Narra Hipo:

No tengo palabras. Simplemente me he quedado anonado ante la reciente revelación. ¡¿Nereida es un dragón?! ¡¿Y un Skrill?! ¡Por Thor! ¡Por todos los dioses! Por dentro estoy teniendo una batalla de emociones, pero por fuera me veo completamente anonado por las palabras de Drago.

Durante mi pequeño shock, Nereida parece aprovechar el momento para darle una patada a Drago hacia atrás, provocando que suelte el agarre de su cuello y caiga a la nieve con fuerza. Segundos después, se incorpora a tropezones y comienza a correr lejos de ambos.

Reacciono al verla correr y con rapidez vuelvo a subirme en Chimuelo para alcanzarla por los aires. Al tenerla debajo mío, le indico a Chimuelo que la tome con sus patas y la eleve con nosotros. Él no duda ni un segundo y lo hace, haciéndome escuchar los gritos de Nereida.

—¡Furia Nocturna, suéltame! -grita molesta y aterrada-

—Súbela, amigo -le digo a Chimuelo al oído, indicándole que lance a Nereida con poca fuerza para caer en su montadura-

Veo como Chimuelo toma impulso de sus patas delanteras y momentos después veo a Nereida sobresalir por los aires frente nuestro. Cae en la montadura detrás mío algo sacudida por la caída y por reflejo se aferra a mi cintura con fuerza para no caer.

No decimos palabra alguna. Puedo sentir por su agarre en mi cintura que se encuentra sumamente nerviosa. Yo decido centrarme por ahora en acabar con la batalla entre Drago ManoDura y los dragones. Debo lograr hacerlo cambiar de opinión.

—Hipo... -escucho a Nereida decir algo apenada detrás mío-

—No quiero explicaciones en estos momentos -digo con voz fría y dura. Sí. Me encuentro algo molesto porque no me haya dicho su verdadero ser-

—... Ok -murmura y siento su agarre aflojarse en mi cintura, pero no soltarse-

Puedo observar desde mi posición que una red de las trampas logra capturar a BrincaNubes y a mi madre, haciéndolos caer a la nieve. Mi madre logra deslizarse por los enormes agujeros de esta, quedando frente a frente con Drago. Me acerco en caso de que ella necesite mi ayuda por los aires.

—Esperé mucho tiempo esto -dice Drago con una sonrisa, decidido a atacar a mi madre, pero ella da el primer paso en eso-

—¡No te llevarás a nuestros dragones! -dice molesta dándole una fuerte patada en el abdomen y provocando que se tambalee un poco hacia atrás- ¡son controlados por el Alfa! -lo amenaza con su bastón-

—Entonces qué bueno que traje un retador -dice Drago molesto y se da media vuelta para encarar el océano-

De repente, suelta un grito ensordecedor mientras mueve su bastón en círculos sobre su cabeza. El océano comienza a vibrar, al igual que la tierra. Los barcos comienzan a elevarse y desequilibrarse, y una enorme criatura comienza a mostrar su presencia en el océano.

Todos observamos con asombro y algo de temor al enorme dragón que ha salido del océano. De todos los dragones que podían estar de su lado, tenía que ser uno de esta especie específicamente. Levanto el frente de mi casco para observarlo de mejor forma.

Otra Salvajibestia se encuentra presente, y no del lado bueno.

—¿Otro igual? -pregunto sorprendido mientras lo observo-

—¡Es categoría diez! ¡Categoría diez! -escucho a Patapez decir alarmado mientras el dragón comienza a avanzar hacia el santuario-

—No... -escucho a mi madre decir desesperanzada-

—¡Rápido! ¡Derriben al Alfa! -ordena Drago a sus aliados-

—¡No! -mi madre comienza a golpearlo con su bastón, sin embargo, él logra derribarla de un simple golpe, haciéndola caer a la nieve con fuerza-

—¡Valka! -Nereida grita al ver que Drago pisa su pecho con fuerza, a punto de matarla-

Sin embargo, mi padre llega con rapidez, brindándole un fuerte golpe a Drago con su puño. Drago cae a la nieve por unos momentos y después se incorpora algo sorprendido. Al ver a mi padre, su expresión se vuelve completamente anonada.

—Gracias... -mi madre le dice a mi padre con una sonrisa-

—Por ti mi vida... lo que sea -le responde mi padre con una sonrisa y después se dirige a enfrentar a Drago, colocando en guardia su hacha- Val, ¿crees que puedas detenerlos? -le pregunta refiriéndose a las dos Salvajibestias, las cuales también están a punto de enfrentarse-

—Haré lo que pueda. ¡Vamos BrincaNubes! -mi madre libera a BrincaNubes de la red y se eleva por los aires-

—Tú... ¡vi cuando te quemaste! -dice Drago furioso al ver a mi padre con vida y comienza a enfrentarse a él-

—¡Necesitas más que un poco de fuego para matarme! -responde mi padre molesto-

—Hipo, hay que ayudar a Valka -dice Nereida detrás mío- estoy segura de que tu padre podrá solo -giro mi cabeza para mirarla y veo una pequeña sonrisa en sus labios-

—De acuerdo -respondo comenzando a dirigirme hacia donde mi madre se encuentra-

Mi madre se coloca entre los dos alfas, intentando de cierta forma detenerlos. Sin embargo, el alfa aliado a nosotros no le presta atención alguna cuando ella intenta calmarlo y frenarlo. Rápidamente mi madre se aleja de entre ellos con tal de no ser aplastada.

—¡Salvajibestia, basta! -Nereida grita detrás mío con cierta desesperación- ¡regresa al santuario! ¡Por favor!

Veo a la lejanía a mi padre y a Drago seguir peleando. Por un momento, Drago hace caer a mi padre, pero Bocón llega con rapidez para darle apoyo. Las salvajibestias siguen peleando a metros de nosotros. Sus enormes colmillos chocan con fuerza, resonando en toda la isla.

De repente, en un momento desprevenido, la salvajibestia enemiga le da un fuerte choque a nuestro dragón aliado. Esto provoca que levante la cabeza por el golpe y la salvajibestia enemiga comience a empujarlo con fuerza por el cuello.

La salvajibestia aliada suelta un rugido un tanto desesperado, cayendo al suelo con fuerza. Sin darnos tiempo de asimilar la situación y dar apoyo, la salvajibestia enemiga encaja sus colmillos con fuerza en el dragón aliado.

—¡Oh...! -escucho a mi madre exclamar anonada-

—No... -levanto mi casco sorprendido y mi voz tiembla con cierto dolor al ver a la salvajibestia sin vida-

—... ¡No! -Nereida gime con dolor detrás mío al ver la desgarradora escena-

La salvajibestia enemiga suelta un rugido al aire un tanto triunfador, y de repente los dragones comienzan a volar hasta posicionarse debajo suyo en señal de alianza. Hemos perdido... hemos perdido la batalla contra Drago.

De repente, siento el peso de Nereida desaparecer de Chimuelo y la veo caer encogida de dolor directo a la nieve. Reacciono rápido y me dirijo con Chimuelo en picada para atraparla antes de caer. Chimuelo la deposita con delicadeza en la nieve, colocándola frente al enorme Alfa sin vida.

—¡No! -Nereida solloza con fuerza encorvada en la nieve y momentos después se incorpora para correr hacia el enorme dragón- ¡todo esto es mi culpa! ¡Lo siento tanto! -extiende sus brazos en el cuerpo del enorme dragón en señal de abrazo- ¡lo siento! ¡Lo siento! -llora con fuerza-

—¡Ganamos! -escucho a Drago decir con triunfo- ahora... ¡acaba con ella! -veo que con su bastón apunta hacia mi madre en el cielo-

La salvajibestia lanza hielo directo hacia mi madre y BrincaNubes, congelando su cola y provocando que no pueda volar con facilidad. La misma situación que Chimuelo vivió cuando lo herí con la trampa hace cinco años.

—¡Madre! -grito alarmado-

—¡Resiste! -escucho a mi padre decir- ¡RompeCraneos, vuela! -momentos después veo la figura de ambos aparecer en el cielo- ¡sígueme, Bocón!

—¡Voy detrás de ti, Estoico! -escucho a Bocón decir-

Sin darme cuenta, Nereida ha desaparecido del lugar en el que se encontraba momentos atrás y comienzo a buscarla con la mirada desesperado. La veo correr directo a la batalla con cierta determinación y vuelvo a reaccionar con Chimuelo para alcanzarla rápidamente.

Veo a mi padre ayudar a mi madre en el aire y esconderse junto con ella de la Salvajibestia. Chimuelo vuelve a tomar a Nereida entre sus patas, elevándola del suelo, y segundos después, la veo aparecer frente a mí en el aire para caer detrás mío en la montadura.

—¡Detente! -veo que se dirige a Drago molesta, y decido aterrizar frente a él-

—¡Alto! -demando al estar frente suyo y me bajo de Chimuelo, removiendo mi casco-

—Je je, este... ¿es el grandioso amo de dragones? -Drago pregunta burlón al verme- ¿el hijo de Estoico el Vasto? Je je. Qué vergüenza debe sentir

—¡Toda esta destrucción! ¡¿Y para qué?! ¡¿Para volverte imparable?! ¡¿Para gobernar el mundo?! -le pregunto con molestia e ironía mientras lo veo asentir con la cabeza despreocupado-

—Hipo, basta... -escucho a Nereida murmurarme-

—¡Dragones! Ellos son... gentiles. ¡Estupendas criaturas que hacen que las personas se unan! -defiendo-

—Je je -Drago ríe dejando su bastón enterrado en la nieve- o las hacen pedazos -veo que remueve su brazo entero, dándome a observar que el brazo que tiene en realidad es un armamento como mi pierna- verás, yo sé lo que es vivir con miedo. Ver cómo quemaron mi aldea -comienza a caminar alrededor mío- ver cómo a mi familia la secuestraron. Pero incluso de pequeño... ¡cuando me quedé sin nada! Juré que acabaría con la tiranía de los dragones -vuelve a colocarse frente mío, dándome la espalda- y liberaría a las personas de este mundo

—¿Y un ejército de dragones para qué? -pregunto molesto-

—Porque necesitas dragones, para conquistar otros dragones -me responde con obviedad, girándose a verme-

—O tal vez tú necesitas dragones para conquistar a las personas -contraataco- para controlar a todos los que te siguen, Drago. Y deshacerte de los que no... lo hacen -comienzo a caminar hacia atrás-

—Je je je... qué listo, muchacho -me mira molesto, comenzando a caminar hacia mí con cierta amenaza-

—Hipo, es suficiente -Nereida se posiciona a mi lado molesta-

—Nereida... -la miro con cierta preocupación, pero ella no me dirige la mirada. En cambio, mira a Drago con una furia que jamás vi en sus ojos-

—Vaya, Nereida. Jamás creí que serías aliada de los vikingos -dice Drago de forma burlona-

—Jamás sentencié que fuera su aliada -Nereida le responde con dureza- quiero aclarar que esta batalla es entre tú y yo. No involucres a los dragones ni a los vikingos en ella -demanda-

—Je je je, tú fuiste la que los involucró, Nereida -dice Drago con cierta obviedad- tus acciones del pasado fueron las consecuencias del presente

—¿Qué acciones? -pregunto involucrándome entre ellos. Mala idea, ya que Nereida me mira con cierta advertencia-

—Hipo... -intenta detenerme, pero Drago la interrumpe-

—¿Acaso jamás le dijiste lo que realmente eres y lo que hiciste? -le pregunta Drago, disfrutando el momento-

—Él no necesita saberlo -responde Nereida con frialdad-

—Quiero saberlo -demando, provocando que Drago ría-

—Tu querida amiguita dragón... fue la causante de todo lo que estás viendo a tu alrededor en estos momentos -Drago toma su bastón de la nieve, apuntando hacia ella- ella es la causante de que perdiera mi brazo, de que mi aldea fuera destrozada y quemada... y de que mi familia fuera secuestrada y asesinada -miro a Nereida-

—¡Como si no hubiera sido tu tribu la causante de la muerte de mis padres! -escupe Nereida con odio y furia-

—Ustedes se metieron con nosotros primero -dice Drago con dureza-

—Hipo, vete -Nereida me ordena-

—Nereida... -intento defenderme, pero me mira con el mayor odio jamás dirigido hacia mí-

—Ahora -el tono de su voz cambia, volviéndose más oscuro y provocando que me dé cierto escalofrío- ayuda a tus padres, yo estaré bien -dice con más suavidad, intentando calmar mi preocupación de que le suceda algo-

—... De acuerdo -respondo, comenzando a correr hacia el lugar en el que se encuentran mis padres, el cual no es tan lejos de donde se encuentran Nereida y Drago ahora-

Narra Nereida:

Veo a Hipo correr con rapidez hacia el lugar en donde se encuentran sus padres, y una mirada de dolor atraviesa mi rostro por unos segundos. Si tan solo él me hubiera escuchado. Pero es muy cabeza dura para obedecer órdenes.

—Veo que le tienes cierto afecto a ese muchacho... -dice Drago, disfrutando la escena-

—Como si eso fuera posible -respondo fríamente, dirigiendo mi mirada de vuelta a él-

—Creo que recuerdas nuestro trato, Nereida -me mira con dureza- "todo aquél al que le importes o te importe será lastimado por tu culpa". Si no eres tú la del afecto, entonces es él. Son todos ellos. Se ve que te tienen un gran cariño

—¡No te atrevas a lastimarlos! ¡Es a mí a quien quieres! -le ordeno molesta- mátame a mí, yo fui la del problema siempre, ¿no? -pregunto con ironía-

—Tan solo te necesitaba de mi lado para conquistar a todos los demás -comienza a caminar hacia mí con amenaza- pero te negaste a obedecer

—Sabes que es difícil controlar a una especie como la mía -respondo con una sonrisa un tanto malévola-

—Sí, pero como puedes darte cuenta... ya no perteneces a ella -ríe con burla- tus días como un dragón se han terminado, y lo sabes

—Si es así... ¿qué es lo que buscas de mí entonces? -pregunto demandante-

—Veamos qué tan fuerte de voluntad eres ahora -ríe sombríamente- puede que tu aspecto haya cambiado, pero por dentro sigues siendo la criatura vil y repugnante de siempre

—¡Por Thor! ¡Demasiada explicación! ¡Resúmelo! -demando molesta e irritada-

—Tu fuerza de voluntad es más débil ahora que eres humana. Veamos qué tan bien puedo controlar tu mente ahora -y de repente, suelta un grito ensordecedor-

Drago eleva su bastón sobre su cabeza, formando círculos con él y dirigiendo su mirada a la Salvajibestia que se encuentra buscando a Estoico y Valka. Ante sus gritos, la Salvajibestia mira hacia donde nos encontramos y comienza a caminar directo hacia nosotros.

—Ningún dragón... se resiste al llamado del Alfa -Drago vuelve a encararme- así que aquel que controla al dragón Alfa... controla a todos los demás -apunta su bastón hacia mí con una sonrisa-

La Salvajibestia llega en tan solo tres pasos y dirige su mirada hacia mí. Su mirada se vuelve más penetrante, y comienzo a sentir pulsaciones fuertes en mi cabeza. Es un dolor de cabeza insoportable, me remuevo de dolor.

No debo... no debo sucumbir ante el control. No debo... no debo...

Narra Hipo:

Al escuchar el grito ensordecedor de Drago me giro para observar directo hacia el punto en el que él y Nereida se encuentran. Mis padres se igual forma dirigen su atención hacia ellos y la Salvajibestia comienza a alejarse de nosotros.

—¿Qué es lo que hace? -pregunta mi padre al ver a la Salvajibestia quitar su atención de nosotros-

—Oh no... -murmuro al pensar lo que Drago tiene en mente-

—¡Nereida! -grita mi padre y rápidamente comienza a correr hacia donde Drago y ella se encuentran. Mi madre y yo lo seguimos por detrás- ¡síguenos, Bocón! -ordena al pasar por un lado de él-

—Ok... ¡cambio de plan! -dice Bocón dando media vuelta y corriendo de nuevo-

—¡Nereida! -grito al ver que comienza a removerse con dolor- ¡está intentando controlarla!

—¿Qué? -pregunta mi padre confundido-

—¡No hay tiempo de explicaciones! ¡Debemos salvarla! -dice mi madre demandante-

Nereida se remueve varias veces, intentando alejar los pensamientos controladores del Alfa de su mente. Por favor... no sucumbas al control, Nereida. Por favor... por favor...

Momentos después, veo a Nereida erguirse con una mirada penetrante y molesta. Un suspiro de alivio sale de mi boca al ver que ha logrado resistir ante los pensamientos del Alfa. Sin embargo, la mirada de Drago me da a entender que eso no es lo que lo mantiene tan entretenido...

Narra Nereida:

Alejo los pensamientos del Alfa de mi mente con cierta victoria y miro a Drago con cierto triunfo camuflado, ya que lo observo con molestia. Pero él parece no molestarse por ello, lo cual me confunde. ¿Qué es lo que lo mantiene con una gran sonrisa?

—Tus intentos han vuelto a fallar, Drago -digo con victoria-

—¿Eso crees? -pregunta con burla- no era a ti a la única a la que intentaba controlar. Tantos años manteniéndolo oculto de mí... pobre Nereida tan ilusa, ¿cómo fuiste capaz de hacerle esto a tu mejor amigo? -ríe-

—¿Qué? -pregunto confundida y dirijo mi mirada hacia donde él se encuentra observando-

Tal es mi sorpresa al percatarme de que Furia Nocturna se encuentra a mi lado a un metro detrás de mí. ¡No! ¡¿Qué he hecho?! Puedo observar que su mirada es una que jamás había visto en él, lo cual provoca que mi corazón comience a latir con fuerza.

—Furia Nocturna... -de repente, dirige su mirada perdida hacia mí y comienza a acercarse con amenaza- ah... ¿qué fue lo que te dijo? -pregunto tontamente al percatarme de que la Salvajibestia le ha ordenado algo que posiblemente no querré saber-

Comienzo a caminar en reversa, intentando alejarme de Furia Nocturna y hacerlo entrar en razón.

—Furia Nocturna, por favor... ¿qué pasa? -pregunto asustada mientras observo cómo comienza a abrir su hocico- no no no, espera, ¿qué haces? -intento detenerlo- ¡espera! ¡Reacciona, Furia Nocturna!

—¡Nereida! -escucho los gritos lejanos de Hipo, Valka, Estoico y Bocón-

—¡Furia Nocturna, no! -grito aterrada al ver que he sido acorralada- ¡Furia Nocturna!

Drago comienza a alejarse con una sonrisa siniestra, disfrutando la escena

—¡No! -Furia Nocturna abre enormemente su hocico, mostrándome que está preparado para atacar y matarme-

—¡Nereida! -miro hacia mi lado derecho y veo al padre de Hipo a dos metros de mí, corriendo con desesperación y preocupación-

—¡Señor Estoico! ¡No! -lo detengo intentando empujarlo-

Furia Nocturna dispara con fuerza.

Narra Hipo:

Chimuelo está a segundos de disparar cuando veo a mi padre interponerse entre Nereida y él. Solo tengo milisegundos para poder observar la discusión entre Nereida y mi padre al empujarse cuando una explosión se hace presente y el humo los cubre a ambos.

Mi madre se detiene por unos segundos, sin creer lo que acaba de pasar, y vuelve a correr con más fuerza. Corro detrás de ella de igual forma, intentando alejar los horribles pensamientos de mi mente. Por Thor, que estén bien...

El humo comienza a disiparse, dándonos poco a poco una clara imagen del lugar en el que se encuentran Nereida y mi padre. Siento las piernas comenzar a fallarme por la velocidad a la que me encuentro corriendo.

Después de segundos que me parecen sumamente eternos, el humo desaparece por completo, mostrando una clara imagen de mi padre apoyado sobre sus manos y rodillas, respirando con cierta dificultad, y el cuerpo de Nereida inconsciente bajo grandes pedazos de hielo.

Siento el mundo a mi alrededor caer con lentitud y fuerza.

¡Hola chicas! Por todos los dioses... debían haberme visto escribiendo este capítulo -.- estaba escribiéndolo a velocidad luz desde hace una hora porque lo había comenzado a escribir después de haber publicado el anterior, pero no me acordaba de los diálogos en esta parte de la película, y pues... se me fue la inspiración durante un largo tiempo </3 no saben la cantidad de veces que tuve que repetirme la película para memorizar los diálogos en esta parte sin necesidad de escribir mientras la veía ;-; y todavía me faltaba agregarle "relleno" ya que todo lo que sucedía en esta escena de la película no era suficiente para completar las 8 páginas que siempre escribo de capítulo en la aplicación donde escribo todas mis historias. Tenía la idea de cómo hacer el "relleno" durante el capítulo, pero me faltaba desarrollar los diálogos y todo eso. Pero lo bueno es que por fin lo he terminado <3<3

En fin, ¿qué les ha parecido el capítulo? Giro inesperado, ¿ah? 7u7 pensaron que mataría a Estoico, ¡pero no! Así de cruel es mi corazón para matar a mi propio personaje xD </3 dejé a Hipo sin nuestra querida Nereida... sí... *comentarios amenazándome de muerte apareciendo en 3... 2... 1...*

Es que... ¡vamos! Necesitaba matar a alguien :cc </3 perdónenme </3 pero la historia no se termina aquí, no se preocupen. Pienso cubrir toda la película, así que todavía faltan unos... qué serán... déjenme calcular... 4 capítulos y el epílogo. (Pensaba que fueran veinte capítulos en total y el epílogo, pero el final me queda muy corto como para hacer demasiado relleno ;-; </3). La historia ya está llegando a su fin, así que... trataré de escribir capítulos ya lo más rápido posible para terminarla <3 </3

Por hoy, me despido <3 ¡ya saben que las amo con todo mi corazón y mi alma! <3<3 gracias por seguir apoyando la historia, ¡son las mejores! :333 y no me maten, por favor TnT </3 byeee :333

Foto de Multimedia: Hipo y Drago enfrentándose