Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 17: Enfrentamiento Contra Drago

*Últimos Capítulos*

Narra Nereida:

Me encuentro observando cómo Hipo comienza a explicarle a los demás la forma en la que se enfrentó a Drago, dando así una idea de cómo poder vencerlo de acuerdo a lo que vio y experimentó durante su encuentro.

Sin embargo, su voz comienza a hacerse lejana, y de repente me encuentro una vez más envuelta en algunos recuerdos del pasado. Esto... se me hace tan familiar...

Recuerdo:

—Drago es un humano que no tiene misericordia, ni siquiera con los de su especie. ¡Debemos tratar de detenerlo a toda costa si queremos evitar que ataque a más de nuestra especie! -la voz de mi padre se hizo clara en mis recuerdos-

—¿Pero cómo lo haremos, jefe? -preguntó uno del grupo-

—He logrado ver cómo actúa, ante qué y con qué, sé una forma para poder detenerlo... -mi padre dijo con enorme seguridad- tiene un punto débil

—Hmm -bufó otro del grupo- en mi opinión nada de esto hubiera pasado si su hija se hubiera mantenido controlada con sus acciones -de repente las miradas se dirigieron a mí-

—¡Todo esto es su culpa! -comenzaron a amenazarme-

—¡Nos condenó a muerte!

—¡Que Drago se la lleve!

—¡Drago la quiere a ella, no a nosotros!

—¡Basta! -la voz de mi padre endureció fuertemente, silenciando al clan- ¡como jefe de este clan no permitiré que le hablen así a mi hija!

No pude escuchar más, así que me salí de la cueva en la que se encontraban realizando la reunión y volé hasta mi lugar personal. Ya ahí, me dediqué a observar el sol ocultarse en el horizonte mientras algo aburrida y deprimida disparaba al mar.

—Si sigues así, electrocutarás a todos los peces que habitan el océano y nos dejarás sin alimento -la voz burlona de mi mejor amigo se hizo presente detrás mío mientras lo escuchaba aterrizar en la pequeña isla-

—Sabes que éste es mi lugar personal. No tienes permitido aterrizar en él -dije sin ánimos para sus bromas-

—¿Otra vez desacuerdos con los miembros del clan? -me preguntó apenado mientras se colocaba a mi lado-

—... Sé que es mi culpa. Por mis acciones condené al clan a muerte -bajé la cabeza arrepentida-

—No fue tu culpa. Simplemente estabas asustada y como defensa personal los atacaste -intenta animarme-

—... Yo los maté. Maté a los padres de ese hombre cuando fueron secuestrados -lo miré a los ojos- los arrojé al mar helado... murieron congelados... -volví a mirar hacia el horizonte- es de esperarse que Drago quiera venganza... en especial conmigo

—Nereida... -intentó animarme-

—Es mi culpa. Todo es mi culpa. No merezco seguir siendo parte de este lugar -cerré mis ojos con fuerza- ¡como castigo debería ser una humana! ¡Debería cumplir mi sentencia siendo una de ellos! ¡Una especie que yo misma odio con todo mi ser! Así tendría una razón justificable para odiarme a mí misma... Ser la especie que más odio con toda el alma... -mi cuerpo comenzó a temblar, dando a entender que me encontraba en una actitud bastante desequilibrada-

—Nereida basta, tu habilidad terminará destruyendo la isla -dijo con voz dura, obligándome a tranquilizarme- no es tu culpa. Todo saldrá bien. Lograremos detenerlo y así todos estaremos a salvo -lo miré a los ojos con súplica-

—... ¿Lo prometes? -susurré-

—Lo prometo. No pasará nada. Todos estaremos a salvo -una pequeña sonrisita se formó en su boca-

—Eso es lo que más espero. Que tú estés a salvo. No quiero que nada te pase... -miré hacia el suelo algo triste-

—Siempre estaré a tu lado. Lo prometo...

Fin del recuerdo.

—Nereida... ¡Nereida! -la voz de Hipo me hace regresar a mis cinco sentidos y poco después me doy cuenta de que me encuentro con lágrimas en los ojos- ¿qué tienes? ¿Estás bien? ¿Te duele algo? -las preguntas angustiadas de Hipo me hacen sonreír levemente-

—Estoy bien. Solamente me encontraba vagando en mis recuerdos una vez más -le respondo con una pequeña sonrisa melancólica-

—¿Qué recordabas? -me pregunta curioso-

—Esa reunión que han tenido... me recordó bastante a cuando mi clan quiso detener a Drago... -suspiro- cuando era odiada por todo el clan por el hecho de haber sido la principal causante del odio de Drago hacia nosotros... -bajo mi cabeza arrepentida- cuando... Furia Nocturna me apoyaba en esos momentos en los cuales solo quería desaparecer, o cuando me quería obligar a mí misma a cumplir una condena siendo una más de la especie que tanto odiaba en lo más profundo de mi alma -las lágrimas vuelven a emerger de mis ojos y a caer por mis mejillas- ¡Furia Nocturna! ¡Dioses! ¡Todo esto no habría pasado si yo no hubiera sido una inútil y no hubiera desatado mi poder en la aldea de Drago! -cubro mi rostro con ambas manos, soltándome a llorar fuertemente- ¡condené a mi mejor amigo a la muerte! ¡Al igual que a todo mi clan! ¡Y ahora los he condenado a ustedes!

Siento los brazos de Hipo envolverme fuertemente en un acto de consuelo, dejándome llorar libremente sobre su pecho. No quiero volver a revivir el pasado. No quiero ver morir a aquellas personas por las cuales ahora me preocupo. No quiero ver morir a Hipo, a ningún aldeano de Berk.

Ellos son inocentes, Drago. ¿Cuánto más quieres de mi dolor para sentirte satisfecho? ¿Por qué simplemente no acabas con esto y me asesinas? ¿Sería mejor si yo misma me condenara a muerte? ¡Respóndeme, Drago! ¡¿Qué es lo que realmente quieres de mí?!

—Deja de pensar que todo es tu culpa, Nereida -siento una de sus manos comenzar a acariciar mi cabello- las acciones que los demás cometan no son tu responsabilidad. Yo fui el necio que decidió intentar cambiar su opinión sobre los dragones. Yo también llevo la culpa de que todo esto esté pasando ahora -me separo un poco de él para verlo a los ojos-

—No, Hipo... -susurro-

—¿Ves? Ambos intentamos que el otro no se culpe por sus acciones -sonríe levemente- porque en el fondo sentimos que somos el verdadero responsable de todo. Así que... deja de culparte por cosas que realmente no fueron de tu origen -su mano que se encontraba acariciando mi cabello ahora se encuentra en una de mis mejillas, proporcionándome un tacto bastante agradable-

—... Lo haré si tú también dejas de culparte por aquello que realmente no fue tu responsabilidad -le sonrío levemente-

—Prometido -su sonrisa se hace más grande, dejándome ver su dentadura imperfectamente perfecta-

—Gracias Hipo -lo abrazo fuertemente, sintiendo segundos después sus brazos a mi alrededor, estrujándome contra él con fuerza, pero sin llegar al punto de lastimarme-

Odín, símbolo divino para los vikingos... muchísimas gracias por poner en mi camino a este increíble chico y mostrarme que no todo el mundo es igual a como me lo imaginaba. Que aún existen humanos de gran y bondadoso corazón... como lo es Hipo.

Muchísimas gracias... por poner en mi camino alguien a quien poder atesorar con todo mi corazón.

Sin embargo...

—¡Chicos! -la voz de Valka interrumpe mis pensamientos hacia Hipo y ambos giramos nuestras cabezas para mirar hacia el punto de donde provino su voz- ¡Oh lo siento! ¿Interrumpía algo? -nos mira algo avergonzada por encontrarnos en tal manera-

—No realmente. ¿Qué sucede madre? -responde Hipo sin pena en su voz-

Es la primera vez que algo así no provoca que nos separemos del momento bastante avergonzados... No sé porqué aquello me hace sentir tan feliz, pero mi agarre se vuelve más firme a su alrededor.

—Los preparativos ya están listos. Todos están listos con sus dragones para ir directo a Berk -nos notifica-

—Bien... llegó la hora -Hipo me mira con una pequeña sonrisa y yo asiento con la cabeza decidida-

—Hora de patear el trasero de Drago -digo con decisión y una sonrisa un tanto maliciosa, haciendo reír a Hipo-

—Vamos -ambos nos separamos del abrazo y seguimos a Valka hasta el lugar donde se encuentran los demás-

Al llegar, vemos a cada uno montado sobre un dragón bebé. La imagen me causa cierta gracia, por lo cual cubro mi boca en un intento por reprimir mi risa. Hipo se percata de mi estado y me mira curioso por averiguar qué me sucede.

—¿Qué ocurre? -pregunta con una sonrisa-

—Ver a todos sobre un dragón bebé simplemente es bastante divertido. No me quiero imaginar cómo lucirán cuando alcen vuelo -río-

—Piensa que así te verás tú también -intenta atacarme riendo-

—Oye -lo golpeo levemente en el hombro-

—Bien, ¡en marcha! -dice Hipo con una gran sonrisa y nos subimos a nuestros dragones bebé correspondientes-

Narra Hipo:

Minutos después, nos encontramos todos en camino hacia Berk montados en un dragón bebé cada uno. Sin embargo, como era de esperarse, los dragones bebé no son capaces de ser controlados por jinetes y se encuentran volando fuera de control.

—¡No quiero morir! -grita Patapez bastante asustado-

—¡Están fuera de control! -se queja Brutacio-

—¡¿Sí?! ¡No me digas! -grita Patapez mientras choca con los muros de hielo del lugar-

Observo mi alrededor y veo a todos intentando controlar lo más posible su vuelo con los dragones bebé, incluyéndome. Pero hay alguien que parece no tener problema alguno con el asunto de vuelo. Nereida se encuentra volando con su dragón bebé como si fuera ya un dragón adulto capaz de obedecer órdenes. Posiblemente sea una de sus habilidades por haber sido anteriormente un dragón...

—¿Pero la Salvajibestia no debería controlarlos también a ellos? -la voz de Astrid interrumpe mi atención de Nereida-

—Estos son bebés. No le hacen caso a nadie -respondo-

—¡Sí! ¡Como nosotros! -dice Brutacio con una gran sonrisa orgullosa-

—Parece ser que Nereida no tiene problema alguno con su dragón... -dice Astrid, provocando que vuelva a poner mi atención en Nereida-

—Supongo que son ventajas de ser un dragón de sangre -digo con una pequeña sonrisa, encogiéndome de hombros-

—¿Quién decía que me vería ridícula al alzar vuelo? -Nereida se gira a vernos con una sonrisa victoriosa dirigida a mí-

—¡Oye! ¡Tú eres un dragón por instinto! ¡Eso es trampa! -le reclamo con diversión y ella ríe vivamente-

—¡Esto es...! ¡Ow! -Bocón se queja detrás nuestro- ¡muy peligroso! ¡Ahh! -vemos como su dragón es el más descontrolado de todos- ¡muchos pensarían que este es un plan desastroso!

—Pues es una bendición que nunca haga caso -respondo mientras intento concentrarme en mantener al dragón bebé en un vuelo estable-

—¡Dime...! ¡Cuál es tu...! ¡Plan! -me pregunta Bocón con cada espacio libre que el muro de hielo entre nosotros sea-

—Recuperar a Chimuelo. ¡Y darle a Drago una...! -el muro de hielo no me deja terminar la frase ya que estoy a punto de chocar y trato de elevar al dragón bebé- y... ahora eso -miro otro muro frente nuestro y logramos pasarlo apenas por suerte. Excepto Bocón, quien choca contra él-

Minutos después, logramos mantener a los dragones bebés calmados y los guiamos en dirección a Berk. Voy a la cabeza del grupo junto con Nereida, quien se encuentra con una mirada ansiosa y preocupada en el rostro. Acerco mi dragón al de ella para conversar.

—¿Qué sucede? -le pregunto-

—Espero que Furia Nocturna esté bien... que los aldeanos de Berk estén bien -responde un tanto inquieta-

—Estarán bien -digo con seguridad, brindándole confianza y sonríe-

Sin embargo...

Al llegar a la entrada de la isla vemos como se encuentra cubierta de hielo, destrozada con los dragones volando sobre la Salvajibestia en señal de que ahora la obedecen. Todos nos quedamos sin aire ante la escena.

—No... -digo apenas con aire-

—¡Se llevó a todos los dragones! -dice Patapez-

—¿Qué hacemos ahora Hipo? -me pregunta Nereida preocupada-

—Hay que seguir con el plan. Distraigan a la Salvajibestia, yo intentaré recuperar a Chimuelo -respondo con seguridad-

—Ah... ¿Cómo? -pregunta Brutacio extrañado-

—¿Olvidan quién monta a su lado? No hay dragón en la tierra que no pueda controlar -dice Eret bastante confiado, hasta que su dragón bebé se distrae con algo y lo lleva hacia abajo- ¡excepto este!

—Principiante -se burla Patán-

—¡Hey miren! ¡Son Estoico e Hipo! -escucho a un vikingo decir desde la aldea y los vitoreos comienzan a hacerse presentes-

Mientras veo como los demás intentan distraer a la Salvajibestia, yo me dirijo hacia Drago en busca de Chimuelo. Al llegar con él me mira con cierta molestia e irritación. Inhalo y exhalo, intentando relajarme para enfrentarme a él.

—Reconozco que es difícil deshacerse de ti -dice Drago molesto-

—¿Chimuelo...? Soy yo amigo... soy yo... soy yo, aquí estoy amigo -intento hablar con él- por favor vuelve conmigo -suplico-

—Je je je, este dragón ya no te pertenece. Le pertenece al Alfa -me responde Drago en burla- pero por favor, oh gran amo de dragones, intenta recuperarlo. No fallará una segunda vez -su voz se vuelve sombría mientras Chimuelo se ve listo para volver a atacar-

—Eso no fue tu culpa amiguito... Ellos te obligaron a hacerlo -de repente veo como Chimuelo intenta luchar contra el control de la Salvajibestia, ¡está funcionando!- tú jamás la hubieras lastimado... Jamás me lastimarías a mí -sus ojos alegres me miran por unos momentos y siento las lágrimas emerger de mis ojos-

—¿Cómo estás haciendo eso? -pregunta Drago asombrado, pero yo no le presto atención-

—Porque tú eres mi mejor amigo Chimuelo... Mi mejor amigo

Finalmente, Chimuelo logra liberarse del control de la Salvajibestia y me mira con suma felicidad. No puedo describir la felicidad que yo siento en este momento.

—¡Ese es mi dragón, así se hace! -digo con una gran sonrisa- ¡aquí estoy!

—¡No! -Drago lo golpea en el rostro con su bastón molesto, pero al segundo golpe Chimuelo toma su bastón entre dientes y lo lanza junto con Drago, él me mira sumamente alegre-

—¡Yija! -festejo, pero Chimuelo comienza a caer ya que no tiene alguien quién lo ayude a volar- ¡allá voy! -me lanzo del dragón bebé y comienzo a alcanzarlo en el aire- ¡falta poco amigo, falta poco!

Logro alcanzarlo apenas a centímetros antes de caer al océano y nos elevamos hacia los cielos con rapidez. Miro hacia Drago con una expresión molesta y frustrada mientras lo veo caminar por un cuerno de la Salvajibestia bastante enojado.

—¡Haz algo! -le ordena al dragón-

—Tenemos que hacer que se separen -le digo a Chimuelo- pero antes... -dirijo a Chimuelo hacia Astrid y los demás, justo donde se encuentra Nereida- ¡Nereida! -llamo su atención y Chimuelo parece entender lo que quiero hacer, por lo que en un abrir y cerrar de ojos toma a Nereida entre sus patas-

—¡Ahhhh! -Chimuelo la lanza levemente hacia los aires y yo extiendo mis brazos para atraparla entre ellos- ¡estás loco! -me grita exaltada por la repentina experiencia mientras se sostiene fuertemente de mi armadura-

—Lo sé -respondo con una gran sonrisa- sostente fuerte -vuelvo a tomar el agarre de la montadura de Chimuelo y Nereida se abraza fuertemente a mi cuello-

—¿A dónde planeas ir? Drago está allá abajo -me pregunta Nereida confundida mientras nos elevamos por la aldea-

Finalmente, aterrizamos en el lugar al que planeaba llegar. La casa de Gothi. Sin problema alguno, me bajo de Chimuelo con Nereida en brazos y ella se sorprende por mi repentina acción, aunque fortalece su agarre a mi alrededor con tal de no caerse.

Gothi sale de su hogar con una pequeña sonrisa, mirando a Nereida, quien ella ve confundida. Bajo a Nereida levemente para que apoye sus pies sobre la madera y se gira a verme extrañada. Le sonrío dulcemente mientras acaricio por unos segundos una de sus mejillas.

—Quédate aquí. Gothi te ayudará en lo que yo me encargo de Drago -le pido-

—¿Qué planeas hacer? -me pregunta algo preocupada- ¿y a qué te refieres con que me ayudará?

—Por ahora solo quédate con ella. Puedo suponer que sabe ya acerca de tu verdadera identidad sino es que la descubrió desde mucho antes. Volveré por ti en cuanto pueda -y con esto la dejo sobre la aldea y me retiro con Chimuelo directo a enfrentarnos a Drago-

Mientras descendemos, logro captar una tela roja de uno de los banderines de la aldea y guío a Chimuelo hacia ella para arrancar un pedazo roto. Estiro el material entre mis manos, midiéndolo de cierta forma para ver si es útil.

—Solo hay una forma de hacerlo. ¿Confías en mí amigo? -coloco frente suyo el material y él me gruñe en estado de aceptación, dejándome vendar sus ojos- podemos hacer esto. Tú. Conmigo. Unidos -coloco una mano sobre su cabeza, brindándole seguridad y ajusto su cola mecánica- muy bien, ¡ahora intentemos esto una vez más!

—¡Derríbalo Hipo! -escucho a Astrid animarme junto con los demás aldeanos debajo nuestro-

—¡Contrólalo! -escucho a Drago ordenarle al Salvajibestia y siento como Chimuelo vuelve a percibir sus sonidos-

—Solo ignóralo Chimuelo -tapo sus oídos-

—¡Derríbalo!

—¡Ahora!

La Salvajibestia escupe hielo y guío a Chimuelo hacia arriba, elevándolo para dejarme caer. Escucho a Drago de cierta forma festejar el pensamiento de habernos derribado, pero veo que se concentra en Chimuelo quien ya no me tiene sobre su lomo.

Paso por su lado planeando, soltando gas de Cremallerus Espantosus para después encenderlo a unos metros alejado de él. Lo veo caer directo al suelo con fuerza y al distraerme veo que me dirijo directo a un choque seguro con la cola de la Salvajibestia.

—No, no otra vez -digo algo incrédulo y nervioso- ¡Chimuelo, es ahora o nunca!

Momentos después, Chimuelo me atrapa y nos elevamos con velocidad sobre la cola de la Salvajibestia.

—¡Resiste! -digo ansioso y finalmente logramos finalizar el momento- ¡yija! ¡Lo logramos! -festejo acariciando con emoción un lado de su rostro-

Descendemos hasta llegar a la aldea y aterrizamos a unos metros alejados de Drago, quien está a punto de tomar su bastón. Desenvaino mi espada con rapidez, lanzándola directo hacia su mano para evitar que tome su bastón. Apenas roza sus dedos y se queja molesto.

—¡Deténlo ahí Chimuelo! -le ordeno- ya todo terminó -vuelvo a guardar mi traje planeador en mi armadura y miro a Drago con molestia. Él se distrae por unos segundos con algo detrás mío-

—¿Con que eso crees? -me sonríe con cierta malicia-

Miro hacia atrás y veo a la Salvajibestia emerger desde el polvo, provocando que la preocupación me invada rápidamente. Lo último que puedo hacer es dar un paso largo antes de verme envuelto en unas enormes alas negras y una enorme masa de hielo.

Segundos después ésta parece estallar en pedazos y me veo envuelto entre las alas de Chimuelo, quien ha adaptado una apariencia con cierta energía azul. Me mantengo sorprendido ante la experiencia, pero lo que más me sorprende es percibir otra figura negra a mi lado, provocando que me gire a verla con atención y me encuentre con algo que me deja sin aire.

Otro Furia Nocturna se encuentra protegiéndome con decisión y una expresión desafiante hacia la Salvajibestia.

¡Hola chicas! Al fin, después de casi un año, ¡hay un capítulo nuevo! <3<3<3 quiero pedirles disculpas por haberlas involucrado de cierta forma en mis problemas personales durante todo este tiempo, haberlas dejado en espera por bastante </3 pero al menos he sido capaz de seguir escribiendo de poco en poco para poder continuar y terminar esta historia, ya que quedan muy pocos capítulos. Espero poder ya terminarla de escribir pronto <3<3

En fin, ¿qué les pareció el capítulo? <3<3<3 ¡Ha aparecido otro Furia Nocturna! :D (aunque Dreamworks se me adelantó por unas semanas con esto xD) pero mi Furia Nocturna no es blanco, es igual que Chimuelo, así que es la única diferencia que tengo con Dreamworks xD. Tenía planeando también darle una pareja a Chimuelo ya que siempre he querido que tenga a otro Furia Nocturna <3<3 al menos Dreamworks ya me hizo el sueño realidad :'333

Por hoy me despido, ya el jueves nos veremos para mi reacción al trailer de la nueva película, ¡sigo bastante emocionada! xD <3<3<3 y espero verlas muy pronto con un nuevo capítulo, ya estamos en las últimas :33 <3<3 ¡ya saben que las amo con todo mi corazón y mi alma! Les agradezco una vez más toda su enorme paciencia hacia la historia, son las mejores <3<3<3 byeeee :333

Foto de Multimedia: Hipo recuperando a Chimuelo (no encontré una foto del momento con Hipo y Drago 7-7 </3)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro