*Aún no pongan la canción*

Mi madre no sabe que responder ante eso, al igual que yo, esta sorprendida. Chimuelo se dirige detrás de ella y la empuja más hacia mi padre, de modo que casi se caen los dos juntos. Mi madre ríe un poco y acaricia a Chimuelo.

—Pues... -dice nerviosa- si -sonríe-

—Seremos una familia de nuevo -dice mi padre agarrando mi hombro para acercarme más a ellos-

—¡Genial! -Bocón también se une- yo cocinare -dice y nosotros reímos-

—Gracias a Odin que no me hiciste caso -dice mi padre dirigiéndose a mí- jamas la hubiéramos encontrado -y ambos, junto con Bocón, salen de la cueva caminando-

Tengo la sonrisa más grande del mundo en mi rostro, mis padres y yo volveremos a estar juntos como una familia. De repente se me viene a la mente Nereida, la busco con la mirada y la veo parada en un punto donde desde la cueva se ve el lago de la Salvajibestia. Me dirijo hacia ella sonriente, pero al ver su rostro mi sonrisa se esfuma. Unas lágrimas se habían deslizado por sus mejillas momentos atrás, lo he notado porque se ve el brillo de estas.

—¿Qué pasa Nereida? -pregunto algo triste y preocupado-

—Nada -cierra sus ojos- solamente recordé algo que no debía

—¿Qué es? -pregunto más preocupado-

—Nada, algo tonto -sacude su cabeza- no pasa nada -sonríe, pero su sonrisa no refleja felicidad-

—¿Estás segura? -intento animarla para que me cuente-

—Si -ésta vez la sonrisa se vuelve más real- tranquilo -pone una mano en mi hombro-

—Tengo algo de leña por aquí -escucho a mi madre dirigirse a la cueva donde estamos nosotros- ¡oh chicos! -nos mira sorprendida- pensé que ya se habían ido -sonríe-

—¿Ir a dónde, mamá? -pregunto algo confundido-

—A pasear en Chimuelo, claro -nos mira más sonriente y se retira con la leña en sus brazos-

—¡Oh cierto! -coloco una mano en mi cabeza recordándolo- iré a alistar a Chimuelo -digo, pero luego me detengo al recordar a Nereida- Nereida... -la miro y veo que me ve algo nerviosa- ¿Enserio quieres pasear en Chimuelo? -quiero asegurarme de que enserio quiere  pasear en él-

—Si, claro Hipo -sonríe y la emoción brota de ella rápidamente- corre, vamos por Chimuelo -agarra mi mano y me lleva junto a ella-

Narra Nereida:

La canción de los padres de Hipo me hizo recordar muchas cosas, la había escuchado mucho tiempo atrás mientras volaba con Furia Nocturna alrededor de las islas vikingas, esa canción siempre había estado presente en mi mente, me encantaba. Mientras la familia estaba recién unida y platicaba un poco, me di cuenta de que no se percataban de mi existencia y aproveché para alejarme de ahí. Me fui a un punto de la cueva desde donde se podía ver a la Salvajibestia en el lago. Me quedé ahí unos minutos y de repente un recuerdo vino a mi mente.

Recuerdo

—¡Hay que proteger a todos, rápido! -decía el líder del clan mientras todos corrían de un lado a otro intentando proteger la isla-

Estábamos siendo atacados por vikingos, al parecer no les gustaba nuestra presencia en ese lugar, según ellos, no éramos de "su clase". Yo corría con tal de buscar un lugar seguro, pero al parecer no había. El cielo era negro y gris por causa del humo que causaban las bolas de paja cubiertas de fuego que eran lanzadas a nuestra isla. Me quedé escondida un corto periodo de tiempo hasta que recordé a alguien.

—Furia Nocturna -me susurré a mí misma-

Salí de mi pequeño escondite en busca de mi mejor amigo desde bebé y lo encontré oculto en una pequeña cueva asustado. Corrí hacia él y lo abracé como pude.

—Tranquilo, no pasará nada, todo estará bien -intenté tranquilizarlo, por lo que gruñó preocupado- quédate aquí y no salgas hasta que yo te avise -dije y salí de ahí-

Corrí hasta que una figura negra y grande apareció frente a mí y me hizo chocar contra ella. Caí ante el golpe e intenté ver un poco mejor su forma.

—Vaya, vaya, mira lo que tenemos aquí -su voz ronca y fría se grabó en mi mente desde ese momento- tal vez me puedas ser útil -dijo y en ese momento empezó a gritar-

A los segundos vi a una Salvajibestia dirigiéndose hacia mí. Pensaba que ya se habían extinguido, pero al parecer una estaba viva y no estaba de un lado bueno.

—¡Haz algo con ella! -le dijo al dragón y de repente sus penetrantes ojos se posaron en mí, yo lo miré confundida, eso hacen al querer controlar dragones- al parecer tú no servirás de nada -dijo el hombre molesto- por lo que tendré que castigarte -eso fue lo último que escuché antes de que mi vista se volviera negra por el golpe que su bastón me dio-

Pasaron horas, tal vez días hasta el momento en el que desperté. Me incorporé, me vi a mí misma y quise llorar. Volví a recordar a Furia Nocturna y me dirigí al último lugar en el que lo había visto. Ahí se encontraba, todavía asustado, y más cuando me vio.

—Tranquilo Furia Nocturna, soy yo -dije e incliné mi cabeza como gesto de nuestro saludo desde bebés, eso pareció tranquilizarlo y me miró confundido y a la vez algo asustado- tranquilo, yo tampoco entiendo lo que pasó, pero al parecer solo quedamos tú y yo -dije y mi voz se quebró, había perdido a toda mi familia-

Fin de Recuerdo

Las lagrimas salían de mis ojos constantemente, de repente esa tristeza se había convertido en furia y enojo. El pagaría por lo que me hizo, pagaría muy caro. Después me calmé un poco y todavía una expresión triste se encontraba en mi cara.

Fui sacada de mis pensamientos al momento en el que llegó Hipo. Me preguntó si pasaba algo, pero yo decidí ocultárselo diciendo que era algo sin importancia. Unos momentos después Valka llegó y nos recordó el paseo en Furia Nocturna, al parecer Hipo se quedó pensante, pero yo quería volver a volar en Furia Nocturna.

Me preguntó si quería ir y yo sin pensarlo lo agarré de su mano y lo llevé casi arrastrando hasta el dragón. Ahora al llegar estoy algo nerviosa, mi estómago siente demasiadas mariposas por la emoción de volver a volar.

—¿Estás segura de que quieres pasear en Chimuelo? -pregunta todavía confundido mientras ajusta unas cuantas cosas en la silla de Furia Nocturna-

—Claro Hipo, pero... -digo algo nerviosa- ¿crees que luego me puedas enseñar a utilizar su mecanismo? -siento mi cara roja de la vergüenza sólo por preguntarle eso-

—Claro que si Nereida -me sonríe mientras sube en Furia Nocturna y eso me hace sentir más tranquila- bueno, sube -me ofrece su mano para subirme en Furia Nocturna-

Narra Hipo:

Por unos momentos había pensado que ella no querría pasear en Chimuelo, pero su emoción me hizo tranquilizar y ponerme más cómodo. Le ofrezco mi mano para que suba en Chimuelo y ella la acepta sin quejas. Chimuelo empieza a dirigirse a una salida en la cueva mientras se prepara para volar, Nereida está agarrada de mis hombros y siento cierta fuerza aplicada por sus manos en ellos, al parecer está algo nerviosa, pero me aseguraré de que lo disfrute.

—¿Listo Chimuelo? -le pregunto a mi amigo y él asiente gruñendo emocionado- ¿Lista? -dirijo mi vista a Nereida-

—Eso creo -sonríe nerviosa-

—Chimuelo, ve despacio, por favor -acaricio un lado de su lomo-

*Aquí pongan la canción <3*

Muevo el mecanismo de la cola de Chimuelo y preparo el despegue. Estoy a punto de hacer un ajuste más cuando Chimuelo ya se ha elevado en los aires rápidamente, es tan rápido el suceso que reacciono algo tarde y siento a Nereida agarrar fuertemente mis hombros mientras grita.

—Chimuelo, te dije que despacio -lo regaño y él baja la velocidad- así esta mejor, gracias amigo -le sonrió y acaricio su cabeza- ¿estás bien Nereida? -volteo hacia ella y veo que mira fascinada el paisaje-

—Esto es increíble -dice  casi sin aliento- no recordaba lo que se sentía -su sonrisa es enorme-

—¿Quieres ver unos trucos que he hecho con Chimuelo durante estos años? -pregunto esperando su respuesta-

—Claro -dice emocionada mientras me agarra más fuerte los hombros-

—¡Sujétate fuerte! -grito ya que el aire hace que no se pueda oír mi voz tan fuerte-

Le indico a Chimuelo que nos demos una vuelta hacia atrás, el asiente y empieza a dar la vuelta. Apenas escucho a Nereida emocionada y gritando, al parecer le esta gustando el paseo. Volvemos a la posición normal y le indico a Chimuelo que se eleve para dar las vueltas.

Empieza a tomar altitud y comienza a dar las vueltas mientras vuela más alto. Me sujeto fuertemente de él al igual que Nereida de mí y luego se detiene para dar otra vuelta hacia atrás y volver a la posición normal. Algunos CortaLeña vuelan a nuestros lados mientras yo sólo abro mis brazos justo como mi madre lo hizo al decirme qué era lo que significaba ser un dragón.

—¿Cómo te sientes? -grito dirigiéndome a Nereida-

—Me siento increíble -grita en respuesta soltándome los hombros y abriendo sus brazos- jamás me había sentido tan libre en mi vida -su sonrisa es la más grande que jamás había visto en su rostro, se me ocurre una idea maliciosa y le indico a Chimuelo que se deje caer un poco, de modo que así lo hace y Nereida casi se despega del asiento. Ella me agarra más fuerte, ésta vez de la cintura- No hagas eso -me reclama al tiempo que también ríe-

Chimuelo vuela pacíficamente sobre las nubes mientras Nereida se apega más a mi y yo sonrío ante eso. De un momento a otro ella apoya su cabeza en mi hombro inclinándola hacia la mía. Me siento cómodo en esta posición con ella, y al parecer ella también, lo esta disfrutando.

—¿Quieres ver un último truco? -despego un poco mi cabeza para poder verla-

—Claro -sonríe-

—¿Listo Chimuelo? -muevo el mecanismo de su cola de modo que esta quede abierta, él sabe lo que yo estoy a punto de hacer. Me desabrocho el agarre que tengo para no caerme y muevo un poco mi cuerpo relajándolo-

—Espera...¿qué estás haciendo? -dice Nereida algo nerviosa y asustada-

—No te vayas a soltar -digo poniendo mis manos sobre las suyas en mi cintura, indicándole que no se suelte de mí-

Ella me abraza completamente la cintura y hace algo de presión para no soltarse. De repente empiezo a irme hacia un lado.

—Un momento...que... -no termina la frase ya que hemos empezado a caer y ella empieza a gritar-

Tengo una sonrisa en mi cara, dirijo mis manos a las suyas indicándole que se suelte. Ella lo hace y empieza a descontrolarse un poco en cuanto al equilibrio, me volteo hacia ella para quedar cara a
cara mientras sigue gritando.

Agarro sus manos y damos vueltas como las que yo doy con Chimuelo algunas veces. Ella empieza a reír vivamente y su risa me contagia, la acerco más a mí y coloco mis manos en su cintura.

—Estás loco -dice riendo, y de repente en un abrir y cerrar de ojos sus labios chocan con los míos formando un beso-

Me quedo pasmado ante tal acción, ella tiene sus ojos cerrados, no me resisto y sigo el beso. Agarro más fuerte su cintura pegándola más hacia mí mientras sus manos están a los lados de mi cara. Unos segundos después ella se despega y me sonríe tímida mientras yo tengo una sonrisa tonta en mi cara. De repente Chimuelo se atraviesa entre nosotros, interrumpiendo el momento, a lo que ambos reímos.

—Sube en Chimuelo -le indico a Nereida, de modo que eso hace y se sienta en el mecanismo- inclina el mecanismo 40° grados hacia abajo y abrocha el elástico de seguridad a un lado de tu cinturón -ella lo hace, desplegando la cola de Chimuelo y haciendo que éste se eleve para no caer al mar-

—Hipo -grita, de modo que yo abro mis alas y también me elevo hasta quedar a un lado de ellos-

—Esto es increíble -grito sintiendo el viento chocar contra mi cara, hasta el momento en el que diviso una enorme roca enfrente de mí- ya no es tan increíble -digo algo asustado- ¡Chimuelo! ¡Ay no! -digo descontrolándome en el equilibrio-

—Descuida Hipo, allá vamos -grita Nereida asustada-

Chimuelo logra atraparme en sus patas y chocamos contra una isla llena de árboles. Al momento de detenernos me incorporo quitando las patas de Chimuelo alrededor de mí y busco a Nereida.

—¡Nereida! -grito preocupado, no obtengo respuesta- ¡Nereida! -de repente escucho unos ruidos, la veo incorporándose a un lado de una roca- Nereida -corro hacia ella y al llegar la abrazo- pensé que te había pasado algo

—Tranquilo, estoy bien -ríe- yo fui la que pensó que te había pasado algo -se despega un poco de mí para verme a los ojos-

—Ay dioses, tienes unas heridas en tu cara -miro unos rasguños en sus mejillas, un moretón en su frente y una pequeña cortada en el lado derecho de su barbilla- al parecer ésta dejará cicatriz -coloco mi pulgar en la herida de la barbilla-

—Tendremos la misma herida -dice sonriendo- ¿Furia Nocturna está bien? -lo busca con la mirada-

—Si tranquila, está bien -volteo hacia él y me lanza una pequeña roca enojado- ah que, ¿quieres una disculpa? -digo divertido y él gruñe quejándose- ¿es por eso que estás haciendo rabietas bebé dragón? -me coloco a un lado de él y se queja más- a ver que te parece esto -hago un esfuerzo por empujarlo- ¿lo estás sintiendo? ¿Ya sientes mi sincero remordimiento? -de repente Chimuelo se para en dos patas caminando hacia una orilla de la isla, escucho a Nereida reírse- ay por favor, se que no lastimarías a alguien con una pierna -veo el mar debajo de mí y me agarro más a Chimuelo mientras éste se burla de mí al igual que Nereida- está bien, está bien, tú ganas, tú ganas -digo
algo asustado y Chimuelo se echa para atrás dejándose caer y poniéndose encima de mí- ¡Lo tiró! Ah, ¡esto es serio! ¡Dragones y vikingos! ¡Enemigos otra vez! -Chimuelo intenta "golpearme" con una pata mientras yo esquivo los "golpes"- ¡Combatiéndose en combate hasta la cruel...! -no me deja terminar ya que se ha dejado caer encima de mí y yo finjo quejarme. De repente empieza a lamer mi cara y yo me esfuerzo por despegarme de él, finalmente me incorporo- oye, sabes que eso no se quita -digo algo molesto y él se burla de mí-

Lo miro y le echo un poco de su baba en su cara en forma de venganza, volteo hacia Nereida, quien se encuentra riendo en una roca. Me dirijo hacia ella y me siento a su lado.

—¿Te diviertes? -digo burlón-

—Si -me mira con una sonrisa burlona-

—Al parecer encontré otra isla -miro una pequeña isla a lo lejos al igual que en Berk-

—Yo la conozco -dice feliz- ahí viven demasiados Muertes Susurrantes y unos cuantos Pesadillas Monstruosas -me mira-

—¿En serio? -sonrío y saco mi mapa- un nuevo lugar en mi mapa

—Wow -dice viendo el mapa- has explorado demasiados lugares -sonríe-

—Me encanta explorar -sonrío de vuelta-

—Eso se nota -bromea- ¿me dejas dibujar la isla? -pregunta y de repente me acordé de Astrid, ella también había dibujado unas cuantas veces en mi mapa-

—Claro -sonrío y le doy mi lápiz-

Ella empieza a dibujar la isla y yo solo veo lo concentrada que está, en un momento me llega a la mente una imagen de ella y yo explorando islas y viajando a muchos lugares en Chimuelo. Esa imagen me hace sonreír y de repente soy sacado de mis pensamientos por Nereida.

—Listo -dice mirándome- entonces que...¿seguimos adelante? -me sonríe y yo no puedo evitar sonreír de vuelta-

—Claro -digo y me incorporo del suelo- hay que volver al santuario -le ofrezco mi mano y ella la acepta mientras agarra mi mapa y lo dobla. Finalmente lo guarda en mi armadura a un lado de mi pecho-

—Vamos -agarra mi muñeca y volvemos con Chimuelo-

Minutos después llegamos a la isla y veo una luz arriba en la cueva principal, supongo que mis padres y Bocón están cenando y platicando. Ayudo a Nereida a bajar de Chimuelo y caminamos directo a la cueva. Al llegar veo a todos ahí, pero veo una silueta que no reconozco a simple vista.

—Hipo, Nereida, al fin llegan -dice mi padre feliz- Hipo, hay alguien que quiere hablar contigo -dirige su vista a la silueta, la cual finalmente sale a la luz de la fogata-

—Hola Hipo -dice con una sonrisa-

—¿Astrid? -digo sorprendido, ¿qué hace ella aquí?-

¡Hola chicas! Capítulo nuevo, al fin, ¡yay! n-n, por fin, el primer beso de Nereida e Hipo :33 que son tiernos ellos dos <3 okno. Espero que les haya gustado este capítulo, no quería dejarlas sin capítulo hoy ya que había terminado de corregirlo y así. Ya en estos momentos me iré a dormir ya que es muy tarde acá en donde vivo cx. Nos vemos luego con otro capítulo, ¡ya saben que las amo con todo mi corazón y mi alma! ¡Nos vemos! Byeee :33 <3

P.D: Wattpad no me deja agregar vídeo de YouTube, perdonen el aviso al principio TnT a ver si mañana puedo arreglar eso.
Foto de Multimedia: Hipo y Chimuelo a casi principios de la película