—Lola, digas lo que digas, vivir no es como a ti te han enseñado, y creo que estamos de acuerdo. ¿Qué, qué hago aquí? —Rodé los ojos. ¿Qué le diría?, simplemente la habría buscado esta vez— Lola, vine a buscar unos papeles de mi hermana, ella quiere comenzar a estudiar aquí.

—Tu hermana... ¿Es aquella chica que bailó en la inauguración?

—No me lo recuerdes, no fue ningún orgullo, nuestra religión no nos lo permite, pero a ella parece no importarle nada, incluso podría decir que es más occidental. —Hice una pausa para ver el alrededor, y confirmando que de hecho muchos nos observaban torcí el gesto— ¿Quieres salir?, no tengo intención de decir nada más ahora en este lugar.

— ¿Ahora? Pero ahora tengo que entrar a mi clase más importante, si por alguna razón tengo inasistencia mi padre me...

—Tu padre no va a enterarse—Insistí algo ofuscado, mi paciencia era tan corta como la línea de división marítima.

—Yo...

—Tú puedes, ya deja de ser la sombra.

La chica ha dudado mirando mi mano extendida, pero al percatarme de mi anillo (el anillo que a un permanecía en mi dedo producto de mi compromiso con Scarlet) me lo he quitado para guardarlo en uno de los bolsillos de mi abrigo. Finalmente vi como su mano tomaba la mía y en ese segundo, un maldito deja vú me cruzó los pensamientos. ¿de dónde la conocía? ¿Por qué la recordaba?

Intrigado la saqué de allí y subiendo al Corvette arranqué hacia la carretera.

—Mi intención no es pervertirte como tu papá dijo ayer. Pero creo que por alguna razón si voy a terminar haciendo una locura. Quiero llevarte lejos, porque en verdad deseo que vivas. Me enfermó ver ayer aquello que vi, te tratan como un mueble, y encima tú los aguantas. ¡Escúchame! Ya no más.

—Ojala fuera tan simple... —Ella suspiró y miró por la ventana.

— ¿Por qué no lo es?

—Papá cuida su dinero tanto o más que a mí, es simple... quien maneja todo el dinero es papá y sin él no controlo mi vida, no controlo ni siquiera lo que estoy estudindo, papá insistió en que estudiase un curso de 6 meses de finanzas mientras también hago mi carrera universitaria de diseño textil, mi verdadera pasión...él dice que debo hacer el curso "porque un día estaré al frente de los casinos junto a Dylan", pero a mí Me encanta el diseño textil, el mar... pero parece que a nadie le importa...

Escucharla decir eso me remeció la conciencia. Quizá ella y yo teníamos mucho más en común de lo que pensaba, ella vive reprimida pero ¿y yo?, yo me desvivo para que los negocios que me dejó papá surjan, aun cuando no me gusta todo esto...

Olvidando mi objetivo por un momento, propuse viéndola de reojo:

—Sé de un lugar que te podría gustar, pero creo que me deberás una.

— ¿¡Enserio!? , ¿Dónde es?

— ¿Qué caso tiene que te diga dónde es?, pierde la gracia. —Sonreí divertido volviendo a ver la pista.

— ¡No seas así! ¡Ya lo has soltado! ¡Escupe!

— ¿Escupir?, que niña tan maleducada, yo no escupo en dónde sea como los guanacos, esa serás tú.

Ver su cara de niña mimada enojada, me dio más sonrisas de las que he tenido en todos mis últimos años, ¿por qué era así?, Lola parecía un punto de luz al que deseaban apagar a toda costa, pero eso no pasaría si yo estaba aquí para soplar el fuego, y encenderlo.

Una hora después, cerca de las 16:30 pm llegamos a mi edificio, aquí la he dejado caminar tras de mí, miraba todo como bebé, yo sin mirarla subí al ascensor.

— ¡Pero no te quedes ahí! —Grité divertido al ver que se cerraban las puertas del ascensor y ella corría a interponerse. Rápidamente puse una mano en medio y la hice entrar. —Definitivo, a ti te cortaron verde Lola, nunca vi a nadie tan despistado.

La sonrisa de esa niña... ¿Qué me estaba provocando y por qué no puedo obviarla?

Subimos hasta el último piso, allí nos esperaba el jet privado de los Alauî.

— ¿¡Dónde vamos!? —Preguntó entre asustada e impresionada.

—Oye, te prometí llevarte al final del mundo.

No dije nada más, la dejé seguirme. Estaba feliz, me gustaba la sensación de mostrarle un nuevo lugar. Esto podría ser ilegal, pero me permitía hacer esto en nombre de mi mafia. Hemos viajado durante cerca de dos horas y media para llegar a Chile, específicamente a Isla de pascua.

— ¿¡Qué es esto!? —Gritó pegada a la ventanilla.

—Isla de pascua. ¿Sabes algo de este lugar? —Pregunté acercándome a su lado para también ver por la ventanilla.

—Sólo que los hombres de piedra fueron enterrados aquí por habitantes de otros planetas...

— ¿Qué? —Alcé una ceja de forma jocosa, ahora sí me había tomado todo el pelo.

—Nada, nada... —Rió divertida. Una vez más lo hizo y mis pensamientos por Scarlet se esfumaron. Ella hacía que se esfumaran. Pero en cuanto ya no estaba más aquí, se acababa Lola, y Scarlet tomaba mis pensamientos otra vez.

Cuando bajamos, hemos recibido ambos un collar de flores, parte de la cultura, y las mujeres que vestían con faldas de pluma y sujetador a juego la han llevado para hacerle una trenza, y ponerle ahora una corona de flores. Verla así me dio un escalofrío, porque joder... es lo más bello que he visto. Estaba atontado, pero poco demente como para cometer el error de enamorarme.

He llevado mi mano a su cintura y la he dirigido conmigo a las paradisiacas playas de este hermoso lugar, no para caminar, sino para cumplirle un sueño.

—Mi amigo Hakuro Tuito, es instructor de buceo. —Mencione señalando al hombre que nos esperaba en el muelle— Él va ayudarnos a bucear Lola, y a conocer todo lo que hay en los arrecifes de este mar... ¿Te atreves?

— ¿¡Qué si me atrevo!? ¡Que sí!

Su efusidad al dar a conocer sus emociones, así sin más, hicieron que mi corazón se acelerase, la vi correr hacia Hakuro, quién la saludó con diversión. Aquí, el hombre de unos cuarenta años nos ha indicado que lugares no debíamos visitar bajo el agua, nos habló de los peligros existentes, y también de qué cosas podríamos encontrar allí.

Rápidamente nos hemos cambiado en los vestidores, y tengo que decirlo, los pies palmeados del traje de buceo me hicieron soltar una carcajada. La chica estaba loca, y yo comenzaba a entrar en un cuadro de locura leve. Nos hemos lanzado al agua con el oxígeno lleno.

De la mano, hemos nadado. Hay un sinfín de colores que jamás podría haberme imaginado, los peces son exóticos, algunos van en fila, otros se pelean por un espacio, Lola por supuesto está ensimismada, y por ahora creo que es lo mejor... Le he dado espacio para que recorriese su propia parte de mar, mientras yo, me dirigí hacia un molusco que estaba algo apartado, era realmente feo, pero... sin pensarlo me asomé a ver qué tenía, y es que se asoma una hermosa Perla. ¡JODER! ¡La suerte que me ha traído esta niña!

Y sin pensarlo la he tomado. No le diría nada a Lola, esta perla significaba algo aunque no sabía qué.

He tomado fotos con la cámara a prueba de agua, a Lola la he tomado varias jugando con los peces, y claro, nos hemos tomado otras cuantas los dos. ¿Por qué?, claro... es por el plan, no tengo que olvidarlo...

Cuando la noche cayó y estábamos ambos dentro del hotel aquí en la isla (Un hotel que de hecho es como ambientado rústico) nos duchamos por separado para irnos nuevamente a los ángeles en el jet. Cuando ya estuve listo y buscaba mis llaves del deportivo, vi salir a Lola en toalla, estaba agitada, parecía asustada.

— ¿Qué te pasó? —Pregunté extrañado girando la mirada a otro lado.

—Tengo muchas llamadas perdidas de Papá y Mamá, pero se han acabado cerca de las 17:30 pm... debe ser que aquí mi Chip no funciona, Mirán... ¿Y si ahora me llevan al internado de señoritas? ¿Qué voy a hacer?

Su rostro estaba despavorido, tenía mucho miedo. Que rabia me da que ella sienta miedo por lo obtuso de su padre y familia. Me acerqué entonces apenado y acuné su rostro en mis manos, enseguida, aquel acto tan sublime se transformó en tensión. Mis manos ardían, y su pecho volvía a subir y bajar... ¿Qué estaba haciendo?

—Mirán... ¿Qué ibas a decirme? —Preguntó avergonzada.

—Lola... mira que la hemos pasado bien... y yo quisiera seguir saliendo contigo... —Apenado traté de no despegar la mirada de ella, ciertamente yo no tenía pista en estos asuntos, siempre era a mí a quien se le declaraban así.

—Sí... ¿Pero cómo? —La oí murmurar.

—Sé mi novia. —Corté con una frase la tensión, y es que aun cuando esta petición me ayudaría en mi objetivo, también la deseaba por alguna razón— No importa si tenemos que andar a escondidas por ahora... conóceme más Lola, por favor... todo lo que has visto hasta ahora tiene una explicación... que si me conoces sabrás todo...

Su mirada estaba perdida en mí, y yo que deseaba ser encontrado... La alcé desde el suelo por los muslos y la pegué a la pared, donde uní nuestros labios y algo más. Estaba hecho un lío.

Cuando llegamos a Los ángeles, y viajábamos en el deportivo, ella posó su cabeza en mi hombro mientras escuchábamos "Mi persona favorita de Alejandro Sanz y Camila Cabello" ciertamente, ninguno de los dos entendía ni de colores ni de razas, y a mí si que me gustaba el morenito de su cara, hoy, que precisamente se ha tostado con el sol. Son cerca de las dos de la madrugada, y aparcando fuera de su casa la he vuelto a ver, nuestros ojos conectan y la devoción crece por ella, y de mí para ella...

—Sí seré tu novia, Mirán... pero como tú dices, por ahora quiero llevarlo a escondidas...

—Será como tú quieras...

Dije sin dejar de ver sus labios, a lo que mi mano pasó por detrás de sus hombros, y acercándonos otra vez, un beso nos fulminó, mi corazón se desboca, no sé qué es, pero me lleva bien todo esto...

—Lola... —el rostro de la madre de aquella, en frente del parabrisas mirándonos... y el temor en Lola, se ha vuelto a establecer. Maldito sea este segundo en el que mi Lola siente miedo...

JavieraJames2604