que soy yo, pero si lo hago no podré juntarlo con mi madre...
-Bueno... -Heather comenzó a pensar- ¿Que tal si se presentan después del banquete y ordenas que toquen la canción que tú madre nos enseñó? Según ella esa canción la compuso tu padre, sería Perfecto que luego de que tu padre los vea a ambos sonara esa música.
-¡Buena idea! -Exclame entusiasmado, ya comenzaba a imaginar un buena forma para llevar a cabo la idea de Heather, pero antes, aún faltaba mucho para que el banquete iniciara y quería dar un paseo con Chimuelo así que lo llame y él vino muy rápido-. ¿Vienes? -Le pregunte a Heather.
Heather negó moviendo la cabeza.
-Recuerda que ya debo partir a la isla Berserker.
Había olvidado eso. Todos mis aliados sabían que Heather y Dagur son hermanos ya que desde que se realizó la primera Junta De Los Aliados se presentaban juntos como hermanos y como líderes de los Berserker's, pero, nadie sabía que Heather vivía más tiempo en esta isla, nadie excepto por las Doncellas Aladas y Los Defensores Del Ala.
-Debo irme ya si quiero llegar antes del anochecer -Dijo mientras subía a su Dragón-. Cuando regrese quiero que me cuentes la reacción de los Berkianos al verlos a ti y a tu madre.
-Dalo por hecho -Dije sonriendo y Sicelladura despegó rumbo a la isla Berserker. Volví a mirar a Chimuelo-. ¡Listo compañero! -Exclame con entusiasmo mientras subía sobre mi amigo.
Nos elevamos a toda velocidad sobre la isla disfrutando del cielo atardecer y de la sensación del viento, practicamos nuestras típicas piruetas y probamos alguna que ora nueva. Duramos así hasta que anocheció y Leina junto a su dragón vinieron a avisarnos que ya era hora del banquete. Volamos junto a ella hasta que llegamos al gran salón, ya estaban todos los habitantes del pueblo en el lugar. Mi madre tenía su armadura y casco puestos al igual que Eret y yo. Avance hasta "La mesa de los lideres" o amenos así le decían todos y es que todos querían que yo me sentara delante de todos para que así todos pudieran verme y prestarme atención cuando tuviera que dar algún anuncio. En la mesa nos sentábamos mi madre, Eret, Darek, Heather y yo, solo que esta vez Heather no estaría.
-Disculpen la tardanza -Le dije a los que estaban sentados en la mesa.
-Bueno ya espere casi veinte años para volver a verte -Dijo mi mamá con ese típico sarcasmo tan característico de ambos-, unos minutos u horas más no serán problemas.
-Además Jefe... -Decía Eret mientras comía un trozo de pollo a pesar de que el banquete aún no había iniciado-. Puedes llegar a la hora que quieras ya que eres... bueno, el Jefe.
Darek no dijo nada y solo se rio del comentario de Eret.
-¿Y la señorita Heather? -Me preguntó finalmente, él siempre olvidaba que ella era una Berserker y era comprensible ya que ella suele pasar más tiempo en esta aldea que en la Isla Berserker.
-Fue con su hermano -Respondí mientras me sentaba-, recuerda que ella tiene que hacerlo todos los años.
Darek asintió comprendiendo lo que le dije. Me fijé en todos en el Gran Salón. Como era costumbre los Dragones, los que estaban en el Gran Salón, no se esperaron a que yo diera el inicio del banquete e iniciaron su "cena" de pescado crudo, mientras que los que estaban fuera se iban a dormir o dar un vuelo nocturno. Chimuelo como siempre estaba a mi lado solo que a diferencia de mi a él no le importaba que mi madre anunciara el inicio del banquete así que comenzó a comer al instante en el que llegamos a nuestra mesa.
Cuando por fin llegaron los de Berk al gran salón todos los que estaban en el lugar se callaron, era entendible pues cuando se forjó esta aldea y la alianza se les dijo a todos que no les hablaran a los Berkianos sobre esta aldea, eso y porque también tenían sus armas empuñadas excepto por mi padre.
-A menos uno respeta nuestras reglas -Dijo Darek cruzando sus brazos e inclinándose un poco en su silla.
Los dragones miraron a los Berkianos de manera amenazante lo que hizo que empuñaran con más fuerza sus armas hasta que mi padre se disculpó y les ordenó que las guardaran.
"En serio necesita esta alianza", pensé al ver su manera de actuar.
Mi madre se puso de pie y aplaudió llamando la atención de todos. Aún no nos habíamos quitado nuestros cascos así que los Berkianos aún no sabían nuestras identidades.
-Mis queridos amigos, esta noche tenemos invitados especiales -Dijo señalando a los de Berk-, El pueblo de Berk necesita ayuda en estos momentos y nosotros se la daremos. Se que ellos no están de acuerdo con nuestras costumbres pero podemos hacerlos cambiar de parecer -Dirigió su mirada a los Berkianos y les hizo una seña para que se sentaran en una mesa-. ¡Que inicie el festín! -Dijo para sentarse.
A pesar de que en ningún momento mi madre se quitó el casco pude notar que estaba nerviosa, la entendía muy bien pues también me preocupaba saber cuál sería la reacción de mi padre al descubrir quienes somos, al descubrir que no solo estamos vivos sino que ademas nos hicimos amigos de los Dragones.
▅ ▆ ▇ █ Narra Estoico █ ▇ ▆ ▅
Luego de esa "bienvenida" nos sentamos en una mesa y la "jefa" dio inicio al banquete. Sabía que para lograr aliarnos con esta aldea era necesario dejar de ver a los Dragones como una amenaza pero no veía eso como algo fácil... trescientos años de tradición vikinga serán difíciles de dejar atrás.
Los chicos comenzaron a comer tan rápido que pensé que se atragantarían en cualquier momento, aún que era entendible pues hacía mucho tiempo que no disfrutaban de una comida tan buena cómo está.
-¡Hermano debes probar esto! -Le decía Brutilda a Brutacio mientras le daba a probar algo que estaba en un recipiente pequeño-. No hay nada así en Berk.
-¡Dámelo! -Respondió el gemelo arrebatándole el pequeño frasco. Con una cucharilla pico un poco del alimento y se lo metió en la boca para desguazarlo-. Es dulce, cremoso y esta frío. Su consistencia es muy buena a pesar de que no estamos en un clima frío que lo mantenga congelado.
-¡Ay ya par de Brutos! -Exclamo Patan mientras devoraba un tipo de tarta- Solo disfruten la comida sin sus comentarios extraños.
-Que buena comida ¿No? Estoico -Me dijo Bocón mientras comía un gran trozo de carne-. Hasta la salsa con la que bañaron esta carne es deliciosa.
Spitelout le dio una fuerte palmada a Bocón que casi lo hizo atragantar.
-¡¿Pero que dices?! Solo prueba esta cerveza -Dijo y le paso un gran tarro lleno de la bebida-. Jefe hay que hacer ese tratado si o si.
Yo solo me limite a disfrutar el momento y la comida, hacía mucho tiempo que no veía tan alegre a mi gente.
Mientras comíamos también hablábamos de algunas cosas; sobre cómo mejoraría Berk luego de hacer la alianza con esta aldea oficial, las cosas que haríamos una vez regresáramos a nuestra isla y algunos asuntos sin importancia. Estuvimos así un rato hasta que se escuchó el sonido de un cuerno de guerra retumbar.
-¡Cazadores! -Exclamó uno de los guardias de la isla entrando al gran Salón.
El jefe de la aldea se paró inmediatamente.
-¡¿Por qué no nos dejan en paz?! -Exclamó con clara frustración-. Encárgate de las cosas aquí -Le dijo a la mujer que usaba la armadura- Yo me encargare de ellos...
El Jefe montó a su dragón y salieron volando muy rápido. Los chicos por el interés en ver lo que estaba pasando salieron al gran salón y desde ahí pue dieron ver a tres barcos que se acercaban a la isla.
-Iré a ayudarlo Jefa -Dijo el otro hombre que portaba esa armadura extraña.
-De acuerdo -Respondió con una voz muy calmada, una voz que me resultó muy familiar-, lleva a Leina y a los otros quizá necesiten ayuda.
El hombre montó a otro Dragón y salió volando, momentos después Leina y sus amigos también estaban en el cielo con sus Dragones. Por otro lado el Jefe de la Isla ya había comenzado su ataque, con una velocidad increíble el dragón le disparó a las velas de los tres barcos incendiándolas y todo mientras esquivaba las flechas que les lanzaban. Luego el Jefe saltó de su dragón desde una gran altura.
-¡Está loco! -Exclamó Patan observando la acción tan temeraria que hizo el jefe.
Pero no le paso nada pues él comenzó a "volar" al igual que su dragón y aterrizó en uno de los barcos, luego el dragón también aterrizó y comenzaron una batalla a flota, pero, que lamentablemente no podía observar por la gran distancia. Mientras el Jefe combatía en uno de los barcos Leina y los otros Jinetes se dividieron en dos grupos y se encargaron de los otros dos barcos. Unos momentos después todos regresaron a la aldea trayendo consigo varios prisioneros y dejándolos atados en la plaza.
-Llévenlos a la prisión -Habló nuevamente la mujer que tenía la armadura y nuevamente su voz me recordó mucho a alguien..., una persona que ya no se encuentra en este mundo.
El jefe fue el último en aterrizar y cuando lo hizo todos en la isla lo rodearon para felicitarlo por la batalla, hasta los chicos que habían venido conmigo de Berk.
-¡Eso fue increíble! -Exclamó Brutacio emocionado-. Tú y tu dragón fueron y los acabaron en un santiamén, no había visto una destrucción así desde... -No completó su frase, estoy seguro que se le vino el recuerdo de Hipo y todos los desastres que causaba a la mente ya que me miró con pena-, desde hace mucho tiempo.
-¿Estas pensando lo mismo que yo hermano? -Preguntó Brutilda.
-Ya lo creo hermana -Respondió él.
Ambos gemelos se pararon ante el jefe de la aldea.
-¿Que se necesita para tener un dragón? -Preguntaron casi en forma de súplica.
-Primero... saberse controlar -Respondió el Jefe mientras se acercaba a la mujer con la armadura- y no causar desastres.
-Le quitas lo divertido -Se quejaron ambos gemelos.
Todos volvieron a lo suyo muy rápidamente, el banquete prosiguió esta vez sin interrupciones y terminó con una "presentación" de Leina, Nadja, Tryna y Kyala bailando sobre sus Dragones en pleno vuelo, saltaban de un dragón a otro sin mostrar miedo y lo hacía tan rápido que cualquiera pensaría que estaban por caer. Cuando termino ese gran espectáculo el Jefe dio un último aviso para dar fin al Banquete y despedirnos por hoy.
A la final el Jefe... más bien los Jefes no revelaron sus identidades en el banquete como habían dicho que harían, no los culpo, después de una batalla es normal que quieran descansar, además de que habían traído prisionera y de seguro los iban a interrogar.
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