Narra Caleb:

He seguido a la perfección los veinte pasos que me dio Kira. Ahora sí puedo ir y pedirle que sea mi novia. Lo más seguro es que diga que sí, a los amigos jamás se les deja botados, creo...

En fin.

Dan el toque de salida y corro por todo el pasillo para poder salir del plantel e ir al coche de Kira.
Llevo globos y chocolates, espero que le gusten.

Ya recargado en el auto de Kira, la veo, ¡la veo!
Viene sola y muy linda.
Se va acercando y me sonríe, una sonrisa linda y pura, una sonrisa que me gustaría ver todas las mañanas.

-Hola, ¿y esos globos? -Me pregunta con su suave y linda voz de mujer.

Le sonrío y me hinco.

-Kira, mi dulce y hermosa Kira, quiero decirte que te amo. Llevamos demasiado tiempo siendo amigos y tu actitud me ha encantado. Me gusta que seas graciosa y sarcástica, me gusta que seas buena con todas las personas que habitan en este mundo, me gusta que tengas una esencia que te hace tan tú; y por esto y otras tantas cosas que me gustan de ti, quiero pedirte que seas mi novia. Tus ojos color café caca, como tú dices, quiero verlos todos los días de mi maldita vida, que dejaría de ser maldita si te tengo a mi lado. ¿Quieres ser mi novia? -Le dije mirándola a los ojos.

Kira hizo una cara hermosa.

-Ay, Caleb, ahorita no joven, lo siento. Soy lesbiana. -Dijo guiñándome un ojo y haciendo señas a una mujer.- Pero para que valga la pena el dinero que gastaste, yo me quedo con los chocolates.

-Pero, ¿por qué me diste esos pasos como si fueras una mujer a la que le atraen los hombres? -Pregunté aún impactado.

-Digamos que en mis relaciones lésbicas, yo soy la mujer. La que me enamora siempre es el hombre y, pues, todo lo que te puse en esos pasos me gusta que hagan conmigo, pero las mujeres. Ahora, si me disculpas, me voy con mi novia. -Dijo Kira y tomó la mano de otra, y se besaron.

Y estoy seguro que se escuchó un "crack", y ese era mi corazón.

FIN.