▅ ▆ ▇ █ Narra Estoico █ ▇ ▆ ▅

Han pasado siete años desde que mi hijo se fue de Berk. Me costo mucho creer que lo había hecho pero a la vez no podía entender porque lo hizo.

En la nota que me dejo decía que su razón fue que él era incapaz de matar a un Dragón, decía que a pesar de ser bueno en los entrenamientos de Bocón él no podía matarlos y se rehusaba a hacerlo. Me causo tristeza saber que se fue, que ya no podría ver a mi hijo, pero, a la vez me causo Alegría ver que Hipo se parecía a su madre, ella también se rehusaba a matar Dragones y creía que La Paz entre Dragones y Vikingos era posible. Pase semanas buscándolo en otras islas pero tuve que dejar de buscarlo ya que no podía descuidar mis labores como Jefe de Tribu.

Cuando Hipo se fue decidí suspender los entrenamientos Mata Dragones hasta su regreso, no lo obligaría a matar al Dragón pero al menos quería verlo completar el entrenamiento. Cuando deje de buscar a mi hijo retomamos los entrenamientos con normalidad, El Progreso en los reclutas era lento a excepción de Astrid estaba seguro que ella sería la elegida para matar al Pesadilla Monstruosa, pero, un día los Dragones simplemente ya no estaban.

Los reclutas no pudieron completar su entrenamiento sino hasta un año después, ya que tardamos ese tiempo en poder capturar a otros Dragones. Con el paso de los meses se volvieron Vikingos y Cazadores de Dragones excepcionales pero llegó un tiempo en el que los Dragones ya no atacaban Berk. Finalmente estábamos en Paz. Estuvimos celebrando por varias semanas y luego tuve que asignarle nuevos labores a los habitantes de la aldea ya que al no haber ataques ya no necesitábamos pelear así que teníamos que reorganizarnos casi por completo.

Los años pasaron y la situación de Berk comenzó a ir mal; el clima empeoró drásticamente impidiendo que nuestros cultivos produjeran la suficiente comida para todos los habitantes de la aldea, los mercaderes ya no venían con la misma frecuencia que antes así que se nos dificultaba conseguir provisiones y ahora que los Dragones no atacaban nadie solicitaba nuestros servicios como guerreros por lo que tampoco obteníamos suficiente dinero, nos estábamos quedando sin provisiones y sin oro para comprar más.

Hoy realizaríamos una junta en el Gran Salón para tratar de buscar una solución ante nuestro problema. La reunión se llevaría acabo en la noche mientras esperaba el momento tenia que atender unos asuntos en la aldea así que fui al muelle para solucionar el primer problema.

—¡Bien! Díganme cuál es el problema —Dije aproximándome a Abono y Cubeta.

—No hay peces —Respondió Cubeta mostrando las redes, mire a Abono esperando una respuesta más detallada.

—Hemos probado en todas nuestras zonas de pesca —Comenzó a decirme mostrando un pequeño mapa donde estaban las zonas pesqueras Berk— y en ninguna logramos obtener peces.

Con eso surgió otro problema en el cual concentrarme, desde que empezamos a tener problemas con los cultivos los peces habían pasado a ser muy importantes para nosotros y ahora sin ellos nuestra situación se veía en un punto más crítico.

Tuve que meditar un tiempo para poder dar mi respuesta.

—Vayan a los lagos qué hay en el bosque —Dije en forma de orden— Allí encontrarán peces.

Tan pronto como dije eso tomaron sus redes y fueron al bosque.

Si nos quedábamos sin peces tendríamos que empezar a razonar la comida y si las Heladas empeoraban sería muy difícil poder hacerlo.

Luego de atender el asunto de los peces seguí atendiendo algunas otras cosas en la aldea esperando que la hora de la reunión llegara. Todo iba de lo más normal hasta que vi un barco con la insignia Berserker, me pareció muy raro que Dagur viniera de visita ya que no lo había hecho en mucho tiempo, en varios años diría.

Me acerqué al muelle para recibir a los Berserker's, esperaba que bajaran algunos hombres para anunciar la llegada de su jefe pero me sorprendió que Dagur bajara y se presentara por su cuenta.

—Dagur —Me acerqué a saludarlo con un apretón de manos— ¿A que se debe tú vista?

—¡Hola Estoico! —Saludó con más energía y entusiasmo que la última vez que vino a Berk—. Solo vine a ver cómo estaban las cosas por aquí.

Suspire pesadamente ante esa última frase. Si le ocultaba la situación actual de Berk no tardaría en darse cuenta ya que era muy obvia la situación en la que nos encontrábamos.

—Te mentiría si te digo que estamos bien —Le dije mientras empezábamos a caminar por la aldea—. Hoy tendremos una junta al anochecer, si quieres quédate para que lo escuches todo.

Dagur simplemente asintió a eso y me preguntó que en donde podía ir a entrenar para pasar tiempo y yo le respondí que podía ir a la Arena que de seguro estaban los muchachos ahí.

[...]

Llegó la noche y la junta comenzó, todo el pueblo estaba reunido en el gran salón por las mismas razones. No junta aún no había iniciado cuando ya las quejas de la multitud comenzaban a escucharse. Les pedí varias veces que guardaran silencio pero no me hicieron caso hasta que mi paciencia se acabó.

—¡Silencio! —Grite muy fuerte mientras golpeaba la mesa con mi martillo—. Bien... ahora si, hablemos sobre nuestros problemas.

—Estoico los cultivos ya no producen alimento —Hablo Spatilau muy calmado, su actitud cambió drásticamente desde que los Dragones dejaron de atacar, ya no era tan insolente como antes sino que ahora mostraba ser más calmado, seguro y un buen líder en mi ausencia— y nuestras reservas no aguantarán hasta el invierno.

Todos los presentes guardábamos silencios mientras cada uno de los encargados de cada área del pueblo hablaban y contaban sus problemas.

—Los mercaderes ya no vienen como antes —Hablo una mujer a la cual le había encargado recibir a los mercaderes y visitantes—, sin ellos tampoco podemos conseguir provisiones ni vender las armas que fabricamos.

—Tampoco hay suficientes peces —Dijeron Abono y cubeta.

Así seguimos un rato hasta que teníamos a todos los problemas enlístalos, los mayores problemas eran sobre alimento y la llegada del invierno, y hubo un momento en donde, por causa de Mildew, tuvimos que discutir sobre quién sería el Heredero de Berk.

—¡Wow! —Oí la voz de Dagur, casi había olvidado que estaba aquí— Si que la están pasando mal ¿No Estoico? —Me preguntó con su típico tono burlón.

—Agh... no tenemos tiempo para tus burlas —Dije con frunciendo el ceño y llevando una de mis manos a mi frente.

—No, no, no lo dije para mal —Dagur se puso de pie y se paró ante todos—. La isla Berserk los ayudará y les brindará apoyo en lo que necesiten —Finalizó y las voces de emoción de la gente no se hizo esperar.

—¿Estas seguro? —Pregunte dudoso ante la afirmación de Dagur, es muy raro que una Tribu se ofrezca a ayudar tanto a otra.

—Tan seguro cómo que te veo —Respondió él con un semblante serio—. Además... algo me dice que la situación de Berk mejorará pronto —Agregó dándole un poco más de ánimo a los habitantes de la aldea.

La junta dio por finalizar y todos regresaron a sus cabañas. Al día siguiente Dagur se marchó de Berk, era extraño que no cargara provisiones ya que son varios días de viaje hasta la isla Berserker, pero él dijo que no me preocupara por eso.

Esa misma tarde, casi cuando el sol estaba por ocultarse, se armó un escándalo en el pueblo. Rápidamente salí de mi cabaña y fui a ver que pasaba.

Cuando llegue al centro del pueblo vi a la gran multitud de personas con sus armas en mano.

—¡A un lado! —Ordene para que se apartaran y me permitieran ver que había en el centro.

Cuando salí del montón de personas me encontré con cinco Dragones y cinco niños, cuatro chicas y un chico, todos tenían Armas un tanto extrañas, no parecían que hicieran mucho daño pero luego dos de las chicas prendieron sus armas en fuego y los Dragones parecían que estaban apunto de atacar.

—¿Usted es el Jefe Estoico? —Pregunta una chica con un arco en su espalda.

—Si —Afirme y ella llevó sus manos a una pequeña bolsa que colgaba en su cinturón, luego de abrirla sacó un pergamino y me lo entregó.

—Díganle que bajen sus armas —Me dijo con una voz tan baja que solo yo pude oír.

Le pedí a todos que bajaran sus armas y que se alejaran un poco. Mi gente obedeció y esos chicos también bajaron y guardaron sus armas. La chica que me entregó el pergamino comenzó a retroceder y monto sobre el Dragón, sus compañeros hicieron igual.

—Nuestro Jefe quiere firmar un Tratado entre nuestras Tribus —Dijo en voz alta para que todos en el lugar la escucharan—, eso los beneficiará más a ustedes que a nosotros...

Los Dragones empezaron a elevarse y luego se fueron de Berk dejándonos a todos con una expresión de confusión. ¿Personas montando Dragones? No sé cómo hicieron para domar a esas bestias pero lo que sí sabía era que mi gente necesitaba recursos así que ese "Tratado" nos vendría bien.

—Entonces... —Oi la voz de Bocón— ¿Que dice la carta?

Abrí el pergamino y comencé a leer su contenido, luego de hacerlo le dije a bocón que preparara el mejor barco de la aldea y lo llenará con suficiente provisiones para dos semanas. Según la carta iniciará una Junta en tres semanas y tardaríamos casi todo ese tiempo en llegar al lugar donde se llevaría a cabo así que debíamos partir ahora. Elegí a mis hombres más confiables.

Un día después de recibir esa carta zarpamos de Berk y emprendimos rumbo al lugar donde se llevaría la "Junta de los Aliados".

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Luego de que Dagur regresara de Berk me informó la situación por la que estaban pasando allí, tenían muchos problemas, estaba seguro que mi padre aceptaría venir ya que él siempre busca lo mejor para la Tribu y en estos momentos hacer este tratado sería lo mejor para Berk. Le agradecí a Dagur por todo y luego de despedirse de su Hermana monto sobre su Dragon y regreso a la isla Berserker.

Ese mismo día le Pedí a Leina y a los otros que llevarán una carta a Berk, le dije la ubicación de la isla y partieron enseguida sobre sus Dragones.

Pensé la carta había escrito que la Junta iniciaría en tres semanas, aunque la verdad era que iniciaría en cuatro, escribí eso para que los Berkianos fueran los primeros en llegar ya que ellos no cuentan con Dragones ni con barcos suficientemente rápidos como mis aliados.

Si no me equivoco Leina y los demás llegarían a Berk al atardecer, les dije que entregaran la carta y fueran a la isla Berserk a descansar ya que era la más cercana a Berk y si se quedaban en Berk no sabía que les podía pasar a ellos ni a sus Dragones. Deberían de estar aquí al atardecer del día siguiente.

Ya era de noche y Chimuelo estaba entusiasmado por hacer nuestro vuelo nocturno, lo aprovecharía para probar una nueva mejora en mi traje de vuelo, debería permitirme hacer y controlar giros más cerrados. Fuimos a buscar a Heather y a Cizalladura y emprendimos vuelo.

Estuvimos volando y hablando durante un tiempo hasta que el sueño comenzó a afectarnos. Heather y yo nos despedimos con un abrazo y fuimos a nuestras cabañas. Cuando entre a mi cabaña encontré a mi madre dormida sobre el sillón, Brincanubes prefería dormir en el techo algunas veces así que le pedí a Chimuelo que me ayudara a cargar a mi madre hasta su habitación, la dejamos en su cama y la cubrí con la manta, se veía cansada y era lógico ya que era la que más me ayudaba en los asuntos de la aldea. Con mucho silencio Chimuelo y yo salimos de la habitación de mi madre y fuimos a la nuestra a dormir.

====== Fin Del Capítulo ======

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