♠8♠
Cuando salimos del Gran Nido, pude oír los múltiples rugidos de los dragones en batalla y los gritos de los cazadores. Si que son muchos.
— ¡Hijo, mira!
Estoico gritó y señaló a la muchedumbre de dragones, un grupo en especifico. Oh, pero si son los Jinetes. Vimos a Tormenta dar una vuelta y un pico de hielo estaba apunto de caerle encima.
— ¡Chimuelo! ¡Ataque de plasma!
— ¡Seguro!
Un disparo certero al centro del pico de hielo y se destruyó por completo.
— ¡Se arrepentirán!
Hice una picada para dispararle a la base de las catapultas para que no tengan ángulo para disparar.
— Y... ¡Perfecto!
Volvimos a tomar altura para poder hablar con Astrid y Tormenta, y al parecer el tal Eret estaba también con ellas.
— ¡Ahí estas!
— ¡Bienvenido a bordo Jinete de dragones!
Obviamente a Hipo no le sorprendía la presencia del cazador.
— Gracias, creo.
— Oye, ¿tú donde estabas?
Astrid le preguntó.
— Ah, ya sabes. Conviviendo con mamá.
— ¡Sí!
En eso escuché mucho del hielo rompiéndose y miré hacia arriba.
— ¡ALFA MUESTRATE!
Beta rugió y se veía que Valka estaba arriba de él mientras que justo detrás estaba apareciendo Alfa.
— ¡LAMENTARAN HABERSE METIDO CON NOSOTROS!
— ¡¿Ella es tu madre?
— Bueno, ya sabes de donde saque lo dramático.
Dimos un giro y empezamos a observar la zona.
— ¡NO SALDRÁN DE AQUÍ CON VIDA!
Rugió el Alfa a la vez que disparaba hielo a las catapultas mas grandes.
— ¡Ataquen!
Esta vez rugió Beta y unos cuantos Cremallerus salvajes formaron ruedas de fuego para destruir y matar a algunos cazadores. Espero que los gemelos no hayan visto eso. Uno de ellos pasó muy cerca de una trampa de los cazadores siendo capturado.
— ¡Vamos Chimuelo! Veamos que puedes hacer amigo.
— ¡Seguro!
Una vuelta y un tiro certero fue suficiente para liberarlo.
— ¡Así se hace!
Luego de eso nos reunimos con el resto de jinetes.
— ¡Chicos! ¿Alguna noticia?
— Fuimos hasta la base de drago. Tenía algo muy extraño bajo el agua, soltaba burbujas enormes.
— ¡Sí! Revisé mis tarjetas y creo que sea lo que sea podría ser categoría cinco o seis.
— Bien. Por ahora no hay nada fuera de lo común asique hagamos lo de siempre. Patán y Patapez encárguense de las catapultas y trampas, Astrid y los gemelos de la gente en tierra. Chimuelo y yo iremos a buscar a Drago.
Él va a ser un gran Jefe.
— Hipo, ¿estas seguro? Estuvimos con Drago y no creo que sea...
Un grito extraño llegó a mi oído al igual que al resto de dragones, y me sorprendió ver a Colmillo asustado. ¿Qué sucede?
Vi debajo nuestro y los barcos de la costa empezaban a levantarse. ¡¿Algo está saliendo de debajo?!
— ¡Cuidado!
Rugí haciendo que todos diéramos una vuelta y fue entonces cuando lo vimos.
— ¡¿DÓNDE ESTÁ EL ALFA?!
— ¡¿Otro igual?!
— ¡Es categoría diez! ¡Categoría diez!
Esto se pone difícil.
— Ehh... ¡No cambien el plan! ¡Pero tengan cuidado de no ser aplastados o congelados!
— Creo que esto es demasiado para nosotros.
Luego de eso nos separamos y pude ver que el Alfa y el nuevo dragón se habían encontrado.
— ¡ALFA TE DESAFÍO!
— ¡TE ARREPENTIRÁS OMEGA!
Ambos chocaron sus colmillos.
— ¡NO CREAS QUE PODRÁS CONMIGO!
— ¡ESTA ES MI MANADA DESDE HACE GENERACIONES!
— Eh, Hipo. Esto es malo.
Le dije preocupado.
— Ya lo sé amigo, debemos encontrar a Drago rápido.
Estaba mirando para abajo, buscando a ese tipo que podría darle pelea a Estoico según nos contó cuando escuché.
— ¡VALKA Y BETA SALGAN DE AQUÍ!
Inmediatamente después de eso me giré a ver la pelea y Hipo hizo lo mismo, aparentemente habían intentado interferir pero salieron ilesos.
Los dos grandes seguían chocando sus colmillos hasta que en un momento ambos quedaron parados en dos patas y el Omega aprovechó.
— ¡Hasta aquí!
— ¡Nooo!
El Omega había tumbado al Alfa. Oh no.
— ¡Me rindo! ¡ESPERA!
Omega le había clavado los colmillos a Alfa. Ganó... Se dio la vuelta y rugió.
— ¡YO SOY EL ALFA AHORA! ¡Vengan súbditos!
Luego de eso vi como un hombre le daba la orden al actual Alfa de atacar a Beta. ¡Ese debe ser!
— ¡Hipo! ¡Encontré a Drago!
Lo miré y parecía que estaba preocupado mirando a su padre y madre huir del Alfa.
— ¡Ellos están bien! ¡Hay que ir por Drago!
— Tienes razón. Vamos guíame.
Di una vuelta y me acerqué al pequeño claro donde estaba y cuando aterrizamos pude verlo de cerca. Estoy seguro que puede matar a Hipo de un golpe asique mejor permanezco alerta. Me sorprendió verlo reír al vernos.
— ¿Este es el grandioso amo de dragones?
— No sabes con quien te metes.
Hipo me hizo una seña para que me mantenga lejos pero no pensaba dejarlo.
— ¿E hijo de Estoco el Vasto?
— Es mejor que tú.
Yo gruñía por lo bajo. Estoy acostumbrado a que los malos se burlen de Hipo pero aún así no me gusta nada.
Él y Drago empezaron a hablar mientras yo lo cuidaba de "lejos" y escuchaba todo.
— Juré que terminaría con el miedo a los dragones, y liberaría a las personas de este mundo.
— ¿Y un ejercito de dragones para qué?
— ¡Claro!
— Porque necesitas dragones, para conquistar otros dragones.
Eso es cínico. Empecé a acercarme porque esto empieza a descontrolarse.
— El mundo quiere paz, y tenemos la respuesta, devuelta en Berk.
— Hipo, creo que esto es una mala idea.
Él puso su mano en mi cabeza para detenerme.
— Solo, déjame mostrártelo.
— ¡No! Déjame a mí mostrártelo.
Luego de decir eso empezó a gritar y a dar vueltas su bastón lo que asustó a Hipo y se alejó un poco pero al mismo tiempo atrajo al Salvajibestia.
— ¡Más te vale que cuides lo que hagas!
Gruñí en advertencia antes de que dejé de gritar.
El Salvajibestia cada vez se acercaba mas y eso me daba un mal presentimiento.
— Ningún dragón se resiste al Llamado del Alfa. Asique aquel que controle al dragón Alfa,
Señaló al alfa con su bastón.
— controla a todos los demás.
Dijo al señalarme a mí.
— ¿Y eso qué significa?
Luego de que dije eso un ruido molesto se introdujo en mi cabeza, era como si quisiera tomar las riendas de mi cuerpo.
— ¡AU!
Intenté sacudir la cabeza pero no funcionaba, asique miré por un segundo al Alfa y noté que era él.
— ¡Déjame! ¡No puedo controlarlo!
Arrastré mi oído por el piso en un intento desesperado pero aún nada.
— ¡No puedo pararlo!
Ya me había ganado casi por completo.
— Lo siento Hipo.
Fue lo último que pude gruñir antes de perder el control total sobre mi cuerpo. No podía ver, no podía oír. Era como estar desmayado, pero mi cuerpo se movía sin mi consentimiento. En un último intento por recuperar mi cuerpo luché por mis ojos y oídos.
— -pera... -reac-ona.. -uelo...
Apenas podía ver una figura borrosa y la voz de Hipo estaba muy distorsionada asique asumí que no valía la pena seguir luchando. Lo único que pude escuchar con claridad fue el sonido de una explosión de plasma y a pesar de que volví a luchar por ver o escuchar algo no podía ver nada más que una mancha borrosa enorme y no podía oír nada. Pero de la nada pude sentir como ese horrible control me abandonaba.
— He vuelto.
Dije al sacudir la cabeza y me sorprendí de la posición en la que estaba asique me acomodé.
— ¿Qué pasó? Oh..
Al levantar la mirada vi a Hipo y a Valka sobre Estoico, quién estaba tumbado en el suelo.
— ¡Aquí estamos!
— ¡Los cazadores se retiran!
— ¡Lo hicimos genial!
El resto del equipo llego a la escena, y al ver la escena me preguntaron.
— ¿Qué pasó?
— Yo...
Astrid pasó corriendo justo por enfrente mío ignorándome.
— No lo sé.
Vi a Bocón acercarse también y quitarse el casco.
— Oh, ¿acaso él..? No me lo creo.
Dije mientras me acercaba y cuando llegué olí la mano de Estoico. Esta fría.
— Vamos, arriba.
— ¡No! ¡Apártate de él!
Hipo me empujó y gritó enojado.
— P-Pero Hipo...
— ¡Largo! ¡Vete de aquí!
— Hipo... Yo-
— ¡Lárgate!
Di un pequeño salto hacia atrás.
— Yo lo siento..
Luego de eso salí corriendo y me hice bolita en un lugar apartado. No creo que lo haya dicho en serio... ¿Verdad? É-Él es mi amigo..
Casi de inmediato el control volvió a mí y aunque intenté luchar esta vez parecía aún más fuerte asique solo podía dejarme llevar.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro