Capítulo 2. Cómo pedir respuestas
Han pasado probablemente más de 10 horas desde la última vez que se hablaron y no podía evitar pensar que quizás aquel era el fin de su amistad y aquello le dolía. No quería perderlos.
Están todos sentados ya en la mesa cuando Hyunjin llega y todos están felices de ver a Chan de vuelta y aquello le hace sentir algo que no puede explicar. Hyunjin toma asiento a un lado de Changbin como siempre y todos estaban esperando a que Chan comenzara.
"Puedes empezar Jeongin" dice Chan.
"Tú deberías hacerlo, hyung. Acabas de volver" contestó Jeongin y Chan negó con la cabeza.
"Adelante" insistió Chan y vio a Jeongin mirar a los demás, como pidiendo permiso. Chan siempre ha sido así y Hyunjin sabía que todos estaban bien con eso también. Les gustaba consentir a Jeongin como si se tratara de un bebé.
"Adelante" repitió Minho y todos lo miraron, sorprendidos. Hyunjin también se sorprendió incluso si no ha sido la primera vez que hacen aquello, sin embargo en aquel momento se sintió como algo nuevo.
Jeongin hizo una pequeña reverencia con la cabeza "Gracias por la comida" dijo antes de comer y lo miraron atentamente, cuando dio la primera mordida, en seguida le imitaron, dándole las gracias a Minho en coro.
El hecho de que Chan estuviese con ellos les quitaba un poco la tensión que tenían, claro que no del todo, pues entre ellos a veces simplemente pedían cosas banales como agua, servilletas y demás y luego volviendo a su comida o a la plática que el líder les estaba dando sobre algo divertido que le había ocurrido en la empresa la noche anterior.
Cuando terminaron de comer, se levantaron, dejándole los platos en el fregadero a Seungmin que era a quién le tocaba lavar los platos aquella noche. Él estaba ocupado lavando sin pensar demasiado en algo, que a decir verdad, era algo que le tranquilizaba.
No quería seguir pensando en aquella confesión que habían hecho en su estado de ebriedad.
Sus pensamientos se vieron interrumpidos por un brazo que le dejó su plato y al mirar discretamente, vio a Chan, que se había recargado en la encimera.
"¿Están enojados?" soltó Chan, haciendo que Seungmin llevara su mirada hacia él rápidamente y luego seguir con su tarea.
"No sé de qué hablas, hyung." no era verdad, claro que sabía de lo que Chan estaba hablando. Se había dado cuenta que algo había sucedido en su ausencia que les ha hecho estar tensos alrededor del otro.
"No puedes mentirme, Seungmin. Los conozco demasiado bien para saber que algo está pasando entre ustedes" explicó, esta vez girándose para mirar el perfil de Seungmin.
Ni siquiera le dirigía la mirada aunque quisiera ver su precioso rostro pero no quería que algo en él lo delatara. No era torpe, si le contaba lo que realmente sucedía, estaría delatando incluso a los demás miembros y no podía hacer eso, por el bien de todos.
Soltó un suspiro y se detuvo por un momento, girándose a mirar a Chan, quien dio un paso hacia atrás a pesar de que Seungmin no hizo ningún otro movimiento.
Su expresión cambió por completo y vio la sorpresa en el líder "No es nada hyung, en serio" mintió, esperando a que dejara de seguir preguntando.
Si Chan siguiera insistiendo, no podría contenerse y todo acabaría.
Podría estar caminando en la cuerda floja de su amistad con las personas que tanto ama y aprecia, no quería echarlo a perder.
Vio a Chan limitarse a asentir, colocando una mano en su hombro y le dio un suave apretón antes de salir de la cocina en silencio.
Seungmin sintió su alma regresar a su cuerpo y se dedicó a seguir con su tarea.
⋆ ˚。⋆୨♡୧⋆ ˚。⋆
"Lix, ¿puedo hablar contigo?" una voz le llamó la atención, entrando a la habitación del aludido y cerró la puerta detrás suyo con lentitud.
Felix se hallaba frente a su ordenador jugando. Estaba demasiado inmerso en su juego con sus audífonos rosas con orejas de gato.
"Mierda." maldijo en voz baja y se giró rápidamente para ver al líder "Claro hyung, sólo dame un segundo" le prometió y vio a Chan asentir en silencio, adentrándose a la habitación.
Aunque no podía verlo o moriría, supuso que Chan se había puesto cómodo en su pieza. No era la primera vez que estaba ahí y han estado juntos el tiempo suficiente para que en este momento no tuviera que pedir siquiera permiso de hacer cualquier cosa en aquel lugar, claro que siempre respetando su privacidad aunque a Felix no le importara eso. Eran hombres, ¿qué habría que esconder que espantara a Chan?
"Bueno," habló Felix cuando su juego terminó, girándose sobre su silla cuando se quitó los cascos y se acercó al líder en ella "¿de qué querías hablar, hyung?"
"Necesito que me digas la verdad, Felix." empezó y el aludido frunció el ceño, sin entender a qué se refería "Por favor, Lix" insistió.
Felix dudó por un momento pero asintió, sin saber a qué se debía aquello "Te lo juro" se incorporó sobre su silla, colocando una mano en su pecho y la otra en el aire, juguetón.
Entonces Chan asintió "¿Qué está pasando?
"¿De qué hablas?"
"Entre ustedes. Desde que llegué están tan distanciados, necesito saber lo que sucede, ¿hay algo que yo pueda hacer?" preguntó, con la mirada fija en Felix y este se aclaró la garganta, apartando la mirada y miró a todos lados excepto a Chan.
"Yo... Hyung, es que..." empezó, no sabía qué decir, estaba entre la espada y la pared. No quería mentirle a Chan, nunca lo hizo y no quería hacerlo, sin embargo, en esta ocasión era difícil. No podía simplemente decirle que sentía algo por él y que no era el único.
"Felix, me prometiste que me dirías la verdad" le recordó, mirándolo amenazadoramente.
"Lo siento hyung, no con esto."
"De cualquier forma, sí está sucediendo algo, ¿no?" le dijo y Felix soltó un suspiro. Ya no podía negarlo "Los conozco demasiado bien, no pueden negarme que mientras no estaba, algo sucedió y no sé qué fue pero yo sólo quiero ayudarlos, ¿puedes venir conmigo si lo necesitas?"
Felix esta vez lo miró y no pudo evitar sonreír mientras negaba con la cabeza, contagiando a Chan "Sé que puedo confiar en ti, hyung. Muchas gracias" replicó y Chan abrió sus brazos.
Sin poder evitarlo, soltó una carcajada y lo abrazó, cerrando los ojos y calmándose en los brazos del hombre. No era sencillo y aunque se haya ofrecido, Felix sabía que no podía hablar de aquello con Chan, no cuando le gusta, no cuando no es el único en la casa que siente algo por él.
Aunque le hacía sentir mal el hecho de que Chan se haya dado cuenta. Sin embargo sabía que no han hecho mucho esfuerzo en ocultarlo tampoco, así que en realidad cree que no es extraño que lo haya hecho. De cualquier forma, sabe que Chan los conoce tan bien como la palma de su mano, aunque no es el único.
Felix está seguro de que, si hubiese sido él en lugar de Chan, también lo hubiera notado. Claro que no es típico que hagan conversaciones demasiado cortas entre ellos y aunque Felix siente un vacío, entiende por lo que están pasando pues se siente muy probablemente igual que el resto del grupo.
Son sus amigos que tanto ama y adora, que de alguna manera, funcionan tan bien los ocho como si se tratara de un juego de puzzle, complementándose bien.
De pronto, recordó que siempre han dicho que son como almas gemelas pero aquel recuerdo, en ese momento, en lugar de hacerlo sentir mejor, le rompe más el corazón.
Felix no quiere perder a sus almas gemelas y en silencio espera no ser el único.
"Sabes dónde estoy si me necesitas" le volvió a recordar Chan cuando se hallaba en la puerta, con el picaporte en la mano y Felix asintió.
"Lo sé hyung, gracias" contestó y le regaló una sonrisa, que fue correspondida antes de que el hombre finalmente saliera de la habitación, cerrando la puerta.
No sabe qué hacer. A pesar de haber estado jugando, mirando vídeos en su móvil, platicando con sus amigos de Australia incluso, siente que no puede evitar pensar en lo que había ocurrido el día anterior, pues sigue grabado en su cabeza como disco rayado.
Soltó un suspiro y escondió su cabeza entre sus manos. Aquello le está matando debido a la situación, el no hablar con los chicos como siempre suelen hacer, el no entender aquel sentimiento que tiene sabiendo que no es el único al que le gusta Chan.
Ha pensado en lo que sucedería si aquello les afecta su relación, sabiendo que podría perderlos quizás para siempre y no quiere siquiera imaginarlo, no quiere imaginarse lo que sería su vida sin ellos, porque sin darse cuenta, ha pensado en que siempre estarían juntos, que seguirían viéndose todo el tiempo como ahora incluso después de hacer sus propias vidas, parejas y hasta mudarse.
No quiere perderlos.
⋆ ˚。⋆୨♡୧⋆ ˚。⋆
por favor finjamos q tienen una casa donde quepan los 8, no le busquen más lógica 🤗
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro