Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 12: Déjame Demostrarte que me Importas

Narra Hipo:

Al escuchar mi nombre salir de sus hermosos labios, siento la necesidad de abrazarla fuertemente. Ella está aquí, físicamente, no es un sueño, pero decido mantenerme firme...por ahora. Ella se quita la máscara y yo me quito la mía. Sus facciones no han cambiado, su altura es la misma, todo en ella es igual a como lo recuerdo. Sus ojos me miran cristalinos, mientras que yo sólo puedo esbozar una sonrisa.

—¿Qué haces aquí? -pregunto casi en un susurro-

—Fui invitada al baile de Snoggletog -su expresión sigue igual, mirada triste y decepcionada- fui una tonta, no debí de haber venido -rápidamente su mirada se transforma en enojo y veo que se prepara para partir de ahí-

Ella camina hasta las puertas del salón para salir, yo corro lo más rápido que puedo y la alcanzo apenas cruza las puertas mientras la noche la envuelve junto conmigo. Agarro su muñeca y provoco que gire hacia mí, de modo que su movimiento es brusco a causa del inesperado agarre.

—Déjame, Hipo -intenta zafarse molesta, pero yo soy más fuerte-

—No, primero me tienes que responder -una mirada desafiante se encuentra en mi rostro mientras una sonrisa aparece- ¿por qué viniste? ¿Acaso no recordaste que yo vivía aquí? Qué curioso -ladeo mi cabeza hacia un lado y expreso una mirada confundida-

—Suéltame ahora, Hipo -su voz se vuelve más grave-

—Respóndeme -hago que me mire a los ojos, al hacerlo ella no soporta y rompe en lagrimas, rápidamente me arrepiento de mi exigencia hacia ella- lo siento -la suelto y me alejo de ahí bajando los escalones hasta la aldea-

¿Por qué fui tan tonto? ¿Qué forma fue esa de tratar a una chica? Estoy avergonzado de mí mismo, nunca creí ser capaz de hacerle eso a una chica. Pero el dolor que ella me ha dejado al decirme que jamás le importé como amigo, que solo me usó, es un dolor que todavía no ha cicatrizado y que quiere respuestas.

—Vine porque te extrañaba -esa voz llega a mis oídos interrumpiendo mis pensamientos y haciéndome girar a su procedencia- yo...quería verte -esos ojos verdes me miran con esa inocencia que tanto había extrañado-

Es suficiente para que vuelva a subir las escaleras hasta llegar a ella y envolverla con mis brazos en un profundo abrazo. Había extrañado tanto su cercanía, siento como ella envuelve sus brazos a mi alrededor y me aprieta más contra ella.

Su cabeza está posada en mi pecho mientras mi barbilla está posada sobre ésta. Acerco mi nariz a su cabello e inspiro ese olor que tanto me gusta de ella, huele a hierbabuena y a menta. Siento como una sonrisa aparece en sus labios.

—Hmm -suspira- había extrañado abrazarte de esta manera

—No tanto como yo -río levemente y me separo de ella- ¿por qué? -pregunto-

—¿Por qué, que? -me mira confundida-

—¿Por qué me hiciste esto? -una mirada de dolor atraviesa mi rostro- ¿sabes lo que sufrí por ti? Me dañaste...Nereida, yo... -no se lo puedo decir, no puedo decirle que estoy enamorado de ella-

—Yo también sufrí -al decir eso la miro- dejarte ir fue el peor error que pude haber cometido en mi vida -baja su cabeza y unas lágrimas se deslizan por sus mejillas- 

—Entonces...¿por qué me dejaste ir? -siento las lagrimas asomarse en mis ojos-

—...Para protegerte -mis ojos se abren de asombro ante sus palabras-

—Nereida... -una sonrisa de ternura atraviesa mi rostro y ella me mira tímidamente- eso fue... -no encuentro las palabras, definitivamente esas palabras me hicieron enamorarme más de ella-

—Perdón por haberte mentido -mi sonrisa se torna a una mueca seria- pero era la única forma de saber que estarías bien y lejos del peligro en el que te encontrabas

—Entonces...¿si te importo? -mi voz suena esperanzada, esperando un "no solo eso, Hipo, te quiero"-

—Claro que me importas, Hipo, me importas como un gran amigo -sonríe dulcemente y es suficiente para acercarme y darle un beso corto en la mejilla-

—Tú también me importas...como una amiga -digo al separarme y junto mi frente con la suya-

—Los amigos no son así de cariñosos, a mi parecer, Hipo -ríe- aunque, en realidad, nunca he tenido amigos, así que no sé cómo funcione esto de la amistad

—Nosotros no somos como los otros amigos, Nereida, y yo te enseñaré cómo es una verdadera amistad -respondo con una sonrisa emocionada, de repente ella ríe como si hubiera contado un chiste- ¿qué sucede? -pregunto confundido-

—A nadie le podría importar alguien como yo -niega con la cabeza riendo tristemente, volviendo al tema anterior-

—A mí me importas -agarro su mano y la pongo en mi pecho- no sabes cuanto

—No, Hipo... -me mira y yo la hago callar-

—Déjame demostrártelo -sonrío tiernamente y ella me mira confundida- con el tiempo, claro -digo nerviosamente-

—Bueno, ¿nos quedaremos aquí a seguir hablando del pasado o volveremos a la fiesta? -dice sonriendo-

—Por lo mientras -digo en voz algo baja- sólo quiero recuperar el tiempo perdido -guío su mano hasta mi mejilla y ella responde acariciándola-

—¿Entonces no quieres entrar? -una sonrisa misteriosa se forma en sus labios-

—No -digo seductivamente- quiero hacer algo más interesante -ella arquea una ceja coquetamente-

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

—¡Ah! -grita Nereida por tercera vez- ¡deja de hacer eso! -empieza a reír-

—Extrañaba esto contigo -digo bajo mi casco, Chimuelo se ha dejado caer por tercera vez mientras volamos- Chimuelo, haz las vueltas -acaricio su cabeza y él gruñe felizmente-

—¡No! ¡Las vueltas no! -Nereida se aferra fuertemente a mi cintura y esconde su rostro en mi hombro-

—¡Sujétate fuerte! -grito y Chimuelo empieza a elevarse mientras da las vueltas, después se detiene para volver a descender boca arriba- ¡Bien, amigo! -grito felizmente y él vuelve a su posición normal- ya puedes ver, Nereida -río tímidamente-

—Eres un grosero -ríe golpeándome levemente la espalda y vuelve a rodearme con sus brazos mientras su cabeza está apoyada en mi hombro- que lindo es aquí arriba -suspira relajadamente mientras vemos Berk a lo lejos iluminado solamente por las antorchas-

—Me lo debes por haberme mentido -río y siento cómo suelta su agarre a mi alrededor levemente- ¡hey! -trato de mirarla- sé que lo hiciste para protegerme, y créeme que es el acto más lindo que alguien haya hecho por mí -al decir esto, ella me abraza fuertemente y siento esas mariposas que se habían ido por un año-

—Te extrañé mucho -susurra y me doy cuenta de que está algo cansada por el largo viaje-

—Yo también -digo levemente-

—Quítate el casco -suspira tiernamente y me lo quito, acto seguido, ella posa una mano en mi cabello, acariciándolo- extrañaba la suavidad de tu cabello -pasa sus dedos entre él varias veces, causándome cierta sensación de relajación-

—Me vas a hacer dormirme si sigues acariciándome de esa manera -río débilmente, mis ojos ya están empezando a cerrarse-

—No queremos caernos, ¿verdad? -susurra a mi oído dulcemente y niego débilmente- entonces mantén tus ojos al frente -deja de acariciar mi cabello y deposita un beso en mi mejilla, obligándome a despertar-

—¿Algún destino que tenga en mente, Mi Lady? -digo caballerosamente y ella ríe-

—A donde tú quieras llevarme, Chico Dragón -aprieta su agarre en mi cintura por un momento y vuelve a soltarlo levemente, escucho un bostezo de su parte- 

—Creo que por este momento volveremos a Berk, necesitas descansar y Chimuelo ya se nota igual de cansado que tú -digo dulcemente y ella asiente- vamos a casa amigo -le digo a Chimuelo, él gruñe cansadamente y vuela de vuelta a Berk-

Al llegar, aterrizamos en el centro de la aldea. Siento a Nereida saltar ante el aterrizaje y veo como sus manos se separan rápidamente de mi cintura. Reacciono y me doy vuelta para agarrarla antes de que caiga al suelo.

Suspiro de alivio al darme cuenta de que no se ha herido, apenas faltaban dos centímetros para que su cara tocara el suelo. La levanto levemente y la vuelvo a acomodar sentada, después la cargo entre brazos y nos dirigimos a mi casa.

Chimuelo camina cansadamente detrás de nosotros, al llegar, él entra primero y se acomoda en la chimenea de la planta baja. Al parecer no dormirá conmigo esta noche. Cierro la puerta levemente detrás de mí para no despertar a Nereida y escucho pasos bajando la escalera.

—¿Hipo? ¿Eres tú? -es mi madre, se escucha preocupada-

—Si madre, tranquila, ya estoy aquí -susurro, pero no tan bajo para que pueda escucharme-

—Estaba tan preocupada -baja más rápido las escaleras y se detiene al verme cargando a alguien- ¿a quién traes ahí? -acerca su vela y alumbra la cara de Nereida-

—Shh -susurro- la vas a despertar -siento a Nereida moverse ante la luz que pega en su cara-

—¿Nereida? -mi madre susurra feliz- pensé que no había venido a la fiesta

—¿Por qué no me dijiste que la habías invitado? -susurro esperando una explicación-

—Quería darte una sorpresa -sonríe tímidamente- le envié una carta con BrincaNubes y ella la respondió rápido diciendo que sí vendría y que te extrañaba mucho -entonces es cierto, Nereida jamás dejó de quererme-

—Si, ella me dijo que me había extrañado mucho -siento mis mejillas tornarse rojas de timidez-

—Ya me contó el porqué te había dicho que no le importabas -acaricia mi mejilla y suelta una risita- debes entenderla Hipo, ¿ok? Pronto sabrás todo -eso me deja con una gran duda en mi cabeza-

—Amm, claro -digo no muy convencido-

—Bueno, ya ve a dormir -besa mi frente y yo subo las escaleras confundido-

Al llegar a mi cuarto, dejo a Nereida en mi cama y yo me siento frente a mi chimenea a pensar las palabras que mi madre me ha dicho. ¿A qué se refiere con que pronto lo sabré todo? ¿Acaso hay algo que Nereida no me ha dicho aún? Al parecer la batalla entre Drago y nosotros aún no ha finalizado, y supongo que Nereida está involucrada en todo esto.

Sigo tratando de acomodar las piezas cuando un murmullo asustado me saca de mis pensamientos, volteo y veo a Nereida removiéndose en la cama de un lado a otro. Asustado, me levanto rápidamente y me coloco a su lado.

—¿Nereida? -susurro-

—No... -cierra fuertemente sus ojos- no te lo lleves, ¡no! -se mueve frenéticamente, está teniendo una pesadilla- ¡no puedes controlarlo! ¡No puedes!

—Nereida...¡Nereida! -coloco mis manos en sus hombros y la sacudo levemente-

—Hipo... -susurra asustada- ¡no! -se despierta de un golpe y se incorpora en la cama quedando sentada-

—Nereida... -acaricio su mejilla y ella me ve de un momento a otro tranquila-

—Hipo -me abraza fuertemente y yo respondo a su abrazo- pensé que te había perdido

—Tranquila, estoy aquí -acaricio su pelo con mi mano- ¿qué pasó? -me separo de ella para ver a sus ojos llenos de dolor-

—Tuve una pesadilla horrible, no quiero hablar sobre ello -niega con su cabeza, está realmente dolida por una pesadilla, y temo que sea algo que haya vivido-

—¿Siempre la has tenido? -pregunto buscando pistas y respuestas ante la frase de mi madre..."Pronto sabrás todo"-

—Sí -baja su cabeza- cada noche, la misma pesadilla, el mismo fin, el mismo sufrimiento -cubre su cara con sus manos y me doy cuenta de que la pesadilla es en realidad un recuerdo horrible de su pasado que todavía no ha cicatrizado, y que no lo hará hasta obtener la paz de éste-

—Lo siento mucho...no quise... -pero soy interrumpido por su voz dolida-

—El fuego, las llamas, el humo, cubren el lugar completamente -entrelaza sus manos entre sí, estrujándolas a causa de los nervios y el terror- yo me encuentro en el suelo, apenas escuchando las voces de terror sonando a lo lejos, al parecer estoy aturdida por cierta cosa, aunque no recuerdo que es -la miro con atención y ella traga saliva para volver a hablar- busco a Furia Nocturna en el lugar...lo llamo y lo llamo, buscando una señal de vida sobre él -una lagrima se asoma en cada uno de sus ojos y yo estoy a punto de entrar en estado de shock- antes de poder encontrarlo, una figura enorme aparece frente a mi, y entonces...el sueño desaparece -noto que su respiración deja de escucharse y me asusto-

—Nereida, reacciona -digo mientras coloco mis manos en sus mejillas-

—Él piensa que me puede controlar, pero no sabe de lo que soy capaz -su mirada se torna molesta y llena de rencor- no puede controlarme...ni siquiera a Furia Nocturna... -sus palabras me dejan confuso, pero decido recordarlas para alguna ocasión en la cual se puedan necesitar- siento haberte metido en esta guerra Hipo -sus ojos se conectan con los míos y siento cierta advertencia en ellos, como si me hubiera metido en algo de lo que ya no podré volver a salir-

—No pienses en eso ahora -sacudo mi cabeza alejando sus ojos penetrantes de mi mente- por lo mientras hay que disfrutar los momentos que tenemos juntos -pongo mi mano en su cabello y empiezo a acariciarlo- no te dejaré en esta guerra sola -digo con toda seguridad y ella me abraza fuertemente para luego darme un beso corto en la mejilla- será mejor que duermas -digo dulcemente y ella se separa de mí bostezando y recargándose en mi pecho-

—Duerme conmigo -suspira- me siento más segura sabiendo que tú estás a mi lado -sus palabras me llegan como una flecha al corazón y no puedo evitar sentir demasiadas emociones por ella-

Asiento con la cabeza, ya que no puedo responder por la estampida de emociones que se encuentran en mi mente y me acomodo en la cama. Me quito el traje que había traído toda la noche, dejándome solo mi típica camiseta verde y mis pantalones cafés, después me acuesto en la cómoda cama.

Acto seguido, ella se recarga en mi pecho y yo jalo unas mantas para cubrirnos del frío. Miro hacia el techo mientras siento su respiración en mi cuerpo, sus brazos me rodean completamente, manteniendo el calor entre los dos.

—Gracias por estar aquí para mí, Hipo -suspira adormilada-

—Siempre estaré ahí para ti -digo, pero no recibo respuesta por parte de ella, ya que se ha quedado dormida rápidamente- siempre... -susurro finalmente para caer en un sueño profundo-

El sonido del techo siendo golpeado por algo me obliga a abrir los ojos algo cansado, miro a mi lado y me encuentro con Nereida durmiendo con una sonrisa en su rostro. Los golpes en el techo se vuelven a escuchar y entiendo que es Chimuelo, al parecer quiere salir a pasear, pero yo estoy demasiado cansado todavía como para salir a volar.

Al parecer el sonido despierta a Nereida, quien se remueve en su lugar y luego abre los ojos algo adormilada todavía.

—¿Acaso Furia Nocturna no puede estar sin volar un solo día? -se escucha irritada y yo río al verla cubrirse completamente con las mantas-

—Tranquila, le diré que hoy no hay vuelo -me levanto, me pongo mis botas y salgo de la habitación para después salir de la casa y hablar con Chimuelo-

La nieve cubre completamente Berk, volviéndolo un lugar blanco y congelado, Chimuelo sigue golpeando el techo y me dirijo hacia él.

—Buenos días, señor mandón -dicho esto el gruñe burlón y yo hago su mismo acto, me recuerda a la Snugletog de hace 6 años, cuando descubrimos que los dragones dejaban Berk para tener bebés- perdona amigo, hoy no hay paseo, lo siento, Nereida acaba de llegar y...tú sabes... -el baja del techo cuando nombro a Nereida y me mira pícaramente- sólo quiero pasar tiempo con ella, no la he visto desde hace un año, ay dioses, ¿cómo se te ocurre pensar otras cosas? -río y el hace una mueca de sonrisa, haciéndome entender que no hay problema-

Me dirijo de vuelta a casa y me encuentro con mi madre preparando desayuno y a Nereida en la mesa sentada. Al verla, ella me sonríe cálidamente y palmea un asiento a su lado invitándome a sentarme con ella, obviamente no digo que no a la propuesta.

—Buenos días hijo -mi madre pone dos platos con pescado frente a nosotros- ¿cómo durmieron? -pregunta mirándonos, pero en especial a Nereida, al parecer ella sabe sobre la pesadilla-

—Bien, gracias Valka -dice Nereida sonriendo-

—Yo igual madre, gracias -sonrío y empiezo a comer-

—¿Tienen planes para hoy? -pregunta mi madre sonriendo-

—Amm, no -miro a Nereida, quien me sonríe divertida- ¿por qué?

—¿Por qué no llevas a Nereida a pasear un rato?

—No se, ¿tú que dices Nereida? -la miro-

—Amm, me encantaría -ríe divertida-

—Llévala a la Academia de Dragones, seguro que ahí se divertirá con los demás -opina mi madre-

—Mamá, no creo que a ella le guste... -pero Nereida me interrumpe-

—Si, quisiera saber que nuevas técnicas han aprendido tú y tus amigos con los dragones -me mira de forma desafiante, recordando la última vez que la llevé ahí- digo, si es que han aprendido

—Amm, si, hemos aprendido nuevas técnicas de vuelo -digo encogiéndome de hombros-

—Bueno, después de desayunar, pueden ir -dice mi madre sonriendo-

Después de terminar nuestro desayuno, llevo a Nereida a la Academia de Dragones, en donde se encuentran los demás chicos, Patán, Patapez, Brutacio y Brutilda, y por último, Astrid. Al ver a Nereida entrar conmigo, todos se sorprenden, incluso Astrid, y en un abrir y cerrar de ojos la han rodeado de un mar de preguntas.

—¿Por qué te fuiste? -pregunta Brutilda-

—¿Cuándo llegaste? -pregunta Patán sonriente-

—¿Te quedarás para siempre? -pregunta Patapez emocionado-

—¿Tú e Hipo ya son novios? -se burla Brutacio-

—Bueno, bueno, tranquilos chicos, apenas llegó ayer -les digo algo exasperado-

—Me alegra volver a verlos, chicos -dice Nereida sonriendo- como dijo Hipo, llegué ayer en el baile de Snugletog, no, no creo quedarme para siempre, me fui por protección y no, Hipo y yo no somos novios, sólo somos amigos -ríe- ¿algo más?

—Yo quiero decir algo -habla Astrid, sorprendiendo a Nereida-

—Bueno, te escucho -Nereida sonríe cálidamente-

—Sólo quiero pedirte perdón, por lo que te hice, por lo que les hice a ti y a Hipo -baja su cabeza arrepentida mientras cierra sus ojos- lamento haber actuado como una tonta frente a ti, espero que puedas perdonarme

—Claro que te perdono, Astrid -Nereida se dirige a abrazarla- jamás le guardo rencores a las personas -se separa y sonríe dulcemente-

—Gracias, Nereida -Astrid parece que va a llorar-

—Bueno, me encantaría ver las nuevas técnicas que han aprendido -dice Nereida entusiasmada-

—Oh, claro -digo sobresaltado- vamos chicos, hay que enseñarle lo que hemos aprendido -sonrío y todos asienten con la cabeza dirigiéndose a sus dragones-

Nos elevamos al cielo y empezamos las nuevas técnicas de vuelo, Astrid da unas cuantas vueltas con Tormenta, Patán y Colmillo hacen ataques con fuego, Patapez y Albóndiga dan unas cuantas maniobras en el aire y los gemelos Brutacio y Brutilda dan vueltas y atacan a los tiros con blanco.

Yo me elevo altamente por los cielos con Chimuelo, doy unos giros hacia atrás con la habilidad que mi madre había descubierto en él y le disparamos a unos cuantos blancos. Nereida mira desde la Academia con una sonrisa, finalmente bajamos del cielo y aterrizamos en el lugar, mientras ella aplaude con alegría.

—Es increíble lo que han aprendido -anuncia felizmente-

—¿No quieres aprender unas técnicas tú? -le pregunta Patán-

—¿Y-yo? No, no creo poder hacerlo como ustedes -dice Nereida nerviosamente-

—Vamos, es divertido -dice Brutilda-

—Si quieres, puedes ir en Chimuelo -le digo sonriendo-

—¿En serio? -me mira- bueno...supongo que unos cuantos minutos en el aire no serán malos -sonríe encogiéndose de hombros-

—Bien, sube en Chimuelo, te ayudaré -digo y la ayudo a montarse en él- ¿lista? -la miro con una sonrisa, pero al ver su expresión mi sonrisa se esfuma- ¿qué sucede?

—Tengo miedo de volver a caer -sus ojos se pierden en un punto del lugar-

—Tranquila, ya no tengo mi arma de nuevo -río y ella ríe también mirándome desafiante- vamos, puedes hacerlo -la animo-

—Bien...aquí vamos -se sujeta de Chimuelo- ¿listo Furia Nocturna? -lo mira con una sonrisa y él asiente con la cabeza- bien...¡ahora! -grita y Chimuelo se eleva con rapidez en los aires-

Todos miramos con atención como Nereida y Chimuelo hacen técnicas en el aire, en uno de esos momentos, Nereida se despega del asiento y siento que mi corazón se detiene. Da unas cuantas vueltas en el aire al igual que Chimuelo y momentos después cae de nuevo en su montadura. Al parecer ellos dos tienen esa técnica especial.

Minutos después, ambos vuelven a la Academia y todos aplaudimos por su increíble trabajo en equipo. Nereida se baja de Chimuelo y le sonríe abrazándolo, me siento mal por haberlos separado por mucho tiempo. Todos se acercan a ellos, incluyéndome, y Nereida sigue sonriendo y riendo.

—No hemos perdido el toque, Furia Nocturna -dicho esto, hacen un saludo especial, donde ambos chocan una mano-pata, unen sus narices frotándolas, después se separan y rugen- oh, dioses, he perdido un poco el rugido del saludo -Nereida ríe al notar que ha desafinado un poco-

—No sabía que tú y él tenían un saludo -digo sonriendo-

—Bueno...eso fue antes de haberlo perdido -sonríe tímidamente acariciando la cabeza de Chimuelo-  extrañaba un poco hacer cosas con él

—Sigo sintiéndome mal por haberlos separado -digo apenado-

—No te preocupes, Hipo -me mira- al parecer Furia Nocturna era la clave para que ambos nos conociéramos -sonríe con ternura, pero después su sonrisa se esfuma como si hubiera recordado algo- dioses...es tarde -mira hacia el horizonte- tengo que volver

—¿Volver a dónde? -pregunta Astrid con algo de tristeza-

—Tengo que regresar al Santuario de Dragones -Nereida nos mira apenada por la situación-

—¿Qué? ¿Te irás de nuevo? -la miro de forma triste-

#Nereidarompekokoros('8 okno xD

¡Hola chicas! ¿Cómo han estado? Perdonen que me tardara más de un mes en subir capítulo, no me encontraba tan bien personalmente y la escuela me ha traído un tanto ocupada </3 pero logré tomar un tiempo libre para dedicarme a subirles el siguiente capítulo de esta historia :33

¿Qué les ha parecido? Ya la "rivalidad" (que no duró nada, pero...xD) entre Astrid y Nereida ha terminado, lo cual me deja algo tranquila :3 sin embargo, las cosas comienzan a tornarse serias. Ya faltan pocos capítulos para encontrarnos con Drago ManoDura, y se vendrán cosas muy grandes en el enfrentamiento (incluyendo lo que ya sabemos que ocurrirá...) estoy emocionada por llegar a esa parte xD <3<3 por ahora, me despido, ¡ya saben que las amo con todo mi corazón y mi alma! ¡Gracias por apoyar esta historia! Me hacen muy feliz :'3 <3<3 ¡nos vemos luego! Byeee :333 <3<3

P.D: En cuanto a la propuesta de la historia antes de ésta, pienso comenzar a publicarla este fin de semana, así que atentas :33 <3<3 ¡gracias por haber comentado y aceptado la propuesta! <3<3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro