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capítulo O2.


Segundo paso: Enamórate.
¡Y asegúrate de que te rompan el corazón!


Yoongi era guapo. Su rostro entero parecía una escultura con líneas perfectamente colocadas, dibujando ángulos rectos en algunas partes, curvas infinitas en otras. Taehyung tendía a perderse observando esos detalles, a verse atrapado sin querer por el sorpresivo -y muy hermoso- color gris de sus ojos.

Esta vez, Taehyung miraba la vereda por el espejo retrovisor. Lo que podía, al menos, a través del cristal empañado.

Yoongi lo miraba a él, por lo que podía juzgar por el rabillo de los ojos.

"Me divertí hoy"

"Me divertí también" Taehyung le miró y notó a la perfección como Yoongi lo miraba con una expresión hambrienta. "Quizás deberíamos salir otra vez"

"Sería excelente" admitió, y luego miró al costado, como hacía cada vez que buscaba una palabra. "Genial"

Taehyung rió bien bajito.

"Genial" insistió y lo tomó por las mejillas para acercarlo a un beso.

Yoongi era guapo, tenía un acento sexy, y era un excelente besador. Sobre todo, tenía manos grandes y anchas, que se las ingeniaba cada vez para encajar en el ángulo perfecto del cuello de Taehyung, a su costado, como parte de su piel.

Y besaba tan bruscamente, como todo en él. Pero había algo de su firmeza que llamaba a Taehyung; algo rudo y animal, desesperado.

Eran las doce de la noche y llevaban minutos estacionados frente a la casa de los Kim. Él sabía que no estaban esperándolo despierto, porque había dicho que se quedaría donde Jungkook. Sabía también que nadie pasaba por esa calle a esas horas: demasiado temprano para que los vecinos de su edad estuvieran volviendo de la fiesta, demasiado tarde para el último paseo de perros de la cuadra. Sabía que el vidrio empañado los protegería de fisgones.

Sobre todo, sabía que no estaba listo.

"Lo siento, amor" susurró sobre su boca. Amor. ¿Cuántos años tenía, doce? "Lo siento"

Yoongi sonrió, pudo sentirlo en sus labios. Lo besó suavemente antes de convertir la caricia en un mimo, acomodándole la ropa.

"Yo lo siento, no intentaba apresurarte"

Taehyung le acarició la mejilla, siguiendo la línea de su mandíbula que era jodidamente perfecta. ¿Cómo podía ser tan guapo? A Taehyung ni siquiera le gustaban los pelirubios.

"Es sólo que... no así, ¿sabes?" carraspeó y se acomodó en el asiento, mientras se abotonaba el saco. Yoongi sonreía mientras corría su manos para abotonárselo él.

"Lo sé, bebé" insistió. "Pero no puedes culparme. Eres demasido hermoso y besas tan bien"

Taehyung se reincorporó para que le acomodará el cuello. Yoongi lo besó otra vez.

"Pero, puedo esperar, no te preocupes por eso"

Después de decir eso le acarició la mejilla y Taehyung sonrió sobre su mano, y se sintió tan amado, tan cuidado. Quizá por eso lo dijo.

"Quizás... mis padres se irán con las chicas en unas semanas. Puedo hablar con Jihyo para que nos deje la casa"


Taehyung esperó en el pórtico hasta que el auto dobló en la esquina. Técnicamente, podría quedarse a dormir en su casa y contarle todo a Jungkook por la mañana, pero, honestamente, no quería hacer eso. Sobre todo porque sabía que no iba a poder dormir hasta que sacara aquello de su sistema.

Caminó los treinta metros por el patio de la Señorita Im, hasta aparecer detrás del caserón Jeon: dos pisos, cuatro dormitorios, y una pileta. Jungkook había querido mudarse al ático apenas entró en su fase de adolescente incomprendido, pero, por suerte para Taehyung, continuaba viviendo en el dormitorio de cuando era niño, con aquella ventana situada perfectamente contra el techo en lluvia de la extensión de la cocina.

¿Despierto?, escribió y lo envió, aunque sabía la respuesta porque por la ventana de Jungkook podía ver el resplandor pálido del computador.

Jungkook abrió la ventana, e hizo un gesto con las manos. Antes de asomarse con la escalera de sogas de siempre, se llevó el dedo índice a los labios pidiéndole silencio. Aparentemente estaba castigado, de nuevo. Taehyung rodó los ojos.

La primera vez que se había escabullido en su dormitorio, tenían doce años y Jungkook no estaba yendo a la escuela desde hacía días. Estaba 'muriendo de aburrimiento', de acuerdo a los informes diarios por walkie talkie. Su mamá no dejaba a Taehyung visitarlo por algo que, para él, en ese momento, era una excusa, pero ahora era altamente comprensible: Jungkook tenía varicela y Taehyung nunca la había tenido.

Taehyung había aparecido una tarde después del colegio, tirando piedritas a su ventana cual Romeo enamorado. Jungkook tenía el rostro lleno de puntitos rojos, pero su rostro se iluminó de todas formas cuando lo vio. Salió al techo de la cocina, en sus pijamas, y enganchó una escalerita a unos clavos salidos de las tejas, y milagrosamente Taehyung no murió intentando subir.

Más tarde ese día, mientras el virus se le metía al cuerpo sin él saberlo, Jungkook le contaba de la bolsa de gomitas que había compartido con Yerim, su hermana, en la otra casa, y de la escalera que había decidido esconder cuando la vendieron al mudarse al caserón, en caso de que algún día la necesitase para una guarida secreta.

Taehyung tuvo varicela ese invierno y fue horrible, pero, por lo menos pudieron recluirse del colegio juntos, jugando videojuegos y comiendo torta de chocolate.

La escalera sobrevivió a los años, y unos veranos más tarde, cuando Chaeyoung había obligado a Jungkook a que limpie las canaletas, había aprovechado para instalar unos tornillos más resistentes que hasta ahora, para un Taehyung de diecisiete años, funcionaban.

El mayor entró al dormitorio de Jungkook y cerró la ventana.

"¿Cómo está Min?" dijo Jungkook, con apenas un oído descubierto del auricular. Taehyung le quitó el otro también mientras caminaba a su cama.

"YoonGi"

"Min Yoongi"

"Min YoonGi. ¿Cómo siquiera sabes sólo su apellido?" lo corrigió Taehyung. "Y es sólo así, no seas un idiota"

Jungkook se rió bien fuerte, pero todos en la familia eran inmunes a los andares ruidosos del hijo pródigo. Podrían detectar un escalón de la escalera flojo al oír a otro pisarlo, pero a las carcajadas de JungKook estaban todos acostumbrados.

"¿Por qué te castigaron?"

"Fallé matemáticas" explicó. "Lo cual no debería siquiera ser un problema porque yo no quería hacer la especialización de todas formas"

"Eres genial en matemáticas" lo regañó Taehyung.

"Soy decente en matemáticas" lo corrigió. "No fui al examen. Me quedé fumando con el estudiante de intercambio. Namjoon hyung. Él me dijo lo de Yoongi"

Taehyung puso los ojos en blanco.

"¿Hasta cuándo estás castigado?" preguntó mientras buscaba en sus bolsillos el atado de cigarrillo. Quedaban sólo dos, pero estaba bien porque entonces podría tirarlos en la calle de camino a casa, en lugar de esconderlos en la maceta de siempre.

"El profesor me dio una segunda oportunidad, pero tengo que entregar un trabajo el lunes. Así que hasta que lo termine"

Taehyung volvió a abrir la ventana. Se echó hacia atrás, agarrando el marco, hasta que pudo observar la ventana del dormitorio de Jihyo: todo apagado todavía.

"Quieres estar castigado" susurró.

Jungkook se quitó los auriculares del todo y los dejó en el escritorio.

"Claro. Quién no ama estar recluido en su propio dormitorio por horas y horas" Taehyung le arqueó las cejas, mientras se corría un poco para dejarle lugar en el marco de la ventana también. Dió una calada y le pasó el cigarrillo.

Jungkook solto humo en forma de aros que se perdió en la noche. Tardó un momento en realmente responder a lo que Taehyung había dicho:

"Es decir, quiero que entienda que no tengo ningún interés en ésto, ¿sabes? ¿Por qué siquiera le di el gusto de hacer matemáticas?"

"Porque no eres malo en eso y podría abrirte más puertas en la Universidad"

"Para estudiar cosas que no me interesan" protestó. "Hyung, ¿desde cuándo estás del lado de mi mamá?"

Taehyung se encogió de hombros. Jungkook fumó otra vez y le devolvió el cigarro.

"¿Cómo está Min?"

"Bien" admitió y no pudo controlar la sonrisa que trepaba de a poquito por sus labios. "Fuimos al cine y después paseamos por la ciudad, con las ventanas bajas"

"Tan romántico" se burló Jungkook.

Taehyung río suavemente.

"Nos besamos en el auto" dijo. "Casi me corro en mis pantalones"

"¿Cuántos años tienes, doce?" se burló y ante la boba sonrisa de Taehyung como respuesta, le golpeó bruscamente el brazo. El mayor casi tira el cigarro sobre la alfombra. "¿Lo hicieron?"

Negó con la cabeza.

"Muero por, honestamente. Tengo miedo de que por ser mi primera vez él quiera... tú sabes" murmuró.

Jungkook sólo le quitó el cigarrillo de los dedos, y no respondió. Taehyung amaba el silencio, amaba sólo pasar el tiempo con Jungkook, pero ésta vez era diferente. No había ido a visitarlo a la medianoche para fumar, lo había ido a visitar porque quería respuestas, y él no se las estaba dando.

Lo miró. Sus ojos brillaron un instante repitiendo la luz de la pantalla, pero entonces ésta se apagó y la oscuridad le comió el rostro. Apenas podía ver los contornos de su boca alumbrados por la brasa del cigarrillo. La última calada, profunda, brillante, y Jungkook tiró la colilla por la ventana con un movimiento rápido de los dedos.

"Siempre tendrás una excusa, hyungie" susurró Jungkook, y se giró en él hasta sacar una pierna por el costado y recostarse contra el marco mismo. "Primero querías que fuera un tipo guapo, luego querías que fuera mayor, luego que fuera con alguien que te quiera, luego quisiste hacer el amor, y ahora quieres... ¿cuál es siquiera la excusa?"

"Quiero follarlo, no quiero que me folle" explicó Taehyung frustrado ante la incapacidad de Jungkook para captar sutilezas.

Su mejor amigo sólo parpadeó.

"Te adora, apuesto a que hará lo que quieras para que sea especial"

Taehyung tragó saliva. La respuesta que había ido a buscar finalmente estaba frente a él, pero le sabía agria.

"¿Y si hago algo mal? Podría terminar en un desastre"

"Eres tan dramático" protestó Jungkook. "Ve y fóllalo, Tete. Hazlo por los que no podemos"

Jungkook le palmeó solemnemente el hombro y Taehyung no pudo evitar reír. No demasiado fuerte, lo suficiente. La luz del dormitorio de Chaeyoung se encendió, y la noche se acabó de golpe.

Le pasó la escalera a Jungkook y bajó del tejado colgándose por la viga del costado. Desde su escondite junto a la extensión de la cocina, podía oír a Chaeyoung cuestionando a Jungkook.

Esperó unos minutos antes de volver a su casa. Quería fumar el último cigarrillo y descartar el atado entero: paseó por la calle de Jungkook tarareando canciones y chequeando su celular.

El mensaje de YoonGi llegó inmediatamente después del de Jungkook, así que leyó ese primero.

Yoobi ♡

Sé que dijiste que podría ir a tu casa cuando tus padres no estén, pero quiero que sepas que estará bien cuando tú lo decidas. si es en dos semanas o en dos meses, está bien. es tu primera vez y debería ser especial. Te amo.


Taehyung se mordió el labio y fumó sólo para ocultar la sonrisa, aunque no había nadie allí que pudiera verlo. Se ahogó, pero por suerte nadie pudo ver eso tampoco, luego leyó el de Jungkook;

Ojitos de medialuna.

Siempre vas a tener miedo, ¡las nuevas cosas son atemorizantes! Y no importa si eres horrible, porque el tipo está tan embobado que ni lo notará. ;P ;P

Idiota. Le respondió a Jungkook primero:

Buenas noches, Koo, descansa

Como no quería parecer desesperado, recién respondió a Yoongi cuando por fin se había terminado el cigarrillo. Se sentó en el cordón de la vereda de su casa y escribió y borró hasta que finalmente estuvo conforme con su mensaje:

Será especial porque eres tú.
te amo también


Yoongi y él se mensajearon constantemente toda esa semana. Cosas cursis la mayor parte del tiempo, pero a veces, por las noches -o durante la clase de Literatura-, las preguntas sobre la noche especial que se acercaba surgían, y la conversación subía de tono.

Yoongi parecía obsesionado con las mamadas y no es que Taehyung tuviera un problema con eso en sí, pero a veces los miedos volvían. Yoongi estaba en segundo año de la Uni, y probablemente había tenido muchas mamadas en su vida con las que compararía a Taehyung.

Le habló de sus miedos a Jungkook el jueves, mientras fumaban detrás de la suspendida obra en construcción del vecindario, escondiéndose de sus madres porque habían faltado a clase.

"Hacer mamadas es literalmente
tan fácil, hyungie" lo regañó Jungkook.

Tenía autoridad para hablar del tema. Había hecho unas cuantas desde que había decidido perder la virginidad antes de ir a la universidad. Su plan todavía no había tenido éxito, dicho sea de paso, pero Taehyung dudaba que eso tuviera que ver con la calidad de sus mamadas.

"Sólo practica con una banana o algo" insistió.

"Eres de gran ayuda, honestamente" murmuró entre dientes, y sacó el paquete de papas fritas de la mochila de Jungkook.

"¿Qué quieres que te diga, que es una técnica compleja? ¿Que necesitas mamar diez tipos antes de hacerlo bien?" se burló. "¿Que hay un curso que puedes hacer online? Sólo te metes su coso en la boca y lo chupas, Tae"

"Lenguaje" lo regañó, frunciendo el ceño.

Jungkook se rió bien fuerte, y los dos se apresuraron a mirar alrededor para ver si alguien los había oído. Era ridículo, porque la obra llevaba en construcción desde que le habían congelado las cuentas al Sr. Li por evasión o lo que sea. Nadie vivía, ni viviría allí por, al menos, algunos meses.

"Solamente introduces su pene entre tus labios y succionas, ¿está mejor?" Taehyung rodó los ojos y Jungkook rió otra vez. "No succiones, sólo... sube y baja, como... descubrirás cómo hacerlo, no es difícil"

"Uno pensaría que con tanta experiencia darías mejores consejos" se burló. Jungkook le pegó fuerte en el brazo. "¡Ouch!"

"¿Me estás diciendo zorra?" protestó. "Te recuerdo que yo soy virgen"

"Los dos somos vírgenes"

"No por mucho, Futuro Señor Min"

Taehyung rodó los ojos y sacó otro puñado de papas del paquete.

"No todos tenemos la suerte de conocer a nuestros futuros esposos en el colegio, Tae. Algunos tenemos que perder la virginidad con algún idiota con pene decente que conociste en una fiesta"

"Interesante forma de hacer casting" se burló otra vez y Jungkook lo golpeó un poco más fuerte. "No tienes novio porque no quieres, ese chico de la escuela privada te invitó a salir. Era guapo, y estaba obsesionado contigo"

"Jay. Es algo idiota, en caso de que no lo notaste. Probablemente su pene falle por todos los esteroides"

"No consume esteroides" lo corrigió. "Y no se llama Jay"

Jungkook se encogió de hombros. Prendió un cigarrillo y recostó la cabeza contra la lona transparente.

"No quiero salir con un tipo que no me gusta" explicó. "Prefiero el plan de una noche con un pene decente que conocí en una fiesta"

Taehyung suspiró. Se había resignado en intentar comprender a Jungkook tan pronto el menor entró a la adolescencia. Antes de eso era una ecuación simple: videojuegos, fútbol y comida. Películas de barbie y música ruidosa igualaba a un Jungkook molesto. La sopa y los días lluviosos sólo lo hacían miserable. Taehyung había aprendido a entender su modo de actuar interpretando el contexto y dándole lo que quería, aunque él no supiera del todo qué era.

Ahora, la mente de Jungkook era una compleja red de quiero-y-no-quiero- escrita en jeroglíficos. Tenía la discografía de Taylor Swift escondida en la carpeta de pornografía de su PC, el chico tenía problemas. Taehyung ni siquiera intentaba comprender del todo por qué se esmeraba en perder la virginidad con cualquier idiota.

"Sólo quiero estar listo cuando mi chico especial llegue" continuó Jungkook y Taehyung guardó silencio porque eran raras las ocasiones en las que se abría, así, porque sí. "Y podría ser un mal tipo y dejarme follar por Jay, pero entonces estaría usándolo y no quiero ser ese tipo"

Taehyung dejó pasar unos segundos de silencio antes de decidir que eso era, sorprendentemente, una conversación. Carraspeó.

"¿Cómo puedes saber si el chico especial no es Jay?" dijo. "Su nombre no es Jae, dicho sea de paso. Estoy casi seguro de que era algo como Jaebeom"

Jungkook suspiró.

"El chico especial es como... de estatura alta y ojos color negro, sonrisa bonita y poco común" explicó, y sonreía mientras evitaba su mirada, como si pudiera saber, sin verlo, que Taehyung estaba juzgándolo mientras hablaba. "Es inteligente, y amable, y tiene grandes manos pero es como, suave conmigo. Tiene voz grave y cabello largo, ¿sabes?"

"Sí" dijo Taehyung asintiendo suavemente, y Jungkook finalmente lo miró. Estaba sonrojándose. "Es literalmente el tipo de la búsqueda del tesoro"

Jungkook estalló en carcajadas, tan fuertes que los pajaritos, que picoteaban migas de galletas en la entrada de la construcción, volaron espantados. Taehyung quiso mantener la seriedad, pero la risa de Jungkook era pegajosa.

"Me había... olvidado... de eso" dijo entre risas.

¿Cómo había podido? El recuerdo en la mente de Taehyung era tan claro y recurrente que le había costado mucho trabajo contenerse de no traerlo a colación todos los días.

Tenían algo así como once años, y estaban jugando en el ático de Jungkook a los exploradores. Fue un verano en el que el señor Kim los había obligado a ver En busca del Arca Perdida y por obligado quería decir que se había rehusado a cambiar de canal mientras ellos construían un castillo con bloques en la alfombra de la sala. Su madre y las hermanas de Taehyung habían salido y cuando el progenitor notó que se habían entusiasmado con la película, les preparó chocolatadas y los dejó comer en el sillón.

Jugaron a los exploradores todos los días, investigando los patios, y las plazas, y cuales fueran los lugares en los que estaban. Ese día llovía, y decidieron explorar el ático, porque era el único lugar de la casa en donde no dejaban ir a las niñas.

'La búsqueda del Tesoro' estaba escondido entre otros libros en una caja cerca de la ventana. El tipo en la portada era musculoso, de largo cabello negro. Sus ojos oscuros estaban enredados apasionadamente con los de la heroína del libro, pero ni Taehyung, ni Jungkook, se percataron de eso. En cambio, notaron el fondo de jungla, y las bestias salvajes escondidas entre las hojas, y la vestimenta del tipo del mismo color caqui que las de Indiana Jones.

Lo empezaron a leer por simple confusión, pero para cuando los llamaron a tomar el té, ambos sabían que el Tesoro que buscaba el explorador nada tenía que ver con el Arca Perdida. Escondieron el libro entre los demás juguetes y bajaron a merendar.

Taehyung nunca había hablado del tema, en parte, porque era patético repasar el verano que había pasado con Jungkook leyendo a escondidas y fantaseando sobre un tipo ridículamente perfecto y el modo en que hacía sentir a Emily como una mujer. Sobre todo, nunca hablaban del tema porque se habían besado ese verano, bajo el cobertor de su cama, con la luz de la linterna perdiéndose entre sus pies, y si Jungkook había decidido que él no quería hablar de eso, entonces eso estaba bien por él.

Ahora, resultaba que Jungkook ni siquiera recordaba el asunto.

"Nos besamos, ¿verdad?" recordó Jungkook, secándose las lágrimas que la carcajada le había sacado. "Había olvidado totalmente eso"

"Gracias" respondió Taehyung.

Jungkook le golpeó el brazo otra vez, pero más afectuosamente. No dolió.

"Fue tan bueno que lo reprimí por años" razonó en tono pomposo. Taehyung sonrió. "No puedo creer que estoy enamorado del Profesor Hedwig-Smith"

Taehyung meneó la cabeza y encendió un cigarrillo. El que había prendido Jungkook había terminado rodando en el suelo durante el ataque de risa.

"Recuerdas su nombre" murmuró.

Jungkook rió otra vez pero de un modo más suave.

"Es estúpido, ¿verdad? Estoy preparándome para un tipo que ni siquiera existe"

Taehyung iba a darle la razón: era un poco tonto. Jungkook podría tener una linda relación si quisiera, era un chico bonito y divertido, y tenía algo que siempre atraía a los chicos como ellos. Podría haberla pasado genial con Jaebeom, yendo a cenar a lugares lindos, o de visita a su club privado. Iba a decirle todo eso, pero cuando lo miró lucía tan decepcionado.

"El Profesor Hedwig-Smith definitivamente no existe" dijo. "Pero si existe un tipo así de seguro perdería la cabeza por ti, Koo"

No estaba mintiendo, completamente.

Jungkook sonrió, y le sacó el cigarrillo de los dedos.

"¿Tienes cita éste fin de semana? Salgamos"

Taehyung echó la cabeza sobre la lona y cerró los ojos. Se encogió de hombros.

"Okay"
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Le mintió a Yoongi al respecto. Él se había quedado sólo en los dormitorios de la Universidad, y no podía salir por sus exámenes, pero lo había invitado a pasar la noche de todas formas. Taehyung ya había decidido que quería hacerlo con él, pero se había comprometido con Jungkook, y, además, quería asegurarse de que la charla sobre el profesor Hedwig-Smith no lo había afectado.

Jungkook no tenía problemas con acostarse con cualquier idiota por primera vez, pero quería que fuera un idiota que no estuviera buscando nada serio y que tuviera un pene decente, y Taehyung iba a asegurarse de que cumpliera sus estándares. Iba a asegurarse de que el afortunado no fuera escalofriante, mientras estaba en eso.

Usó el estudio como excusa. No era del todo una mentira, porque Taehyung realmente debía estudiar si quería entrar a la universidad de Yonsei, como soñaba desde que la profesora de inglés lo había convencido de que tenía buenas probabilidades de entrar. Pero venía bien con sus lecturas y salir un viernes no le haría daño.

La cuestión es que no sólo el alcohol puede arruinar un fin de semana. Si fuera así, hubiese bastado con aquel auto-control que había sacado quién sabe de dónde.

Eran las dos de la mañana, y Jungkook había desaparecido por algún rincón con un tipo guapo que se había graduado del colegio el año anterior. Acababa de volver de sus terceras vacaciones del año sabático, y estaba bronceado después de una temporada en Australia. Saludó a Taehyung amistosamente, pero siempre había tenido una debilidad por Jungkook, y no pasó mucho tiempo antes de que estuvieran besándose en la barra.

Taehyung conversaba casualmente con sus amigos, pero en el fondo no dejaba de preguntarse si acaso Jungkook se daría cuenta de que a ese chico le gustaba, en serio, y si eso cambiaría sus planes. Estaba a punto de escribirle a Yoongi, para decirle, me gustas, en serio, porque se sentía así, cuando Jungkook apareció y lo tomó por el brazo, arrastrándolo hacia la puerta.

"¿Qué pasa?" preguntó confundido.

"Nos vamos" respondió con el ceño fruncido y la expresión más enojada que le había visto desde... desde que lo había conocido.

Taehyung se paró abruptamente entre la gente; una camarera tuvo que frenarse en seco para no tirar una bandeja con tragos sobre ellos. Los miró acusadoramente antes de rodearlo. Jungkook evitaba su mirada, sin dejar de tironear de su brazo.

"¿Qué te hizo?" dijo.

"Vamos Taehyung, te explicaré afuera" insistió, tironeando otra vez.

"¿Necesito golpearlo?" preguntó, pero ver a Jungkook titubeando lo enfureció todavía más. "Voy a golpearlo" sentenció y dió media vuelta.

Resultó que Jungkook ya lo había golpeado, y que el tipo en cuestión no era él: Yoongi se acercaba a ellos intentando frenar el sangrado de su nariz apretándolo inútilmente con su mano. Lucía enojado pero cuando vio a Taehyung, abrió sorprendido los ojos y se quedó quieto.

Jungkook presionó suavemente su brazo.

"Vamos" dijo. Taehyung asintió lentamente, sin quitar la mirada de Yoongi, y lo siguió.
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